Se acabó lo que se daba,
pues con la obligada constitución de las nuevas Cortes Generales ha llegado la
hora de la verdad y, en definitiva, de poner las cartas boca arriba provocando
que, por fin, los ciudadanos sepamos quién está jugando de farol y quién se
estaba guardando un as bajo la manga. A lo largo del día de hoy sabremos quién
va a controlar desde la Mesa del Congreso de los Diputados la nueva Legislatura
que comienza y, al efecto, cada una de sus nuevas señorías tendrá que
retratarse votando la Presidencia y el resto de componentes del órgano director
de la Cámara Baja, preludio indiscutible de lo que dentro de bien poco sucederá
con el Ejecutivo de España para los próximos tiempos. Fuera pues los faroles,
los postureos y los chantajes; fuera los oscurantismos negociadores, las
cesiones y el chalaneo con nocturnidad y alevosía….los españoles, por fin
sabremos de qué va esta película de misterio, cuando debiera ser una película
realista y basada en el guion que los propios ciudadanos acaban de escribir en
las urnas, pero que han de interpretar a su manera sus señorías tal como está
establecido para mayor gloria de la intriga y el oscurantismo, aunque para
muchos, los menos ingenuos, está bastante claro lo que va a suceder. De momento
dos candidatas en la lucha para presidir la Cámara Baja: la socialista Armengol
y la popular Gamarra, ambas cuentan en principio con 171 votos (según
manifestaciones hechas por los distintos grupos), aunque la popular da por
hecho que también la apoyará el diputado de Coalición Canaria. La incógnita, en
principio, la pone el prófugo Puigdemont que llega a la cita sin revelar a cuál
de las dos candidatas apoyarán sus siete parlamentarios, con lo que el protagonista
indiscutible de la jornada es Junts que, sin duda, desequilibrará la balanza y
decidirá el signo político que dirigirá el Congreso y, por ende, el del próximo
Gobierno de España, aunque, para no pocos, la incógnita ya está despejada de
antemano, pues, al margen de los estratégicos postureos, tienen claro qué va a
hacer Junts, siendo obvio que no apostará por quien le pone más difíciles a sus
pretensiones secesionistas. Ya de entrada, Sánchez, en pro de sus intereses
personales, ha apartado a la, hasta hoy, Presidenta del Congreso, Batet, para
nominar candidata a Armengol, más del gusto del secesionismo, como ha
demostrado en su anterior gestión como Presidenta de Baleares con políticas
coincidentes en muchos aspectos con las reivindicaciones del separatismo
catalanista. Por tanto, para muchos, las cartas ya están boca arriba, aunque
siempre queda margen mínimo para cualquier sorpresa pues del fugado Puigdemont
se puede esperar cualquier cosa….y eso es lo que, al menos aparentemente, teme
Sánchez a pesar de sus evidentes esfuerzos por contentar al separatismo a
cambio de sus votos que el ex president catalán huido quiere vender más caro y,
por supuesto, no se conforma (o eso parece) con que las Cortes Españolas
(bueno, la Cámara Baja, ya que la Alta está en manos del PP) las dirija una
persona con más cercanía política hacia el secesionismo de lo que, con total
seguridad, han manifestado los españoles en las urnas; y tampoco se conforma
con la última cesión de Sánchez ofreciendo el uso del catalán en las instituciones
europeas, pues directamente no se fía de las promesas del Presidente y, al menos
de cara a la galería, reclama, a diferencia de ERC, “hechos comprobables” para
dar su voto, mientras Sánchez pide el apoyo de Junts para “superar los
conflictos” y mientras Yolanda Díaz, haciendo el juego sucio a Sánchez, negocia
“al máximo nivel” con el separatismo y Belarra, otra que tal baila, mantiene el
enfrentamiento interno en Sumar plantando a Díaz y pidiendo la amnistía,
asumiendo así la petición de Junts, que Sumar, algo más pragmática, ha decidido
no apoyar abiertamente.
Y mientras el mago Sánchez vende a
Junts lo mismo que vendió a ERC hace un año (y así le ha ido a Esquerra en las
elecciones), el prófugo Puigdemont, más descerebrado, lleva al límite su poder
hasta el último momento para controlarle, aunque el Ejecutivo, curiosamente es
optimista ya que PSOE y Junts, entre bambalinas, acercan posturas dando la
sensación de que, aunque todo está ya pactado, todo está abierto de cara a la inminente
votación por más incógnitas que Puigdemont quiera mantener hasta el final, a la
que se quiere sumar ERC advirtiendo a Sánchez de que no dé por seguro su apoyo a Armengol, lo que
causa hilaridad generalizada ya que todo el mundo sabe que Rufián y compañía
van a seguir apostando por las promesas negociadoras de algo que es imposible
negociar. Por su parte Feijóo, más ingenuo que ninguno, sabiendo que con el
rechazo, tanto de la izquierda como de la derecha separatista, le va a ser imposible
ganar esta batalla, confía en evitar la “parálisis legislativa” (como si esto
le importara algo a sus contrincantes) y apuesta fuerte por Gamarra con la
esperanza de que la supuesta “imprevisibilidad” de Junts le permita controlar
la Cámara Baja, aunque, no ingenuo del todo, arma el Senado, donde cuenta con
mayoría absoluta, ante un eventual gobierno de Sánchez, quien, tras verse
hundido en las autonómicas y locales, consiguió contener la fuga de votos socialistas
en las generales para mantenerse como estaba aunque sus socios y apoyadores se
estrellaran también en las urnas y, con respecto a la legislatura que termina,
en vez de Sumar restaran, lo que le obliga a pactar ahora incluso con los
delincuentes condenados y fugados de la derecha nacionalista catalana más
impresentable y totalitaria, como es Junts, si quiere reeditar otro gobierno
Frankenstein incluso más débil aun que el anterior. Ya ven, mientras hay vida
hay esperanza. Y, así las cosas, se presume que, de momento, la catalanista Armengol,
aliada en Baleares de los socios de Sánchez en dos legislaturas, será dentro de
un rato la Presidenta de la Mesa del Congreso de los Diputados, por más que el
obligado veto de PSOE y Sumar a la amnistía (lo contrario sería políticamente
incorrecto), aunque a regañadientes y por imperativo legal, dificulte un
acuerdo con el prófugo Puigdemont que, por cierto, todo el mundo mínimamente
informado da por hecho, aunque Feijóo siga ofertando un gobierno en solitario
frente a un “Frankenstein de 24 partidos” y aunque vaya creciendo la idea de
que, sin ser lo óptimo, lo mejor para salir de este atolladero político es
repetir las elecciones.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Cataluña busca no pagar 2.400 millones de intereses y negociar
que se condene su deuda; que la Formación Profesional gana terreno al
Bachillerato y crece por las salidas laborales y como vía para acceder a la
Universidad; que el turismo cuelga el cartel de completo este cálido verano;
que la “reforma Escrivá” no frena la jubilación anticipada voluntaria; que los
nacimientos están en mínimos históricos con un 55% más de madres que superan
los 45 años de edad; que compartir piso para pagar la subida del Euribor dispara
un 34% la oferta de habitaciones; que la princesa Leonor comienza su formación
militar en Zaragoza; que la selección española de futbol femenino jugará la final
del Mundial tras su épico triunfo, 2-1, frente a Suecia; que la Eurozona
esquiva la temida recesión al crecer un 0´3% en el trimestre, aunque Alemania
se estanca e Italia y Países Bajos están en números rojos; que un fuego
descontrolado se extiende en Tenerife; que el Sevilla pierde en los penaltis la
Supercopa ante el City; que tres violaciones en grupo, cometidas en menos de
tres días en tierras gallegas, baleares y murcianas respectivamente hacen
saltar todas las alarmas; y que la socialista Chivite, como ya se esperaba y
estaba cantado, es reelegida Presidenta de Navarra tras la abstención de Bildu,
que, aunque oficializa su apoyo al PSOE, pide hablar de soberanía y avisa de
que “no vamos a renunciar a nada”, por más que, a la hora de la verdad, todo
ello sea postureo e ir de farol para contentar cada uno a sus respectivos
adeptos y así conservar sus respectivas poltronas.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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