miércoles, 27 de noviembre de 2013

CON EL CGPJ A CUESTAS

                        Mientras que en Alemania Merkel y el principal partido de la oposición, el SPD, cierran un acuerdo para gobernar mediante una gran coalición, pendiente de ratificarse por las bases socialdemócratas, en España, lo que podría ser un gran acuerdo entre Rajoy y el PSOE (no para gobernar ya que el PP tiene mayoría absoluta, mientras que los conservadores alemanes les falta un pelín), aunque sólo fuera para afrontar sólidamente los grandes retos en asuntos de Estado (corrupción, soberanismo, crisis económica…), quedan a años luz de la madurez política de los partidos alemanes. Es la gran diferencia entre ellos y nosotros. Ahora bien, si se trata de negociar cuotas de poder en cualquiera de las instituciones, si se trata de enchufar a unos cuantos de cada uno de los distintos partidos, el acuerdo es más que posible. Es el caso de la renovación de los miembros del CGPJ que deja descontentos a jueces y fiscales casi de forma generalizada. Mientras los fiscales se quejan de su marginación en el mismo, asociaciones de jueces como “Francisco de Vitoria” acusan a PP y PSOE de conformar un CGPJ que tape la corrupción, y, en términos generales, que, como ejemplo de Justicia politizada, el nuevo consejo es como una especie de “sucursal de Gallardón”. Sea así o no, lo cierto es que como todos los partidos tienen su mayor o menor tajada en el mismo, lo que menos les importa es que se despolitice la Justicia, comenzando por el órgano de gobierno de los jueces. Hoy por ti y mañana por mí. En fin que nos tocará seguir sufriendo decisiones en el ámbito de la Justicia que nos sorprenderán a todos. El malestar generalizado entre los jueces y los fiscales, que algunos consideran “desconocido” hasta ahora en determinadas instancias de la Justicia, no es injustificado.
            Y mucho más injustificado, como se acaba de publicar, es que  tres líderes de UGT se gasten nada más y nada menos que 100.000 euros (un pastón) anuales en comilonas; que el famoso Congreso de los maletines fabricados en Oriente costase, nada menos que 563.000 euros (otro pastón) y que el 85% de los gastos se endosase a la Junta de Andalucía, entre ellos el alquiler de un piano. Todo ello en plena crisis económica y cuando millones de trabajadores están en paro o en situación de inestabilidad laboral. Seguramente la cruda realidad queda disimulada si con el citado piano los supuestos agrios debates cuentan con una suave música de fondo. Será por aquello de que la música amansa a las fieras. Al fin y al cabo, no todos están en crisis, pues, si, como se publica en La Razón, el “tesorero” de UGT es además administrador único y consejero de cuatro empresas de formación con un volumen de negocio de más de 1000 millones, el tal señor Mora Moreno no debe andar con problemas, como la gran mayoría de ciudadanos, para llegar a final de mes. Menos mal que, al parecer, un congreso extraordinario resolverá todas estas “irregularidades” a principios de año.
            Si está justificado que el nuevo Papa Francisco tenga cada vez más aceptación a nivel internacional. Su mensaje de denuncia al actual sistema económico que “mata”, a esa especie de dictadura de los mercados (que ahora Zapatero nos recuerda), y su apoyo a los pobres, a la descentralización de la Iglesia, a la “conversión del papado” para que esté más pendiente de los problemas mundanos que del “monopolio para interpretar la realidad”, es una esperanza para millones de creyentes y no creyentes de que por fin, sin lugar a dudas, la Iglesia desde su más alta instancia se posicione, en caso de tener que optar, por los más débiles y necesitados, tal como dice el Evangelio. Muy bien, Francisco, muy bien, desde mi agnosticismo.
            Quien parece ser un creyente recalcitrante (no en asuntos religiosos, que no lo sé ni viene a cuento) es el ministro De Guindos, que está convencido de que España crecerá y creará empleo en 2014. ¡Ojala que así sea! Cierto que, tal como dice, unos 8.500 millones se ahorrarán sólo en intereses de la deuda, cierto otra serie de indicadores que apuntan a la salida de la crisis, como la duplicación de la inversión extranjera en el último año,  pero, cierto también que desde la UE se exigen nuevos sacrificios en materia laboral que pueden atraer inestabilidad, amén de las que se ciernen sobre la mismísima eurozona con el creciente euroescepticismo y nacionalismos en determinados países europeos.
            Y, hablando de nacionalismos e independentismos, mientras los soberanistas catalanes comienzan a desmoronar su proyecto unificado de independencia, cuya evidente falta de acuerdo, pone en peligro hasta la aprobación de los presupuestos (ERC presiona y exige a Mas la consulta a cambio de apoyarlos), el líder del independentismo escocés, que lo tiene más fácil al ajustarse a su legalidad, ante la cruda realidad de las consecuencias que tendría para Escocia su independencia, anda vendiendo (como suele hacer Artur Mas con su proyecto ilegal) una especie de independencia beatífica dentro de la UE, con la libra esterlina como moneda y bajo la corona británica como jefatura del Estado. Desde Bruselas y desde Londres prácticamente le dicen que si todavía cree en la existencia de los gnomos.


Jorge Cremades Sena

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