miércoles, 29 de enero de 2014

MÁS LEÑA AL FUEGO DEL PP

                        Mientras las protestas derriban al Gobierno de Ucrania y provocan reformas legales, anulando las leyes que recortaban las libertades sociales, en España el incendio político desencadenado en el PP no para de avivarse. Por si ya no tuviese bastante combustible, Aznar echa más leña al fuego anunciando que no asistirá a la Convención que se va a celebrar en Valladolid este fin de semana. Tampoco acudirá Mayor Oreja, mientras que San Gil acusa al partido de “consentir la pesadilla” que se vive ahora en Euskadi, donde, por cierto, Bildu, que sí sabe a lo que juega, llama a sus militantes a infiltrarse en la Administración navarra. Al margen de explicaciones y justificaciones de unos y otros (Aznar achaca su ausencia a problemas de su agenda), cada vez surgen más voces que apuntan a una escisión (o, al menos, fisura) del partido. De momento, ante lo que se avecina, cada uno, con más o menos razón, juega sus bazas que, en todo caso, generan graves incertidumbres.
            En cuanto a lo económico, mientras De Guindos eleva ante la UE el crecimiento de España para este año al 1%, Bruselas y el FMI piden otra vuelta de tuerca en el asunto laboral. El paro sigue siendo la madre del cordero, pero el problema es qué hay que hacer para que los trabajadores encuentren empleo sin someterse más aún a nuevos recortes a sus derechos, mientras observan cómo se han seguido acelerando los desahucios a lo largo de 2013 a pesar de las movilizaciones. Tampoco se sabe qué hacer para cuadrar el déficit público asignado ya que Cataluña, por ejemplo, supera ya un 25% más de lo autorizado, lo que supone que, si otras CCAA siguen su ejemplo, el derroche y el caos está asegurado, sobre todo, teniendo en cuenta que la economía sumergida sigue aumentando hasta el 24´6% del PIB, según los Técnicos de Hacienda, ascendiendo el dinero negro en España a 253.000 millones de euros, unos 60.000 millones más que al inicio de la crisis en 2008.
            Por si la opacidad económica no es suficiente se añade la maraña territorial que hace inviable un normal funcionamiento del Estado. Mientras las cinco CCAA no gobernadas por el PP (País Vasco, Cataluña, Canarias, Andalucía y Asturias), que rechazan la ley Wert, dicen que es “imposible” ponerla en marcha el próximo curso, dos de ellas, Cataluña y Andalucía, son las que más han recortado en Sanidad desde el inicio de la crisis (el presupuesto se ha reducido en 3.300 millones, el 68% en estas dos autonomías) y una de ellas, Andalucía, es la que tiene menos camas por mil habitantes en hospitales públicos. Curiosamente el PSOE, gobernante en Andalucía desde el inicio de la democracia, paladín de la sanidad pública y motivador activo de las movilizaciones en Madrid frente a la externalización, nada dice ante la derivación de 300.000 pacientes a clínicas privadas en Andalucía que, por cierto, cuenta con 29 hospitales públicos, 17 concertados y 42 privados. Un ejemplo más de la coherencia política que se gastan los partidos en nuestro país, en este caso, el PSOE. Justo cuando se conoce que Susana Díaz firmó con UGT un acuerdo por el que el PSOE recibía dinero de los polémicos cursos de formación; de que UGT-A hasta cambió el plan de una escuela-taller para tener “alicatadores” para su sede; o de que Zapatero, según el Tribunal de Cuentas, adjudicó contratos por 385 millones sin necesidad o motivo alguno, además de gastar 630 millones en contratos opacos durante sus dos últimos años de gobierno. En fin, el cuento de nunca acabar.
            Y hablando de cuentos nada mejor que el que algunos intentan vender, como el de que Alemania, tras imponer la jubilación en España a los 67 años, reserva para los alemanes la jubilación anticipada a los 63 años. Dicho así es el mejor ejemplo de que una verdad a medias es o puede ser mucho peor que una mentira. Cierto lo de los 67 años, también para los alemanes. Y cierto lo de los 63, pero sólo para quienes hayan cotizado durante 45 años y sólo contemplado para los nacidos antes de 1952, lo que, en ningún modo, contradice el plan de aumentar gradualmente la edad legal de jubilación. Es la decisión excepcional, que afecta como es lógico a muy pocos alemanes, de un gobierno de coalición en Alemania entre la derecha de Merkel y el partido socialdemócrata. La verdad, completa, detallada y aséptica es la única forma de que la opinión pública conozca la realidad tal como es, sin máscaras o disfraces interesados. ¿Por qué no se prodiga más? Otro gallo nos cantaría.

Jorge Cremades Sena


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