domingo, 21 de julio de 2019

SIN VETOS NI IMPOSICIONES


                        La guerra declarada entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para intentar salir indemnes ante la opinión pública en caso de que finalmente haya que repetirse elecciones llega a límites inasumibles. Un juego peligroso de listillos para ver quien tuerce el brazo al otro cuando saben que sin acuerdo no hay investidura y, por tanto, si no quieren cargar con la irresponsabilidad de una nueva convocatoria electoral, están condenados a entenderse, sí o sí, por encima del paripé que monten de cara a la galería. En efecto, tras la consulta trucada de Iglesias a las bases de Podemos sobre un gobierno de coalición, que gana obviamente con el 70% de los participantes, Sánchez rompe las negociaciones con el líder podemita de forma abrupta acusándole públicamente de cosas muy graves (gravísimas, diría yo), tras haber acertado en su estrategia de situarle como un ambicioso que sólo busca entrar en el Gobierno de coalición, que Pedro no quiere por nada del mundo, y, por tanto, de hacerle el responsable, por segunda vez, de abortar un gobierno “progresista”, cuando en realidad es el principal causante de que Sánchez sea presidente de Gobierno tras la moción de censura. Así las cosas, Sánchez, seducido por nuevas elecciones a las que concurriría como víctima e Iglesias como verdugo, arremete con extrema crudeza contra el líder populista, a quien califica de “principal escollo” para proseguir las negociaciones y vapulea a Podemos por exigirle la entrada de su líder en el Gobierno, mientras se presenta como víctima de la radicalidad y ambición de su socio en la moción de censura, a quien, por lo visto, descubre ahora como un político antidemocrático, manifestando “necesito un vicepresidente del Gobierno que defienda la democracia española, que diga que hay un Estado de Derecho, separación de poderes, que el poder judicial es independiente del ejecutivo, y que no hay presos políticos”, “somos dos líderes de dos partidos que divergimos en temas esenciales para nuestro país, como es la cuestión catalana” y “lo mejor que podría hacer Iglesias es dar un paso atrás”.  No obstante, Sánchez, como el bueno de la película, ya aceptaba como ministros a cualquier dirigente de Podemos, excepto a Iglesias, el malo de la película, mientras éste se disponía a pedir al socialista dar “un paso al lado” tras el día 25, apelando a su incapacidad para pactar y advirtiéndole de que “él ha inaugurado los vetos” y que con otro PSOE la investidura se desbloquearía, mientras el citado 70% de las bases podemitas apoyaba votar “no” si no hay un Gobierno de coalición. Pero, tras estas primeras reacciones a la abrupta ruptura por parte de Sánchez, que parecía irreversible, Iglesias reacciona y pone de nuevo la pelota en el tejado de los socialistas renunciando personalmente a ser ministro para reactivar la negociación, aunque exigiendo decidir sus ministros y una cuota proporcional al voto, mientras Sánchez le advierte de su derecho a nombrar a los ministros de su Ejecutivo y el PSOE quiere que las conversaciones giren primero sobre el programa. Sin duda, una nueva dimensión del conflicto, con nuevas demagogias por parte de ambos contendientes, por la que Iglesias se aparta, alegando “no seré la excusa” del fracaso, pero obligando a Sánchez a que nombre ministros del “gobierno de coalición” (pedirá cinco carteras) entre otros dirigentes podemitas, propuestos por Podemos, lo que, conociendo el panorama, ya apunta a personajes como Irene Montero, Echenique o Mayoral, entre otros; y a este nuevo órdago de Podemos de un “gobierno sin Iglesias, pero nombrando a un tercio de los ministros”, abierta de nuevo una negociación “in extremis” para salvar la investidura, el PSOE, ya conseguido el veto a Iglesias, asegura que “sin vetos ni imposiciones se puede llegar a un acuerdo”. La mascarada continúa y, al parecer, todos los improperios dedicados por Sánchez a Iglesias nada tienen que ver con el partido que éste dirige.
            Así las cosas, de cara a la galería surge de nuevo un Podemos descontaminado de antidemocracia (según las acusaciones de Sánchez a Iglesias) con el que sí se puede pactar ahora tras materializarse el veto a su líder, quien, por lo visto, era el único “escollo” para posibilitar la investidura de un “gobierno de coalición” pues, de no hacerlo así, en caso de elecciones ya no podría figurar el líder socialista como la víctima del fiasco. La hábil maniobra de Iglesias para salirse con la suya y conformar un “gobierno de coalición” obliga a Sánchez a renunciar, primero, a un gobierno monocolor con algún cargo de segundo orden que es lo que quería; segundo, a un gobierno monocolor con algún independiente propuesto por Podemos pero no militante; tercero, a un “gobierno de cooperación” (el invento del siglo) con algún miembro militante de Podemos pero no dirigente cualificado; y, finalmente, si Sánchez quiere ser investido, Iglesias le impone un “gobierno de coalición” como quería desde el principio y como Sánchez repudiaba con destacados dirigentes de Podemos, aunque sin él en el Consejo de Ministros. Con estas condiciones, tras las abruptas acusaciones de Sánchez a Iglesias, el PSOE y Podemos avanzan de nuevo hacia un acuerdo en el que los de Iglesias no ven problemas en la parte programática y en que la mayor dificultad estará en los ministros podemitas. Se inicia así “in extremis” un probable acuerdo de “gobierno de coalición”, tras hablar Sánchez e Iglesias por teléfono después de las descalificaciones públicas, que intentarán Lastra y Echenique, en el que Sánchez pretenderá blindar los ministerios de Estado para mantener el dominio político e institucional del Gobierno frente a su indeseable socio, con lo que todo apunta a que Defensa, Interior, Exteriores y Justicia sean vetados por parte de los socialistas, mientras el control de Hacienda aparece como la gran batalla de las nuevas negociaciones…. “sin vetos ni imposiciones”.
            Entretanto, los separatistas se movilizaban para salvar la investidura de Sánchez, pues ERC, JxCat y Bildu, todos ellos demócratas de primera magnitud, dejaban la puerta abierta a apoyarlo e incrementaban la presión a Podemos, cuya abstención podría bastar en segunda votación. Por su parte, Felipe González y Aznar pedían “centralidad” a sus partidos y en un foro tecnológico abogaban por un acercamiento político hacia el centro de los dos bloques enfrentados, nueva versión del tradicional bipartidismo, que, en caso de darse, dejaría a Vox, Podemos y los nacionalismos radicales al margen de las principales decisiones políticas ya que PP, Cs y PSOE conformarían sustanciosas mayorías para resolver al menos los grandes problemas de Estado que no son pocos, pues es obvio que el antagonismo actual entre los líderes políticos ha conducido a España a una indeseable política de bloques enfrentados perjudicial para todos. Y mientras la batalla en el bloque de izquierdas bloqueaba los acuerdos en La Rioja y Navarra, Vox retiraba sus medidas polémicas y acercaba el pacto en Murcia con PP y Cs, allanando dicho acuerdo el desbloqueo en Madrid como consecuencia de la batalla en el bloque de derechas. Ya ven, dos bloques enfrentados entre sí y, a su vez, enfrentados internamente en cada uno de ellos los partidos que los conforman….una especie de todos contra todos en vez de todos a favor de resolver los problemas de los ciudadanos.
            Y mientras los gobiernos de coalición del PSOE en Baleares y Valencia arrancan potenciando la inmersión lingüística, el Govern de Catalunya, presidido por Torra, permite espías en los recreos para ver si los niños hablan catalán o se expresan en el maldito castellano, pues la ONG Plataforma per la LLengua, subvencionada por el Govern con 3´7 millones de euros (y además, también por el Ayuntamiento de Barcelona, presidido por Ada Colau en coalición con el PSC), se introduce “de incógnito” en 50 colegios y vigila a alumnos y profesores sin informar de ello a los centros pero sí a la Consejería de Educación de la Generalitat, dirigida por ERC, con el procedimiento de que un infiltrado en el patio de recreo fingía desconocer el español y proponía juegos en inglés para tomar luego nota del idioma de las conversaciones. Por otro lado, tras la denuncia de varios magistrados de que en sus dispositivos han aparecido “trampas” para dar “accesos indebidos” a personas ajenas, el CGPJ abre diligencias informativas para investigar si el Govern espía también a los jueces en Cataluña. Esperemos que, tras el descubrimiento de Sánchez, de las deficiencias democráticas de Iglesias, que no de Podemos, también descubra las de los secesionistas catalanes con quienes no tiene escrúpulo alguno en pactar gobiernos en las instituciones de Catalunya. Entretanto, curiosamente, Francesc de Carreras, cofundador de Ciudadanos, abandona el partido con el argumento de que “Ciudadanos se ha apuntado al nacionalismo español”, cuando bien sabe que nació del antinacionalismo radical catalán, al que combate de forma inequívoca. En fin, sin más comentarios.
            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Álvarez de Toledo se “impone” como portavoz del PP en el Congreso al allanar Casado el camino para designarla incorporando al Grupo Popular como asesora a la mano derecha de la diputada por Barcelona; que el Gobierno propondrá a Calviño al FMI si la UE le apoya, considerando en Moncloa que la ministra ya está entre los favoritos; que el Tribunal de Cuentas absuelve a Ana Botella en el caso de los fondos buitre, siendo decisivos los votos de los dos consejeros nombrados a propuesta del PP; que la Liga de Futbol bate su récord en fichajes y ya supera los 1.000 millones; que el Gobierno ve “inadmisible” la amenaza de EEUU por la “tasa Google”; que Madrid da luz verde al mayor plan inmobiliario de España tras 26 años de bloqueo, se trata del proyecto Madrid Nuevo Norte, conocido como Operación Chamartín, que verá la luz gracias al acuerdo entre PP, Cs y Más Madrid; que Hacienda pide al juzgado el embargo de la prima del Barcelona por Neymar, quien litigia con el club por el “bonus” firmado tras renovar y a quien el Fisco advierte de que, si la Justicia le da la razón, se lo confiscará; que seis guardias civiles resultan heridos en el asalto de 300 inmigrantes a la valla de Melilla; que el fiscal aplica el criterio del Supremo sobre La Manada en el “caso Arandina” y pide 40 años para los futbolistas implicados; que muere a los 82 años Emilio Ybarra, ex presidente del BBVA; que el bloqueo asfixia a RTVE y pone en riesgo la transmisión de los Juegos, mientras la corporación se desploma en audiencia y ya prevé tener déficit; que, tras tres décadas de investigación, se identifican cerca de 1.600 barcos hundidos desde el siglo XVI, además de submarinos y aviones, en el gran cementerio naval ubicado frente a Galicia; que los españoles han perdido el respeto a tomar sustancias antes de conducir y se dispara el número de fallecidos en accidentes de tráfico por consumo de estupefacientes en apenas tres años; y que el BBVA defiende que se contrató a Villarejo en beneficio sólo de Francisco González, mientras Fiscalía atribuirá cohecho y revelación de secretos al banco, que se desmarca así de su ex presidente al considerarse una “víctima”.
            Y del exterior, destacar que EEUU condena a cadena perpetua a El Chapo; que Cuba emula a Venezuela y sube el salario mínimo, lanzando una ofensiva económica en medio de la escasez y los apagones “a la venezolana”; que El Vaticano se desmarca del nuncio que acusó al Gobierno español de resucitar a Franco; que Trump prende la llama del racismo en EEUU agitando la polémica contra cuatro congresistas demócratas en un mitin con un público entregado a la causa coreando gritos racistas contra ellas; que EEUU acepta la “tasa Google” si afecta a todas las compañías tecnológicas; que Bolsonaro, líder de Brasil, exhibe su lado provocador ante un reducido grupo de medios diciendo “gran parte de la prensa tiene una imagen distorsionada de mí”, “la Amazonia es nuestra, no de ustedes; no hay deforestación” y “decir que hay hambre en Brasil es una mentira”; que la UE investiga a Amazon por abuso de datos de clientes y proveedores en clara competencia desleal; y que Úrsula Von der Leyen, se estrena como Presidenta electa de la Comisión Europea con las siguientes declaraciones: “el mundo pide más Europa, hemos de estar unidos y fuertes”, “los países que afrontan la inmigración en primera línea merecen nuestra solidaridad”, “la Comisión será paritaria, es más fácil tender puentes con las mujeres” y “el Kremlin no perdona la debilidad, debemos mantener las sanciones”. Pero el asunto que más preocupa es la escalada de tensión en el Estrecho de Ormuz tras la captura de dos petroleros británicos por parte de Irán, obligando a May a convocar un gabinete de crisis ante esta situación de “extrema preocupación”; Irán convulsiona así, con este conflicto con Londres, la estabilidad en el Golfo Pérsico, y, mientras Teherán perfecciona su armamento ante un posible conflicto y presume de la captura del petrolero británico, Reino Unido alerta de la gravedad del suceso y anuncia una respuesta “calculada, pero contundente”, en tanto que EEUU busca ayuda de los aliados europeos, incluida España, para proteger militarmente la zona y refuerza sus tropas….la llamada “guerra de petroleros” entre Irán y Reino Unido alarma ya a toda Europa y buena parte del mundo.
                                    Jorge Cremades Sena

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