El
tono positivo del encuentro entre Rajoy y Sánchez, alberga la esperanza de que
el Gobierno y el primer partido de la oposición, como es habitual en cualquier
país democrático y civilizado, tengan relaciones cordiales y educadas, al
margen de las discrepancias ideológicas que, obviamente, tengan. Positivo pues
el encuentro entre el Jefe de Gobierno y el líder de la oposición, aunque Pablo
Iglesias ande empeñado en desbancarlo como sea de semejante liderazgo. Y
positivo que, oficialmente, Sánchez haya expresado el rechazo del PSOE, que
todos esperábamos, al ilegal referéndum separatista catalán, aunque la postura
de Sánchez deje algunas incógnitas, ya que, si de un lado, dice que prestará su
apoyo al Gobierno en la lucha contra el separatismo y por la unidad de España,
de otro lado, afirma que nunca apoyaría la aplicación del artículo 155 de la
Constitución para evitarlo si llegara el caso. Por tanto, una “buena sintonía”
entre Rajoy y Sánchez, pero con matices, ya que en el problema del
independentismo catalán, el líder socialista, estando de acuerdo en lo
esencial, acuerda un frente común para evitar la votación ilegal de la
consulta, pero condiciona su aval al Gobierno a que se “busquen vías de
diálogo” con la Generalitat, ofreciendo sólo un pacto de mínimos y negándole
uno de los recursos constitucionales que tiene el Gobierno para impedir el
totalitario “procés”, amenazando a Rajoy con “tomar la iniciativa” (sin aclarar
qué iniciativa) frente al desafío secesionista, ya que el PSOE tomaría medidas
políticas (sin aclarar qué medidas políticas) si no las impulsa el Gobierno,
como si la esencial medida política no fuera, de entrada, aplicar la legalidad
vigente (toda sin excepción, si llega el caso) para evitar el totalitarismo,
mientras el TC catalán da un varapalo al Govern declarando que la reforma de la
Ley de ruptura es inconstitucional (como todo el mundo, menos los
independentista totalitarios, sabe perfectamente). ¡Qué hay que dialogar pues
con quien no quiere diálogo sino romper la unidad de España como sea! ¿Acaso no
han fracasado todos los intentos de dialogar salvo que se tome en consideración
la posibilidad de independizar Cataluña? En fin, es el punto negro de la “buena
sintonía” entre PP-Ciudadanos y PSOE al respecto. Y en plena discordia por el
artículo 155, rechazado especialmente por boca de Margarita Robles, la portavoz
del Nuevo PSOE, que, como juez debiera explicar qué problema legal hay en
aplicarlo si llega el caso, el ilegal referéndum catalán divide incluso a
Podemos ya que Iglesias desautoriza a la dirección de su socio Podem, que llama
a hacer campaña y a participar en la ilegal consulta.
Así
las cosas sobre el totalitario referéndum catalán, Moncloa, se inclina de
momento, por la Ley de Seguridad Nacional en vez de por el artículo 155, que
tantas ampollas levanta, por lo visto, cuando su aplicación debiera ser vista
con total normalidad si llega el caso de garantizar los derechos de los
ciudadanos en cualquier territorio en que sus gobernantes pretenden
atropellarlos y no se avienen a someterse a la legalidad vigente. No obstante,
la Ley de Seguridad Nacional, consensuada en 2015 con el PSOE de Pedro Sánchez
y avalada por el Constitucional (piensen que el art. 155 está consensuado por
todos los partidos españoles constitucionalistas y avalado por todos los
españoles en referéndum), obliga a todos los cuerpos de Seguridad a ponerse a
las órdenes del Presidente del Gobierno y se supone que el PSOE de Sánchez, al
ser avalista (el de Felipe avaló obviamente el art. 155), no tendría, en este
caso, ningún reparo a su aplicación, salvo que Margarita Robles, que no milita
en el partido, no diga lo contrario. Buena estrategia pues de Rajoy para
afrontar, de momento, el jaque soberanista sin soliviantar al PSOE, que debiera
explicar a los españoles qué es lo que hay que dialogar con Puigdemont, en qué
hay que ceder ante él y, en todo caso, por qué aplicar la legalidad por parte
del Gobierno no es la principal medida política a tener en cuenta. Sería la
mejor forma de diferenciarse nítidamente de un demagógico Podemos, dividido por
el referéndum, y de un esquizofrénico partido de Colau (Podemos-bis, en
definitiva) que, rizando el rizo, sostiene que participará en el referéndum sin
considerarlo un referéndum, mientras ella, la Jefa, niega apoyarlo pese a la
presión de Puigdemont. Y en medio de este guirigay de demagogias y
contradicciones calculadas sobre tan grave asunto, Bildu desoye la Justicia y
planta la ikurriña en Pamplona antes del chupinazo de los sanfermines, añadiendo
un nuevo desafío al Estado y a la Ley (¡cuántos de estos desafíos quedaron
impunes en Cataluña hasta llegar donde hemos llegado!) por parte del alcalde
“abertzale” pamplonica que se escuda en la derogación de la Ley de Símbolos
para exhibir la bandera vasca en territorio navarro y, ya de paso, reivindicar
su proyecto de anexión de Navarra a Euskadi, cuando, en todo caso y por razones
históricas, en caso de anexiones debiera prevalecer la del País Vasco (que,
Como Cataluña, jamás fue un estado independiente) a Navarra (que si fue durante
bastante tiempo y con gran protagonismo histórico un reino independiente en la
Alta Edad Media e incluso perduró como tal reino, ya en decadencia, hasta
después de que se creara el primer Estado moderno de Europa, gracias al
matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón). Ya ven, con tal de
afianzar los totalitarismos nacional-separatistas, prostituyéndolo todo, hasta
la Historia se prostituye, si es necesario, con tal de justificar lo
injustificable.
Mientras
tanto el Gobierno de España lanza una oferta récord de empleo público y decide
que los mileuristas no paguen el IRPF. En efecto, Guindos y Garicano
desbloquean el pacto fiscal ante la resistencia de Montoro, según algunos, y el
Gobierno de Rajoy creará nada menos que 28.249 empleos públicos, la mayor
oferta desde la crisis, mientras el socialista extremeño Vara se separa de su
partido en el voto del déficit de las CCAA, siendo así Extremadura la única
comunidad autónoma presidida por el PSOE que se abstiene en la votación de los
nuevos objetivos de déficit en el Consejo de Política Fiscal y Financiera,
con lo que Hacienda permitirá a todas la Comunidades Autónomas suavizar las
exigencias de déficit en 2018. En definitiva, Montoro, de buena gana o no, cede
5.400 millones en dos días de “negociación política”, repartiendo otros 1.200
millones a las CCAA y consiguiendo la abstención necesaria de Vara, mientras el
Gobierno confirma que serán exentas del IRPF quienes ganen menos de 14.000
euros a la vez que anuncia la mayor oferta pública de empleo público y la
Ministra de Empleo precisamente apuesta por que es la hora de subir los
salarios. Noticias, todas ellas buenas, que confirman la salida de la crisis y
aliviarán la situación de miles y miles de españoles, para mayor enfado de
quienes prefieren el patético “cuanto peor, mejor”.
Por
lo que se refiere a otros asuntos, cabe destacar que un matrimonio y dos de sus
hijas menores de edad mueren mientras practicaban barranquismo en el valle del
Jerte al ser arrastrada la familia por una riada en plena alerta por lluvias;
que una testigo clave en el “caso Púnica” denuncia amenazas de muerte; que el
PSOE da ya por ganada la batalla de la izquierda, aunque Podemos quiere empujar
a los socialistas a “ir un poquito más allá de lo que habrían ido por sí
mismos”; que España gasta casi 25.000 millones en comercio electrónico, estando
en cabeza de las ventas por Internet en 2016 el turismo, la ropa y el ocio; y
que se condena al parricida de Moraña (mató a sus hijas de corta edad con una
radial, antes de entregárselas a su madre) a prisión permanente revisable,
siendo así la primera condena con semejante pena ya contemplada, como en casi
todos los países de la UE, en el Código Penal español, permitiendo la
posibilidad de que semejante monstruo acabe sus días en la cárcel.
Y
en asuntos del exterior, dos temas a destacar: la cumbre del G20 de Hamburgo y
la dramática situación de Venezuela. En efecto, por un lado, con altibajos,
finaliza la cumbre del G20, adobada por fuertes y violentas protestas de los
antisistema, en la que Europa recibía a Trump con un acuerdo de libre comercio
con Japón y éste acusaba de injerencia a Putin en EEUU y Ucrania, endureciendo
el tono contra el ruso en los prolegómenos de la cumbre, calificando incluso a
Rusia de amenaza, aunque, tras darse la mano y mantener una entrevista larga y
cordial entre ambos las aguas volvieran de alguna manera a su cauce, simulando
cierta sintonía con una tregua en Siria al pactar un alto el fuego en el
suroeste del país y la aceptación por parte del norteamericano de la versión
del ruso de que no interfirió en las elecciones, en definitiva, más diplomacia
que política; no obstante, con una Rusia erigida en adalid del libre comercio
frente al proteccionismo de EEUU, decidido a romper el consenso contra el
cambio climático, el G20 ahonda el aislamiento de Trump, que se aparta de los
pactos del organismo sobre comercio y clima, al extremo de que en el documento
final de la cumbre de Hamburgo queda por escrito las sustanciales divisiones
entre EEUU y los 19 Estados restantes. Por otro lado, en Venezuela, la
represión de Maduro, que presiona a los funcionarios para que voten su
Constituyente, provoca divisiones en el chavismo, mientras Podemos desde España
se niega a condenar explícitamente el asalto chavista a la Asamblea Nacional y
se limita a una genérica condena de “todas las violencias”; no obstante, la
necesidad de Maduro de ganar tiempo en plena presión callejera, posibilita la
liberación del preso político Leopoldo López, que lleva tres años encarcelado y
desde ahora permanecerá en arresto domiciliario, excarcelación que evidencia la
agonía de Maduro, mientras el líder opositor, al acceder al arresto en el
domicilio sin ceder en su “compromiso de lucha hasta la libertad” de Venezuela,
manifiesta “estoy dispuesto a volver a prisión, no tengo voluntad de claudicar”
en tanto que moviliza a los opositores al régimen chavista-madurista con un
“convocamos a todo el pueblo de Venezuela a seguir la lucha en la calle” y un
“no pararé hasta que Venezuela sea libre”;
la lucha por la libertad prosigue pues en Venezuela tras la
excarcelación de López en la que ha jugado un buen papel la mediación de
Rodríguez Zapatero, a quien Rajoy reconoce su “contribución” en el asunto
mientras el ex presidente de Gobierno español dice a su vez estar “agradecido
por el apoyo del Gobierno de España”.
Jorge Cremades Sena
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