En víspera del encuentro
Feijóo-Sánchez de hoy, claramente abocado a un desencuentro incomprensible, el
Gobierno en funciones acusa de “paripé” al candidato propuesto por el Rey como
líder de la lista más votada (ya que el Presidente en funciones tampoco le
acreditaba tener asegurada la mayoría parlamentaria necesaria, sino incluso
menos apoyos que los acreditados por Feijóo) y, dado que “paripé” significa
“engaño o fingimiento para guardar las apariencias o para conseguir lo que se
desea”, me temo que, si cabe aplicarlo a alguien, no es precisamente aplicable en
este caso al candidato propuesto, quien desde el inicio ha dejado claro ante el
Jefe del Estado que sólo contaba con 172 escaños (los de PP, Vox, CC y UPN, tal
como le habían ratificado a Felipe VI), frente a un Sánchez que sólo pudo
acreditarle en concreto 152 apoyos (los de PSOE y Sumar) o poco más, ya que
buena parte de sus supuestos socios ni siquiera quisieron comparecer ante el
Monarca para ratificarlo, y cuando en otras ocasiones con menos diputados de
los que ahora acredita Feijóo han sido investidos otros presidentes como Rajoy en
2015 con 170 o como el propio Sánchez con 167 en 2019, lo que, en principio,
avala que no es descabellado, ni es un “paripé” pretender ser investido con 172
escaños y siendo además claramente el líder del partido más votado por los
españoles. ¿Quién engaña o finge para guardar las apariencias o conseguir lo
que desea? Desde luego, en este caso, no es el PP ni Feijóo, quien ya ha dejado
claro que le faltan cuatro escaños para ser investido y que, al efecto, se va a
reunir con todos (menos con Bildu) para ver si los consigue, aunque comete el
error garrafal de no excluir también al único que debiera ser excluido, Junts,
dado que sus dirigentes están fugados de la Justicia o condenados por ella al
haber cometido graves delitos contra el Estado de Derecho, por más indultos que
luego Sánchez les haya regalado y se disponga ahora a concederle lo que sea
para que le invistan a él. Es inadmisible y cínico pues que el Gobierno en
funciones, por boca de su portavoz Isabel Rodríguez, califique de “paripé” las
negociaciones emprendidas por el líder del PP tras ser designado candidato y
diga que suponen una “pérdida de tiempo”, cuando el PSOE por su parte, hace lo
propio por si, como se prevé y algunos ya sabemos o intuimos, fracasa la
investidura de Feijóo, y de lo que se trate es de que, como algunos pensamos,
quien realmente esté haciendo el “paripé” sea Sánchez al tener todo el pescado
ya vendido y la investidura amarrada tras someterse al chantaje y conceder
graves y problemáticas cesiones a Junts a cambio de sus imprescindibles votos
para ser investido. Sólo así se puede entender que Moncloa desprecie, antes de
escucharla, la oferta de pactos de Estado que Feijóo le propone en la reunión
de hoy a la que Sánchez ha acudido, según él, por “pura cortesía”; oferta consistente
en que sendos partidos mayoritarios se avengan a configurar un Gabinete de
Concentración de sólo dos años para acometer juntos las reformas estructurales
necesarias para una mejor gobernabilidad en el futuro y luego convocar elecciones,
frenando con ello, entre otros, a un eufórico Puigdemont, que observa como el
Ejecutivo ya anda enredado en buscar un torticero encaje legal para que, a
cambio de sus votos, se conceda una especie de amnistía y, entre otros, él
mismo no tenga que rendir cuentas a la Justicia (asunto que, en todo caso, sólo
tiene sentido en los Estados Totalitarios pero no en los Democrático). Sólo así
se puede llegar a entender que quienes están haciendo el “paripé” son el PSOE
de Sánchez y el Junts de Puigdemont, para intentar ambos con ello vender de la
mejor forma posible a los ciudadanos tal felonía contra el Estado de Derecho,
pretendiendo además hacerlo de forma camuflada y sin control consultivo
mediante una proposición de ley para evitar el control del Consejo de Estado.
Una amnistía que ERC (otro que tal baila) ya da por hecha, mientras elude
sentarse con el candidato Feijóo ni siquiera para hablar y mientras éste al
final se resigna a liderar la oposición y avisa del “abismo político,
territorial, existencial y económico”, aunque no ceje en su empeño de buscar su
investidura hasta el final en su apertura del nuevo curso político tras las
vacaciones avisando sobre la negociación de que “hablar sí, dialogar también;
pero chantajes no, subastas no” y dejando claro que moverá todos los hilos
políticos, sociales y económicos para intentar conseguir su investidura como le
ha mandatado el Jefe del Estado, aunque sabe que ello será prácticamente
imposible ante un Ejecutivo que está dispuesto a todo con tal de seguir en el
poder al precio que sea a pesar de no haber ganado los comicios y pasar a ser segunda
fuerza política, cuando era la primera antes de los comicios.
Y ante este panorama, obviamente, la
reunión Feijóo-Sánchez acaba como el rosario de la aurora, con el rechazo del
Presidente en funciones de las propuestas del líder del PP, mientras Sumar
(eufemismo o “paripñe” del desprestigiado UPodemos) acaba de elaborar un primer
informe técnico favorable a la torticera Amnistía basado en la actual Ley de
Enjuiciamiento Criminal, aunque sus tesis choquen con la doctrina de los
Letrados del Congreso y con las opiniones de no pocos magistrados expertos en
Derecho Penal, pero ya se sabe que en política cuando algo interesa siempre hay
un roto para un descosido. En todo caso, el PP estudia como impedir legalmente
la amnistía que exige el prófugo Puigdemont, mientras las CCAA, gobernadas por
el PP en su mayoría, se alarman ante las cesiones cada vez más atrevidas de
Sánchez al secesionismo de Junts y de ERC, cuyo líder, Rufián, se jacta del
fracaso del encuentro de Sánchez y Feijóo, diciendo que éste ha pasado de “derogar
al sanchismo, a suplicar al sanchismo” con el que obviamente se encuentran tan
cómodos los secesionistas, mientras las CCAA leales a la Constitución recuerdan
que no se puede pactar unilateralmente lo que afecta a todos los españoles,
como es la amnistía o el referéndum de autodeterminación, aunque éste, de
momento, parece ser que Sánchez no se atreve todavía a concederlo. ¿Tragará
Junts con ello? No obstante la pretendida cita de Feijóo con Junts enfrenta al
líder popular en Cataluña con la dirección del PP y este choque con Génova
acelera la renovación del PP catalán, con lo que el relevo de Alejandro Fernández,
ya previsto tras los resultados del 23-J en tierras catalanas, se efectuará
inmediatamente después de que se aclare la gobernabilidad. El PP con su
estrategia, incluida la reunión de hoy de Feijóo con Sánchez, pretende
demostrar ante los ciudadanos que el PSOE de Sánchez está dispuesto a gobernar
a cualquier precio y ante una más que segura investidura fallida del líder
popular en el PP ya asumen que “es el precio de tener principios, lo pagaremos
gustosos”.
Por otro lado ya se han constituido
con diputados prestados los grupos parlamentarios de Junts y ERC en el Congreso
(más pelas, más tiempo y más autonomía a favor del secesionismo), lo que el PP
considera un “fraude electoral”, mientras intenta impedirlo en el Senado y pide
un informe a los servicios jurídicos de la Mesa por “dudas serias” mientras
Urkullu y Aragonés rechazan reunirse con Feijóo; mientras Otegi se postula para
ser lehendakari en 2024 tras dar su apoyo a Sánchez; y mientras el nuevo gobierno
de la popular Prohens en Baleares, cumple con su promesa electoral y elimina el
requisito del catalán para poder ejercer de médico en las islas que impuso
Armengol y ahora lo deja como mérito, triplicando los incentivos para atraer a
los facultativos a la sanidad de las Islas. Y entretanto, según SigmaDos, Feijóo
crece desde el 23-J, Sánchez se mantiene y el PNV se hunde frente a Bildu,
aunque Puigdemont, en caso de elecciones, seguiría siendo imprescindible para
la gobernabilidad de España pues los resultados serían PP el 34´2% de votos y
140 escaños, PSOE 31´7% y 119, Vox 12´7% y 32, y Sumar 12´4% y 31; además,
según la misma encuestadora, un 10% de Vox y un 7% del PSOE se arrepienten ya
del voto del 23-J, la izquierda teme más repetir elecciones y el 64% de afines
al PP achaca la insuficiente victoria a los pactos con Vox. Ya ven, seguiremos
teniendo “paripé” para rato.
Y por si lo anterior fuera poco,
para que nos vayamos acostumbrando de nuevo a las luchas internas del Gobierno
Frankenstein, faltaba el “caso Rubiales”, sobre el que la Vicepresidenta Díaz,
como si ella no tuviera nada que ver y fuera mera espectadora, acusa a su
Ejecutivo y especialmente a Iceta, su compañero de gabinete, de haber “actuado
con lentitud” y le exige que tome “medidas urgentes”, mientras el ministro, que
había intentado el fin de semana convencerla para que rebajara el tono de las
críticas, sostiene que se ha obrado correctamente sobre el caso. El Gobierno en
funciones sigue con los codazos entre ministros, como ha venido haciendo estos
cuatro años y como preludio de lo que nos espera con la reedición del mismo,
cuando todos sus miembros saben que Rubiales ya debiera haber sido sancionado
severamente o cesado por otros muchos motivos durante su gestión (algunos
escandalosos sin lugar a dudas) y nada se hizo ya que miraron para otro lado,
hasta que ha tenido que ser el “pico” con la jugadora Jenni Hermoso lo que le
pone en graves aprietos justo cuando semejante comportamiento indecente del
Presidente de la Federación nubla un éxito indiscutible de nuestra Selección
Femenina de Futbol como es haber conseguido ganar el Mundial. En efecto, la
FIFA, que no el Ejecutivo español (incluida Yolanda en él) es la que suspende a
Rubiales durante tres meses, siendo sustituido por Pedro Rocha como presidente
interino de la RFEF, mientras los seleccionadores De la Fuente y Vilda (el
masculino y el femenino respectivamente) quedan a la espera de los acontecimientos,
tras haber aplaudido fervientemente en la Asamblea convocada por Rubiales su
decisión de no dimitir como le pedía ya casi todo el mundo, para, tras la
decisión de la FIFA pasar a criticarle (ya ven, como dice Sánchez, no es
ninguna mentira, sino un “cambio de opinión”), mientras se desataba una polémica
sobredimensionada sobre la violencia machista por el comportamiento
impresentable y repudiable de Rubiales, cuya madre, llega a encerrarse en una
iglesia de Motril donde se pone en huelga de hambre como protesta por las
acusaciones que se hacen a su hijo, cuando todo el mundo sabe la trayectoria de
este personaje. Entretanto, el
Tribunal del Deporte pide más datos para abrir expediente, mientas en una
manifestación en Madrid a la que acuden Yolanda Díaz y las ministras Alegría e
Irene Montero, se grita “¡no es un pico, es una agresión!”, en tanto que
Fiscalía abre una investigación a Rubiales por “agresión sexual” y pregunta a
Jenni Hermoso si quiere adherirse a la denuncia….en fin, es la consecuencia de mantener
en las instituciones a personajes impresentables, hasta que luego, pasa lo que
pasa. El esperpento continúa y los codazos en el Ejecutivo, también (no hay que
desperdiciar el momento).
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que la natalidad no deja de bajar y España está a la cola de Europa; que
la OCDE crece trece veces más que España tras la pandemia; que España choca con
Reino Unido por incidentes en aguas junto a Gibraltar y Exteriores denuncia la “intromisión
injustificable” de buques británicos en ellas; que el Euribor da una tregua en
agosto pero no corta la caída de las hipotecas; que las pensiones de viudedad
cuestan un 38% más en diez años y las de jubilación 920 millones de euros más
cada mes, con un gasto en agosto casi un 12% superior al de 2022, ascendiendo
la pensión media a 1.532 euros; y que sigue creciendo de forma preocupante la
violencia y los atentados contra agentes de la autoridad mientras policías y
guardias civiles reclaman ante el incremento de las agresiones que se les dote
de pistolas táser, cámaras y mayor seguridad jurídica……¿hacemos el esfuerzo o
seguimos con el paripé?, esa es la cuestión.
Fdo. Jorge Cremades Sena