viernes, 29 de noviembre de 2013

DEVALUADA LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA

                        En plena conmoción social por la excarcelación de asesinos y violadores peligrosos, como los de Anabel Segura y de Olga Sangrador, que se suman a los ya excarcelados recientemente y a los que se excarcelarán próximamente, como el de las niñas de Alcasser, la inminente Ley de Seguridad Ciudadana se desvanece con sustanciales rebajas en la tipología de los delitos y en sus pertinentes penas. Mientras Interior intenta activar un dispositivo (veremos a ver si encaja en la legalidad) para paliar los devastadores efectos de tanto “peligroso” reconocido suelto, sin que, por lo visto, nada se pueda hacer para que los ciudadanos de bien se sientan más seguros, por otra parte, al mismísimo Rubalcaba le impiden hablar libremente en la Universidad de Granada. Es decir, da la sensación de que se trata de que los ciudadanos no sólo se sientan inseguros, sino que además no puedan oír desde la libertad los mensajes que cualquier otro ciudadano quiera darles, ni aunque se trate de un representante de la soberanía nacional elegido en las urnas. Y, por si fuera poco, UGT estalla en mil pedazos a causa de la corrupción, mientras que la séptima ley educativa (que por cierto ya dice Mas que no se aplicará en Cataluña, ¡menudo cachondeo!) nace con los votos exclusivos del PP y el rechazo, por unas u otras cuestiones, de toda la oposición, pero sin texto alternativo. Este es el retrato que dibuja la prensa de un país que como únicos datos medianamente positivos sólo quedan, y no es poco, la salida de la recesión por el repunte del consumo, la ganancia de poder adquisitivo de los pensionistas por la contención del IPC y la detención de 19 energúmenos (veremos con qué consecuencias) por los incidentes violentos en la Facultad de Derecho de la Complutense. En fin, un panorama sombrío se mire como se mire.
            En efecto, frente a la inmensa mayoría de ciudadanos, representada en las Cortes Generales, las minorías antisistema, los extremistas de izquierdas o derechas y los violentos en general, que entre todos juntos siguen siendo una minoría notable, aunque bien ruidosa e intimidatoria, pueden sentirse satisfechos tras los últimos acontecimientos. En el devaluado anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, entre otras rebajas, no se multará los escraches, sólo serán faltas leves actuaciones como rodear el Congreso o insultar a la policía. Y, a pesar de estas concesiones a quienes, incapaces de convencer con la palabra, prefieren imponerse con actos violentos intimidatorios, políticos, como el socialista Madina, advierten al ministro que “el proyecto será derogado y usted está derrotado”, considerando que se trata de una norma “de represión ciudadana”. No sabemos bien si lo dice porque apoya que a Rubalcaba, su supuesto jefe, le impidan dar una charla sobre “química y política” en Granada al grito de “con Rubalcaba la poli te pegaba” o porque entienda que en su partido no hay buena química con su líder y el título de la charla no era adecuado. Sea por lo que fuere, la inmensa mayoría de ciudadanos, apoyará siempre la libertad de expresión, se esté o no de acuerdo con el orador, frente a quienes lo impidan, menos aún si lo hacen cínicamente bajo el pretexto del derecho, precisamente, a la libertad de expresión, cuando debieran decir que, en todo caso, será el derecho a decidir quién puede expresarse o no, como es el caso. Se equivoca Madina, como se equivoca el PSOE, creyendo que apoyando a estos grupos antidemocráticos pueden sacar algún beneficio político. Lo actuado contra Rubalcaba es el mejor ejemplo. Por cierto, que yo sepa, la primera vez que sucede en Andalucía contra los socialistas y, curiosamente, desde que Susana preside la Junta y lidera el PSOE-A. Una casualidad, sin duda. Y, entretanto, elucubrando sobre si los recibimientos con cohetes y gran ambiente festivo a etarras asesinos excarcelados suponen apología del terrorismo o no. Para que algunos se sorprendan luego de que cada vez es mayor la sensación de que la ley ni castiga suficientemente a los delincuentes y a los violentos, ni protege a los ciudadanos honrados y pacíficos. Es obvio, una cosa tiene relación directa con la otra.
            Tampoco parece sorprender a nadie que UGT ande en turbios asuntos en vez de dedicarse a lo que le es esencial, la defensa de los trabajadores. Al final la reiterada denuncia mediática de innumerables supuestos delitos por parte de los dirigentes sindicalistas, sobre todo en Andalucía, parece que ha dado sus frutos. La dimisión del Secretario General de la UGT-A, pues, hasta el mismísimo Méndez, poco antes insinuó que estaba sentenciado. Tras la permanente presión mediática, ignorada e incluso atacada por los interesados, al final hasta la propia Junta, copartícipe y colaboradora necesaria de los hechos supuestamente delictivos, se ha visto obligada a poner bajo sospecha ayudas a UGT por más de siete millones, estimando que el sindicato tendrá que devolver casi dos millones, para que, por fin, reaccionen, asumiendo los hechos y dimitiendo el líder sindical andaluz. Ya sabemos que, como siempre sucede en estos casos (hace poco lo hizo Griñán), la dimisión es para no perjudicar al sindicato, para evitar la presión y todas esa retahíla de argumentos que todos conocemos. Ya es hora de que alguien por fin asuma que lo que perjudica a las instituciones (en este caso al sindicato) son los hechos y conductas impresentables, delictivos o no, que jamás debieran haber permitido las cúpulas dirigentes, menos aún si las protagonizaban ellas mismas, y, si es que las superiores las conocían o, en el mejor de los supuestos, no se enteraban, sólo cabe la dimisión inmediata, de los actores directos por chorizos y del resto por incompetentes. El daño causado por toda esta caterva de impresentables no se cura sólo con la dimisión del Secretario General de Andalucía.
            Y lo que parece seguro es que, si en Italia se ha puesto punto y final a la era Berlusconi, expulsándolo del Senado tras ser condenado a cuatro años de cárcel por uno de sus diversos casos en que está imputado, en España se pondrá punto y final a la era Rajoy si en las próximas elecciones el PP no gana por mayoría absoluta. Si Madina anunciaba que la Ley de Seguridad Ciudadana será derogada, como otras muchas medidas adoptadas por este gobierno, también se anuncia la derogación de la LOMCE, que acaba de aprobarse con los votos del PP. Aunque no sabemos qué medidas sustituirán a éstas en caso de derogación, esperemos que, si la primera trata de garantizar la seguridad ciudadana y la segunda la calidad de la educación, las próximas medidas que las sustituyan se encaminen a superar y garantizar tan loables objetivos, pues si se trata de volver a un pasado con tan precaria seguridad ciudadana y tan baja calidad de la educación, estamos arreglados.


Jorge Cremades Sena

miércoles, 27 de noviembre de 2013

CON EL CGPJ A CUESTAS

                        Mientras que en Alemania Merkel y el principal partido de la oposición, el SPD, cierran un acuerdo para gobernar mediante una gran coalición, pendiente de ratificarse por las bases socialdemócratas, en España, lo que podría ser un gran acuerdo entre Rajoy y el PSOE (no para gobernar ya que el PP tiene mayoría absoluta, mientras que los conservadores alemanes les falta un pelín), aunque sólo fuera para afrontar sólidamente los grandes retos en asuntos de Estado (corrupción, soberanismo, crisis económica…), quedan a años luz de la madurez política de los partidos alemanes. Es la gran diferencia entre ellos y nosotros. Ahora bien, si se trata de negociar cuotas de poder en cualquiera de las instituciones, si se trata de enchufar a unos cuantos de cada uno de los distintos partidos, el acuerdo es más que posible. Es el caso de la renovación de los miembros del CGPJ que deja descontentos a jueces y fiscales casi de forma generalizada. Mientras los fiscales se quejan de su marginación en el mismo, asociaciones de jueces como “Francisco de Vitoria” acusan a PP y PSOE de conformar un CGPJ que tape la corrupción, y, en términos generales, que, como ejemplo de Justicia politizada, el nuevo consejo es como una especie de “sucursal de Gallardón”. Sea así o no, lo cierto es que como todos los partidos tienen su mayor o menor tajada en el mismo, lo que menos les importa es que se despolitice la Justicia, comenzando por el órgano de gobierno de los jueces. Hoy por ti y mañana por mí. En fin que nos tocará seguir sufriendo decisiones en el ámbito de la Justicia que nos sorprenderán a todos. El malestar generalizado entre los jueces y los fiscales, que algunos consideran “desconocido” hasta ahora en determinadas instancias de la Justicia, no es injustificado.
            Y mucho más injustificado, como se acaba de publicar, es que  tres líderes de UGT se gasten nada más y nada menos que 100.000 euros (un pastón) anuales en comilonas; que el famoso Congreso de los maletines fabricados en Oriente costase, nada menos que 563.000 euros (otro pastón) y que el 85% de los gastos se endosase a la Junta de Andalucía, entre ellos el alquiler de un piano. Todo ello en plena crisis económica y cuando millones de trabajadores están en paro o en situación de inestabilidad laboral. Seguramente la cruda realidad queda disimulada si con el citado piano los supuestos agrios debates cuentan con una suave música de fondo. Será por aquello de que la música amansa a las fieras. Al fin y al cabo, no todos están en crisis, pues, si, como se publica en La Razón, el “tesorero” de UGT es además administrador único y consejero de cuatro empresas de formación con un volumen de negocio de más de 1000 millones, el tal señor Mora Moreno no debe andar con problemas, como la gran mayoría de ciudadanos, para llegar a final de mes. Menos mal que, al parecer, un congreso extraordinario resolverá todas estas “irregularidades” a principios de año.
            Si está justificado que el nuevo Papa Francisco tenga cada vez más aceptación a nivel internacional. Su mensaje de denuncia al actual sistema económico que “mata”, a esa especie de dictadura de los mercados (que ahora Zapatero nos recuerda), y su apoyo a los pobres, a la descentralización de la Iglesia, a la “conversión del papado” para que esté más pendiente de los problemas mundanos que del “monopolio para interpretar la realidad”, es una esperanza para millones de creyentes y no creyentes de que por fin, sin lugar a dudas, la Iglesia desde su más alta instancia se posicione, en caso de tener que optar, por los más débiles y necesitados, tal como dice el Evangelio. Muy bien, Francisco, muy bien, desde mi agnosticismo.
            Quien parece ser un creyente recalcitrante (no en asuntos religiosos, que no lo sé ni viene a cuento) es el ministro De Guindos, que está convencido de que España crecerá y creará empleo en 2014. ¡Ojala que así sea! Cierto que, tal como dice, unos 8.500 millones se ahorrarán sólo en intereses de la deuda, cierto otra serie de indicadores que apuntan a la salida de la crisis, como la duplicación de la inversión extranjera en el último año,  pero, cierto también que desde la UE se exigen nuevos sacrificios en materia laboral que pueden atraer inestabilidad, amén de las que se ciernen sobre la mismísima eurozona con el creciente euroescepticismo y nacionalismos en determinados países europeos.
            Y, hablando de nacionalismos e independentismos, mientras los soberanistas catalanes comienzan a desmoronar su proyecto unificado de independencia, cuya evidente falta de acuerdo, pone en peligro hasta la aprobación de los presupuestos (ERC presiona y exige a Mas la consulta a cambio de apoyarlos), el líder del independentismo escocés, que lo tiene más fácil al ajustarse a su legalidad, ante la cruda realidad de las consecuencias que tendría para Escocia su independencia, anda vendiendo (como suele hacer Artur Mas con su proyecto ilegal) una especie de independencia beatífica dentro de la UE, con la libra esterlina como moneda y bajo la corona británica como jefatura del Estado. Desde Bruselas y desde Londres prácticamente le dicen que si todavía cree en la existencia de los gnomos.


Jorge Cremades Sena

martes, 26 de noviembre de 2013

UGT EN EL OJO DEL HURACÁN

                        La avalancha de críticas hacia UGT, especialmente hacia UGT-A, por parte de la mayoría de dirigentes de los partidos políticos pone en evidencia que el sindicato socialista está en el ojo del huracán. Demasiadas noticias negativas sobre presuntos “choriceos” del sindicato que, negadas en principio por sus dirigentes, calificadas después como “irregularidades” y finalmente asumidas, con los matices que se quiera, no se pueden despachar, como acaba de hacer Cándido Méndez, como una especie de campaña infame del PP para eclipsar el asunto de Bárcenas. Ni aunque así fuera, puede servir como argumento para salir al paso de las decenas de noticias que inundan los diarios, así como los documentos probatorios. Una vergüenza, al margen de la carga delictiva que pudieran tener, indigna de un sindicato de trabajadores a cuyo servicio debiera estar y no al servicio de los intereses de sus cúpulas dirigentes. Por más incoherencias en que incurra Cospedal, como suele suceder en estos casos, urgiendo a que se investigue a UGT y criticando que “algunos tengan tan poco interés en que se sepa la verdad” está cargada de razón. ¡Lástima que no exija lo propio en otros asuntos que apestan y que el resto de dirigentes de todos los partidos hagan lo propio!
            Y si UGT está en el ojo del huracán, tanto el PP como el PSOE le van a la zaga. Para bien o para mal, una especie de viento huracanado, que no brisa apacible, zarandea su presente. En el PSOE, mientras “la Susana”, como suelen llamar a su nueva Secretaria General de Andalucía, propone una “ola de cambios”            y manifiesta que el partido lo va a dirigir ella, Rubalcaba y su ejecutiva federal no se da por aludido y, olvidando la espada de Damocles que el PSOE-A tiene en el feo asunto de los EREs fraudulentos, prefiere, de forma incoherente como Cospedal, incidir en que “el PP tenía una contabilidad b y también un programa electoral en b”, ingenioso pero poco adecuado para lo que puede sobrevenir cuando Alaya acabe la instrucción correspondiente. En el PP, mientras unos, como Abascal, abandonan el partido, acusando a Rajoy de “traicionar sus ideas” y otros lo hacen, como Fabra, tras ser condenado sólo por delito fiscal (lo que celebra ya que según él eso no es corrupción),  Rajoy, que en su día lo tenía como honesto y ejemplar, se limita a dar luz verde a una renovación del PP andaluz para que un Congreso urgente decida qué candidato se enfrentará a Susana Díaz. Si tanto PSOE como PP son capaces de quitarse lastre pesado desde el sur, aportando savia nueva, pero de verdad, bienvenido sea. Pero me temo que para ello, sus nuevas cabezas visibles, tendrán que hacer una titánica labor de limpieza. El chalaneo sobre el nombramiento de los miembros del CGPJ, que está levantando ampollas, no sólo entre los fiscales (a los que dejan fuera), sino incluso en los propios partidos (Gómez amenaza con dejar su puesto de senador si se mantiene lo pactado con el PP), es un buen ejemplo de que ni unos ni otros están por la labor de resucitar a Montesquieu. Menos mal que Wert lo tiene claro “no voy a dimitir, cuento con la confianza del presidente del gobierno”. ¡Cómo debe ser! Al fin y al cabo ser ministro es lo más fácil, sólo se necesita tener la confianza del presidente. Y nada más.
            Entretanto, Irán congela su amenaza nuclear al someter su programa atómico al control de la ONU tras el acuerdo con las potencias mundiales, especialmente de EEUU, que no ha sentado nada bien en Israel ni en los republicanos estadounidenses. A cambio, suavizar las sanciones contra el régimen de los ayatolás. Por otra parte Argentina y España alcanzan un preacuerdo sobre YPF, con una indemnización importante por parte de Argentina a Repsol por la expropiación, siempre que éste la acepte. Menos mal que el ministro Soria y Fainé no han tenido problemas para negociar el asunto gracias a un viaje relámpago. El Príncipe ha tenido más mala suerte ya que su avión, de segunda mano, no ha podido trasladarle a Brasil en un viaje oficial previsto, cuando ya estaba a bordo del mismo; simplemente se había averiado. No sé si el envío por su parte de un video a Brasil habrá servido para paliar parcialmente el ridículo bochornoso que a nivel internacional supone este asunto. El contraste del avión real averiado, con el aeropuerto de Castellón sin aviones, ejemplo de despilfarro, en este caso por el delincuente Fabra, que no considera delito su comportamiento a pesar de ser condenado, es el mejor ejemplo del pintoresquismo pinturero que hay en este país.
            Y mientras los ucranianos se movilizan por el sueño de integrarse en la UE y Bruselas advierte a Escocia que, en caso de independizarse, quedaría obviamente fuera de la Unión, en la Cataluña de Artur Mas, la CUP (organización política de antisistemas, abertzales e independentistas) está alrededor del 5% de apoyos electorales. Poco les importa que el Gobernador del Banco de España alerte de que, en caso de independizarse, quebraría la banca catalana; pero lo grave es que, por lo visto, tampoco importa ni a ERC, ni a CíU.

Jorge Cremades Sena

domingo, 24 de noviembre de 2013

REAPARECE ZAPATERO Y SE HUNDE RUBALCABA

                        De entrada felicitar a Susana Díaz por su elección como Secretaria General del PSOE en Andalucía, deseándole que todas las expectativas que ha levantado, desde que Griñán la eligiera como su sucesora al frente de La Junta, se hagan realidad, pues, por el bien no sólo de los socialistas, sino de todos los españoles es necesario que el PSOE salga de la UCI y pase a planta lo antes posible. Si tras el estrepitoso fracaso del zapaterismo se hubiese hechos un relevo generacional, una liquidación de tan nefasta forma de gestionar, tal como algunos dijimos públicamente, hoy el PSOE estaría ya dado de alta y fuera del Hospital. Menos mal que, aunque tarde, los responsables del mayor descalabro socialista, mientras aclaman a Díaz en el Congreso, se han dado cuenta de que, si ellos han sido quienes crearon el problema, no pueden ser la solución, tal como manifiesta Griñán (“Nuestro tiempo ha pasado”) o el mismísimo Zapatero (“El que viva en el pasado se perderá el futuro”) en clara alusión a que entienda lo propio su estrecho colaborador en el desastre, Rubalcaba, con todo el equipo que aún sigue dirigiendo el partido a nivel nacional. Si además, tanto Madina como Chacón, ponen como ejemplo de renovación generacional a Andalucía, bien podían aplicarse el cuento y dejar paso a quienes, al margen de la edad, no estuvieron en la primera línea apoyando sin fisuras la consolidación del desastre pivotada por Zapatero. Por cierto, Zapatero, por fin reconoce que gobernar no es plasmar las ocurrencias que se le ocurran al gobernante, por maravillosas e irrealizables que sean, ya que supone estar con los pies en el suelo y optar, muchas veces, no entre lo bueno y lo malo, sino entre lo malo y lo peor…Aunque en su día no hiciera caso a Solbes, según éste dice y él desmiente, y aunque Solbes, consciente del desastre siguiera como ministro haciendo lo contrario a lo que sería correcto, no está nada mal que Zapatero diga ahora que sobre el asunto del déficit, la situación “era reformar la Constitución o acabar en un gobierno técnico”, tal como sucedió a Grecia o Italia. Si sus sucesores llegan a ser capaces de entender que los gobernantes, al margen del color político que tengan, se ven a veces obligados a hacer lo que no les gusta, recuperaremos de momento una oposición responsable capaz de ofertar alternativas creíbles y viables para poner en práctica cuando lleguen a gobernar de nuevo, en vez de humo purificador inexistente que sólo sirve para quienes tienen vocación testimonial y minoritaria.
            Entretanto, de aquellos años de “ilusión” nos quedan unos 600.000 pisos nuevos en múltiples urbanizaciones fantasmas adornados en sus fachadas con el cartel de “se vende” sin que nadie los compre ni a precio de saldo, a la espera de unos “brotes verdes” que no aparecen, ya que estos primeros indicios de recuperación económica que hoy se vislumbran en el horizonte, parece que están reservados a las grandes empresas y, especialmente, a las del sector financiero. El común de los mortales tendrá que esperar y seguir apechugando con las consecuencias de tener que pagar una deuda pública que crece y crece sin parar (un 30% desde que está Rajoy), alcanzando ya los 955.000 millones de euros, que suponen una deuda por familia de unos 56.000 euros, además de las que cada familia deba de forma particular, incitada a inversiones desorbitadas en aquellos tiempos de “bonanza” que, aunque irreales, jamás volverán. Quienes puede que no tengan mucha preocupación al respecto, son, además de los “chorizos”, los casi sesenta cargos públicos de la Generalitat de Artur Mas que ganan más que el propio presidente del Gobierno, así como los que en otras administraciones están en parecida situación.               
            Para finalizar, cabe mencionar que la Francia de Hollande en vez de ser el motor de la recuperación de la UE por la vía de la izquierda, se está convirtiendo en el lastre que lo impide; el socialista Hollande, aferrado a un absurdo inmovilismo social y económico, está en las encuestas bajo mínimos, en una Francia que, icono tradicional de libertad e igualdad, hasta protesta en las calles por la ley del “matrimonio” gay, aprobada hace apenas un año y, sobre todo, por la posibilidad de que puedan adoptar niños, apelando especialmente a los derechos de éstos. Se hunde Francia y se hunde Venezuela con el visionario Maduro que acaba de encarcelar a la mano derecha de Capriles, el jefe de la oposición, que le reta diciéndole “si quieres meterme preso, no seas cobarde”. Esperemos que el periquito, encarnación genuina del difunto Chaves, esté ocupado en otros asuntos y no se le pose en el hombro para decirle lo que hay que hacer con Capriles.
            Quien cada vez consigue más crédito a nivel mundial es el Papa Francisco que, por cierto, acaba de ser invitado para que el próximo año visite Ávila con motivo del V centenario de Santa Teresa. Si tenemos en cuenta que, según una encuesta, casi el 72% de españoles pide que las administraciones apoyen más a la Iglesia (frente a quienes quieren impedir que libremente decidan incluso donar una parte del IRPF), o que, a diferencia de lo que dicen algunos, casi el 70% entiende que la defensa de la vida es más bien un tema ético que religioso, lo normal es que Francisco acepte gustoso dicha invitación que, en todo caso, esperemos que nadie aproveche en beneficio propio, con claros ribetes delictivos, como ya sucediera antaño en otra memorable visita del Papa, aunque no fuera Francisco.


Jorge Cremades Sena

sábado, 23 de noviembre de 2013

SOMBRAS SOBRE RAJOY Y SOBRE MADRID

                        Mientras que las víctimas del “loco del chándal”, recientemente excarcelado, dicen con razón que es “una bomba para la sociedad” y la Fiscalía estudia activar protocolos de prevención contra los violadores excarcelados, una verdadera bomba amenaza con enterrar entre las sombras al partido del gobierno y, por ende, al mismísimo Rajoy. El juez Ruz, que investiga la famosa trama Gürtel, ve indicios de que el PP pagó en “B” las obras realizadas en su sede central, según los documentos del arquitecto que hizo las reformas ya que, al parecer, prueban que su pago fue en negro. Según el juez, aunque todavía a nivel indiciario, se confirmaría una presunta “corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo al margen de la contabilidad remitida al Tribunal de Cuentas”. En “román paladino”, una contabilidad “B” en toda regla. Un asunto que, por cierto, a nadie coge de sorpresa ya que casi todo el mundo cree que es la forma habitual que tienen los partidos políticos de financiarse, pero que, a base de desmentirlo sus dirigentes, les deja con el culo al aire, si se demuestran los hechos, simplemente por sus mentiras, indignas de cualquier gobernante. Rajoy, por ejemplo, ha mantenido, por activa y por pasiva, ante el mismísimo Parlamento, que “en el PP no se ha llevado una doble contabilidad” en contradicción con lo que ahora parece que puede demostrar el juez Ruz. Por si acaso, el mismísimo Pons, nada más conocer la noticia, se ha apresurado a manifestar que en el PP son “tan honrados como todos”, una hábil manera de sugerir que en todos los sitios cuecen habas, pero inútil para sacar de las sombras de la duda la veracidad o mentira de las palabras de su presidente. De momento, no extraña pues que Rubalcaba se apresure a exigir una comparecencia de Rajoy y que Cayo Lara exija su inmediata dimisión, dando ya por probados los hechos que investiga Ruz… Como diría Pons, son tan exigentes con la trasparencia como todos, sobre todo, si se trata de la trasparencia de los demás, pero que, en este caso a quien se la exigen es a Rajoy.  En fin, el tiempo y el juez Ruz, dejarán el asunto en su sitio, como debe ser, pero, si aplicar el “mal de muchos, consuelo de tontos” puede valer para difuminar lo que es “vox populi” sobre la financiación de los partidos políticos, no difumina, bajo ningún concepto, las presuntas mentiras del presidente del Gobierno que, en caso de demostrarse, debiera presentar inmediatamente su dimisión, pues, incluso aceptando la tesis de Pons de que es el “único partido que puede sacar a España de la crisis”, no tiene por qué hacerlo bajo la batuta de un mentiroso. Alguien habrá, como en el resto de partidos, limpio de polvo y paja, al menos de momento, para tomar el testigo.
            Entretanto cabe dejar a Ruz que continúe sus investigaciones, como a Anticorrupción que siga pidiendo una investigación sobre Canal Sur, y a siete empresas públicas andaluzas más, por haber recibido subvenciones por un procedimiento similar al de los ERE, así como otros tantos asuntos sobre lo que algunos llaman “irregularidades”. De entrada, como dice el Director General de la Agencia Tributaria en plena polémica por Cemex (“nunca ha habido injerencias políticas en la Agencia…o “jamás he dado instrucciones para tratar mejor a una empresa”), todo se ajusta a la normalidad de forma escrupulosa, aunque, al final, se demuestre todo lo contrario. Bueno, no siempre… ¡para que llevarnos a engaños!
            Quien parece dispuesto a no caer en engaños es el Eurogrupo que tiene serias dudas de que tanto España como Italia puedan cumplir el objetivo de déficit, por lo que el Gobierno español, para hacerlo más creíble, se pliega a las exigencias, como no podía ser menos (bueno para la oposición, sí, hasta que llegue al gobierno), y promete revisar la reforma laboral, endureciéndola, tal como se le pide, para ahorrar 2.500 millones de euros. Cabe preguntarse si, tal como está el patio, no es posible ahorrar con otro tipo de medidas u otras reformas, como, por ejemplo, endureciendo la persecución contra el fraude fiscal, reduciendo empresas públicas obsoletas, cargos públicos, asesores, etc etc… Buscar siempre el dinero entre quienes menos tienen, entre los trabajadores y sus condiciones de trabajo, es una permanente inmoralidad. No extraña que, tras la reciente huelga de la limpieza en Madrid, ahora sean los encargados del alumbrado público quienes amenazan con un paro indefinido que, de hacerse antes de que salga la nueva ley de servicios mínimos, me temo que Madrid pasara de la más insoportable inmundicia a la más inquietante oscuridad.
Entre las sombras que se ciernen sobre Rajoy y las de Madrid no acabamos de ver la luz al final del túnel. Nos queda oscuridad para rato.


Jorge Cremades Sena

viernes, 22 de noviembre de 2013

VIOLENCIA EN LA UNIVERSIDAD, ENTRE OTROS ASUNTOS

                        Las noticias aparecidas en los medios sobre determinados actos de violencia política en las universidades españolas, como la recientemente acaecida en la Complutense, protagonizada por grupos de extrema izquierda, hiriendo a cinco estudiantes de Derecho y destrozando determinadas instalaciones, exige un rechazo generalizado por parte de cualquier demócrata (de izquierdas, centro o de derecha) que, como tal, aprecie la paz en y desde la libertad. Es intolerable que, desde los medios e incluso desde los propios partidos, se adopten posturas condescendientes ante semejante barbarie según la violencia proceda de la ultraizquierda, como es el caso, o la ultraderecha, como ha sucedido en otros sucesos recientes. Los extremos se tocan a la hora de exhibir sus actitudes totalitarias, y una equidistante condena hacia ellos es la única postura sensata de cualquier persona decente, libre y pacífica, como es la inmensa mayoría de españoles. Cometen una grave irresponsabilidad quienes, en vez de denunciar y condenar hechos tan lamentables, dedican su tiempo a encubrirlos, tolerarlos o ignorarlos, creyendo que, según el color de la violencia, pueden conseguir réditos políticos o ideológicos, cuando la violencia carece de color. Es intolerable que semejantes sucesos queden impunes, bien por las limitaciones de intervención de las fuerzas de orden público a causa de la autonomía universitaria, bien por la pasividad de las autoridades de la Universidad o bien por cualquier otra causa negligente de quien tenga la responsabilidad de acabar con la impunidad.
            Bastante violencia nos inunda la sociedad, como la interminable violencia de género que no cesa, la circunscrita al ámbito familiar, como el horripilante caso del asesinato de Asunta, amén de la protagonizada por verdaderos monstruos, como los que se están poniendo en libertad en estos días, como para añadir o tolerar una violencia política de quienes son incapaces de someterse a las reglas del juego democrático y prefieren imponer por la fuerza sus siniestros proyectos. No sabemos si inspirados, como Maduro en Venezuela, por designios de ultratumba trasmitidos mediante apariciones y pajaritos, que le animan a obtener superpoderes terrenales,  o, por mero convencimiento personal, como el tirador de París a “Liberacón”, de considerarse el elegido de una causa ineludible, en su caso, de la causa argelina.
            Y, dejando la violencia a un lado, otros asuntos merecen el interés mediático en este paso del ecuador de la legislatura de Rajoy, que, tras agradecer a los españoles el esfuerzo realizado hasta ahora, anuncia su intención de no cambiar el gabinete y de poner en marcha las reformas en marcha antes de fin de año, fiando la recta final de su mandato a la reforma fiscal. Así, mientras propone de momento regular los servicios mínimos de las huelgas, para evitar abusos como los que se han dado en la huelga de la recogida de basura en Madrid, afirma que creará un millón de puestos de trabajo en los dos años que le restan como presidente. Un asunto que, teniendo en cuenta la antigua y fallida promesa de Felipe Gónzález de crear 800.000 puestos de trabajo y la posterior de Zapatero, más vale poner en cuarentena, salvo que la anunciada salida del túnel, a diferencia de los “brotes verdes”, sea una realidad y no una falacia. Casi es preferible que nos quedemos con las nuevas reformas que anuncia, entre más ajustes económicos, para evitar luego sobresaltos de última hora. Si entre dichas reformas consolida las encaminadas a la trasparencia de los partidos (control de subvenciones por el Tribunal de cuentas, comparecencias periódicas del tesorero, fiscalización patrimonial de altos cargos, etc) al menos se evitará que, como dice el tesorero del PP manchego para responder sobre la adjudicación exprés de las basuras en la mesa que él presidía (siendo además concejal de Hacienda y jefe directo del gerente que firmó el recibí de los 200.000 euros famosos), “era una figura decorativa”. Los tesoreros deben ser algo más que figuras decorativas a modo de los famosos “jarrones chinos” en que se convierten los expresidentes de Gobierno.
            Por lo demás, mientras Amaiur se opone en el Congreso a que se retire los subsidios a los etarras excarcelados y desde el gobierno se intenta capear el temporal al respecto (me temo que se pueda volver a caer en una especie de “Parot bis” y que, en todo caso sería preferible enfocar el asunto por la vía del embargo que corresponda para afrontar las indemnizaciones impagadas por los etarras), la Audiencia Nacional desata una verdadera crisis diplomática con China, tras la orden de detención de su ex presidente Jiang Zemin por las matanzas del Tibet, por más que el Ejecutivo español manifieste que la división de poderes le impide intervenir en el asunto. A los chino con división de poderes… Costará hacérselo entender…Si no lo entienden ni los españoles…¡cómo lo van a entender los chinos!
            Quien sí parece entender la necesidad de una política de austeridad, frente al despilfarro anterior, es el Gobierno Valenciano de Fabra que ha aprobado un proyecto de ley orgánica de reforma del Estatuto de Autonomía por el que se reduce el número de diputados autonómicos en un 20% (de 99 a 79) como otra medida más para reducir el déficit. Si, como parece, la oposición no está muy de acuerdo con la medida, debieran explicárselo a los valencianos que, seguramente, la acogerán con alegría. Si además del asunto reciente del cierre de la ruinosa e insostenible RTVV, Fabra ha desactivado la bomba que suponía el apoyo a un corrupto condenado por parte de un buen número de diputados autonómicos, parece que el presidente tiene el mérito de intentar cambiar el rumbo de lo que hicieron sus antecesores en el cargo.
            Para terminar este repaso a la actualidad más reciente, es obligado referirse al varapalo que las encuestas dan a Artur Mas y a CíU que seguiría perdiendo apoyos electorales, en favor de ERC, que ganaría las elecciones, mientras que Ciutadans se alzaría como el tercer partido en Cataluña, relegando al PSC, salvo que, tras su vuelta a la cordura, comience a recuperar parte del terreno perdido. Mientras se estabiliza en un 54% el apoyo ciudadano catalán a la independencia (el de toda España sería infinitamente mayor), a pesar de la agresividad de la Generalitat contra el resto de España y de tantos años de educación parcializada y engañosa, se demuestra que, en el mejor de los casos para el soberanismo, sólo se ha conseguido una división paritaria de la sociedad catalana que echa por tierra el esperpéntico proyecto independentista. Y eso que lo intentan vender con objetivos proselitistas como si al día después de conseguir la supuesta independencia tanto la UE como España (que en ese supuesto nada tendría que ver con Cataluña) le siguieran dando un trato idílico de favor solidario como premio a su demostrada insolidaridad. Sólo cabe recordar a quienes puedan haber sido engañados por esta especie de futuro edén que, incluso en casos con verdadera posibilidad legal de independizarse, como es, por ejemplo, el caso de Escocia, son advertidos de las consecuencias de su decisión. Aun estando ya en proceso avanzado de que los escoceses se pronuncien por su independencia legalmente (porque así lo contempla su estatus como antiguo reino independiente históricamente que decidió formar parte del Reino Unido, caso totalmente contrario al de los catalanes), el Gobierno de Londres, por si los independentistas escoceses deciden vender milongas para conseguir adeptos, acaba de sentenciar de forma tajante a Escocia: “si se convierte en un país extranjero lo trataremos como tal”. Un verdadero aviso a navegantes.


Jorge Cremades Sena

miércoles, 20 de noviembre de 2013

EL PILLÍN DE URDANGARÍN

                        Vaya, vaya con Urdangarín, el duque empalmado. Ahora resulta que intenta negociar un pacto con el fiscal para eludir el juicio, mediante la estrategia de declararse culpable a cambio de una pena que le permita eludir la cárcel. A su vez, su socio, el listo de Diego Torres, aceptaría una condena de cuatro años siempre que su esposa quede exenta de responsabilidad. Seguramente las palabras del juez decano de Zaragoza acerca de la Infanta, “cualquier española habría sido imputada desde el primer día”, han animado a Torres a semejante propuesta, ya que si Doña Cristina no va a ser imputada, tampoco debiera serlo su mujer, pues como dice Torres-Dulce, el Fiscal General del Estado, “sería trato de desfavor imputar a la Infanta” y con este guirigay entre profesionales del derecho, como es el caso, cualquier cosa es posible. Menos mal que, de momento, el fiscal del caso ha contestado a los abogados de Urdangarín que no acepta pactos sin ingreso en prisión y sin que devuelvan lo sustraído. Si, junto a estas noticias, se publica además que la empresa de los Duques de Palma defraudó a Hacienda nada menos que 280.000 euros y que “el empalmado” cobró por trabajos ficticios, mientras que la Agencia Tributaria dice que ello no supone delito fiscal, me temo que la esperada lucha contra el fraude fiscal, que resolvería gran parte de los problemas económicos que tiene España, quedará para posteriores legislaturas. Es obvio que, de momento, a quien hay que seguir crujiendo es a los que no defraudan.  
            Tampoco está muy claro si la aclaración de las “irregularidades” (llamémosle así eufemísticamente) de los sindicatos en cuanto a su financiación se refiere, sea una prioridad política. Ni los karaokes y mariscadas de promoción de UGT en el Caribe, ni la vertiginosa multiplicación del patrimonio de UGT-A, ni las ayudas millonarias de Griñán para hacer cursos en Venezuela y Ecuador, ni el cargo a la Junta de 25.350 euros por un curso que costó 7.200, publicados últimamente, que engrosan el rosario de otras “irregularidades” publicadas desde hace tiempo, animan a la Justicia a tomar cartas en el asunto, ni a las cúpulas dirigentes sindicales para tomar medidas internas. Al final, parece que la Audiencia Nacional va a abrir diligencias sobre la financiación de UGT y el fiscal decidirá si pide la imputación incluso de Cándido Méndez que, como Secretario General, según los estatutos del sindicato, tiene poderes para “cobrar, pagar y liquidar cuentas” con plenos poderes para “administrar toda clase de bienes del sindicato”.
            Y, hablando de Justicia y de jueces, qué mejor noticia que la de saber que por fin se ha llegado a un acuerdo para renovar el CGPJ, bueno, mejor dicho, la renovación de caras en el mismo ya que su politización sigue más que asegurada. No obstante, nada mejor que dar entrada a otros partidos, como IU y nacionalistas, para conseguir un amplio consenso, incluida la garantía de que el PP tenga la mayoría suficiente para imponer los nombramientos estratégicos del Supremo. El pacto PP-PSOE para un nuevo gobierno de los jueces, con sus respectivas cuotas de poder, y su generosa apertura a IU y nacionalistas, es el mejor ejemplo de en qué asuntos se puede conseguir un amplio consenso (en cuántos de los míos coloco) ya que, por ejemplo, erradicar la politización de una vez por todas, sería imposible ponerse de acuerdo.
            Pero, dejando a un lado los temas judiciales, la noticia que, a mi juicio, tiene gran relieve es la salida del plan soberanista y la hoja de ruta, programada por Junqueras y Mas, por parte del PSC de Navarro, que ha demostrado la debilidad de la corriente nacionalista interna dentro del socialismo, debilitando así el proyecto inviable de los independentistas. Navarro, bienvenido a la cordura. Era tan sencillo como decir que no cabe una declaración, ni un referéndum unilateral, que transgreda la legalidad vigente, pues como dice Feijóo desde Galicia, la cuestión no es quien la tiene más grande (se refiere a la bandera), mientras propone un pacto PP-PSOE para frenar el independentismo. Al fin y al cabo, según las encuestas, más del 76% manifiesta que deben ser todos los españoles quienes decidan sobre Cataluña, más del 72% votaría contra la separación y más del 68% se opone a mejorar la financiación para solucionar el problema. Como ven, hay mucha gente que rebasa los cuatro dedos de frente que Durán i Lleida consideraba para no decir las barbaridades que dijo Junqueras en Bruselas. Por cierto que, con cuatro dedos de frente o no, el “modélico” Durán ha arremetido contra el PSC manifestando que “nos falla en el momento más trascendente de Cataluña", mientras que su colega y socio en CiU, Artur Mas, monta una red de 25 asociaciones para promover el independentismo. Es obvio que para Durán, con mucho más de cuatro dedos de frente, ponerse de parte de la Constitución, que es lo que ha hecho Navarro, supone fallar a Cataluña. No hay más que decir las cosas claras para desenmascarar a quienes se mueven en la falacia y el oportunismo de las estrategias calculadas. Y esto, al final, se paga.
            Entretanto, mientras Pedro Solbes admite que mintió en su día sobre la crisis para no crear “preocupación” (ya ven que entre evitar la preocupación o la crisis galopante no hay opción; la preocupación) y que permaneció en el gobierno de Zapatero por lealtad al partido y al gobierno socialista (ya ven que entre lealtad al partido o a lo que conviene al pueblo tampoco hay opción, lealtad al partido), los populares andan celebrando el ecuador de la legislatura en el gobierno con todas las luces y sombras que hay en el horizonte. Sin duda las palabras de Solbes les han llenado al final de razón sobre aquel debate entre el ex ministro y Pizarro sobre el diagnóstico de la situación y, obviamente, sobre las medidas terapéuticas que se debían haber tomado y, para no alarmar a la gente y, por ende, ganar las elecciones, se tomaron justo las contrarias, dejando al final una herencia aun peor de la esperada. Si nadie puede negar que las variables macroeconómicas han mejorado, no es menos cierto que el esfuerzo impuesto al pueblo ha sido descomunal, y, aunque no se está para lanzar cohetes, las palabras de Solbes regalan un argumento más al PP para justificar incluso lo injustificable. Como mínimo una doble e intolerable metedura de pata de Solbes; la primera por no haber hecho y dicho lo que tenía que hacer y decir como ministro cuando se empezaba a vislumbrar la crisis y, si no le dejaron, no haberse ido del gobierno, causando un grave perjuicio al pueblo español, que, si entonces le podía considerar inútil por no enterarse, ahora tiene motivos para considerarle algo mucho peor; la segunda por decir ahora, cuando no hay ya solución, qué no hizo y por qué no lo hizo, causando un gran perjuicio a su partido, que, aunque sea a toro pasado, queda retratado, con el aval del propio ex ministro, como un partido que apoyó sin fisuras a un Gobierno, el de Zapatero, no sólo inútil o incapaz, sino además irresponsable.


Jorge Cremades Sena

lunes, 18 de noviembre de 2013

ENCUESTAS, CAEN PP Y PSOE

                        Determinadas encuestas en pleno ecuador de la legislatura corroboran que tanto el PP como el PSOE son las principales víctimas del descontento ciudadano hacia la forma de hacer política, de gobernar y, en definitiva, de administrar lo público en sus distintas facetas. Como en anteriores encuestas los populares vencerían con un 30´6% de los votos (tras perder catorce puntos), mientras los socialistas obtendrían un 27% (sin remontar la caída del PP), seguidos de IU con un 13´4% y UPyD con el 10%, quienes, como tercero y cuarto en apoyos electorales, tendrían un papel decisivo para la gobernabilidad de España ya que ni se plantearía la posibilidad de un gran pacto PP-PSOE para salir de una vez por todas del negro agujero en que estamos inmersos. Todo lo contrario, cada uno de ellos parece no ir en sintonía con los deseos mayoritarios de los ciudadanos. Si más del 85% considera que Rajoy debería hacer cambios en el Gobierno, éste hace oídos sordos, al igual que Rubalcaba frente al 80% de votantes que prefieren primarias antes de las europeas. Por cierto, hablando de primarias, curiosamente los favoritos para liderar el PSOE en estos momentos serían, por este orden, Carme Chacón o Susana Díez, frente a los que, como el que no quiere la cosa, andan jugando a candidatos, como el propio Rubalcaba, que ha tomado algo de oxígeno tras la Conferencia, así como Madina o López que quedan bastante detrás de las citadas compañeras.
            Si este es el panorama actual, según las encuestas, todo puede cambiar de aquí a las autonómicas y las generales, aunque me temo que de cara a las europeas, las más cercanas, será difícil dar un giro sustancial al previsible desplome tanto del PP como del PSOE que vaticinan las encuestas. En todo caso, hay noticias que, a mi juicio, pueden ser el origen de un cambio de tendencia. Mientras Rajoy, en la clausura del Congreso de NNGG, manifiesta tajantemente que “Nadie jugará con la soberanía nacional” y que el PP ha venido “a decidir y gobernar”, que no está nada mal, Navarro consigue una sustancial victoria frente a los críticos en el PSC desmarcándose de la “hoja de ruta” de Junqueras y Mas, descolgando al partido tajantemente del suicida plan soberanista al rechazar rotundamente una consulta sin pacto. Aunque ni a uno ni a otro se le debieran considerar como méritos lo obvio, no está mal que, tal como está el patio, ambos digan públicamente que harán lo que están obligados a hacer, decidir y gobernar que es para lo que se eligió a Rajoy, y cumplir y hacer cumplir la legalidad constitucional. Sólo cabe esperar que a ninguno de los dos les tiemble el pulso a la hora de afrontar las embestidas de los energúmenos que sólo acatan la legalidad para dar legitimidad a sus cargos y al ejercicio de los derechos que le ampara, pero no para cumplir los deberes a que les obliga. Por tanto, lo de Rajoy y Navarro, bienvenido sea, aun siendo obvio.
            Tampoco está nada mal que, mientras siguen apareciendo noticias sobre la mala utilización de los fondos de formación por parte de UGT (ahora resulta que incluso realizaba cursos en El Caribe), Toxo, aunque se resista a publicar su sueldo y la de los líderes sindicales, manifieste que no le importa “que CCOO renuncie a la formación”. Siempre sería preferible que simplemente renunciara, al igual que debiera hacer Cándido Méndez con UGT, para que, de una vez por todas, se despejase el misterio de la financiación de los sindicatos. Sería un precedente magnífico para que otras organizaciones, incluidos los partidos políticos, tomasen ejemplo de cara a finiquitar el oscurantismo financiero que tanto daño está causando a la credibilidad en los mismos.
            También sería saludable que todos entendiéramos que en democracia cada cual tiene derecho a expresar públicamente sus reivindicaciones o sus quejas, siempre que lo haga de forma legal y pacífica, sin ningún tipo de agresión a las personas o las cosas. Se esté o no de acuerdo, la plataforma Derecho a Vivir, bajo el eslogan “Dejadme Vivir”, impactante todo lo que se quiera, pero sin agredir a nadie, ha realizado una marcha en Madrid para que el Gobierno cumpla su promesa de derogar la “ley Aído” sobre el aborto. Lamentablemente, y seguramente a falta de argumentos (el de que “un feto es un ser vivo, pero no humano”, utilizado en su día para justificar el aborto, no parece muy razonable), cinco activista del movimiento feminista Femen, con su peculiar forma de exhibir sus pechos desnudos, han irrumpido en la marcha, violentando su desenlace normal con la actitud provocadora que lo caracteriza. Es una pena que, ya puestos, no lo hagan para manifestar su rechazo a la excarcelación de violadores que, cumpliendo una deficiente legalidad en su día, gozan de total libertad incluso sin estar reinsertados o arrepentidos. Al menos tendría más sentido, desde el feminismo, el rechazo activo de esta violenta y repugnante actitud de violencia de género que mantienen los violadores, así como un mayor reparo social. Seguramente que, al no ser este asunto cuestión de izquierdas o de derechas, a quienes funcionan a “piñón fijo” se les pasa desapercibido.
            En fin, menos mal que la recogida de basuras domésticas en Madrid ya se ha solucionado. Lo que menos importa es si, como dice Botella, el acuerdo ha sido posible gracias a la flexibilidad de la nueva legislación laboral que lo permite. En todo caso, bienvenido sea, pues el cierre de las empresas o el despido generalizado hubiesen sido nefastos. Pero ¿no hubiese sido más sensato arreglarlo al tercer día de iniciarse el conflicto? Menos mal que Botella dice que ningún madrileño pagará los daños causados… Ahora, sólo falta creer a la alcaldesa, pero, a estas alturas, ya no creemos en casi nada y en casi nadie.

Jorge Cremades Sena


sábado, 16 de noviembre de 2013

NI CARGUITOS, NI CARGUETES

                        Mientras la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anda a trancas y barrancas intentando que finalice el problema de la recogida de basuras ya que sindicatos, trabajadores y empresarios dilatan excesivamente la solución de un conflicto, que ni siquiera debiera haberse iniciado, la ex presidenta y líder del PP madrileño, Esperanza Aguirre, anda aleccionando a las juventudes peperas, reunidas en la Convención Nacional de Nuevas Generaciones. Les insta a que se formen en el “servicio de lo público” y, como aviso a navegantes, les advierte que NNGG no puede ser el trampolín para conseguir “ni carguitos, ni carguetes”. No está nada mal la recomendación, teniendo en cuenta que uno de los problemas actuales de todos los partidos es el adoctrinamiento prematuro en la obediencia ciega a los jefes, en el peloteo sin límites, desde la más temprana adolescencia para así ir adquiriendo “méritos” suficientes que en el futuro les permitan acceder a las prebendas que se obtienen desde un buen cargo político o institucional. Bien pues por Esperanza.
            Sin embargo, seguro que más de un joven habrá pensado que el mensaje de su presidenta queda muy bien en la teoría, pero nada vale en la práctica. El “servicio de lo público”… ¡qué bien suena!, pero que poco se practica. Por ejemplo, ¿qué hacen casi cincuenta diputados valencianos del PP pidiendo que se indulte a un compañero condenado por corrupción? De entrada, no parece el mejor recurso en favor del servicio público que por sus cargos político-institucionales no sólo debieran practicar sino además inducir al resto a que lo practiquen, entre otras cosas, condenando sin paliativos a quienes no lo hacen, sobre todo si por ello han sido condenados judicialmente. Salvo que lo que tengan realmente no sean cargos, sino carguitos o carguetes que no buscan servir a lo público, sino servirse de lo público. Obviamente no es el mejor modo de acabar con la mayor lacra de la democracia que es la corrupción política. ¡Qué razón pueden esgrimir para que un corrupto sea indultado! Ninguna. Lo que sí hay son muchas razones para todo lo contrario, es decir, para que de forma severa cumpla las penas correspondientes sin ningún tipo de contemplaciones.
            Tampoco hay razones para que, mientras la jueza Alaya investiga el asunto de los ERE, incluido el SMS que puede implicar al mismísimo Zarrías y las irregulares actuaciones de los sindicatos, que se publican casi a diario, salga UGT con un comunicado sintiéndose encima como víctima de la campaña “más feroz de la democracia” cuando ya tiene imputados a demasiados compañeros por asuntos supuestamente demasiado turbios. Sin quitar un ápice al interés que algunos puedan tener para debilitar a los sindicatos, como otros tienen para debilitar a determinadas opciones políticas o institucionales, precisamente porque vivimos en democracia (aunque, ya ven, es manifiestamente mejorable) no se puede hablar de campañas de desprestigio orquestadas si detrás de ellas nada hay que ocultar. El camino es bien sencillo, basta salir a la palestra para demostrar públicamente, además de las pertinentes querellas criminales, que se está limpio de polvo y paja, exhibiendo a la opinión pública cualquier documentación que lo pruebe. La táctica de que se trata de ataques a territorios, instituciones u organismos cuando se denuncian hechos graves, protagonizados en el seno de las mismas por quienes debieran evitarlo en el peor de los casos, es precisamente muy poco democrática y además muy poco creíble.
            Más nos valdría que todos exigiésemos y apoyásemos a la vez al Gobierno para que redujese el mastodóntico fraude fiscal, no sólo en el ámbito de la BBC (bodas, banquetes y comuniones), sino en todos los ámbitos, con lo que sobraría para apechugar con los 35.000 millones que nos exige la UE sin necesidad de hacer nuevos recortes, que ya sabemos hacia donde van dirigidos y quién los sufre en última instancia. Como el Gobierno dice que no necesita recortar más, me imagino que con un poco que le animemos a reducir el fraude y la corrupción en general se conseguirá satisfacer las exigencias de Bruselas.                     
            Y mientras Rajoy sigue enfrascado en cómo afrontar las reformas que, según la UE aún están a medias, China lanza las mayores reformas políticas y sociales tras varias décadas. A esa especie de híbrido económico, mezcla de comunismo y capitalismo, que tan buenos resultados le está dando, por fin decide abolir los campos de reeducación o modificar parcialmente la política de “hijo único”, permitiendo que matrimonios en que uno de los cónyuges sea hijo único (algo bastante normal por la vigencia de dicha política) puedan tener otro hijo sin ningún problema. Es obvio que para resolver las cuestiones nada mejor que los regímenes comunistas: si tengo problemas demográficos, prohíbo tener hijos; si tengo problemas de desempleo, en vez de un ascensorista, pongo cinco. . . y así sucesivamente. Al fin y al cabo, dirán algunos, sólo se paga el precio de la libertad… Bueno, quienes aquí lo piensen, no lo dicen ya que, desde la libertad democrática no tendrían mucho éxito, pero estoy convencido de que si pudieran conseguir el poder no tendrían reparo alguno en hacer pagar dicho precio al resto de ciudadanos con tal de conseguir el objetivo de imponer su trascendental modelo, que todo lo soluciona.


Jorge Cremades Sena

viernes, 15 de noviembre de 2013

NUNCA MÁIS, NUNCA MÁS

                        La ausencia de responsabilidades penales por la catástrofe ecológica provocada por el Prestige, hace ya once años, debe ser motivo de reflexión. Todos quedan absueltos del delito medioambiental y sólo el capitán del barco es condenado a nueve meses de prisión por un delito de desobediencia. Salvo que por lo civil o ante recurso al Supremo se contemple la reparación de daños con las pertinentes indemnizaciones, seremos entre todos los españoles quienes, una vez más, apechugaremos con los gastos inmensos causados. Obviamente la indignación por parte de los afectados directamente es generalizada e incluso llega a Francia que tampoco se salvó de la quema.
También queda absuelto el entonces Gobierno de Aznar por su gestión de la crisis. El lamentable y trágico accidente del Prestige que, en su día, desencadenó un movimiento de indignación bajo el lema “Nunca máis”, asociado con una espectacular movilización solidaria para limpiar la zona del chapapote derramado por toda la costa, evidentemente tiene responsables civiles (penales ya se ve que no) que debieran responder con las pertinentes indemnizaciones para reparar los inmensos daños causados. Dichos responsables van desde las aseguradoras a la empresa propietaria, desde los consignatarios a quienes emitieron los informes técnicos del barco y, en definitiva, todos aquellos que, de una u otra forma, propiciaron, por acción u omisión, que semejante catástrofe sucediera. Sin embargo desde el inicio, el movimiento “Nunca más” instigado por el BNG y aprovechado por el resto de partidos de la oposición, tuvo un marcado carácter político para debilitar al gobierno de turno, en este caso del PP, señalándole culpable y, por tanto, responsable penal, de semejante desastre. La Audiencia, ya ven, dice lo contrario, manteniendo que las decisiones tomadas fueron correctas y poniendo en evidencia el famoso movimiento “nunca máis”, pues es evidente que, como dice la sentencia, “ante una situación de emergencia, tras el asesoramiento técnico más riguroso y capaz se tomó una decisión discutible pero parcialmente eficaz, enteramente lógica y claramente prudente”. Es decir, lo que se suele hacer en estos casos y, obviamente, está exenta de cualquier responsabilidad penal.
Por tanto, tras la sentencia y al margen de las responsabilidades civiles que se deben exigir, hay que sumarse a aquella plataforma “Nunca más” pero para lo siguiente: Nunca más a la utilización política, tan frecuente en nuestro país, ante accidentes catastróficos en vez de echar una mano a quién tenga la responsabilidad de gobernar y tomar decisiones para salir de la misma de la mejor forma posible; nunca más a que una sentencia se dicte después de once años de los hechos juzgados; nunca más a la demagogia política aprovechando situaciones de calamidad imprevisibles y el sufrimiento de sus víctimas; y, finalmente, nunca más a que quienes actúan de forma tan desleal e intolerable queden impunes tras comprobar (ojala que más temprano que tarde) la evidencia de que sus acusaciones carecían de fundamento y simplemente eran un montaje para obtener ventaja política.
            Y, ya que estamos instalados en la plataforma nunca más, desde mi punto de vista, bien podríamos aplicarlo a otros asuntos de rabiosa actualidad que ocupan el interés mediático en estos instantes. Nunca más a un vacío legal, una deplorable negligencia, que posibilite que decenas de terroristas, asesinos y violadores campen a sus anchas generando una lógica alarma generalizada entre las personas de bien. Nunca más a que en las legítimas huelgas, como la de los trabajadores de la limpieza de Madrid, se utilice la violencia como recurso intimidatorio, no se cumplan los servicios mínimos, no se obligue a la empresa concesionaria a mantener las condiciones laborales que tenían sus trabajadores cuando libremente firmó el contrato de concesión, ni a que lo cumpla en todos y cada uno de sus términos, dejando limpia la ciudad, y, nunca más a escudarse en el conflicto laboral de la empresa para eludir la responsabilidad de que, bien con trabajadores públicos o privados, ésta, en última instancia, corresponde sólo al Ayuntamiento. Nunca más a que un sindicato se vea envuelto en las miserias de la más reprobable corrupción, ni directamente, ni con organismos o empresas interpuestas como, según noticias, sucede con UGT-A y el IFES, ni que se dedique a cursos pintorescos como de risoterapia, control del estrés, arte floral o cortadores de jamón…sus competencias están en la defensa de los trabajadores. Nunca más a que una infanta o cualquier otro miembro de la Casa Real, se vea inmersa en turbios asuntos de corruptelas o en comportamientos poco ejemplares, al margen de que al final todo quede en imputación delictiva o simples conjeturas. Nunca más a que la policía, en este caso los Mossos d´Ésquadra, se vea inmersa en procedimientos judiciales por presunta violencia excesiva y desproporcionada, ni a que, cuando la esté utilizando de forma correcta, se le pongan en contra los ciudadanos en vez de colaborar con ellos. Y, finalmente, nunca más a que la UE tenga que rescatar nuestra banca para que luego entre todos los españoles la paguemos con el sudor de nuestras frentes.
            En definitiva, nunca más a actuar con tanta irresponsabilidad.


Jorge Cremades Sena

miércoles, 13 de noviembre de 2013

DEL VIAJE DE MAS Y LAS ERASMUS, PASANDO POR UGT

                        Resulta que Artur Mas, acompañado de un nutrido séquito para emular los viajes de los jeques árabes a Marbella en los buenos tiempos, visita Israel, acompañado de su esposa, como los verdaderos jefes de estado, y en España se monta un circo que no hay por dónde cogerlo. Él, obviamente, monta otro como ya viene siendo habitual. Si de una parte, según dicen los medios, las pretensiones del presidente catalán son ninguneadas, como es lógico, por las autoridades israelitas que, obviamente le iban a tratar como lo que es, un presidente autonómico español más, acompañado por el embajador, al final resulta que, semejante obviedad, que para nada es un ninguneo sino lo normal en estos casos, desemboca en que para hacerse la foto con el jefe del estado Simón Peres se quita la bandera española a instancias de Mas, según unos, o por iniciativa de Peres, según otros, colocando en su lugar una segunda bandera israelí, ya que colocar la catalana sería excesivo. Y todo ello mientras Mas busca un acercamiento a la Corona española enviando a Zarzuela por primera vez a su Consejero de Presidencia para presentar al Rey a su nuevo delegado en Madrid (embajador catalán, para los independentistas, en el Estado Español) y, además, mientras prepara una educada solicitud al gobierno español de que le ceda sus competencias para convocar el referéndum. ¿Se puede pedir más a Mas? Desde luego que no. ¿Se puede pedir menos al Gobierno español? Desde luego que tampoco. No extraña, ante semejantes espectáculos, que unos cien abogados denuncien al Colegio de ídem por apoyar expresamente el soberanismo catalán. Cuando se pone a los zorros cuidando las gallinas, suelen suceder estas cosas.
            Y por si no tuviéramos bastante, en otro asunto que, con razón, levanta ampollas, se monta otro pollo de cuidado. Tras el absurdo anuncio de Wert de quitar parte de las becas Erasmus ya concedidas, aplicando por tanto su medida con efecto retroactivo (una especie de doctrina Parot educativa), para tener que retirar tan pintoresca decisión al día siguiente, anuncia ahora que el recorte será para el próximo curso y que, en todo caso, los Erasmus se reducirán a la mitad por decisión de la UE, al cambiar el modo de cuantificar las ayudas. Y lo dice a los consejeros de educación de las CCAA reunidos en Consejo, para que, inmediatamente Bruselas censure con dureza inusitada al ministro español desmintiendo que eso vaya a suceder y que por tanto las informaciones publicadas son mera basura. Wert desmiente que lo haya dicho, una nota del ministerio parece reafirmar que lo dijo, Rajoy da su “total apoyo” al ministro y, entretanto, se dice que han sido los consejeros socialistas de Andalucía y Asturias quienes públicamente han difundido las declaraciones de Wert de forma distorsionada. ¿Quién dice la verdad de este absurdo acontecimiento? Siempre cabe la posibilidad de que haya sido una mala interpretación del mensaje (menos mal que el Instituto Cervantes está haciendo precisiones sobre el mal uso del lenguaje), pero, tal como está el patio, me temo que no se trae de eso. Sea una nueva prueba de la capacidad singular de comunicación del ministro, o sea una intencionada manipulación, no se puede permitir, como viene sucediendo, inundar el país de tanta basura política. De la otra basura, la de los desperdicios domésticos, ya tenemos bastante con la de Madrid que, para mayor vergüenza nacional e internacional, es un ejemplo evidente más de la incapacidad de demasiados políticos para gestionar las responsabilidades que les hemos dado.
            Y si de incapacidad hablamos, no es precisamente eso lo que se le puede atribuir a UGT-A, por acción, y a UGT, por omisión. Es algo mucho más grave. Cada día aparecen nuevas fechorías que desacreditan aceleradamente el papel de los sindicatos que, tal como está el asunto, debieran ser instrumentos de indudable ayuda para los trabajadores. Si hace unos días dimitió la ejecutiva ugetista de Cádiz, valdría la pena que lo hiciera la de UGT-A en pleno. A todo lo ya publicado se añade últimamente que de los cursos subvencionados por la Junta y por la UE se quedaban un sustancial porcentaje, resumido en un documento “para nosotros un 15%”, que pagaban sobresueldos de 450 euros a costa de la Junta, que cargaron al Gobierno andaluz los preparativos de la huelga general contra Zapatero, o que se financiaba con fondos para la formación a través del Instituto para la Formación y Estudios Sociales, creado por el propio sindicato, que sólo en 2012 recibió más de 48 millones de euros. No está nada mal. No extraña que dos de sus filiales, que se dedican a alquileres de locales y a la venta de libros, acumulen un patrimonio de más de 13 millones, que UGT mantenga con dicho Instituto una deuda de más de 23 millones y que el gerente de IFES curiosamente sea a la vez el tesorero del sindicato. Se está poniendo de moda que cada vez que se habla de tesoreros en España es como para echar a correr. Y Cándido Méndez, ni esta boca es mía, cuando los trabajadores exigen, bien que se desmientan dichas informaciones y se interpongan las pertinentes querellas por difamación, bien que se tomen medidas internas inmediatas y ejemplarizantes contra semejantes comportamientos indecentes. Ni una cosa ni la otra. Y, por supuesto, entretanto, pedir perdón.
            Por lo demás que acontece, casi nada que decir. En esta España putrefacta ya casi no sorprende que un compareciente en un parlamento, como ha sucedido a Rato en el Parlament catalán, sea tildado por un parlamentario como “ladrón, carroñero y gánster” o se haya quitado una zapatilla, supuestamente mal oliente, como el mayor de los desprecios, mientras se le pregunta “si tiene miedo”. Actitudes más propias de algaradas multitudinarias callejeras que de comparecencias parlamentarias, supuestamente para exigir responsabilidades políticas o aclarar determinadas cuestiones, pero, en ningún caso, para vejar, insultar o amenazar al compareciente. Pero, qué vamos a hacer, es la España del descrédito que estamos consolidando, donde, por cierto, el Supremo acaba de dar la razón a la Audiencia en el tema de las excarcelaciones de etarras, contradiciéndose de lo que mantuvo sobre la aplicación de la “doctrina Parot” que creó y avaló no hace tanto tiempo. O donde,  la Audiencia Provincial de A Coruña acaba de dictar sentencia, tras diez años de instrucción, sobre el caso del Prestige, ya casi olvidado; al final, ningún responsable penal por los daños causados por la marea negra y, por tanto, ninguna indemnización. Un simple accidente, que, al igual que sucederá con el accidente ferroviario de Santiago (RENFE ya ha entregado al juez un informe que demuestra que todo estaba perfectamente), que tanto ruido dio, al extremo de generar un polvorín mediático de acusaciones entre gobernantes y oposición, con petición de dimisiones incluidas, para que después de diez años, se concluya en lo obvio. Bueno, para ser exacto, el capitán del petrolero ha sido condenado a nueve meses de prisión por el delito de desobediencia al no atender las órdenes de las autoridades españolas a la hora de facilitar el remolque del barco tras la primera fuga. Algo es algo, aunque, después de once años….                                              

Jorge Cremades Sena

lunes, 11 de noviembre de 2013

FILIPINAS, VÍCTIMA DE LA NATURALEZA

                        No puedo, ni debo, iniciar el comentario de hoy sin mencionar la tragedia que sufre Filipinas a causa del tifón Haiyan, el más devastador de toda la historia del país que, por cierto, es uno de los más propensos a sufrir este tipo de fenómenos meteorológicos. Sin embargo, en esta ocasión se han desbordado todas las previsiones. Decenas de miles de muertos, cientos de miles de heridos, millones de afectados y amplias zonas devastadas de forma desoladora es un precio increíblemente alto que se cobra la madre Naturaleza entre una población bastante castigada a lo largo de su historia. Vaya por tanto la expresión de mi más profundo dolor que es la de todos los españoles bien nacidos. Que España, antigua metrópoli de Filipinas, esté a la cabeza en la ayuda, antes de la tragedia, y sea pionera en enviarla e incrementarla nada más conocerse la tragedia es algo que, como español, me llena de orgullo. Al menos en esto estamos haciendo lo que hay que hacer.
            Y volviendo a nuestro país, otro cataclismo. En este caso un cataclismo político que, salvo que me equivoque, puede tener consecuencias negativas. El giro del PSOE hacia la izquierda radical, al menos como propuesta de la Conferencia Política celebrada este fin de semana, al extremo de que la mismísima Elena Valenciano se jacte “a posteriori” de que haya salido “un PSOE más rojo”, deja huérfanos a millones de socialistas moderados y socialdemócratas que han asistido impotentes al lamentable fiasco provocado por el radicalismo y la incompetencia manifiesta del periodo zapaterista. Que ahora sus sucesores decidan disputar el voto a IU, que ya hoy mismo por boca de su líder le recuerda que lo importante es lo que se hace cuando se está en el gobierno y no lo que se dice cuando se está en la oposición, es, sencillamente, un camino incierto de indefinido destino. Abandonar el amplio terreno del centrismo, motor de gobernabilidad a lo largo de todo el periodo democrático, para meterse en el angosto terreno de los extremismos radicales es un negocio ruinoso que, en el mejor de los casos para el PSOE (y siempre en el peor de los casos para España), aboca, en caso de llegar a gobernar, a hipotecas ideológicas irreversibles, cuando no, en el peor de los casos para el propio PSOE, a que quien gobierne siga siendo el PP o, en este caso, la propia IU con el apoyo de los socialistas, que, de seguir las últimas tendencias, puede estar bastante cercana en apoyos a los socialistas.
            La estrategia de echarse a la calle para adherirse a las “mareas” y parar a la “derecha desalmada”, de denunciar los acuerdos con la Iglesia cuando jamás se hizo en los largos periodos de gobiernos socialistas, de impedir la libertad de que en la renta los cristianos decidan dar una parte de sus impuestos para la labor social de la Iglesia, de usar un lenguaje  trasnochado como acabar con las ´´élites” y “castas” cuando la sociedad siente que la mayor lacra social es la casta política…. y otras tantas perlas dialécticas por el estilo ya tiene un dueño, IU, con un electorado propio, y, al no haber gobernado jamás, cuenta con la ventaja de no incurrir en incoherencia a la hora de ofertar sus utopías irrealizables. Ya lo dice Cayo Lara, sin aplicárselo a sí mismo, de que lo importante es lo que se hace cuando se está en el gobierno pero no lo que se dice si se está en la oposición. Un juego en desventaja para quien ya pasó por ambas circunstancias.
            Y entretanto, como aviso para navegantes, la Junta creará un banco público para financiar las empresas de Andalucía. Puede ser una buena experiencia, una especie de ensayo, aportado por la nueva esperanza del socialismo español, Susana Díez, como inicio a imitar por el PSOE cuando gobierne con el apoyo de IU, como lo hace Susana en Andalucía, o, quién sabe, cuando gobierne IU con el apoyo del PSOE, que todo puede suceder en la viña del señor.
                                              

Jorge Cremades Sena

domingo, 10 de noviembre de 2013

MITIN DE RUBALCABA

                        Por un instante pensé que se había convocado elecciones y estábamos en campaña electoral. Pongo la tele y me veo a Rubalcaba en plena faena mitinera. Pero, ¡es que sigue siendo el candidato! Menuda sorpresa. Menos mal que, finalmente, descubro que, en “olor de multitudes” (o, “loor…”, que sería lo correcto) y en un enfervorizado océano de aplausos, de lo que se trata es de la clausura de la Conferencia del PSOE. ¡Menos mal! Es lógico que, como secretario general, cierre el evento; tan lógico como que quienes quieren quitarlo de en medio (políticamente hablando) aplaudan unánimemente para trasladar a la opinión pública una falsa imagen de unidad. Nadie se fía de un partido dividido, menos aún si la división no obedece a diferencias del proyecto sino a intereses personales entre los que mandan y los que quieren mandar. Hasta yo mismo, rememorando mis viejos tiempos de militancia casi ciega, casi me arranco en aplausos al escuchar las enfervorizadas frases del “líder” socialista sobre la “unidad” del partido, la lucha por la igualdad en todos los aspectos, por la solidaridad, por la libertad, por los servicios sociales, por la educación y la sanidad pública, por una fiscalidad más justa y, en definitiva, por el estado del bienestar, que requiere tantas y tantas otras causas nobles como las citadas. El mitin de Rubalcaba consigue que, por un instante, se me olvide que el partido está roto en mil pedazos y desacreditado, que muchos de sus dirigentes educan a sus hijos en la privada y acuden a la sanidad privada cuando enferman, que hace bien poco pudieron hacer desde el gobierno todo lo que defienden ahora y no lo hicieron, ya que, en el mejor de los casos, crearon un “estado del bienestar” hipotecado e insostenible al dejarlo casi todo a deber, al extremo de hundir casi hasta la quiebra la economía española, que se mancharon con prácticas corruptas sin que el partido hiciera nada al respecto… y tantas y tantas otras cosas que, no por casualidad, llevaron al PSOE a la peor situación y descrédito de todo el periodo democrático.... Despierto del ensueño. El mitin acaba y quienes quieren defenestrar a Rubalcaba, probablemente con razones sobradas, para ocupar su sitio, le felicitan y le dan palmaditas en la espalda que se me antojan puñaladas traperas. Todo sea por la imagen. Lo más urgente que tenía que resolver la Conferencia, queda aplazado. El silencio de los barones lo certifica. Todo es fachada, nada nuevo en el horizonte, a lo sumo un juicio público de buenas intenciones que se desvanece en el fondo y la forma nada más cerrar las puertas del recinto donde se ha celebrado la, tan esperada, Conferencia.
            Y, superado el sopor, no puedo evitar trasladarme a Córdoba, donde, curiosamente, Rajoy clausura la reunión “interparlamentaria” del PP que, en tantos y tantos aspectos, tanto se parece al PSOE en cuanto a divisiones, corrupción, incoherencias, incumplimientos y otros extremos por el estilo. Cierto que Rajoy no utiliza, como Rubalcaba, un fervor casi místico en su oratoria, dando la sensación de que está algo más cerca de lo terrenal en su discurso. Su posición como Presidente de Gobierno le obliga a cierta moderación y, salvo a algunos que van por libre o ya son “pasado”, favorece una cierta compostura por parte de quienes, amigos o no del Presidente, están en la pomada gubernamental ocupando algún cargo institucional como era el caso del auditorio en Córdoba. Aplausos por tanto, aunque por distintas razones, como en la Conferencia socialista. Aunque Aznar tome “nota” y Cospedal le responda que el “PP no deja a nadie atrás”, Rajoy, gracias a la mayoría absoluta, goza de cierta tranquilidad para ir dosificando los logros políticos que se ha propuesto y salir relativamente airoso a pesar de las cada vez mayores críticas que le vienen por su ala derecha interna. Es además consciente de que lo que tiene enfrente, salvo cambios inesperados, poco es de temer. Si además, como es lógico, consigue que en la defensa de la unidad de España, uno de los temas importantes puestos en cuestión, se le sumen los socialistas con mayor poder institucional, como Susana Díaz, exigiendo a los suyos que despejen con claridad cualquier duda al respecto, la proclama de Rajoy de que la soberanía nacional reside en todos los españoles y, por tanto, nada hay que negociar sobre el asunto, es otro motivo más de tranquilidad para la mayoría de españoles y bueno, tanto para el PP como para el PSOE, que recobra algo de credibilidad ante su nebulosa territorial de los últimos tiempos, cuando en asuntos como éstos no debiera haber ninguna nebulosa en ningún partido serio.
            Por lo demás, la Audiencia Nacional sigue liberando etarras sin esperar a que el Supremo se reúna el martes para hacer su interpretación sobre la “doctrina Parot” y desoyendo al fiscal. La indignación de las víctimas, siempre comprensible, y la de determinados sectores, que no entienden el proceder de la Audiencia, ni su prisa por aplicar la sentencia de Estrasburgo, crece y crece, ya que, siendo bien duro ver salir a los verdugos, si, como algunos interpretan, se puede dilatar en el tiempo de forma legal su excarcelación, sería inaceptable que se hiciera todo lo contrario, pues, aunque, tal como dice Rajoy, “esta batalla la ganará la Justicia”, lo que hay que aclarar de una vez por todas, para erradicar incertidumbres, es si la Justicia tiene varias formas de ganar la batalla o sólo la que está librando en estos momentos. Buen síntoma sería que tanto PP como PSOE se pusieran de acuerdo sobre este asunto.

Jorge Cremades Sena

viernes, 8 de noviembre de 2013

JARRONES CHINOS, MEJOR EN LAS VITRINAS

                        Hace ya más de tres años, ante las permanentes injerencias de González y Aznar en lo que, para bien o para mal, hacían entonces los líderes de sus respectivos partidos (Zapatero en el PSOE y Rajoy en el PP) escribí un artículo titulado “De jarrón chino, a jarrillo de lata” (publicado en Diario Información el 17 de junio de 2010), que, a pesar del tiempo transcurrido, no ha perdido actualidad. Hoy, con Rubalcaba liderando el PSOE y Rajoy, que lo sigue haciendo en el PP, poco han cambiado las cosas, los citados ex presidentes, definidos en su día por Felipe como “jarrones chinos”, no dejan de incordiar e interferir en los asuntos que manejan los actuales líderes de sus respectivos partidos. (Al final de este post transcribo dicho artículo literalmente para que juzguen si llevo razón o no; cuando lo escribí aún no había creado mi blog).
            Lo cierto es que, con idéntico afán paternalista y sabelotodo, situándose por encima del bien y del mal, ambos ex presidentes, amnésicos de las cosas malas y los errores de su gestión, aparecen de vez en cuando para dar tirones de orejas a sus sucesores, justo cuando éstos tienen mayores dificultades para controlar sus respectivos partidos. Sale Felipe, justo cuando se inicia la Conferencia Política del PSOE, para ahondar en una obviedad, reconociendo la “crisis de liderazgo” del partido y de Rubalcaba y animando así las apetencias de relevo (sobradamente justificadas) de quienes quieren defenestrarlo, tras haber participado en el falso cierre del sucesor de Zapatero. Y sale Aznar, justo cuando Rajoy se enfrenta a grandes dificultades, al margen de los débiles signos de recuperación económica, para enfatizar que lo único que le preocupa de Rajoy “es que acierte” animando a quienes le consideran un hombre gris y poco carismático. Ambos personajes, desde sus atalayas doradas en sus retiros de ensueño, entre sus sabias actividades en los diversos consejos de administración de algunas empresas, se permiten agitar un gallinero, bastante revuelto ya, sin aportar soluciones en privado ni arrimar el hombro trabajando en sus partidos para que salgan del descrédito que acumulan ante la opinión pública. No extraña que luego ningún dirigente popular asista a la presentación del libro de Aznar, o que Rubalcaba, animado por su jefe, se permita manifestar sobre la inteligencia de Chacón que “Inteligente. Bueno no, es un poco excesivo. Tenaz”. Lo de inteligente queda para él por boca de Felipe, que, tras la puya sobre su crisis de liderazgo, le califica como “la mejor cabeza política”, afirmando que Rajoy, al que está dispuesto a ayudar “aunque no esté de acuerdo con él”, no tiene crisis de liderazgo porque no tiene liderazgo.
            En todo caso, a Rubalcaba siempre le puede servir de excusa que su vecino y compañero ideológico Hollande haya desatado en Francia un malestar generalizado por culpa de los recortes, el paro, los impuestos elevados y las políticas de inmigración, al extremo de que atraviesa un nivel muy bajo de popularidad, cuando hace bien poco era la esperanza, no sólo de Francia, sino de Europa. Siempre puede recurrir a una especia de ciclo bajo de la izquierda, a una especie de moda siniestra, como la causa de que estando Rajoy también en bajas cotas de popularidad sea incapaz de remontarle en las encuestas. Quien no se consuela es porque no quiere. Y consuelo es justamente lo que muchos habrán sentido al conocer que el BCE ha decidido bajar los tipos de interés al nivel más bajo de toda su historia, un 0´25%, como incentivo para que llegue de nuevo el crédito. Una buena noticia, sin lugar a dudas, al igual que la de que el TS haya cambiado su doctrina, anulando el indulto al kamikaze. Rectificar es de sabios.
            Quien no rectifica es la Generalitat de Cataluña, única comunidad que no ha suprimido entes públicos y además incrementa las subvenciones a TV3 por su marcado interés propagandístico del soberanismo. Si, en su día, Enrique de Navarra afirmó “París, bien vale una misa” para hacerse con el trono de Francia, bien podía decir Mas “Barcelona, bien vale una ruina”, para conseguir la independencia de Catalunya. Los farmacéuticos catalanes, entre otros sectores, entenderían el mensaje al instante.

Jorge Cremades Sena

Y, como lo prometido es deuda:

DE JARRÓN CHINO A JARRILLO DE LATA
                   Andan últimamente los asuntos tan revueltos en España que los españoles estamos perdiendo la capacidad de sorprendernos. Las actuales cúpulas de los partidos políticos, que tan dignamente defienden nuestros intereses, no reparan, ni en sus discursos ni en sus actuaciones, en colaborar a tamaño despropósito, al extremo de que el PP se nos presenta ahora como el partido de los trabajadores y el PSOE como el que más daño les hace, o de que el PSC de Montilla se erija en el mayor defensor del catalanismo y CiU en el garante de la españolidad, convirtiéndose su líder Durán y Lleida –el otro, el señor Mas, queda para Cataluña- en el más valorado por todos los españoles en la última encuesta. En tales circunstancias es curiosa la aparición en la escena política de los ex-presidentes González y Aznar, quienes, tras años de silencio o de esporádicas intervenciones para dar un tirón de orejas a los actuales líderes de sus respectivos partidos, se muestran ahora decididos a ponerse de nuevo el traje de faena para apoyarles ante la opinión pública con sus sabios consejos públicos, producto de su valiosa experiencia como gobernantes. Ambos, durante su gestión, brillaron al inicio de sus respectivos mandatos e ilusionaron como nunca a millones de españoles; ambos se apagaron al final generando desilusión a causa, respectivamente, de la corrupción y el belicismo entre otros fracasos. No obstante, a pesar de sus luces y sombras, ambos siempre fueron un claro referente ideológico sin que ello les impidiese practicar el necesario pragmatismo que la gobernabilidad de un país requiere; seguramente es el disloque del gobierno de ZP lo que les hace salir de sus dorados retiros, González para evidenciar que el pragmatismo no es incompatible con la ideología –él por cuestiones pragmáticas tuvo que renunciar a muchos viejos principios antes de que se los impusieran-, Aznar para evidenciar que lo que resuelve una crisis económica es una eficaz gestión y no una ideología –él resolvió la que le dejó González sin necesidad de convertir al PP en el partido de los trabajadores a pesar de no aplicar tan drásticas medidas como las que ZP está obligado a imponer ahora-.
          El problema es que si los ex-presidentes, comparados por Felipe González con los “jarrones chinos” -que por su cuantiosa valía nadie utiliza y no sabe donde ponerlos-, tienen la tentación de parecerse a los “jarrillos de lata” -que por su utilidad, a pesar de su escaso valor, popularizaron antaño la frase “vales más que un jarrillo de lata” entre las clases más humildes- acaba siendo un elemento más de confusión en el desalentador panorama dibujado por la crisis económica. Los jarrones chinos, salvo para los muy entendidos en la materia, poco se diferencian unos de otros; instalados todos ellos en las protegidas vitrinas de las lujosas mansiones, que conforman las zonas más selectas y caras de las ciudades, quedan tan lejos de la mayoría de los mortales que sólo los que por razones de trabajo como sirvientes han de quitarles el polvo de vez en cuando pueden acercarse a ellos. Los jarrillos de lata, salvo en sus diferentes formas, eran todos iguales; colgados en cualquier lugar de la cocina y abollados por el uso, quedaban tan cerca de la mayoría de los mortales, especialmente de los más humildes, que sólo esperaban ser utilizados una y otra vez hasta convertirse en imprescindibles para ellos. Utilizar los jarrones como jarrillos es correr el riesgo de romperlos en mil pedazos, mientras que los jarrillos saben muy bien que pocas cosas pueden compartir con los jarrones, independientemente del color que éstos tengan, salvo la aspiración de cubrirse de una pátina de porcelana para parecerse a ellos; algunos hasta lo consiguen.
          Precisamente en épocas de profunda crisis social, política y económica como la que estamos sufriendo es cuando menos conviene mezclar los antiguos jarrones chinos con los viejos jarrillos de lata. Éstos apenas pueden sufrir más abolladuras por los golpes de la crisis mientras que aquellos apenas sufren pequeños rasguños, siempre reparables, ya que golpes semejantes los harían añicos. Sólo faltaría, para colmo de la desfachatez, que los jarrones chinos, disfrazados de jarrillos de lata, abandonaran a hurtadillas sus lujosas vitrinas para confundirse con éstos y convencerles de la conveniencia de seguir soportando los golpes por el bien futuro común. Más coherente, y desde luego más clarificador, sería que cada cual permaneciera en el lugar que le corresponde ya que pasar de jarrón chino a jarrillo de lata es simplemente imposible.
          Aunque las ocurrencias de los más claros candidatos a jarrones chinos nos sorprendan diariamente al extremo de que por hartazgo perdamos la capacidad de sorprendernos, tanto Zapatero como Rajoy, tienen todo el derecho a recorrer por sí mismos el camino necesario para conseguir sus metas sin las interferencias públicas de González y Aznar, salvo que éstos sean capaces de aproximarles a sus luces y alejarles de sus sombras. ¿Es lo que pretenden? Yo creo que no.
Jorge Cremades Sena, 17-6-2010,