Hay que ser irresponsables y temerarios para poner a la zorra cuidando a las gallinas del gallinero y más aún si, en todo caso, no se toman previamente las medidas de protección del mismo para que nadie, ni siquiera la zorra, por sumisa que se muestre, pueda tener acceso al mismo, pues en ese caso el desastre para las gallinas, antes o después, es inevitable. Es de puro sentido común, aunque, dadas las circunstancias, parece que nuestros políticos no se enteran del asunto ya que los aspirantes a gobernar nuestro Estado de Derecho (nuestro gallinero), diseñado libremente en nuestra Constitución, pretenden compartir el cuidado y la mejora del mismo con la ayuda de quienes, como la zorra, lo que buscan es debilitarlo y destruirlo. Evidentemente, todo apunta a que el PSOE de Sánchez y, al parecer, también el PP de Feijóo, buscan un pacto de investidura con los enemigos del actual Estado de Derecho (los secesionistas radicales), ya condenados por haber cometido graves delitos contra el mismo, y, al efecto, buscan ponerle la alfombra roja sin condiciones previas de expresa renuncia a sus perversas y totalitarias intenciones, a pesar de que, por el contrario, incluso hacen gala de sus delincuenciales comportamientos. Es más, para semejante temeridad irresponsable, nuestros gobernantes se disponen incluso a forzar los reglamentos y las leyes al extremo de que la zorra se sienta incluso más fuerte de lo que es, como sucede con la inminente constitución de las Cortes Generales del próximo jueves (paso previo y moneda de cambio para la posterior investidura) en que nuestros gobernantes ya reservan un espacio destacado, no conseguido en las urnas, con el propósito de que los secesionistas tengan más voz, más medios y más autonomía en la defensa de sus obsesivas y totalitarias pretensiones separatistas, concediéndoles algún puesto en la Mesa del Congreso e incluso la posibilidad de tener grupo parlamentario propio, que no se han ganado en las urnas. Todo esto, obviamente, mediante el truco del almendruco, pues, en efecto, el Reglamento del Congreso exige que, para formar grupo parlamentario, se ha de tener 15 diputados o 10 senadores y, de no ser así, también se pueda obtener a partir de 5 diputados, pero siempre y cuando posea el 15% de los votos en todas las circunscripciones donde haya presentado candidatura o, en su defecto, el 5% en el conjunto del Estado, condiciones que para esta legislatura no cumplen los secesionistas y, por tanto, obligadamente habrían de pasar al grupo mixto…. Pero, ya saben que puesta la ley, puesta la trampa, y, al margen de los requisitos citados, se puede recurrir (para que no sea ilegal del todo) a la patética figura, “ad hoc”, del “diputado prestado”, es decir, a un torticero mecanismo por el que un grupo presta momentáneamente los diputados necesarios a otro grupo para que pueda formar grupo parlamentario propio y, una vez constituido el grupo, dichos “diputados prestados” se vuelven a su grupo original, con lo que, siendo reglamentario, es una forma torticera de distorsionar la representatividad parlamentaria real, dependiendo semejante proceder de la decisión política e interesada de unos u otros. Es lo que sucede cuando se anteponen los intereses personales sobre los intereses ideológicos generales, primero como demócratas y después como socialistas, liberales, conservadores o cualquier otra ideología democrática que cada uno tenga dado que la defensa del gallinero pasa inevitablemente por protegerlo de sus enemigos y no por potenciar y proteger precisamente a quienes quieren destruirlo, empezando por evitar siempre que la zorra cuide de las gallinas.
Así las cosas, el PSOE acelera la
negociación con ERC para atar la Mesa del Congreso y se compromete a que
Esquerra tenga grupo parlamentario propio, mientras intenta recuperar en el
Supremo el escaño perdido en Madrid para evitar que además tenga que necesitar
el “sí” de Junts y no le baste su abstención para investir a Sánchez, por lo
que recurre la decisión de la Junta Electoral para arrebatarle al PP el citado
diputado ganado con el voto del exterior. Estamos en el inicio de las primeras
cesiones a un soberanismo crecido por las circunstancias, que no por las urnas,
en este caso, para controlar el Congreso, pues el Senado lo tiene perdido por
la mayoría absoluta conseguida por el PP, como paso previo para lograr después
una investidura que se presume muy tensa y poco favorable a los intereses del
conjunto de los españoles. Una investidura sobre la que, de momento (aunque se
presume que todo sea postureo para vender mejor la película), la ANC presiona a
Junts y ERC (ambos con buena parte de sus dirigentes “condenados por” o “huidos
de” la Justicia) para que no invistan a Sánchez, pues la totalitaria entidad
civil que en su día agitó el golpe en la calle exige “un bloqueo en Madrid si
no hay un camino hacia la independencia”, mientras Aragonés, por cuestiones
tácticas y estratégicas, ni siquiera ha confirmado su asistencia a la protesta
callejera de la Diada que pretende presionar al Gobierno, y mientras el prófugo
Puigdemont y sus afines dicen estar dispuestos a “paralizar” el Estado si el
PSOE no cede y exige hablar de amnistía y de referéndum de autodeterminación, a
pesar de que el Constitucional, en respuesta al 9-N y al 1-O, ha establecido
las líneas rojas que impiden que Sánchez acepte el ilegal referéndum
independentista, dejando bien claro que el pueblo catalán no es soberano y, al
efecto, el soberano es el pueblo español en su conjunto. Y mientras Junts agita
esta semana clave de constitución de las Cortes Generales exigiendo un “Brexit
catalán” a cambio de apoyar a Sánchez (un diputado afín al fugado Puigdemont
pide claramente un referéndum, aunque ello secuestre la soberanía del pueblo
español en favor de una parte del mismo, la del pueblo catalán), ERC, más
proclive al pacto con Sánchez, pero no menos peligroso, también echa el freno y
sube el precio de su “sí” advirtiendo la prófuga Marta Rovira, elegida para
negociar con los socialistas, de que no pueden “dar por descontados” sus apoyos
y recriminando su veto al catalán… mientras Ferraz intenta evitar repetir las
elecciones a pesar de Junts, especialmente, y busca aparcar los problemas y
ceñirse por ahora en la Mesa del Congreso.
Así está el gallinero y estas, entre
otras, son las zorras con las que se cuenta para protegerlo, mientras, por su
parte, los bandazos del PP sobre Junts (el impresentable deseado por todos
indecentemente), ya que el PNV se niega a apoyar la investidura de Feijóo,
enredan su relación con Vox, que le había ofrecido gratis sus escaños, tras
decir Bendodo que el partido debe tener “la capacidad de hablar con todos” y
contestarle Garriga que “Vox nunca estará en una ecuación con los
separatistas”, aunque inmediatamente desde la cúpula del PP se insiste en que
Feijóo no negociará fuera de la Constitución y no hablará con Junts, quien a
través de sus fuentes afirman que el PP les ha sondeado, pero en Génova dicen
“no nos consta”. Es ya lo que nos faltaba, que tanto gobierno como oposición,
estuvieran dispuesto a compartir la indecencia de negociar y pactar con
delincuentes (como Puigdemont o Marta Rovira) huidos de la Justicia o
condenados por haber atentado gravemente contra nuestro Estado de Derecho, aunque
indecentemente hayan sido indultados por Sánchez. Mientras tanto Coalición
Canaria tiende puentes al PNV sin descartar investir a Feijóo y con el fin de
cerrar los pactos antes de constituir las Cortes Generales el Presidente
canario, Fernando Clavijo, plantea incluso que la formación nacionalista (de
momento, no separatista) presida el Congreso y se muestra dispuesto a negociar
con el PP, aunque afirma tener una “buena relación” con el PSOE, por lo que el
PNV gana puntos, sin duda, para, al menos, formar parte de la Mesa de la Cámara
Baja (es el otro deseado por todos, aunque por sí solo no le vale al PSOE y sí
al PP). Por su parte desde el PP, que, dada su mayoría, podrá disponer en el
Senado de comisiones de investigación, Azcón, el flamante Presidente de Aragón,
manifiesta que “las izquierdas quieren blanquear a los herederos del terror y a
los independentistas”, asegura que “sólo hay un PSOE y está a las órdenes de
Sánchez” y defiende que Feijóo es un “líder incuestionable” que tiene la
“obligación moral de presentarse a la investidura” al ser la fuerza más votada
en las urnas. Y en medio de este preocupante escenario policías y guardias
civiles (ambos cuerpos de la Seguridad del Estado) temen al verse perjudicados
por las cesiones del PSOE al secesionismo, considerando que “somos moneda de
cambio de Sánchez en Cataluña” y con sus mandos, especialmente los del Instituto
Armado, se muestran inquietos ante las nuevas competencias de los Mossos,
especialmente las del mar y la montaña, en detrimento suyo, ya que consideran
que “nos quieren echar poco a poco” lo que es evidente por el vacío de poder
que progresivamente tienen en Cataluña.
Por otro lado, España presenta la
candidatura de Calviño para presidir el BEI y, al efecto, se enfrentará a la
comisaria danesa Margrethe Vestager; la
propia Ministra de Economía anuncia y lanza su candidatura con el Gobierno aún
en el aire y se ve con “máximas opciones” para presidir el Banco Europeo de
Inversiones, incompatible con seguir como ministra, y aunque ello le cueste el
asalto al BCE de otra española pues complicaría la elección de la
subgobernadora del Banco de España para presidir el MUS (Mecanismo Único de
Supervisión de la UE). ¿Está Sánchez colocando a sus ministros ante una fracasada
investidura? Habrá que verlo. Y lo que también habrá que ver es el futuro que
le espera a Vox tras la dimisión de Espinosa de los Monteros y la renuncia al
escaño de su sustituto Juan Luis Steegman, lo que agrava la crisis interna del
partido de Abascal, pues Steegman también abandona el Comité Ejecutivo Nacional,
mientras Monasterio, la esposa de Espinosa de los Monteros dice de momento “no
estoy en peligro, me llevo genial con Buxadé; no voy a irme de Vox”. Dicho
queda.
Cabe añadir además que el precio de
los alimentos vuelve a escalar y mete presión al IPC, pues la inflación vuelve
a subir en julio con los alimentos disparados al 10´8%, tomando la senda
alzista tras dos meses de alivio temporal, mientras los jóvenes españoles no se
emancipan y la edad media de emancipación ya supera los treinta años, en una España
con no pocas sombras económicas para la recuperación, en la que el paro se
instala en el sur en el 16´8% mientras en el norte se sitúa en el 8´6%, más de
la mitad, con el problema añadido de que España gana poco más de 6.600 empleos
al mes y los discontinuos son 659.000, mientas el Gobierno sólo ha conseguido
contabilizar 80.000 nuevos empleos reales al año. Además, 65.000 familias
afectadas por los recortes a las renovables acuden al Defensor del Pueblo y
piden el mismo trato que os inversores extranjeros, a quienes los arbitrajes
internacionales han dado la razón y podrán ser indemnizados. En fin, sin más
comentarios, y, entretanto, buscando cómo poner a la zorra a cuidar de las
gallinas y como vendemos la operación para que cuele.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que una ola de calor muy extendida azota España de norte a sur con
noches tórridas en casi toda la Península; que han sido hospitalizados 22
inmigrantes llegados en cayuco al puerto de Granadilla al sur de Tenerife; que
África Occidental opta por la diplomacia ante los golpistas de Niger; que en
Hawai se desata un gigantesco incendio que deja unos 100 muertos y unos 1,000
desaparecidos; que Polonia se dispone a reforzar su frontera por temor a los
mercenarios de Wagner; y que en Ecuador es asesinado a tiros el candidato
presidencial Fernando Villavicencio, por lo que se declara el Estado de
Excepción a pocos días de los comicios, que se mantienen, y la esposa de Villavicencio
acusa al Estado del asesinato y sospecha de rivales como Correa o Córdoba,
mientras Lasso lo atribuye al “crimen organizado” y mientras el partido del
candidato asesinado, que denunciaba en su campaña los lazos políticos y
judiciales con el narcotráfico, lo sustituye por el periodista Christian Zurita…ya
ven cuando los zorros cuidan de las gallinas suelen pasar estas cosas.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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