viernes, 30 de agosto de 2013

SIRIA, TODO SIGUE IGUAL

                        Sin lugar a dudas la guerra civil en Siria y la inminente intervención militar, liderada por EEUU, sigue acaparando el interés mediático internacional. El obligado consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU imposibilita cualquier posibilidad de que dicha intervención obtenga la categoría de “vinculante” y el calificativo de “legal” desde el punto de vista de Naciones Unidad, que facilitaría la respuesta más adecuada (fuese la que fuese) a la masacre de sirios inocentes gaseados indiscriminadamente cerca de Damasco. La oposición de Rusia a la intervención militar y su derecho a veto impide la unanimidad necesaria para obtener el visto bueno. Por su parte EEUU, que tiene todo preparado para intervenir, está convencido de que, se haga lo que se haga, Rusia no dará el voto favorable en el Consejo, mientras la ONU, por boca del mismísimo Ban Ki-moon, pide “tiempo para que los inspectores acaben su trabajo en Damasco”, asunto que frena la decisión firme del inglés Cameron que, aunque ha dicho en su parlamento que una intervención militar en Siria, a diferencia de Irak, no supondría una “invasión ni tomar partido” (no se sabe bien si es peor el remedio que la enfermedad) pues sólo se trataría de una especie de intervención humanitaria totalmente legal consistente en dar “una respuesta a uno de los usos más aborrecibles de armas químicas en el último siglo”, se ha visto obligado a instancias de los laboristas a tomar la decisión de esperar el resultado de dichas investigaciones, que EEUU considera poco fiables porque “no es creíble” la investigación en Siria del ataque químico, del que dice tener todas las pruebas aunque no las haga públicas. En fin, una tensa espera que está causando graves problemas económicos (además de los intolerables atropellos humanos) por el alza del precio del petróleo, la caída de las bolsas y la subida de la prima de riesgo, justo cuando la UE veía una tímida luz en el horizonte para salir de la crisis. Mientras Occidente sigue deshojando la margarita para adoptar una decisión firme al respecto, Rusia e Irán advierten de que un ataque anglo-estadounidense a Siria podría desencadenar una guerra abierta en todo Oriente Medio. Todo es posible, sobre todo cuando Irán, va incluso algo más lejos y avisa de que “Si hay ataque la llama de la indignación apuntará a Israel”, que curiosamente está en conversaciones con los palestinos para intentar poner algo de cordura en el añejo y enquistado conflicto palestino-israelí. Si a todo esto se añade que la Liga Árabe, aunque culpa al régimen de El Assad de usar armas químicas y pide una acción de la ONU, rechaza un ataque contra Siria, la bomba mortífera está presta a estallar. Ni siquiera es necesario que alguien prenda su mecha, basta con que cualquiera caliente un pelín más el ambiente.                  
            En otro orden de cosas, en el ámbito nacional (me refiero a España, con permiso de independentistas vascos y catalanes que no lo entenderían así), lo de siempre, para no variar. La corrupción que sigue su curso, el centrifuguismo político territorial y algún que otro acontecimiento que, aunque algunos se empeñen en elevarlo a categórico, desde mi punto de vista, no pasa de ser anecdótico.
            Mientras UGT es incapaz, entre otras cosas, de aclarar el pago de la cena de la Feria de Abril, supuestamente pagada con fondos públicos, y dice que “si hubo algún error se devolverá el importe”, el abogado de Bárcenas ve llamativa la destrucción de los discos duros de los ordenadores que el extesorero tenía en la sede del PP, circunstancia que la policía ya presumía y califica como el peor de los supuestos que impedirá obtener una serie de información imprescindible para que en sede judicial se pueda aclarar el oscuro asunto de los papeles de Bárcenas, la supuesta financiación del PP y sus ramificaciones en cuanto a responsabilidades políticas. Ya ven, UGT lo tiene claro, si te pillan trincando, pagas el importe y tan amigos; el PP también, cuanto menos información se tenga, mejor para todos (evidentemente, para todos los dirigentes del partido en los momentos en que Bárcenas llevaba las cuentas); y, por si faltara poco, la renuncia a la presidencia de la Junta andaluza de Griñán, al que lo populares ven como uno de los principales responsables políticos del turbio asunto de los ERE fraudulentos, mientras los socialistas lo ven como un ejemplar gobernante que generosamente quiera dar paso a las nuevas generaciones de su partido.
            Entretanto, los independentistas a lo suyo. La adopción por parte del gobierno central de una ley que, con arreglo a sus competencias exclusivas en política exterior, le permita dar el visto bueno a los convenios u otros conciertos de las CCAA con el exterior, es respondida por Artur Mas con el anuncio de una ley de política exterior catalana para una “Cataluña Libre” que prepara la próxima Diada como si en ello les fuera la vida, con la impagable colaboración de TV3, pagada con fondos públicos, que le dedica al asunto el triple de tiempo que a la crisis económica, reflejada en un nuevo recorte por parte de la Generalitat de 2.000 millones de euros. Todo un ejemplo de que lo importante para semejantes gobernantes es el territorio patrio muy por encima de los ciudadanos, en este caso españoles, que lo habitan. Curiosamente, mientras al PP de Rajoy le preocupa el apoyo de Mas a la “cadena humana” anunciada en favor de la independencia (asunto que anecdóticamente puede preocupar como parte de toda la estrategia del independentismo, pero totalmente previsible), a CiU de Mas le preocupa el desapego a dicha iniciativa de la zona sur de Cataluña, por lo que está animando a gente de otras zonas para que los eslabones de la cadena no la rompan por tierras tarraconenses, por cierto, la primera de las provincias hispanas de la época romama.
            Dejemos, de momento, como anecdóticos algunos asuntos como la renuncia de Chacón al acta de diputada para irse como profesora a EEUU, aunque anunciando que volverá a dar guerra en las próximas primarias; la inauguración del curso político con el ministro Wert anunciando que sube un 20% el presupuesto para becas; la polémica de comparar los sueldos de Rajoy y Rubalcaba después de que éste publicara su declaración de renta y patrimonio; y, entre otros, la confirmación por parte del INE de que el PIB cayó un 0´1% en el segundo trimestre, mejorando la caída del 0´4% del primer trimestre. Según vayan evolucionando dichos asuntos, si es que no quedan en meras anécdotas, ya habrá tiempo de comentarlos.


Jorge Cremades Sena

martes, 27 de agosto de 2013

INMINENTE INTERVENCIÓN MILITAR EN SIRIA

                        Ante la presión internacional el régimen de El Asad cedió para que la ONU investigase el ataque a la población con armas químicas, pero el convoy de los expertos, cuando se disponía a hacerlo, es tiroteado por francotiradores. Se hace casi imposible llevar a cabo la única decisión o recomendación posible de la ONU (que se investiguen los hechos), mientras El Asad, que culpa a los rebeldes del ataque químico (y viceversa), dice que no puede garantizar la seguridad de los expertos en la zona. Así pues, que ni se sabe quién masacró con armas químicas al pueblo sirio, ni quien tiroteó a los investigadores. Régimen y rebeldes se culpan mutuamente. Entretanto la ONU, con su peculiar forma de hacer inoperantes o inviables sus decisiones vinculantes (gracias el derecho a veto de Rusia, China, EEUU, Gran Bretaña y Francia en el Consejo de Seguridad) se ve impotente, una vez más, para poner fin a un conflicto interno de uno de sus estados miembros. La unanimidad necesaria para dar legitimidad internacional a cualquier decisión vinculante, que no recomendación, una vez más, queda en aguas de borrajas. Así, como en otros casos anteriores (algunos de lamentable recuerdo) o se deja la cosa tal cual, es decir, que el pueblo sirio siga siendo masacrado o se busca cualquier otra fórmula para impedirlo, si es que la hay. El conflicto internacional está servido. Mientras EEUU con el decidido apoyo de Inglaterra y, en este caso, también de Francia y otros países, incluso algunos islamistas (que tienen claro que fue el régimen sirio quien atacó a la población indefensa) se disponen y preparan para una más que probable intervención militar, que según Cameron no requiere el visto bueno de Naciones Unidas, al considerar que, liderando una coalición de países europeos y musulmanes, la intervención estaría legitimada, Rusia le advierte de que, si interviene en Siria, tendrá “consecuencias extremadamente peligrosas”, en tanto que el propio El Asad, apoyado por algunos otros países vecinos como Irán, le dice a la hipotética coalición que “el fracaso os espera si nos atacais” mientras amenaza con “incendiar” Oriente Próximo, como si ya no estuviera incendiado desgraciadamente. En fin, una vez más, se pone en evidencia el grotesco espectáculo que, como auténticos árbitros de la paz mundial (o de la violencia, según se mire), ofrecen al mundo los vencedores de la segunda guerra mundial, con la inestimable ayuda de China, desde su atalaya en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
            En otro orden de cosas, desde mi punto de vista, si no fuera porque Griñán ha pasado el relevo en la Junta de Andalucía a su digitalizada sucesora, Susana Díaz, que, al igual que Chávez hizo con él, medio se va, medio se queda, al conservar el resto de cargos partidarios, poco nuevo habría que añadir en el momento que nuestros políticos y gobernantes ponen punto y final a sus merecidas vacaciones, incorporándose a sus cotidianas tareas. El relax veraniego no ha cambiado sus marrullerías e incongruencias para, no sé si engañarse a sí mismos, pero, desde luego, sí para engañar a los ciudadanos o, al menos, para seguir generándoles mayores cotas de desconfianza hacia ellos y sus proyectos. Lamentable.
            Justo cuando Griñán abandona la Junta, primero por razones personales y ahora también por el presunto asunto de los EREs fraudulentos, que él mismo reconoce y su socio Valderas también; justo cuando amenazan sobre la Junta nuevos nubarrones por los supuestos chanchullos de UGT con facturas falsas pagadas por la Junta; y, justo cuando el juez Ruz embarga los bienes de la familia Bárcenas, mientras salen nuevos datos sobre inexplicables comportamientos de algunos dirigentes del PP (indemnizaciones a Paez, etc) y se va estrechando el cerco a sus presuntas irregularidades de financiación, nuestros políticos inauguran el nuevo curso exhibiendo toda su verborrea para zarandear al contrario y apalancar al propio. El PSOE grita a los cuatro vientos, acusando a Rajoy y al PP de “comprar silencios”, calificando el asunto de muy grave, pero guarda el más absoluto silencio sobre la presunta malversación de fondos públicos de UGT que, en todo caso, califica de irregularidades. Por su parte el PP hace lo propio con los EREs andaluces y con la UGT, mientras callan sobre Gürtel, Bárcenas, etc impidiendo con su mayoría iniciativas parlamentarias al respecto en Madrid, al igual que hace PSOE-IU con las que el PP presentan en Andalucía. Y en medio de este rifirrafe indecente entre PSOE y PP, que, si no espabilan, lo pagarán bien claro, se suma a la orgía IU, bien por boca de Cayo Lara y, especialmente de Valderas, para poner la guinda al mayor descaro por si no tuviéramos bastante con el de los anteriores. Valderas, ahora que se va Griñán, en un ataque de honestidad, manifiesta que “nadie puede poner en duda que ha afectado el fraude de los ERE en la dimisión de Griñán” (ni siquiera habla de presunto fraude, lo da por hecho), olvidando que siempre se plegó a sus tesis, y, sobre el tema ugetista, añade que ve “fundamento” (menos mal que aquí ve algo) y exige “tolerancia cero” con UGT. Es incoherente que vea fundamento en este asunto, recientemente conocido, y no vea, ni haya visto fundamento en el caso de los EREs que ya tiene un largo recorrido de investigación judicial con demasiados imputados, muchos de ellos cargos importantes de la Junta, a cuyo gobierno apoya sin fisuras y en silencio al respecto. Menos mal que, tras las vacaciones, Cayo Lara amenaza a Rajoy y su gobierno con “la mayor de las movilizaciones posibles” y Rubalcaba con “una gran ofensiva”, que probablemente merecen, lástima que no hagan lo propio contra Griñán y la Junta de Andalucía, que también se lo merecerían en tal caso. Sería el inicio de la recuperación de la confianza en los partidos políticos, al menos, de aquellos que tuvieran la honradez de hacerlo. Pero me temo que no lo harán. Seguramente lo dejan para cuando se consolide el “relevo generacional” digitalizado, que, según Griñán, representa Susana en el PSOE andaluz, pues, al ser la principal artífice del pacto de gobierno con Valderas, no tendrá grandes dificultades para convencerle de que se sume a la iniciativa. Entretanto nos conformaremos con que Rajoy se niega a negociar sobre la consulta soberanista catalana con Mas, al que, por cierto, bien podrían invitar a la iniciativa y, entretanto, ponerlo también en el punto de mira de esas anunciadas movilizaciones por incoherentes que sean sus convocantes.



Jorge Cremades Sena

domingo, 25 de agosto de 2013

LA ONU REACCIONA ANTE SIRIA

                        A trancas y barrancas la ONU, aunque tímidamente, parece que se dispone a reaccionar ante las atrocidades vividas en Siria, exigiéndole investigar de urgencia el ataque químico contra la población civil e indefensa. Por fin Rusia ha caído del burro y también se suma a la exigencia a El Asad, solicitada por 37 países a la ONU, de que se investiguen los hechos urgentemente. Obama incluso estudia una respuesta militar, mientras refuerza sus tropas en la zona. Reino Unido y Francia no tienen dudas de que la autoría de la masacre obedece al régimen sirio que, reconociendo el desastre, lo atribuye a los rebeldes, mientras que Médicos sin fronteras ratifica la muerte de cientos de sirios a consecuencia del gas y el desbordamiento de los hospitales con varios miles de heridos con síntomas neurotóxicos. En fin, blanco y en botella, leche. Entretanto, mientras el convulso mundo árabe no deja de protagonizar actos violentos que van dejando miles de víctimas inocentes, en especial mediante emboscadas y atentados suicidas (como los más recientes acaecidos en Líbano, Yemen, Iraq…,), el gobierno sirio advierte a EEUU que atacar a su país no será un asunto intrascendente ya que “una agresión tendría graves repercusiones y sería una bola de fuego que haría arder todo Oriente Medio”. Una verdadera tragedia internacional, salvo que otros estados islamistas, que los hay, hagan frente común ante las atrocidades del régimen sirio en el seno de Naciones Unidas para acabar de una vez por todas con esta insoportable situación. En todo caso, la tragedia sólo quedaría en drama. Ahí está el ejemplo de otros acontecimientos similares como Irak, Afganistán, etc.
            En Egipto, la situación sigue igual. Ante las convocatorias de los Hermanos Musulmanes de un “viernes de los mártires” (se supone que sólo de los islamistas), los militares, blindando varias zonas de El Cairo y otras ciudades, consiguen que la sangre no llegue al río, al extremo de que nadie hace nada por otros mártires, en este caso de los mártires anteriores, como son los cristianos coptos, quienes por haber estado a favor del golpe ahora son el punto de mira de la ira de la Hermandad siendo perseguidos o incluso muertos, al extremo de que muchos han de optar por un éxodo obligado. Las semanas y días de la ira, junto a la de los mártires, traen estas lamentables situaciones, al extremo de que llega un momento en que ni se sabe quiénes son los mártires ni contra quien hay que descargar las iras. De todas formas, la brutalidad en Siria sigue relegando mediáticamente y políticamente la situación en Egipto, cuyos vecinos palestinos e israelíes siguen, de momento, avanzando en sus conversaciones de paz. Una buena noticia que, ante tanto caos, está pasando desapercibida.
            Y de España ¡qué les voy a decir! Hay noticias buenas y malas. Comenzaré por las malas para quedarme al final con cierto buen sabor de boca.
            Ante un cierto relax dialéctico por parte de las autoridades españolas y británicas tras la aceptación por parte de Bruselas de intervenir en el asunto de Gibraltar, el guerrillero Picardo, dialécticamente hablando, no está dispuesto a rebajar la tensión. Su chulería le hace comportarse como árbitro indiscutible de un juego en el que ni siquiera es jugador suplente. Mientras sigue colando camiones con rocas españolas para ganar terreno a unas aguas, que no son suyas, ha decidido que los pescadores españoles podrían volver a faenar en octubre en Gibraltar, eso sí, afirmando que “No moveremos los bloques de hormigón. Hemos determinado que no afectan la capacidad de los pescadores para faenar”. Ahí queda eso. Obviamente el delegado del gobierno español en Andalucía le ha contestado que “Picardo no es quién para decirle a los pescadores españoles cuando o no pueden pescar”, menos aún en aguas que no son suyas, y, obviamente, Aduanas ha prohibido que ni un solo camión más siga llevando rocas a Gibraltar. El apresuramiento de Picardo por seguir ampliando el espigón antes de que lleguen los observadores europeo se ha visto truncado de momento. Por cierto, para seguir derrochando chulería, sobre dichos observadores, solicitados por Cameron y Rajoy, aunque con fines distintos, y sobre la posibilidad de que España recurra a los tribunales, Picardo afirma que si “España quiere ir a un tribunal es música para nuestros oídos” y que los observadores europeos van al Peñón “porque los llama Cameron, no Rajoy”. Sin comentarios. Me recuerda tanto a Artur Mas que, como no ande listo Rajoy, me temo que, al final, se la cuelan, aunque, de momento, recrimine a la Comisión Europea su pasividad con Gibraltar, recordándole que debe vigilar que cumpla las leyes de la UE, estudie forzar una resolución de la ONU al respecto y, ante una probable negociación a cuatro bandas, Margallo mantenga que “Hablaremos de pesca cuando retiren los bloques de hormigón” en sintonía con los pescadores que ratifican que, a diferencia de lo que ha determinado Picardo, les impiden pescar en la zona si no son retirados.
            Otra mala noticia es que parece confirmarse la malversación de caudales públicos procedentes de la Junta por parte de la UGT andaluza, que, en sintonía con el asunto de los EREs, no deja de sorprendernos cada día que pasa. En plena efervescencia del caso Bárcenas, que algunos califican ya como la verdadera prima de riesgo del PP, sus dirigentes andaluces invitan a Griñán a que aclare los fondos de formación para parados antes de irse y se explique sobre los fondos públicos cobrados por UGT, de la que la propia Junta ya reconoce que le endosó facturas falsas. Curiosamente en esta especie de refriega sobre quien es más corrupto, el PP de Rajoy ofrece un pacto al PSOE para endurecer el código penal en temas de corrupción (entre ellas que la financiación ilegal de los partidos sea delito o que aceptar un soborno sea cohecho haya o no contrapartidas) y, más curiosamente, es que Oscar López, en vez de aceptar sin más la oferta (es una oportunidad única) intente marear la perdiz preguntándose “¿Si quieren convertir en delito la financiación irregular de los partidos qué van a hacer con la suya?”. Un despropósito más de los que ya nos tiene acostumbrados. Y una pena. Yo le pregunto: ¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra?
            Menos mal que al menos hay alguna noticia buena digna de mencionar. España bate records turísticos (con Cataluña y Andalucía a la cabeza) ya que los 34 millones de turistas suponen la cifra más alta de la Historia, y, además, las exportaciones consiguen también su máximo histórico, reduciendo el déficit comercial en un 69% hasta junio, con lo que el sector exterior se convierte en un verdadero motor para la salida de la crisis. Sin duda, la mejor de las noticias.
            No quiero acabar sin mencionar la impresentable actitud de la izquierda abertzale arremetiendo contra el delegado del gobierno en el País Vasco calificándolo como “nieto del franquismo” que ejerce como “virrey y chivato del reino, una función colonial” para imponer por encima de la voluntad popular “las decisiones de Madrid”. Y luego para que, como los independentistas catalanes, se pongan de parte de Picardo como líder colonial al servicio de la metrópoli británica. Una mezquina y absurda estrategia que sólo conduce al caos y la sinrazón. Aunque para mezquindades las de algunos de los trabajadores del hospital La Paz de Madrid, que exigen que Cifuentes, la delegada del Gobierno en la Comunidad Madrileña (accidentada de gravedad hace unos días), salga de la UCI e ingrese en un hospital privado. Una majadería en toda regla que desacredita cualquier razón reivindicativa que pudiera haberla motivado.


Jorge Cremades Sena

jueves, 22 de agosto de 2013

TERROR Y MÁS TERROR

                        Sin lugar a dudas las imágenes televisivas de las consecuencias del ataque del régimen sirio a los suburbios de Damasco con armas químicas, noticia que recogen en portada o destacan todos los diarios, acapara la atención, la rabia y el asombro de la comunidad internacional. Las imágenes no dejan lugar a dudas. Por encima de cualquier especulación son el reflejo del terror más espeluznante ejercido sobre una población inocente por parte de los maestros de la perversión. Y las palabras de un médico sirio (“por mis manos pasaron 50 niños, todos muertos”) en medio de un caos repleto de cadáveres y heridos, que se retuercen de dolor y de asfixia, ponen en evidencia que hay actuaciones intolerables que ni siquiera pueden tener la más mínima justificación aunque se trate de ganar una guerra. Que el Consejo de Seguridad de la ONU sea incapaz de ponerse de acuerdo y se conforme, ¡faltaría más!, con pedir “claridad” sobre lo sucedido sin ordenar una profunda investigación con sus propios técnicos para que tales atrocidades no queden impunes, demuestra una vez más la ineficacia de una organización que depende de los intereses o caprichos ideológicos de unas cuantas potencias. Que se siga manteniendo esta guerra cruel sin que haya una intervención internacional eficaz, desacredita, una vez más, el proyecto de un mundo globalizado y cohesionado en la búsqueda de un progresivo bienestar de los distintos pueblos que lo integran. ¿Nadie es capaz de evitar estas masacres? ¿Nadie es capaz al menos de castigar a los culpables cuando dichas masacres se han producido? Por lo visto, ni lo uno, ni lo otro.
            A propósito de estas preguntas, sería buen momento para que la Comunidad Internacional evitara a tiempo lo que puede convertirse en una segunda Siria. Me refiero a Egipto, que ha iniciado un camino hacia una guerra civil, como el iniciado por los sirios hace unos años. El encarcelamiento del jefe espiritual de la Hermandad y del depuesto presidente Morsi, junto a la excarcelación momentánea de Mubarak, que pasa a un arresto domiciliario, en nada favorece cualquier intento de diálogo que, al no ser exigido de forma contundente ni por la UE, ni por EEUU, ni por la ONU, ni por nadie, puede seguir esperando hasta que, como en Siria, sea demasiado tarde. No basta con suspender la exportación de armas a Egipto, ¡faltaría que siguiéramos armándolos hasta los ojos!, ni con aconsejar que no se siga la escalada de violencia, ni con escudarse en que lo sucedido en Egipto “es más complejo que un golpe”, ya lo sabemos. Se requieren, desde mi punto de vista, medidas mucho más contundentes y eficaces que impidan la consolidación de un nuevo régimen dictatorial que, precisamente por tratarse de algo “más complejo que un golpe”, ni siquiera le sería fácil conseguir y puede desembocar en un largo conflicto civil tras una fracasada estrategia de represión intolerable. Como supongo que ni la consolidación de un régimen golpista, ni el desencadenamiento de una guerra civil pueden satisfacer a la comunidad internacional, ésta tiene que poner todos los medios a su alcance para evitar ambos supuestos. ¿Acaso no tienen medios para hacerlo? Entonces, ¿para qué nos sirve? Que le pregunten a sirios o egipcios. O a tantos y tantos pueblos sometidos a regímenes dictatoriales más o menos sanguinarios.
Ante la envergadura de las noticias comentadas queda poco margen para las que suceden en España que, afortunadamente, ni por asomo tienen tanta trascendencia. El conflicto de Gibraltar, la investigación del accidente ferroviario, la supuesta malversación de fondos de UGT, junto a los permanentes incendios forestales (endémicos ya durante nuestros calurosos veranos), siguen su curso. En todo caso son los acontecimientos que rompen el lógico silencio durante las vacaciones de nuestros políticos que no desaprovechan la ocasión para seguir tirándose los trastos a la cabeza. Como era de esperar sobre el accidente ferroviario la oposición (especialmente el BNG e IU) le exigen responsabilidades al gobierno, el PP se las traspasa a la urgencia del ministro socialista Blanco por inaugurar el tramo, y el PSOE, por si acaso, mantiene un prudente silencio o leve ruido. El mismo que mantiene la oposición ante el escándalo en la UGT de Andalucía por presunto uso fraudulento de fondos europeos, donde, como en el caso de los EREs fraudulentos o en el caso Bárcenas, van conociéndose nuevos detalles que, según afecten los casos, reavivan el silencio de unos y el ruido de otros de forma bochornosa. Tan bochornosa como los tímidos y matizados apoyos, cuando no son veladas críticas, al gobierno en el asunto de Gibraltar que sigue enquistado y a la espera de esos observadores que, al parecer, serán enviados por la UE.
Y para que no falte de nada, Egibar, el líder peneuvista, manifiesta que cada vez “se impone más el que se piense y se actúe como un Estado vasco, porque el actual Estado, desde el punto de vista económico, está lastrando a Euskadi” añadiendo que “para lograr esa relación de igualdad hace falta voluntad política” y rematando que “lo que libre y democráticamente decida la ciudadanía vasca, será lo que tendrá que asumir el Estado. En fin, una oferta de diálogo en toda regla, al estilo del que exigen los independentistas catalanes. Es decir, dialoga, de igual a igual, para aceptar y someterte a lo que yo decida, pero omitiendo, aunque no tenga capacidad legal para decidir, entre otras cosas porque no soy igual que tú y sólo soy una parte de ti. Sólo le ha faltado afirmar con toda rotundidad que España está robándole a los vascos al igual que, según Artur Mas, roba a los catalanes, a pesar de que los vascos gocen del injusto, insolidario y anacrónico sistema de cupo o concierto económico. Pero, si se trata de hacer demagogia, qué más da. Si además advierte que el Gobierno español carece de capacidad económica y financiera “para solucionar vía pacto la situación de Cataluña”, es obvio que la solución sólo está en la siguiente disyuntiva: o se soluciona sin “vía pacto” o se disuelve el Estado español, cuyo gobierno es incapaz de solucionar los problemas de sus distintos territorios, cuyos gobiernos autónomos juegan permanentemente en su contra. Una disyuntiva que se resume en aplicar la legalidad con todas las consecuencias o permitir que la ilegalidad institucional acabe con el Estado. La elección es obvia.



Jorge Cremades Sena

martes, 20 de agosto de 2013

INFIERNO CONGELADO

                        No me refiero al infierno egipcio, que ojalá pudiera congelarse para que el pueblo no siga abrasándose entre las llamas de unos y de otros, quienes, ebrios de ira endemoniada, condenan a muerte a demasiados inocentes, víctimas de un fuego cruzado indiscriminadamente, cuando debieran ser ellos los condenados al fuego eterno, si es que éste existe. Mientras los jefes de la Hermandad, pareciéndoles poco su convocatoria del “viernes de la ira”, anuncian una ampliación, convocando la “semana de la ira”, el jefe militar golpista responde con el anuncio de más represión. Mientras es detenido el líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, las autoridades judiciales ordenan la liberación de Mubarak, el anterior dictador (apoyado internacionalmente, como otros tantos en otros tantos países, mientras convino) que, tras su derrocamiento en la tan ansiada “primavera árabe”, es el origen de este infierno después de una breve estancia en un purgatorio “democrático” de corte occidental, siempre mal entendido en los países de civilización islámica. Mientras un ataque islamista siembra la muerte en Sinaí, el jefe militar egipcio advierte que la violencia “no doblegará al Estado”, olvidando que ha sido secuestrado precisamente por la violencia. Y así, un despropósito detrás de otro que, si no se remedia urgentemente, está a punto de incendiar la mecha de una guerra civil que, al igual que la de Siria (olvidada por cierto últimamente) sólo puede acarrear más alarma e inestabilidad en el polvorín en que, desde hace demasiado tiempo, se ha convertido el Próximo Oriente. Menos mal que la Junta Militar ha decidido al menos redoblar la seguridad para garantizar el tráfico comercial por el Canal de Suez, que de momento sigue abierto, pues hay que recordar que por él transitan diariamente unos dos millones y medio de barriles de petróleo y, aproximadamente, el 8% del comercio mundial, lo que haría inasumible para la comunidad internacional un hipotético cierre del mismo.
            Pues bien, como he dicho, no me refiero al infierno egipcio, que, desgraciadamente, en vez de estar congelado sigue avivando el fuego cada día que pasa, me refiero a la última chulería de Picardo, el ministro principal gibraltareño, que, ante la exigencia de Rajoy para retomar el diálogo con Cameron, que no con él, de que retiren los bloques de hormigón con pinchos de acero que lanzaron al mar los gibraltareños, ha contestado literalmente que “el infierno se congelará antes de que retire los bloques”. Una buena respuesta para los amantes del diálogo, como el portavoz de ERC en el Congreso, siempre que previamente se garanticen las ilegalidades cometidas, a las que tan acostumbrados están. El mismo diálogo al que apelan los independentistas catalanes bajo el slogan “dialoguemos para que se me garanticen y consoliden todas mis ilegalidades”. De no hacerlo, te conviertes en un intransigente. Además, el “dialogante” Picardo, no conforme con semejante chulería (¡qué dirían los ingleses y, lamentablemente, demasiados españoles, si fuese Rajoy quien las dijera!), mientras los pescadores españoles protestaban pacíficamente con sus barcas, gritando “dejad de jugar con el pan de nuestros hijos”, les lanzaba a la policía gibraltareña, provocando momentos de bastante tensión, y les advertía “si os acercáis será peor para vosotros”. Me pregunto “¿les iba a disparar?”. Menos mal que, al parecer, la UE está dispuesta a enviar los observadores que, solicitados por Cameron sólo para el asunto de los controles, acepta y solicita Rajoy siempre que su misión sea una investigación “global” de la situación del Peñón. Se me ocurre que, mientras llegan los observadores, no estaría nada mal que Picardo siguiera haciendo de las suyas, pues, si no nos hemos vuelto todos locos, imagino que sus chulerías al primero que enojarán será a Cameron que sabe de sobra que, antes o después, la solución pasa por una negociación bilateral entre el gobierno británico y español. Y también sabe que lo peor que pudiera suceder, tanto para los llanitos como para los ingleses, aunque afecte a algunos españoles de la zona, es que, amparándose en la legalidad nacional e internacional, en el propio Tratado de Utrecht y en la evolución histórica de la descolonización España ponga en serios aprietos la viabilidad del alto nivel de vida que gozan los habitantes del Peñón, que no ciudadanos gibraltareños, y las buenas relaciones entre dos países, Gran Bretaña y España, socios de la UE. Atentos pues a lo que, en principio, diga Bruselas. Entretanto España sólo tiene que seguir manteniendo su firmeza respetuosa con la legalidad, mientras recopila un dossier que pruebe las agresiones e ilegalidades cometidas por las autoridades gibraltareñas. Pruebas hay de sobra (blanqueo, contrabando, evasión fiscal, erosión medioambiental…) y sólo hay que demostrar la gravedad de las mismas (no es lo mismo, por ejemplo, el contrabando de tabaco que el de armas) como, por ejemplo, las últimas mentiras de Picardo al sostener que la arena para el relleno de Gibraltar procede de una cantera y no de una playa, cuando, al parecer, hay pruebas de que procede de las dunas de Valdevaqueros, lo que supondría un verdadero tráfico de arena protegida de Tarifa que está investigando Fiscalía.
            Y entre el resto de noticias que destacan los principales diarios españoles, desde mi punto de vista, cabe destacar, o, al menos, mencionar la investigación por parte de Fiscalía del uso fraudulento por parte de UGT de fondos europeos destinados a los parados, al utilizarlos para apoyar huelgas y actividades propagandísticas; el rifirrafe entre los dirigentes populares y socialistas que, ante la afirmación de éstos de una financiación ilegal del PP, aquellos amenazan con acabar en los tribunales; la imputación de responsables de seguridad de Adif en el caso del accidente de ferrocarril de Santiago, junto a la más que probada imprudencia del maquinista; y, especialmente, el éxodo a otros territorios españoles de más de mil empresas de Cataluña, de donde casi 600.000 personas han salido desde el inicio de la crisis, mientras que un centenar de cargos de Artur Mas cobran más que el propio presidente del gobierno Mariano Rajoy. En fin, como para el independentismo catalán, la culpa de todo la tiene España, supongo que del derroche que hace gala el gobierno de CiU, con el imprescindible apoyo de ERC, el culpable será el gobierno central. Estamos ya tan acostumbrados a conductas tan indeseables por parte de algunos de nuestros políticos que casi nada nos sorprende.
            Por cierto, en el artículo “Desvaríos o majaderías políticas”, que acabo de colgar en mi blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/ recojo las últimas que, al menos a mí, sí me han sorprendido. ¿Y a vosotros? Supongo que también.



Jorge Cremades Sena

lunes, 19 de agosto de 2013

OBSERVADORES A GIBRALTAR

                         Pocas novedades durante el fin de semana. Egipto sigue desangrándose, Gibraltar sigue en el punto de mira, el PP y toda España pendientes de la evolución del caso Bárcenas y la economía se sigue asomando tímidamente a una posible salida del túnel, en España gracias al turismo y las exportaciones.
            Tras la represión del “viernes de la ira”, convocado por los Hermanos Musulmanes, desalojados del poder por el golpe de estado, el derramamiento de sangre en Egipto no cesa, sin que, de momento, se vislumbre el más mínimo entendimiento que inicie el camino de un cese a tanta brutalidad. El terror se extiende a todos y, por parte de unos y de otros, atemoriza a grupos que apoyaron el golpe, como los cristianos coptos, o a musulmanes no radicalizados, que simplemente quieren la paz viviéndola desde su fe. Iglesias y mezquitas son asaltadas. El régimen golpista egipcio amenaza con disolver los Hermanos Musulmanes, que volverían a la clandestinidad, y éstos anuncian que seguirán convocando jornadas de protesta como la del pasado viernes, cuyo nombre, “de la ira”, encierra en sí mismo todo el terror que padecen los egipcios de buena fe, quienes, acorralados entre dos radicalismos, son incapaces de encontrar el camino de la paz y de la libertad. El peligro de una mayor radicalización desde la posible clandestinidad de la Hermandad, así como el de mayor violencia si se consolidad el iniciado resquebrajamiento de la coalición pro golpe, sólo puede anular aún más a los sectores más moderados ya que, en tales circunstancias, siempre salen ganando los más violentos, dificultando enormemente cualquier posibilidad de entendimiento de cara al futuro. Que el régimen golpista justifique la represión indiscriminada, diciendo que se trata de “una conspiración terrorista” por parte de quienes han sido desalojados del poder de forma violenta, tras conseguirlo de forma democrática, es un sarcasmo, por más errores que, como gobernantes, hayan podido cometer.
            Londres y Madrid siguen dando vueltas de tuerca al problema de Gibraltar, mientras Picardo sigue a la suya. Cameron y Rajoy ponen a Barroso en el punto de mira en vez de sentarse a negociar seriamente sobre una definitiva solución del problema gibraltareño. Curiosamente el inglés, que, por cierto, suele veranear en España, le pide al portugués que la UE envíe observadores a Gibraltar urgentemente, mientras que Rajoy se toma con calma el asunto, convencido de que los controles en la verja, que dice seguir haciendo, se ajustan a la legalidad, frente a las ilegalidades habituales de las autoridades gibraltareñas. No estaría de más que se sumara a la petición de Cameron para que observaran e investigaran el entramado de intereses que mueven a la incesante tarea de ganar terrenos al mar en aguas que en ningún documento se justifica que sean de jurisdicción británica, así como las inaceptables actividades de contrabando y tráfico de mercancías ilegales en la frontera que, al no ser Gibraltar territorio incluido en el Acuerdo de Schengen, no sólo da derecho a España a un estricto control fronterizo sino que además supone una estricta obligación para las autoridades españolas. Si hasta la fecha se ha mirado hacia otro lado en los últimos años, para regocijo de algunos, no justifica que en lo sucesivo se siga incumpliendo una obligación ineludible, como cualquier otro país incluido en Schengen hace en las fronteras consideradas exteriores en el Acuerdo. Entiendo que, si llegaran los observadores solicitados por Cameron, se pondría a cada uno en su lugar, incluso a los independentistas catalanes, que, acostumbrados a moverse en la ilegalidad institucional como los gibraltareños, no lo entenderían. Pero, en fin, ese es otro asunto. Por ello Artur Mas quiere una Junta Electoral con expertos elegidos a dedo. Aunque, no ha dicho en qué han de ser expertos.
            En cuanto al asunto del “caso Bárcenas” y la financiación ilegal del PP, supuesta para algunos y clara y meridiana para otros, como para Oscar López que, parece ser que el PP llevará a los tribunales por sus declaraciones públicas, el juez Ruz parece que afortunadamente quiere llegar hasta el fondo del asunto para que, de una vez por todas, quienes, al margen de otro tipo de intereses, queremos saber toda la verdad, no sólo sobre el PP de Rajoy, sino sobre el PSOE de Rubalcaba y Griñán, la CiU de Más y Durán i Lleida, la IU de Cayo Lara y Valderas… y así sucesivamente del resto de partidos políticos de cualquier ámbito que tanto daño han causado a los españoles con sus parciales e incoherentes comportamientos en beneficio de sus intereses y en perjuicio del interés general. Aplausos a Ruz por solicitar al PP que entregue los dos ordenadores de Bárcenas para cotejarlos con su agenda y ánimo al resto de jueces que llevan el resto de casos para que, como Ruz o Alaya en el asunto de los EREs falsos andaluces, hagan lo propio.
            Finalmente, desde mi punto de vista, hay que mantener una cierta dosis de optimismo ante la situación económica que, según algunos, ha conseguido un ahorro de unos 15.000 millones de euros sólo en pago de intereses de la deuda gracias a la prima de riesgo que hace un año estaba en 638 puntos y se ha logrado reducir a 247. Lástima que sigamos teniendo todavía muchos más funcionarios que toda Alemania o que, por ejemplo, sigamos gastando en proyectos improductivos para llegar a la conclusión de que Cervantes era catalán y escribió El Quijote en dicha lengua, aunque el original no haya aparecido y sólo se conocen traducciones al castellano de muy baja calidad.



Jorge Cremades Sena

viernes, 16 de agosto de 2013

TRAGEDIA EN EGIPTO

                        Mientras las colas en el Peñón incluso provocan incidentes entre los conductores, pues, como es lógico, siempre han de pagar justos por pecadores, sin entender que es el peaje a pagar para evitar el impune circuito delictivo de la zona, las autoridades gibraltareñas siguen a la suya, vertiendo tierras para ganar terreno al mar y vulnerando así, una vez más, la legalidad internacional. Además Picardo, reconfortado por el inestimable e inesperado apoyo del diputado español de ERC Alfred Bosch, no conforme con proseguir sus estrategias delictivas, se permite sacar pecho, amenazando a los españoles con que la Royal Navi está preparada para “disuadir adversarios”. Esperemos que no llegue la sangre al río, pues sólo la idea de ver la imagen de Picardo y Bosch, juntos en las patrulleras británicas, disuadiendo a los enemigos españoles, entre los que me encuentro, me provoca un asco infinito, no por los ingleses, sino por los traidores que, mientras me representan políticamente en las Cortes y cobran por ello de mis impuestos, se ponen de parte de quien se declara mi adversario.
            Menos mal que alguna que otra noticia buena alivia un poco mi indignación. España vive un verano de récord de turistas extranjeros, destacando especialmente el turismo inglés, lo que supone que, de momento, las recomendaciones de la eurodiputada británica aconsejando un boicot turístico contra España no está teniendo éxito. Si a ello añadimos las buenas perspectivas que se conocieron ayer sobre la eurozona y la confirmación de que la prima de riesgo española sigue bajando, mientras que el IBEX35 sigue subiendo, no cabe duda de que se vislumbra una pequeña luz en el horizonte que bien puede indicar una posible salida del túnel. ¡Ojala así sea!
            Desgraciadamente acertaba el último día al destacar mi preocupación por la escalada de violencia que se estaba dando en Egipto y que, finalmente, ha desembocado en una verdadera masacre, con centenares de muertos, tras la represión por parte del ejército a las multitudinarias manifestaciones contra el gobierno golpista y a favor del destituido presidente Mursi. Una tragedia en toda regla que ha puesto punto y final a la “primavera árabe” en Egipto para dar paso a un crudo invierno infernal en pleno mes de agosto. Es la noticia por excelencia a nivel internacional, que, entre otras, ensombrece la que protagonizan sus vecinos palestinos e israelíes que, sin demasiadas esperanzas, están inmersos en plenas conversaciones y negociaciones de paz. Es el agridulce sabor de una zona, el Próximo Oriente, condenada al permanente conflicto como si de un territorio maldito se tratara. En un artículo titulado “Infierno egipcio”, colgado en mi blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/, reflexiono sobre algunas de las responsabilidades que, desde mi punto de vista, puede tener la Comunidad Internacional en el asunto. Bienvenida sea, aunque tarde, la unánime repulsa que, desgraciadamente, se produce tras la muerte de tantos y tantos inocentes, en este caso, egipcios. Más vale tarde que nunca.
            Poco más que decir del resto de noticias. El propio Partido Popular, la oposición y los tertulianos siguen deshojando la margarita en el “caso Bárcenas”, cuya evolución judicial, según los diarios, está provocando efectos contradictorios. Si para algunos la reciente comparecencia de Arenas y Cospedal en sede judicial “amenaza la cohesión del PP” y escenifica su “fractura interna”, para otros “desinfla el caso Bárcenas”. Entretanto el conocedor por excelencia de todos los secretos de Génova, Álvaro Lapuerta, dice que no cree que Bárcenas “haga mucho daño al PP”. En fin, ellos sabrán.
            No quiero acabar estos comentarios a las noticias de prensa sin mencionar que, como en su momento el asunto de Egipto, me preocupa la escalada de agresividad verbal entre el presidente venezolano Maduro y el jefe de la oposición Capriles, que dice estar preparado “para que me meta preso el gobierno de Maduro” advirtiéndole que “en ese caso el pueblo sabe qué tiene que hacer”. Los “poderes excepcionales”, pedidos por maduro para luchar contra la corrupción, en manos de personajes que hablan con los pajaritos para comunicarse a través de ellos con el fallecido antecesor suyo, Hugo Chavez, ponen los pelos de punta. ¡Ojala que esta llamada de atención que me merece esta noticia sólo quede en mera anécdota! En todo caso, no estaría mal seguirla. Puede traer cola.



Jorge Cremades Sena

miércoles, 14 de agosto de 2013

SIGUE EL CULEBRÓN “BÁRCENAS” Y EL CONFLICTO “GIBRALTAR”

                        Sin duda alguna, tanto el “caso Bárcenas” como el conflicto por Gibraltar siguen siendo las estrellas mediáticas en este caluroso mes de agosto, eclipsando otras noticias importantes como la progresiva disminución de la prima de riesgo en España, que se sitúa ya en 269 puntos, o como la salida de la recesión de la Eurozona que avanza a un 0´3%, gracias al empuje de Alemania y Francia, cuyas economías discurren de forma positiva. Si hace bien pocos días algunos agoreros vaticinaban graves dificultades y retrasos en la salida de la crisis, tanto de España como de la Eurozona, los datos que se publican hoy no se corresponden con tan negativos presagios. En fin, de todas formas mejor nos tomamos con cautela los datos y los vaticinios, vaya a ser que mañana se cambien las tornas. Pero, de momento, disfrutemos de que los gastos de financiación de la deuda española se hayan reducido de forma drástica  a lo largo del último año, pues supongo que, lo que teníamos que gastarnos en pagar intereses, ahora se podrá dedicar a otros asuntos más importantes.
            Ya han declarado en el juzgado como testigos en el “caso Bárcenas” Cascos, Arenas y Cospedal que, como era previsible, los tres han negado la existencia de una contabilidad B en el PP. Bueno, han negado que, al igual que le sucede a Rajoy, no les consta que existiera dicha contabilidad, afirmando rotundamente que ninguno de ellos ha percibido sobresueldos. Cospedal además ha aclarado que fue Rajoy y Arenas quienes pactaron con Bárcenas el famoso y suculento finiquito, pagado en diferido. Por su parte, tanto Cascos como Arenas, admiten su falta de control sobre las donaciones al PP, pues, al parecer, las cuentas eran responsabilidad exclusiva de Bárcenas. Sólo su sucesor como gerente admite haber cobrado dos pagos en B, pero coincide en la versión de que las cuentas las llevaba Bárcenas exclusivamente. En fin, el culebrón va para largo y reparte satisfacciones para todos. Mientras para la oposición, con todo lo actuado hasta el momento, se demuestra la culpabilidad del PP en su conjunto y de Rajoy en particular, para el PP queda claro que todo es trasparente y, en todo caso, el único chorizo es Bárcenas y algún otro compinche particular. Nada nuevo pues y a la espera de que cuando pasen estos calores el juzgado determine las responsabilidades penales que cada cual tenga. Las políticas, salvo clarísimas evidencias, dormirán el sueño de los justos, una vez pasada la fiebre.
            En el conflicto de Gibraltar sí hay novedades. Mientras la eurodiputada británica conservadora Julie Girling propone hacer un boicot al turismo en España, invitando a buscar otros países para hacer turismo, el diputado español esquerrorrepublicano Alfred Bosch se erige en el primer defensor internacional de la causa de los llanitos y, en concordancia con el gobierno británico, muestra por carta al ministro principal de Gibraltar Picardo todo su apoyo y “solidaridad” ante los “abusos” del Ejecutivo español. Y Cameron amenazando con tomar medidas “sin precedentes” contra esta España que, según su colega Girling, “no está de nuestro lado”. Ya ven que, hasta en esto los ingleses se equivocan, la carta de Bosch demuestra que una parte de España está totalmente del lado británico. Por lo demás, sin variación en el frente, el Gobierno, como es su obligación, sigue controlando la frontera, mientras prepara nuevas medidas e incita a Cameron a que se siente a negociar.
            Entretanto, desde mi punto de vista, habría que reflexionar sobre la escalada de violencia en Egipto y, especialmente, sobre las causas que la han motivado. No hay golpes de estados buenos y malos, ya que siempre suponen imponer la razón de la fuerza en vez de la fuerza de la razón, que, políticamente y en democracia, siempre ha de estar en la aplicación de la legalidad. Cuando la ilegalidad, como es “per se” un golpe de estado, rige los destinos de los pueblos sólo consigue a lo sumo la paz de los muertos si tiene fuerza suficiente y, en caso contrario, la anarquía, creando un círculo vicioso perverso donde domina la violencia.
Por cierto, hablando de violencia e ilegalidad, me llama la atención que dos alcaldes en sendos pueblos navarros de Bildu estén recibiendo cartas amenazadoras de una organización denominada Agrupación de Nacionalistas Navarros. Parece ser que les exigen, según dice Bildu, que retiren de sus calles y ayuntamientos la ikurriña y hagan ondear en ellos la bandera española. Como es obvio, Bildu culpa de ello al Estado Español por las críticas y agresiones que, según Bildu, reciben del mismo. Yo, en parte, comparto lo que dice Bildu al respecto, pues es el Estado Español y sus instituciones competentes quienes debieran imponer la legalidad, en este caso, con el asunto de los símbolos. El Estado no es culpable por las agresiones hacia Bildu, sino justo por todo lo contrario, por su permisividad, ya que hacer cumplir la ley es su obligación, y, de haberlo hecho, estos conflictos dejarían de existir. ¿Es tan complicado que en el País Vasco ondeé la ikurriña y la bandera española y que en Navarra lo haga la bandera navarra junto a la española? Es obvio, la ilegalidad sólo genera violencia y por ello, desde mi punto de vista, el Estado debe zanjar, de una vez por todas, el empecinamiento de los alcaldes de Bildu en incumplir la ley, en este caso sobre las banderas, así como perseguir a quienes con amenazas quieren imponérselo, cuando no es a ellos a quien corresponde ni sus métodos son los adecuados.


Jorge Cremades Sena

lunes, 12 de agosto de 2013

GIBRALTAR, EL FONDO Y LAS FORMAS

                        No cabe ninguna duda de que el contencioso hispano-británico por Gibraltar sigue acaparando el interés mediático y la preocupación de los españoles, con el permiso de otros asuntos, como la presunta financiación ilegal del PP, que le va a la zaga. Es más, algunos incluso mantienen que precisamente la iniciativa reivindicativa del gobierno de Rajoy sobre Gibraltar se debe al interés por relegar el “caso Bárcenas” a un segundo plano. Sea como fuere, dos asuntos que por su trascendencia copan el interés general a la espera de que en el primer caso Madrid y Londres lleguen a un acuerdo y, en el segundo, a que el juez Ruz continúe investigando los hechos, cuando, justo en esta semana, irán a declarar como testigos Cospedal, Arenas y Álvarez Cascos, que, al estar obligados a decir la verdad, pueden aportar alguna luz sobre el asunto. Por tanto, a la espera de lo que declaren, que dará mucho que hablar, voy a centrarme hoy en el tratamiento que se está dando a la evolución del “caso Gibraltar”, tanto en el fondo como en las formas.
            Me llama la atención que, mientras en Inglaterra siguen manteniendo una cierta unanimidad a las posturas adoptadas por su gobierno, en España seguimos discutiendo sobre el sexo de los ángeles en vez de hacer lo propio con lo que hace el nuestro, lo que, a mi juicio, debilita internacionalmente a Rajoy frente a Cameron. Es deplorable que, cuando nadie se atreve en España a cuestionar públicamente el fondo del asunto –es decir, acabar con el impresentable residuo colonial en territorio europeo-, algunos, según les interesa, se dediquen a marear la perdiz sobre las formas en que se ha de reivindicar y el momento en que ha de hacerse.
Desde mi punto de vista es accesorio si Rajoy utiliza el asunto como cortina de humo sobre el “caso Bárcenas” y sobre los problemas económicos. Lo cierto es que, ante la enésima chulería del gobierno gibraltareño, tirando 70 bloques de hormigón al mar con puntas de acero en las inmediaciones del puerto, el gobierno español responde, ¡menos mal!, con una aplicación estricta de su obligación de controlar la frontera y con el anuncio de tomar todo tipo de “medidas legales” para acabar con las ilegalidades de todo tipo que se suelen dar en la zona de forma impune. Si, ante esta provocación, el gobierno ha decidido responder ahora, aunque no se haya hecho anteriormente, es lo importante. Él sabrá si lo hace por razones oportunistas o no. En todo caso la provocación gibraltareña es un hecho irrefutable, que, menos el gobierno británico, reconoce todo el mundo, incluidos los diarios nacionales e internacionales más críticos con la postura de Rajoy, Que algún diario, como el Wall Street Journal, diga que "No hay duda de que el Gobierno de Madrid prefiere batir tambores nacionalistas antes que hablar sobre la economía nacional, pero es una distracción que no conduce a ninguna parte” sólo demuestra su parcial visión del problema, apoyado en algunos comentaristas y políticos españoles que hacen lo propio para devaluar las iniciativas gubernamentales. Pero que, dicho diario, además se jacte afirmando que “El primer ministro británico David Cameron ha reiterado que el Reino Unido nunca negociará devolver la Roca mientras sus residentes quieran seguir siendo británicos" pone en evidencia a quienes se erigen como paladines de las medidas diplomáticas pero renunciando a otro tipo de medidas legales que, como en este caso, al menos dificulte el normal funcionamiento, ampliamente delictivo, de los habitantes de la Roca.
Desde mi punto de vista no están reñidas, ni son excluyentes, las medidas que anuncia Rajoy con otras propuestas de otras opciones políticas. Llevar el conflicto a la ONU que, por cierto ya se ha pronunciado en otras ocasiones favorablemente a las tesis españolas, no está reñido en absoluto con la propuesta socialista de que el conflicto se discuta en la UE, ni siquiera con la vía jurídica del Tribunal de la Haya. Decir que unas u otras medidas suponen meterse en “aventuras” y que buscar apoyos a la causa fuera de la UE, por poco fiables que sean, son “falsas alianzas” me parece poner palos en la rueda. Si, como dice el PSOE, “no tiene ningún sentido” mantener la colonia del Peñón, ceñirse a “una solución europea, en el marco de la Unión, entre dos países socios”, me parece restar posibilidades a la solución del conflicto que, ante las tesis de Cameron y de Picardo, suponen una ingenuidad de órdago a la grande, pues con socios o amigos así, evidentemente, no se necesitan enemigos. Si para el Reino Unido “la autodeterminación importa más que la integridad territorial” al margen de todas las resoluciones de la ONU sobre dichos derechos y quienes pueden ejercerlos, con permiso de los independentistas catalanes, de prosperar estas tesis en la UE, estaríamos en el umbral del mayor proceso de atomización política con grave riesgo para la paz y la seguridad internacional. ¿Mantendrían dichas tesis los británicos en caso de que la colonia, fraudulentamente obtenida, estuviese en su territorio? Seguro que no.
Pero el colmo de la manipulación informativa es que el citado diario de prestigio internacional base su discurso probritánico en parte del famoso artículo X del Tratado de Utrecht ("el Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno") y olvidando parte del mismo en que también dice que dicha propiedad se cede "sin jurisdicción territorial y sin comunicación abierta con el país circunvecino por parte de tierra", además de que para  "evitar abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías" fija que "la comunicación por mar con la costa de España no puede estar abierta y segura en todos los tiempos". Es muy fácil citar una parte del Tratado y omitir el resto, para criticar una reivindicación totalmente justa por parte de España. Lo absurdo es que no sé qué intereses tienen quienes, siendo españoles, se empeñan en tirar piedras sobre nuestro propio tejado. Es decir, nosotros somos una especie de cerdos nacionalistas españoles, y los ingleses son todo lo contrario. Deplorable.
            Me sorprende que, ante informaciones sesgadas de algunos diarios, como el citado Wall Street Journal para menoscabar las medidas adoptadas por Rajoy ante las respuestas de Cameron, ningún diario español salga al paso aunque sólo sea para de forma objetiva aportar toda la información al respecto y que los ciudadanos saquen sus propias conclusiones. Está claro, una cosa es el Reino Unido y otra es España.

            Por cierto, en mi blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/, acabo de colgar el artículo “Gibraltar en el punto de mira”.


Jorge Cremades Sena


sábado, 10 de agosto de 2013

TRANQUILOS, NO ES LA GUERRA

                        Aunque, leyendo algunos titulares de prensa, lo parezca, ni España ha declarado la guerra a Inglaterra, ni viceversa. Tranquilos, pues. Los barcos de guerra de la flota británica que están a punto de llegar a Gibraltar, vienen en son de paz. España ya lo sabía, incluso antes de que estallara este enésimo conflicto diplomático por el peñón. Por tanto, nada que ver con aquella otra flota anglo-holandesa que en 1704 sometió la plaza y puerto de Gibraltar en nombre del futurible Carlos III de España, de la Casa de Austria (no lo confundan con el posterior rey borbón Carlos III), para, acto seguido, apropiarse de ella en nombre de la reina Ana de Inglaterra. Otra cuestión es que, desde entonces, cada dos por tres se desencadene un conflicto diplomático hispano-británico por el asunto, como es el caso. Son tantos los incumplimientos y extralimitaciones por parte de Gibraltar e Inglaterra que, curiosamente, lo que debiera ser normal, es decir, la puesta en práctica de “medidas legales”, que España tiene derecho e incluso obligación de cumplir, se convierte en noticia y se presenta para algunos como una “provocación” por parte de España. Son los militantes de la claudicación al considerar que, ante las agresiones externas, hay que mirar hacia otro lado, pues si respondes, al menos para que el agresor se entere de que no eres imbécil del todo, te consideran como un peligroso agresivo que pretendes provocar la gresca, mientras consideran al agresor como una especie de hermanita de la caridad. Rajoy sólo está respondiendo a las actitudes intolerables del gobierno de Gibraltar con el respaldo, obviamente, del gobierno británico, y lo está haciendo de forma clara, proporcionada y contundente. Menos mal que, a medida que pasan los días, incluso algunos de los más reticentes van entendiendo que es lo que hay que hacer. Así, el jefe de la oposición, Rubalcaba, ya le ha manifestado su colaboración, reconociendo que Gibraltar ha cometido “un error detrás de otro”, aunque, como en España eso de las unanimidades no se lleva ni en los asuntos de Estado, haya puesto sus reticencias, condicionando su apoyo a que las cosas se hagan “bien” y “con diplomacia y diálogo”. Por supuesto, si el contrario quiere dialogar. Todo correcto.
            Desde mi punto de vista, lo que sí debe preocuparnos es la postura de la CEOE sobre los contratos de jornada entera, reclamando su sustitución por contratos temporales. Las previsiones pesimistas del FMI sobre la economía española y las del BCE sobre la eurozona, vaticinan, y ¡ojala que se equivoquen!, que todavía queda lejos la salida de la crisis y, no lo olvidemos, nosotros estamos casi en la cola. Como es más que probable que, aprovechando situaciones calamitosas, las medidas siempre vayan contra los más débiles, intranquiliza que a la reforma laboral ya vigente se le pretenda dar una vuelta de tuerca para ponérselo aún peor a los trabajadores.
            Por lo demás, como era de esperar, los presidentes de Renfe y Adif, ponen el acento de las causas del accidente ferroviario de Santiago en un error humano del maquinista, manifestando que tanto las vías como el tren estaban en perfectas condiciones y que, en todo caso, la curva de Santiago jamás recibió quejas, pues los técnicos consideraron que el tramo era seguro. Asimismo la ministra Ana Pastor propone en el Congreso veinte medidas para reforzar la seguridad ferroviaria de la Alta Velocidad. Como suele suceder, una vez más, se ha de sufrir una tragedia para que se tomen medidas preventivas mucho más estrictas. Evidentemente cuando el asunto se encauza en el lugar adecuado, pues encauzarlo en el terreno de las especulaciones y el debate partidista, como se hizo aquí, sólo aporta más alarma y confusión a la situación. Lamentablemente, el interés mediático de las comparecencias de los presidentes de Renfe y Adif, así como de la ministra, en el Congreso, que son las que realmente aportan posibles soluciones e información veraz sobre las causas del siniestro, queda nublado frente a la diabólica marea mediática que, desde el trágico accidente, ocupó durante muchos días las tertulias televisivas con protagonistas, especulando interesadamente, sin más información añadida que sus particulares elucubraciones mentales. Lo critiqué en su día y ahora lo ratifico. Buscar ventajas políticas en tamañas desgracias, además de ser indecente, suele volverse contra quienes lo practican, especialmente si, como parece, aunque se carguen las tintas sobre el maquinista, pueden haber sido varios errores humanos –e incluso políticos- los que, desde la inauguración de dicho tramo ferroviario, han confluido en la tragedia.

                                               Jorge Cremades Sena

jueves, 8 de agosto de 2013

RAJOY MANTIENE EL PULSO

                          El conflicto diplomático entre España e Inglaterra por Gibraltar sigue “in crescendo”. Tras el diálogo entre Cameron y Rajoy ha quedado claro que hay que sentarse a negociar, que no se puede seguir mirando hacia otro lado ante las decisiones unilaterales que toman las autoridades gibraltareñas cuando les viene en gana. Rajoy, desde mi punto de vista, acierta al plantear que está dispuesto a suavizar las medidas de control y a ralentizar las que anunciara Margallo hace un par de días si se abre una mesa negociadora entre España e Inglaterra que incluya a autoridades del Peñón y de la Junta de Andalucía, frente al Foro Tripartito, que incluía a España, Inglaterra y el Peñón. Si el contencioso de Gibraltar atañe estrictamente a dos estados soberanos, España e Inglaterra, no tiene sentido que en la negociación se considere a Gibraltar como una tercera parte, en términos de igualdad, tal como en su día decidieron, erróneamente a mi juicio, gobiernos españoles anteriores; por tanto, considerando que los gibraltareños, como parte afectada, tienen algo que decir, si forman parte de la negociación también deben tenerse en cuenta los criterios de los españoles de la zona que, igualmente, son parte directamente afectada por las decisiones que pudieran adoptarse. Sólo desde esta perspectiva se podría entender la presencia de gibraltareños en la negociación. Dado que Gibraltar tiene un gobierno, democráticamente elegido, y que Andalucía también lo tiene, lo razonable es que, o se negocie bilateralmente entre España e Inglaterra, que sería lo más razonable, o, en caso contrario, que se haga a cuatro bandas (nunca a tres bandas) con la participación de los gobernantes gibraltareños y andaluces, quienes, al fin y al cabo, serán los más directamente afectados en cualquier decisión de futuro que se pueda tomar. Esta propuesta, como medida de presión, para suavizar entretanto los controles que España debe hacer en la frontera, deja la pelota en el tejado de Inglaterra, de quien depende, aceptándola o no, que, hasta llegar a un acuerdo satisfactorio, se tenga una actitud más o menos favorable a los intereses que puedan tener las autoridades gibraltareñas. Si tanto Cameron como Rajoy consideran “inaceptable” lo que sucede en Gibraltar, puede que, en efecto, ambos lleven razón, aunque con distintos argumentos. Lo realmente inaceptable por tanto es que, después de trescientos años, no se haya llegado a un acuerdo satisfactorio y basado en el Tratado de Utrecht que originó el conflicto, pues son demasiados los incumplimientos que, a lo largo de estos años, se han ido produciendo por parte de las autoridades y muchas las diferencias del contexto internacional, al extremo de que, hoy en día, la literalidad de aquel tratado y las circunstancias que lo motivaron, entre otras cosas, lo convierten en obsoleto, al margen de que la evolución jurídico-política del Peñón durante estos años para nada se corresponde con lo que, al respecto, se firmó en Utrecht. Ni siquiera caben ya razones internacionales de carácter estratégico o razones ideológico-políticas, tan utilizadas en épocas anteriores, que justifiquen este residuo colonial, anacrónico e impresentable, en territorio europeo y, menos aún, entre dos estados soberanos, socios y aliados, que comparten buena parte de objetivos sociales, políticos y económicos dentro de la UE.
                          Por lo demás, llama la atención la postura de IU en Andalucía sobre el asunto de los EREs fraudulentos que, con 116 imputados, es un grave problema para la ya más que mermada confianza de los ciudadanos en nuestros gobernantes. Que el vicepresidente actual de la Junta de Andalucía y destacado miembro de IU, arremeta contra la investigación de la jueza Alaya, que califica de lenta, y, en vez de aplaudir que, cueste lo que cueste, hay que llegar hasta el fondo del asunto, manifieste que lo que necesita Andalucía es “pasar página” y “pasarla conociendo el alcance de las responsabilidades política y penales” de este caso de corrupción, cuyos imputados están en situación de “indefensión” me parece impresentable, sobre todo porque, cuando estaba en la oposición y en plena campaña electoral el ataque a dicha presunta corrupción de la Junta fue uno de sus más acertados argumentos. ¿Acaso Alaya no está buscando las responsabilidades penales? ¿Qué responsabilidades políticas exige él y a quién se las exige?  Y es que no hay mejor forma de quitar la careta a nuestros políticos que darles un cargo de gobierno. Lamentable, se mire como se mire. Tan lamentable, pero, al menos, previsible, como que Artur Mas decida prorrogar los presupuestos de la Generalitat de Cataluña y llevar a los tribunales el reparto del déficit que ha hecho el Gobierno, máxime cuando ha sido una de las comunidades autónomas más beneficiadas y ha recibido más de 28.000 millones. En fin, más méritos de nuestros gobernantes para seguir cosechando mayores cotas de descrédito de las que ya tienen.
                          Por cierto, a propósito del descrédito, acabo de colgar en mi blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/ un artículo titulado “Cuestión de credibilidad” que, desde mi punto de vista, es probablemente el principal problema que hoy padece nuestro sistema político.


                                               Jorge Cremades Sena

martes, 6 de agosto de 2013

QUE CAMERON SEA DURO Y RAJOY TENGA CALMA

       Mientas Rajoy da una vuelta de tuerca al recorte de subvenciones a los sindicatos, reduciéndolas un 50%, y se van conociendo algunos detalles del jaleo montado con el indulto del pederasta, de nuevo preso y a disposición de la Audiencia Nacional, para que adopte las medidas legales pertinentes sobre su futuro, el conflicto entre España e Inglaterra por el asunto de Gibraltar sigue copando el interés nacional e internacional. No es para menos.
Lo que realmente llama la atención es la distinta reacción que, ante el contencioso gibraltareño, tienen los británicos y los españoles. Mientras que los primeros, comenzando por los partidos políticos, respaldan a Cameron de forma casi unánime, los segundos ponen trabas a Rajoy por su contundencia a la hora de reavivar el conflicto, respondiendo a las enésimas provocaciones de los gibraltareños, en este caso, por tirar al mar bloques de hormigón que impiden el normal desarrollo pesquero de los españoles en la zona, en unas aguas que, como mínimo, no son de su jurisdicción de forma clara y contundente. Tampoco lo era la zona neutra en que se construyó el aeropuerto y, ya ven, los hechos consumados, si nadie se opone enérgicamente, al final quedan consolidados. Cameron, preocupado obviamente por el anuncio de Margallo de que piensa ser estricto en la aplicación de la legalidad y tomar determinadas medidas para evitar o reducir las actividades ilícitas de la zona, es respaldado casi sin fisuras por los ingleses, comenzando por los laboristas desde la oposición. En cambio Rajoy es cuestionado o, al menos, criticado, por una buena parte de españoles, incluidos los independentistas y buena parte de la oposición. A Cameron le piden los suyos que sea duro, mientras a Rajoy se le pide que tenga calma. Es evidente que la respuesta de los ingleses ante asuntos de interés nacional o cuestiones de estado, nada tienen que ver con la respuesta de los españoles ante asuntos similares. A veces me pregunto si no somos nosotros mismos los principales culpables de las cosas que nos pasan. Ya se sabe que la posible solución no pasa por activar un conflicto armado, pero lo que es seguro es que tampoco pasa por una permanente bajada de pantalones ante las provocaciones. Al menos, el apoyo unánime a determinados gestos de firmeza reivindicativa sobre la soberanía de Gibraltar, aunque sólo sea como medida de presión para que los británicos no lo tengan tan fácil, debiera ser algo que se da por hecho. ¿Qué harían los ingleses en caso contrario? Pues, eso, júzguenlo ustedes.
Quienes por encima de las razones de estado, cuestiones de soberanía en litigio con otro estado y asuntos que afectan a todos los ciudadanos en general, prefieren priorizar sus legítimos derechos de crítica a quien gobierna para, en beneficio propio, erosionar los apoyos del gobernante, como mínimo, actúan de una forma más que irresponsable. Hay cuestiones que deben estar muy por encima del legítimo conflicto ideológico-partidario. En cualquier país civilizado, incluyendo a Inglaterra, lo tienen bien claro. En España, no.    
 Es tal mi indignación que prefiero no comentar el resto de noticias que, desde mi punto de vista, debieran merecerlo. 
Cada vez tengo más claro que vamos cuesta abajo y sin frenos por una pendiente peligrosa con destino hacia la nada.


                        Jorge Cremades Sena. 

lunes, 5 de agosto de 2013

GIBRALTAR, EL CONFLICTO

                        Sin desdeñar el lío que se ha montado con el asunto del pederasta “español” indultado por Mohamed VI, ni la decisión de EEUU de prorrogar el cierre de sus embajadas y consulados en países del Norte de África y Oriente Próximo, la noticia que, desde mi punto de vista, merece una especial atención, es el conflicto diplomático entre España y Reino Unido por el asunto de Gibraltar.
            En efecto, sigue el lío del supuesto espía o profesor hispano-iraquí, pero, con toda seguridad, pederasta, que parece ser que ahora está en paradero desconocido. Al final, el monarca alauí ha revocado su indulto, mientras que las autoridades española, mientras le buscan, esperan una orden de extradición de Marruecos para devolverlo al lugar del que nunca debiera haber salido. Se va enmendando el entuerto mientras se va aclarando lo mejor posible, pues ya sabemos que, por lo visto, su indulto no fue decisión de las autoridades españolas ni de las marroquíes, pues figuraba en una lista de 30 presos, elaborada por la Embajada española, pero, para ser trasladados a cumplir su condena en España y no para ser indultados, petición expresa que se hacía en otra lista de 18 presos. La generosidad de las autoridades marroquíes, juntando ambas listas y concediendo a todos el indulto, hizo el resto. En fin, los asuntos de espías ya sabemos que tienen poco encaje en el entendimiento del común de los mortales.
            Por otra parte, ha transcurrido el fin de semana y, afortunadamente, no se ha producido ningún atentado terrorista, aunque, desgraciadamente, se sigan produciendo en países atrapados en conflictos bélicos, donde, para deshonra y vergüenza de la Comunidad Internacional, las masacres, los atentados y los golpes de estado son moneda de cambio en libre circulación. Es la hipócrita visión que se tiene desde el mundo desarrollado, por supuesto, siempre que afecte a sus particulares intereses. Pero en fin, esperemos que, en todo caso, el temor de EEUU no se materialice.
            Sin embargo, como si se tratase del curso del Guadiana, que aparece y desaparece, el conflicto por Gibraltar entre España y Reino Unido, que también debiera serlo de la Comunidad Internacional o, al menos, de la UE, de la que ambos países son socios, resurge con cierta virulencia desde el instante en que las autoridades españolas deciden, con buen criterio desde mi punto de vista, poner fin o, al menos, dificultar la consolidación de la política de “hechos consumados” que tanto les gusta y practican las autoridades gibraltareñas. Ha bastado que el ministro español de AAEE haya respondido a la provocación de las autoridades británicas y gibraltareñas, calificando de forma inaceptable el necesario y obligado control aduanero que España debe hacer en la zona, para que el Gobierno gibraltareño saque todos los fantasmas del pasado, menos los del Tratado de Utrech, calificando las declaraciones de Margallo como “las más retrógradas y amenazadoras” desde antes del cierre de la verja, que considera como “amenazas”, comparando su actitud con la política que Franco practicaba al respecto. Pero lo más lamentable, sin quitar importancia a estas declaraciones del gobierno del ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, que valora al partido que gobierna en España casi como dictatorial, afirmando que “está intentando manipular los medios para respaldar su acercamiento de neardenthal”, repito, lo más lamentable, es el respaldo que desde el gobierno independentista de la Generalitat de Cataluña se da al señor Picardo. El, curiosamente nombrado Secretario de Asuntos Exteriores de la Generalitat de Cataluña, señor Albinyana i Salgí, cuando la política exterior en la Constitución está reservada, como es lógico, al gobierno central, en estos días ha trasladado al señor Picardo el interés del gobierno catalán por participar en los actos que Picardo ha convocado para conmemorar en tricentenario del Tratado de Utrech, por el que España, incluida Cataluña, perdió Gibraltar, que pasó, desde entonces, a convertirse en una colonia británica en territorio español. Sin entrar en más detalles, ni en las contradicciones que incluso para la reivindicación independentista catalana supone dicha actitud –lo que requiere un análisis más profundo- la conducta del gobierno de Artur Mas, una vez más, se sitúa al lado de la manipulación, de la deslealtad y de la afrenta a todos los españoles, incluidos, como no puede ser menos, a los auténticos catalanes. Si ante el anuncio del gobierno de España de tomar medidas legítimas, según su soberanía, un gobernante autonómico español, es capaz de ponerse de parte de quien con su política de “hechos consumados” mantiene una actitud provocadora a España, incluida Cataluña, poco se puede esperar del mismo en el hipotético caso de que alguna vez gobernara una Cataluña independiente, como nada se espera ahora, salvo sus actitudes desleales que incluso a veces, como es el caso, rozan la traición.
Como si los españoles no tuviéramos suficientes quebraderos de cabeza, el señor Mas se empeña en incrementarlos hasta producirnos verdaderos dolores. Menos mal que no todo es negativo, La natación española femenina ha obtenido un éxito mundial rotundo, mereciendo todas nuestras felicitaciones, especialmente a Mireia Belmonte, que se ha salido. Además, la mundialmente conocida empresa Bayer, acaba de decidir que las aspirinas se seguirán fabricando en Asturias, pero al cien por cien, un motivo más para quitarnos o, al menos, reducir nuestros dolores de cabeza.

Me acabo de enterar por la tele que acaban de localizar y detener al pederasta “español”. Una buena noticia. Semejantes personajes donde mejor están es en la cárcel. Veremos a ver en qué queda todo este asunto, incluidos los otros 29 indultados que, como el supuesto espía o profesor, lo han sido erróneamente. Supongo que su destino será completar su condena en España, tal como, al parecer, solicitó la Embajada de España en Marruecos.


                        Jorge Cremades Sena.