Como el panorama político
está tan enrarecido, los diferentes partidos políticos andan buscando problemas
y no soluciones a los ya existentes, con el único objetivo de que los
contrincantes fracasen en las urnas y entretanto, si es posible, que se hable
más de dichos problemas, reales o ficticios, que de los propios. Y en este
juego de perversas estrategias descalificadoras al contrario anda el asunto,
como sucede con el polémico caso de la inmigración en Jumilla, donde convive,
como en otros muchos lugares de España, sin problema alguno, un importante
colectivo de inmigrantes musulmanes a los que ahora Vox, buscando problemas,
convierte en “patata caliente” para el PP con el adobo calculado del PSOE y
compañía. El asunto es el siguiente: el único edil de Vox en el municipio
murciano presenta una moción de corte xenófobo contra la comunidad musulmana
(pretendiendo “prohibir la celebración pública de la Fiesta del Cordero u otras
conmemoraciones similares”), lo que, por cierto, sería inconstitucional; el PP,
que gobierna el municipio y necesita al menos la abstención de Vox para aprobar
los Presupuestos Municipales, no rechaza de plano la moción presentada sino que,
para hacerla más aceptable, presenta una enmienda a la misma rebajando los
aspectos más repudiables y suprimiendo cualquier alusión al Islam o cualquier
otra religión, pues la enmienda elimina la mayoría de las peticiones de la
moción de Vox aunque conserva las más asépticas como “promover actividades,
campañas y propuestas culturales que defiendan nuestra identidad y protejan los
valores y manifestaciones tradicionales en nuestro país” o como obligar que el
uso de las “instalaciones deportivas municipales” sea exclusivo para el “ámbito
deportivo y actividades organizadas por el Ayuntamiento”, lo que, de facto y de
iure, impide que, contra lo que se venía haciendo, el deportivo municipal no se
ceda para celebrar la Fiesta del Cordero o el fin del Ramadán); y, así las
cosas, la enmienda del PP, que sustituye a la moción de Vox, se aprueba con el
“sí” de los populares, la abstención del concejal de la extrema derecha y el
“no” del PSOE e IU-Podemos-AV. Estos son los hechos, tal cual, al margen de la
intencionalidad de unos u otros; hechos que, en principio, no debieran causar
revuelo alguno, máxime cuando se trata de una moción, que no es vinculante,
sino una recomendación, que “de iure” no discrimina a nadie al limitarse a
ceñir el uso del polideportivo municipal exclusivamente a actividades deportivas,
aunque “de facto” ello suponga cambiar la costumbre de cederlo a otro tipo de
actividades como las de carácter religioso. Pero como el asunto no va de
arreglar problemas sino de crearlos, tras lo acaecido en Jumilla, un pueblo
mediano de menos de 30.000 habitantes, genera nada menos que una campaña
política nacional sobre inmigración cuando en pura lógica (hace poco sucedió
algo parecido en Torre Pacheco) debiera quedar circunscrito en todo caso al
ámbito local e imputable al error o acierto puntual de una alcaldía en un municipio
que, en este caso, debiera seguir siendo conocido en toda España por la calidad
de sus vinos y no por esta exageración intencionada de lo acaecido.
La realidad sin embargo es que Vox
trata de arrastrar al PP a una campaña nacional contra el Islam (los ultras
llevan al Congreso y a los parlamentos autonómicos iniciativas contra el velo)
y el PSOE, haciendo pinza con Vox le equipara con la “ultraderecha” (ya el voto
del miedo le dio buen resultado en las últimas generales), mientras los medios
y tertulianos televisivos se enzarzan en debates sobredimensionados e hiperbólicos
sobre la inmigración que afecta a toda Europa. Es obvio que el objetivo
interesado de unos u otros es utilizar esta cuestión local diciendo que PP y
Vox a nivel nacional vetan al Islam, lo que, en todo caso, sería imposible por
atentar contra nuestra Constitución, mientras Génova sostiene sobre lo aprobado
en Jumilla que “es falso que se señale a nadie por su credo”, el concejal
ultraderechista de Jumilla se jacta de haber forzado al PP a un cambio legal
que veta las festividades del Islam en instalaciones municipales y la alcaldesa
popular sostiene que no hay vetos a nadie ni a ningunas celebraciones ya que
“se podrán hacer en otro lugar”, aunque no en el polideportivo, siempre que
cuenten “con los informes técnicos favorables” como se exige a otro tipo de
eventos. Pero Abascal echa más leña al fuego y, mientras el PSOE-Sumar y
compañía soplan la hoguera, aprovecha el asunto de Jumilla diciendo que “esto
no es Al-Andalus” (desconoce que España, además de sus pilares greco-latinos y cristianos,
cuenta con la herencia de una presencia islámica durante ocho siglos) y celebra
el veto a los ritos islámicos en Jumilla para “proteger a los españoles”,
mientras cínicamente tacha al PP de “cobarde” y al PSOE de “cómplice de la invasión”,
extremando su discurso contra los inmigrantes para poner a prueba al PP y
forzarle a pronunciase sobre si es legítimo el inexistente veto en Jumilla
“para mantener nuestras costumbres”.
Entretanto un país bloqueado
políticamente y en punto muerto que, lastrado por un Ejecutivo asediado por la
corrupción, se paraliza ante los graves problemas en vivienda, energía o
transportes, entre otros asuntos principales, dado que de los nueve
decretos-ley derogados en democracia, cuatro han sido en esta legislatura con el
bloque de investidura roto, mientras el Gobierno de Sánchez sólo ha aprobado 23
leyes (y a un alto precio), quince menos que en el mismo periodo de la anterior
Legislatura. Y en tales circunstancias el PP corteja el voto rural con una
nueva Ley Feijóo para apoyar al sector, dado que Vox en los últimos años se ha
llevado de calle el apoyo de la España rural y necesita recuperar terreno,
mientras Vox cobra fuerza entre parados y obreros siguiendo la estela de Le Pen
en Francia, pues el CIS refleja que el discurso antisistema y antiinmigración
de Abascal cala entre clases sociales no acomodadas, pues el partido es líder
en tres de las seis categorías laborales peor remuneradas. Por su parte el
PSOE, que sigue sin levantar cabeza, obliga a sus federaciones a asumir las
siglas LGTBI, sin Q+, pues la Comisión de Ética y Garantías da la razón a las
feministas del partido e invalida la postura de Oscar López en Madrid o Diana
Morant en la Comunidad Valenciana enmendando su postura….y es que para algunos
asuntos Sumar-Podemos y compañía es al PSOE lo que Vox es al PP en otros.
Y
mientras los socios de Sánchez estallan contra el feminismo socialista porque
“atizan el odio”, Abascal critica a la Iglesia porque la Conferencia Episcopal
critica el veto a los musulmanes en Jumilla…. En el fondo, se trata de arañar votos
a PSOE y PP, los dos grandes partidos que desde la centralidad podrían arreglar
esta España que no funciona. Y así nos va: un centenar de migrantes intentan
llegar a Ceuta nadando y otros con lanchas o cayucos; las listas de espera
siguen siendo el mal crónico de la Sanidad Pública; Salvador Illa vende
“estabilidad” en Cataluña y presume de crecimiento económico, mientras la
oposición suspende su primer año de gobierno; el ferrocarril es un desastre
calamitoso mientras el Ministro Puente dice que está en el mejor momento de la
Historia; el prófugo Puigdemont exige a Sánchez un nuevo interlocutor con peso
en el PSOE que sustituya al encarcelado Cerdán, dice que “de Presupuestos,
nada” e insiste en la oficialidad del catalán en la UE y en las competencias
migratorias; el espejismo de los “contratos cerilla” evidencian que el record
de empleo oculta el auge de empleos encadenados y que se consumen en días al
necesitar España firmar 33 contratos por trabajador, pues la Seguridad Social
ha sumados 475.623 afiliados en el último año al tiempo que se han firmado
cerca de 15´5 millones de contrataciones….. etc etc En fin son, entre otros,
algunos ejemplos de esta ficticia España que no funciona, aunque se vende que va
como una “moto”, mientras Sánchez alcanza un nuevo record de asesores (948 y un
coste de 75 millones), el Consejo de Europa, a través del informe Greco, le
afea su nula trasparencia sobre los eventuales, y EEUU y la UE insisten en los
“riesgos” para la seguridad de contratar con Huawei…. Eso sí, Zapatero estrecha
sus lazos con Pekín hasta convertirse en el “mejor embajador” de España y China
elogia a Sánchez por “resistir” ante las críticas por los contratos con la
empresa asiática, mientras se conoce que Interior no incluyó cláusulas de
seguridad para evitar la oferta a la baja de Huawei y altos funcionarios
confirman que “se añaden en los pliegos” cuando la compañía implicada supone un
riesgo, dado que “sin trabas, el gigante chino siempre gana por precio”. Por su
parte EEUU encarga un informe para decidir sobre el recorte de secretos a
España, pues Washington investiga los riesgos del contrato de Interior con Huawei,
cuando la ruptura de Sánchez con la empresa china evitaría la limitación de
información confidencial.
Lo que sí funciona en esta España que
no funciona es la corrupción, por más que en estos días, el debate sobre la
inmigración y en plenas vacaciones, la releguen en los medios a un segundo
plano. No obstante el PP cerca a Sánchez en el Congreso de los Diputados
registrando las 50 preguntas que Feijóo le formuló en el último Pleno y que el
Presidente no respondió, pero que ahora no tendrá escapatoria pues las
preguntas parlamentarias escritas no se pueden eludir. Y mientras el ex
Comisario del Gobierno para la Dana intenta suicidarse tras dimitir por un
currículum falso, se conoce que Leire Díaz, la ya famosa “fontanera” del PSOE,
pidió al fiscal Stampa datos de Anticorrupción pues ella y el empresario Dolset
le ofrecieron “ayuda gubernamental” en sus litigios con la Fiscalía General
durante una reunión celebrada el 7 de mayo y grabada por el fiscal, quien
esperó casi un mes para denunciar los hechos. Se publica además que Koldo colaboró
en 375 casos de la Policía y Guardia Civil, proporcionando información para
detener a peligrosos etarras y para proteger a víctimas de maltrato.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que Morante de la Puebla sufre una grave cogida en el muslo en Pontevedra;
que, en plena oleada de incendios forestales por toda España durante este
tórrido verano, se produce un incendio en la Mezquita de Córdoba desatando las
alarmas, aunque los bomberos consiguen controlarlo una hora después; y que
técnicos de Hacienda dudan de la residencia fiscal de Juan Carlos I y piden una
investigación ya que sostienen que debe pagar sus impuestos en España porque
incumple la exigencia de Emiratos de ser a la vez residente y nacional.
Y del exterior….¡qué decir!. EEUU
activa ya sus aranceles sin el acuerdo sobre chips y coches que le pide
Bruselas; Trump autoriza al Ejército a luchar contra el narco en el extranjero
y dobla la recompensa por Maduro al vincularle con el cartel de Sinaloa; Putin
y Trump acuerdan verse el próximo 15 de agosto en Alaska para tratar sobre la
guerra de Ucrania, pero marginando a Zelenski y a la UE; y Netanyahu moviliza
miles de soldados para tomar el control total de Gaza y la “destrucción total
de Hamás” pero sin anexionarse La Franja, y lo decide pese a las dudas de sus
generales, la oposición de los familiares de los rehenes y las advertencias de
la ONU sobre las “consecuencias catastróficas” para los palestinos….. Ya ven,
como para echarse a temblar: un oscuro futuro con una Ucrania amputada
territorialmente y un Israel que somete al pueblo palestino; Putin y Netanyahu
héroes ante un Trump caprichoso y prepotente frente a una UE muda e inoperante
que ve como su sistema democrático traga lo que le echen….y una OTAN que se rompe,
como se rompe definitivamente el orden mundial establecido tras la Segunda Guerra
Mundial y a la espera de que estalle la Tercera y, probablemente, la última y
definitiva. En fin, en España, como para andar entretenidos con Jumilla.
Jorge Cremades Sena
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