Si lo que se quiere
conseguir con la hiper-dimensionada campaña por lo acaecido en el Ayuntamiento
de Jumilla sobre la inmigración es que la ciudadanía española se haga una idea
clara del asunto o simplemente buscar votos en el rio revuelto de la confusión,
lo primero que hay que explicar a la gente es la diferencia entre hechos e
intenciones de los distintos protagonistas en el asunto, aunque parezca una
perogrullada. Y como las intenciones pertenecen al ámbito subjetivo y, por
tanto, cada quien puede cargar las tintas a conveniencia con mayor o menor
fundamento, mejor ceñirnos a lo que realmente se ha aprobado en el pueblo
murciano y lo que se ha rechazado, que es exactamente lo que forma parte de los
hechos sin más. En definitiva, se ha rechazado una moción presentada por el
concejal de Vox, claramente inconstitucional y por tanto inaceptable porque
literalmente discriminaba al colectivo musulmán, lo que obviamente atenta
contra nuestro orden constitucional; y se ha aprobado una enmienda a dicha
moción, presentada por el PP, en la que no hay referencia explícita a nadie ni
a ningún colectivo ni religión pues se limita a instar a la prohibición de
celebrar “actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento”
en el polideportivo municipal que queda estrictamente para celebrar eventos
deportivos sin más. Estos son los hechos que, en circunstancias normales, lo
aprobado en Jumilla sería una mera instancia a que se apruebe “regular el uso
de las instalaciones deportivas” del municipio pero, como dice la alcaldesa, “se
ha sacado todo de contexto” pues “cualquier espacio público municipal está a
disposición de todo el que lo pida” en tiempo y forma, cuando “no hemos
prohibido rezar a nadie”. Así las cosas, lo más grave que puede suceder, si es que
lo instado al Ayuntamiento se materializa finalmente en un cambio de la
ordenanza del uso del polideportivo, es la necesidad de que la amplia comunidad
musulmana de Jumilla solicite otro espacio, municipal o no, para celebrar la
Fiesta del Cordero o el rezo colectivo del fin del Ramadán como se viene
haciendo hasta la fecha, así como otros eventos de otros colectivos ajenos a
actividades deportivas, cuya celebración quedaría prohibida en el polideportivo
municipal si nos atenemos a la literalidad de lo aprobado. Pero como no estamos
en circunstancias normales, sino en otras cosas, y el PP de Jumilla no rechazó
de plano la moción de Vox sin más, seguramente porque necesitaba su voto para
aprobar los presupuestos, prefiriendo enmendarla para hacerla asumible,
extrapolamos los hechos para movernos en el ámbito de las intenciones,
convirtiendo lo acordado en Jumilla en una palanca para una cínica campaña a
nivel nacional contra la xenofobia y los atentados contra la libertad religiosa
que practica la derecha en España, dando por hecho que PP y Vox son idénticos;
en definitiva, extrema derecha “fascista” y “facha” como algunos suelen calificarla
conjuntamente sin distinción alguna.
Y ya instalados en la esfera de las
intenciones y no de los hechos, casi todo vale, al extremo de que el propio
Gobierno de Sánchez presenta un requerimiento al Ayuntamiento de Jumilla para
que anule el acuerdo de PP y Vox que “prohíbe los actos religiosos en centros
deportivos de la localidad”, que acogían celebraciones islámicas, porque
entiende que atenta contra la libertad religiosa. En efecto, la Delegada del
Gobierno en la región de Murcia asegura que el consistorio ya ha recibido el
requerimiento del Gobierno y que tiene un mes de plazo para contestar, y que,
si no lo hace, consultarán a los servicios jurídicos qué pasos tomar. El
requerimiento recoge y tiene claro que “no hay duda que el acuerdo cuya
anulación se requiere incurre en desviación de poder, empleando la potestad municipal
para prohibir las celebraciones religiosas musulmanas de forma impropia,
desviada, aunque aparentemente parece regular el uso de las instalaciones
deportivas municipales, sin embargo, bajo esa apariencia formal, se encubre con
toda claridad una vulneración del Derecho fundamental a la libertad religiosa”.
Por su parte la portavoz del PSOE, Montse Mínguez, carga contra el PP por
“restar convivencia, derechos y oportunidades” llegando a “institucionalizar la
islamofobia y el racismo”, pues, bajo su punto de vista “Vox manda, el PP
obedece y todos perdemos porque cada vez que hay un acuerdo entre Feijóo y
Abascal España retrocede”. Y la portavoz del gobierno local jumillano, Mari
Carmen Cruz, explica que la cuestión “no va de religión ni de nacionalidad” y
que “en ningún momento su equipo está
tratando de prohibir actos religiosos” y se pregunta “¿dónde aparece la palabra
musulmán, dónde aparece la palabra prohibición?”.
Y mientras Vox lleva a otras CCAA su
veto a que los ritos musulmanes se hagan en espacios públicos, EEUU alerta del
antisemitismo en España y señala a Podemos, pues el Informe del Departamento de
Estado recoge un repunte del 77% de los delitos de odio contra los judíos y
culpa a Belarra por usar el Comgreso para apoyar a Hamás”. El caso es que Vox,
según sondeos, suma en dos meses 300.000 nuevos votantes católicos con su
ofensiva contra los inmigrantes (268.000 electores entre practicantes y 35.000
creyentes) con una tesis contraria a la de la Iglesia, el PP se mantiene y el
PSOE se hunde.
En otro orden de cosas EEUU expulsa a
Algeciras del plan de rutas estratégicas de contenedores y la medida, que
favorece a Marruecos, llega tras la denegación de escala a buques con destino a
Israel; en definitiva, la orden de la Comisión Marítima Federal se une a la
tensión por Huawei, los F-35 y el uso de Rota y Morón, lo que, unido al tema de
la OTAN, evidencia la desconfianza y aislamiento internacional hacia esta
España sanchista, al extremo de que Sánchez, siendo España la cuarta potencia
de la UE, se cae de la mesa de líderes europeos tras seis meses de tensiones
con la OTAN y Trump, quedándose sin participar en el encuentro virtual de
líderes europeos con Trump y Zelenski. En fin, con Sánchez fuera de juego,
Ucrania y la UE se unen para exigir al Presidente estadounidense, quien irrita
al ucraniano con el intercambio de territorios, una paz justa y con garantías
de seguridad presionándole ante la reunión bilateral que hoy mantendrá con
Putin en Alaska y advirtiéndole de los peligros de una claudicación ante el ruso.
En estos últimos días Trump ha intentado calmar a la UE con el mensaje de
“primero alto el fuego, y, luego, reunión rápida con Putin y Zelenski” ante la
petición de los principales líderes europeos, reunidos en un encuentro
telemático, al que no se convocó a Sánchez, de que “salvaguarde los intereses de
seguridad europeos y ucranianos”, mientras el avance militar ruso provoca un
éxodo masivo de ucranianos ante la cita en Alaska. Y con esta España sin sitio
en el mapa geopolítico, dentro de una UE irrelevante, Zelenski advierte a Trump
de que Putin no busca la paz en Ucrania, y Trump dice que habrá “severas
consecuencias” si Rusia no para la guerra.
Entretanto Sánchez reclama a Albares
que le priorice la agenda internacional, buscando evadirse de la política
doméstica, contaminada por la corrupción, mientras Moncloa suma once agentes
más al operativo en La Mareta para proteger a Sánchez, reforzando con ellos los
40 efectivos ya desplegados, ante la llegada de Zapatero a Lanzarote, donde la
familia de Sánchez y él mismo están pasando las vacaciones.
Por cierto, ya que hablamos de
efectivos y España está ardiendo casi por los cuatro costados, bien valdría que
las distintas administraciones se pusieran de acuerdo para, entre todas,
preparar nuestros bosques durante el invierno para que durante el verano sean
más resistentes a los incendios, que lamentablemente el 80% de ellos son
provocados. En efecto, España arde de norte a sur y ya se ha quemado más de un
10% más que en todo 2024, destacando el desastre ecológico en Las Médulas,
donde el fuego ha quemado castaños centenarios y viviendas. En definitiva,
cientos y cientos de poblaciones desalojadas, no pocos heridos y algunos
muertos por decenas de incendios por doquier, que sólo desde el lunes arrojan
el trágico balance de 10.000 desalojados, dos fallecidos y siete heridos por
las llamas, mientras el ministro Puente y el PP se enzarzan en un rifirrafe por
la gestión del desastre. Lo inaceptable es que los encargados de combatir los
incendios tengan que hacerlo por una lata de sardinas y 1.100 euros en primera
línea, acumulando cansancio y precariedad, sin que previamente se hayan puesto
los medios para evitar el desastre, que van desde imponer gravísimos castigos a
los pirómanos, hasta mejorar las condiciones laborales de los protagonistas en
la extinción, pasando por una mayor inversión al respecto, dado que la
inversión pública en prevención de incendios ha caído a la mitad en los últimos
trece años…..Entretanto, mientras siguen los incendios, algunos descontrolados,
el fuego ya ha devorado 100.000 hectáreas en ocho regiones o CCAA, mientras
Marlaska anuncia ayudas de la UE tras reclamarla Feijóo. Todo esto forma parte
de esa España que va como un satélite según el ministro Puente.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que PSOE recibió 24 millones de dinero privado, más que PP, Vox y Sumar;
que el cabildo conocía el riesgo de usar como almacén la capilla de la Mezquita
de Córdoba; que los españoles estamos a la cola de la emancipación en la UE por
los altos precios de la vivienda; que Cataluña pagará un 174% más de intereses
si no hay quita de deuda por el Gobierno; que el BBVA decide seguir adelante
con la OPA al Sabadell hasta el final; y que la cesta de la compra es hoy la
más cara de la historia al subir un 38´5% desde la pandemia, mientras la vuelta
al cole dispara un 200% la venta de material escolar de segunda mano.
Y del exterior destacar que ha muerto
Uribe, el candidato presidencial colombiano, a consecuencia de los disparos
recibidos en junio en Bogotá y su muerte revive el peor pasado de Colombia; y
que Trump despliega a la Guardia Nacional en Washington y toma el control de la
policía local de la capital con el argumento falso de que los crímenes se han
desbocado, mientras planea expulsar también a las personas sin hogar.
Jorge Cremades Sena