Pedro
Sánchez lo tiene claro: “ni coalición, ni elecciones; hay otra vía: programa
común progresista”. Y añade que “no se trata de salvar la investidura, sino de
que el Gobierno sea coherente” y “lo subrayo con cinco líneas para que quede
claro no espero nada de la derecha”, mientras aclara que “la cooperación con
Unidas Podemos estos doce meses ha sido muy positiva”. Son las palabras del
Presidente en la antesala de la presentación pública a bombo y platillo de lo
que llama un programa de Gobierno, consistente en 370 medidas, que, tanto por
su forma de publicitarlas como por su contenido, para muchos analistas se
corresponde más bien con un nuevo programa electoral del PSOE que con un
proyecto gubernamental concreto y viable, evaluado en su financiación, por lo
que muchos ya ven elecciones para el próximo 10-N. Obviamente en el PP, Casado
se prepara ya para ir a las urnas y pide la unión del centro-derecha, que
rechazan tanto Cs como Vox, mientras Sánchez insiste en este “nuevo método” de
gobernar en solitario y en minoría, frente a la pretensión de Podemos que, tal
como han hecho en no pocas CCAA y Ayuntamientos, consideran más razonable un
gobierno de coalición, por lo que Iglesias responde al Presidente en funciones
con un tuit apelando a la “santa paciencia”, en tanto que PP y Cs reiteran su
rechazo a abstenerse para facilitar una investidura cada vez más en el aire. Y
para cerrar esta especie de pacto sin necesidad de coalición, Sánchez ofrece a
Iglesias un control riguroso del mismo, disfrazando de oferta a Podemos su
programa electoral, por si finalmente PSOE y Podemos no alcanzan un acuerdo,
aunque se copien sus programas en buena medida. En efecto, Pedro Sánchez, como
última oferta a los populistas, presenta con la parafernalia típica de un mitin
electoral sus 370 propuestas con continuos ataques a Iglesias, su rival en las
urnas por el voto de izquierdas, a quien vuelve a ofrecer su famoso Gobierno de
cooperación con Podemos y cargos que no sean ministerios, mientras Iglesias le
acusa de querer otros comicios y le reitera que no se dejará “humillar” por más
que la propuesta “suena bien”. En resumen: yo hago un programa amplio de
gobierno frente al que presenté para ganar las elecciones, lo hago público a
bombo y platillo sin consensuarlo contigo, te invito a sentarnos “a posteriori”
para dialogar al respecto y matizar algunos detalles, te ofrezco algunos cargos
de menor importancia y a que mediante una comisión de control puedas supervisar
su ejecución……..y, a cambio de tanta generosidad, tú me apoyas no sólo en la
investidura sino también en mi posterior gestión unilateral gubernamental para
dar cierta solidez a mi gobierno. ¿Realmente creen que es de recibo esta
insólita oferta socialista a los populistas? Para averiguarlo contéstense a si
¿la aceptarían los socialistas en caso inverso? Yo, sinceramente, creo que no,
pues consensuar un gobierno supone contrastar los programas de los partidos
concurrentes que presentaron en las elecciones (no presentar programas nuevos,
salvo en caso de que estemos ante nuevos comicios) para, de forma discreta,
llegar a acuerdos concretos de gobernabilidad tras hacer los pertinentes
retoques y renuncias con arreglo al resultado electoral de cada uno de los
partidos que buscan la alianza. Siempre ha sido así y así debiera seguir
siéndolo, todo lo demás son excusas de mal pagador para seguir mareando la
perdiz.
Es
más, las medidas económicas del supuesto programa de Gobierno o programa
electoral (como prefieran), supondrían, según las primeras valoraciones, un
gasto de 25.000 millones de euros, que habrían de pagar los españoles, lo que
sería inviable en un contexto de incertidumbres económicas no sólo en España
sino en la UE. En efecto, mientras Pedro Sánchez, según se publica y nadie
desmiente, coloca por designación a 330 altos cargos en solo diez meses (entre
ellos ex ministros, consejeros y diputados del PSOE), la caída del empleo en
España es la mayor en un mes de agosto desde el año 2008 (el paro aumentó en
54.000 personas y llega a 3´06 millones, más de 7.000 despidos diarios,
destruyéndose en total 212.984 trabajos) con lo que empleo y afiliación a la
Seguridad Social ya caen como en la crisis, según los propios datos del paro.
Pero además, la matriculación de coches cae un 30% en dicho mes de agosto y un
9% en el año, alarmando al sector, y, por su parte, el turismo ya da síntomas
de agotamiento en pleno pinchazo de la industria española. Todo ello cuando la
aprobación de leyes cae a mínimos históricos por el bloqueo político, pues el
Parlamento sólo ha tramitado 106 normas en cuatro años por la inestabilidad
política y la falta de mayorías. Ya ven, una situación difícil y preocupante,
salvo que emulemos a Zapatero cuando negaba la crisis, que provocó lo que
provocó después…..; en fin, ¡cómo para andar tirando cohetes o seguir haciendo
juegos malabares como entonces!
Y
mientras el PSOE contacta ya con agencias de publicidad para la campaña del
10-N, SigmaDos y NCReport, publican sus últimos sondeos sobre intención de voto
en caso de nuevos comicios, coincidiendo ambos en que los ganaría de nuevo el
PSOE, seguido del PP, pues ambos partidos subirían en apoyos, frente al
estancamiento o descenso de votos de Ciudadanos, UPodemos y Vox, por lo que, dependiendo
de la intensidad de dichas variables en cada partido, habrá o no más o menos
dificultad para conformar mayorías a dos, pues está claro que nadie conseguiría
en solitario mayoría absoluta para gobernar. Según SigmaDos, la mayoría de
españoles no quiere elecciones y acusa a Sánchez de forzarlas (el 54´9% reclama
un pacto PSOE-Podemos, entre votantes socialistas un 71%, el 60´7% cree que
Sánchez ni se esfuerza para evitar unos comicios que le favorecerían, y un
21´3% de los votantes de Ciudadanos se arrepiente de haber apostado por
Rivera), no obstante, el PSOE y Podemos sumarían mayoría con otras elecciones
ya que Sánchez ganaría 22 escaños, aunque tendría más difícil negarse al
acuerdo con Iglesias, que mantendría sus votantes, y los socialistas dejarían
de depender de los separatistas y les podría bastar con la abstención de
Podemos, mientras el PP subiría 12 escaños, pero el centroderecha se desplomaría
por las fuertes caídas de Ciudadanos y Vox; los resultados serían: PSOE 33´4%
de votos y 145 escaños, PP 19% y 78, UP 14´2% y 40, Cs 11´8% y 34, Vox 8´3% y
17, ERC 4´3% y 18, PNV 1´5% y 6, JxCat 1´1% y 3, y Otros 6´4% y 9. Y según
NCReport, más del 30% de los votantes no acudiría a las urnas, casi el 50%
rechaza volver a votar y los votantes del PP apoyarían la coalición “España
Suma”, pero la España del desgobierno permanecería, pues ninguno de los bloques
sumaría mayoría, el PSOE ganaría pero el apoyo de Podemos seguiría siendo
insuficiente en el Congreso, el PP sería el partido que más crecería desde el
28-A frente al retroceso de Ciudadanos y Vox, y la abstención se dispararía en
1´9 millones alcanzando el 33´4%; los resultados serían: PSOE 29´5% y entre
127-130 escaños, PP 21´9% y 84-87, Cs 13´9% y 49-52, UP 13´1% y 33-36, y Vox
7´7% y 15-17. La encuesta verdadera, la definitiva, probablemente en noviembre.
Por
su parte en el PP, mientras barones populares rechazan la oferta de Casado a
Vox para entrar en España Suma, García Egea y Álvarez de Toledo toman el
control en la sede popular de la calle Génova, en tanto que Ana Palacio llama “miserable”
a Maroto por usar a Loyola de coartada. Entretanto reaparece de nuevo en el
partido popular el fantasma de la corrupción, tras ser imputadas finalmente en
el “caso Púnica” Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes junto a otros 38
dirigentes políticos, funcionarios y empresarios, lo que obliga a Casado a
soltar lastre, insistiendo Génova en que el partido se ha “regenerado” mientras
se distancia de las ex presidentas madrileñas tras ser imputadas por el juez en
la trama de financiación ilegal del PP de Madrid. Aguirre es imputada por
controlar la “caja b” del PP madrileño y por “fraguar” el desvío de fondos
públicos al partido, situándola el juez al frente de dicha financiación ilegal
del partido durante una década, atribuyéndole siete delitos, por un plan que “se
habría expuesto a los consejeros en una reunión en 2004 presidida por Aguirre”,
mientras su sucesora, Cifuentes, estaría acusada de prevaricación al adjudicar
la cafetería de la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Y mientras el PP exige
contundencia a Casado, argumentando que “son dos cadáveres que nos siguen
lastrando” y el juez de Púnica rastrea el desvío de 24 millones de dinero
público al PP madrileño, Álvarez de Toledo incendia el partido con la defensa
de su “amiga” Aguirre y, copiando la estrategia de Rajoy en la Gürtel, carga
contra el juez, en tanto que los barones avisan de que “las formas implacables
deben ser contra todos”, al margen de la lógica presunción de inocencia que se
haya de tener contra cualquier acusado en tanto que no haya sentencia firme. Y
mientras Ciudadanos allana a la izquierda investigar a Ayuso, la nueva
presidenta madrileña, tras la imputación de Aguirre y Cifuentes, permitiendo la
creación de la comisión de investigación sobre Avalmadrid que pedían, llega al
partido popular la balsámica noticia de que el juez absuelve al partido por la
destrucción de los discos duros de Bárcenas, lo que les viene como anillo al
dedo para defender la presunción de inocencia de sus ex presidentas en Madrid.
Por
lo que se refiere a otros asuntos cabe citar que el Banco de España pide más
gasto en la UE para evitar otra crisis; que la protesta de Abascal logra
impedir que Irán humille a las diputadas españolas, pues, tras haber aceptado
la presidenta del Congreso que la delegación de Teherán no saludara a las
mujeres en su visita al Parlamento, después de la denuncia de Vox se ha
suspendido el saludo por el trato vejatorio a las mujeres; que Juan Carlos I
sale del hospital y manifiesta, con el sentido de humor que le caracteriza, “estoy
fenomenal, con cañerías nuevas” al recibir el alta médica; que Amazon planea
repercutir la “tasa Google” de Sánchez a sus clientes; que los Pujol
invirtieron su fortuna oculta en plantaciones de café, financiando cosechas del
mayor grupo cafetero mejicano con el dinero escondido en Andorra; que más de
600 españoles son superricos, un 74% más que en 2011; que Puigdemont presionará
a ERC con otro intento de investidura en plena guerra soberanista; que se
celebra una fiesta impune en Alsasua para echar a la Guardia Civil de Navarra,
al disfrazar los abertzales una jornada dedicada a pedir su expulsión; que una condena revela falta de control en las
pensiones de incapacidad; que Torra será juzgado por desobediencia el 25 y 26
al no haber retirado los lazos amarillos en campaña electoral; que, según Juan
Manuel Moreno, “la Junta de Andalucía recuperará las competencias en Salud
Pública” pues, aunque ahora su prioridad es atender a los afectados de
listeriosis, después retirará las atribuciones al Ayuntamiento de Sevilla; y
que, tras varios días de intensa búsqueda de la desaparecida medallista olímpica,
la ex esquiadora Blanca Fernández Ordóñez, acaba de ser hallado su cadáver en
la Sierra de Madrid, donde con cierta asiduidad solía ir a hacer deporte y nada
se sabía de ella desde el pasado día 23 de agosto cuando fue vista por última vez
en la localidad de Aravaca……¡descanse en paz!.
Y
del exterior cabe destacar que Argentina afronta su enésima crisis entre la
angustia y la resignación, con los argentinos volviendo a hacer colas por sus
propios ahorros y temiéndose un nuevo corralito; que las bases del italiano
Movimiento Cinco Estrellas dan un rotundo apoyo a la alianza con el PD; que
Alemania pide perdón a Polonia por la invasión nazi pues, mientras los partidos
del Gobierno alemán frenan por la mínima el auge ultra (la CDU gana en Sajonia
y los socialistas en Brandeburgo pese al ascenso de Alternativa por Alemania en
el Este del país), el presidente alemán “agacha la cabeza” pidiendo perdón al
pueblo polaco por las atrocidades del pasado; y que miles y miles de británicos
marchan contra Johnson clamando contra el “golpe” al Parlamento, donde el primer
ministro acaba de perder su pírrica mayoría y sufre una derrota crucial, al arrebatarle
la oposición el control del Brexit y forzarle a un debate sobre otra prórroga a
la UE que él no quiere, por lo que buscará elecciones en octubre, tras su ultimátum
previo a la Cámara de los Comunes de “no moveré el Brexit” si el Parlamento
vetaba su plan duro y sin acuerdo para salir de la UE.
Jorge Cremades Sena
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