En vísperas de la
convocatoria de la patética Mesa de Diálogo entre Gobierno de España y Govern
de Cataluña, se celebra una Diada atípica con el secesionismo dividido que,
obviamente, desinfla la tradicional manifestación, que queda muy lejos de las
demostraciones de movilización exhibidas en los momentos álgidos del “procés” y
que acaba con altercados, como ya viene siendo habitual en este tipo de
eventos. Una Diada dividida y desangelada en la que el independentismo no logra
recuperar la calle y marcada por las críticas a ERC y a la Mesa de Negociación,
es decir, contra Esquerra y contra el pretendido diálogo absurdo, en medio del
lío que se ha montado con la controvertida ampliación de El Prat, que complica
el plan de Sánchez para Cataluña. En efecto, el documento de AENA plantea daños
a un espacio natural y compensaciones, por lo que los ayuntamientos afectados,
en manos de los comunes, se oponen al proyecto y la ampliación del aeropuerto
se queda aparcada “hasta dentro de cinco años” mientras la vicepresidenta
Yolanda Díaz ve dicha ampliación “incompatible con la emergencia climática” y
se jacta del colapso del proyecto de Sánchez para El Prat visitando la zona junto
a su colega Colau, cuando los empresarios ven la decisión irresponsable. Y como
se trata de vender la burra como sea, Aragonés, tras impedir la ampliación y
echar la culpa de ello al Gobierno de Sánchez (tanto el Gobierno de España como
el Govern de Cataluña, ambos de coalición, están divididos internamente sobre
el asunto), exige ahora a Sánchez la gestión del aeropuerto, mientras, desde el
mundo empresarial catalán, Sánchez Llibre exige al Govern una “rápida
rectificación” y se vuelca en salvar un proyecto que es fundamental para
Cataluña. No obstante, aunque fracturados por el debate ambiental, el Gobierno,
el Govern y los ayuntamientos, Pere Aragonés reivindica la mesa de diálogo a
pesar de la tensión por dicho asunto y se jacta de sentar al Gobierno de España
en la mesa de la independencia, diciendo, desafiante, en su discurso de la
Diada que “Cataluña está a las puertas de algo que nunca había conseguido: negociar
con el Estado de tú a tú” e insta a la máxima movilización para presionar a
Sánchez. Entretanto, dos versiones sobre el desencuentro sobre El Prat: según
las actas de la reunión final sobre el proyecto para su ampliación, la
Generalitat sostenía “no vamos a frenar el desarrollo del aeropuerto” pues el
Govern quiso seguir adelante hasta que un tuit de Aragonés paró todo; y, según
fuentes del Gobierno, Sánchez frenó el plan de El Prat para dar un toque de
atención a ERC, ya que el mensaje que le quiso mandar el Presidente es “si
queréis hacer política en serio, aquí estamos; si queréis jugar, hacedlo
solos”. Lo dicho, dos versiones para vender la burra y salir del atolladero en
que andan metidos el Gobierno de Sánchez y la Generalitat intentando hacer ver
que es posible un diálogo y una negociación imposibles si previamente ambas
partes no se ponen de acuerdo en que nada se puede hacer al margen de lo que
dicta la Constitución y, por tanto, ni la amnistía ni el referéndum, ambos
ilegales, pueden ser objeto de diálogo o negociación alguna, lo que el
Presidente del Gobierno de España, que rescata a Iceta para la negociación con
Aragonés, debiera exigir como requisito
previo en defensa nítida de nuestra democracia. No obstante la suspensión del
proyecto de El Prat podría reconducirse en los próximos días ante la presión
del empresariado catalán.
Y lío sobre lío, ridículo sobre
ridículo, en este afán demagógico de sacar ventaja electoral sea como sea,
Marlaska descarta dimitir por su precipitada postura en el caso falso de
xenofobia en Madrid y culpa a la Policía de su batacazo, manteniendo su acoso
sobre PP y Vox pese a la falsedad de la denuncia y diciendo que sigue en el
cargo para “hacer frente al discurso del odio”, mientras mandos policiales
critican su “presión” en plena investigación. En definitiva, Moncloa blinda a
Marlaska ya que “el cese no se contempla” tampoco, pues Sánchez no entregará su
cabeza después de haberlo mantenido en su reciente crisis de Gobierno….. sería
demasiado desgaste. Y mientras el ministro descarga en la Policía la gestión de
la falsa agresión de odio homófoba, cuando los agentes le trasladaron sus dudas
desde el primer momento, un ex novio de la falsa víctima alertaba a la Policía
de que era aficionado al sadomasoquismo, que, en definitiva, era lo que estaba
detrás de tan lamentable denuncia y no, en este caso al menos, un ataque
xenófobo, que desgraciadamente se dan con demasiada frecuencia.
Por otro lado el CGPJ, que piensa en
el traslado de magistrados desde la Sala de lo Militar como solución para el
Supremo y paliar así el bloqueo, vuelve a invitar al Rey Felipe al acto donde
Moncloa lo vetó el año pasado, es decir, a la entrega de despachos a los nuevos
jueces en Barcelona, mientras el Rey ya ha trasladado su deseo de asistir al
acto que, en definitiva, es lo normal…..lo anormal es que el Jefe de Estado por
indicación del Gobierno no pueda asistir a determinados territorios para no
perturbar los objetivos de sus socios secesionistas. No estaría de más que, ya
puestos, en la dichosa Mesa de Negociación, semejante asunto fuera prioritario
antes de comenzar a hablar. Entretanto el PP espera una dura exigencia de la UE
para desbloquear el CGPJ pues la presión europea podría provocar el cambio de
postura de Sánchez sobre el asunto.
Por cierto, hablando del PP, las
tormentas internas ya están desatadas acerca del control del PP madrileño.
Ayuso planea un viaje a EEUU durante la Convención nacional del partido y su
ausencia ha molestado a Génova, aunque adelantaría su regreso para poder estar
en Valencia el día del cierre del cónclave. Y mientras Génova busca una tregua
en Madrid para que Ayuso no eclipse dicha convención del PP, la Presidenta
madrileña ofrece a Génova un pacto para presidir el partido en la Comunidad de
Madrid, planteando que Almeida tenga libertad para hacer la lista municipal de
2023 y que la dirección nacional haga “sugerencias” en el resto de localidades
y en la regional. La realidad, para intentar salir de la guerra interna que se
avecina, es que Génova trabaja por una lista única de Ayuso y Almeida para evitar
que la Presidenta tenga que competir con el alcalde u otros candidatos si no se
llega a un acuerdo…..y mientras tanto, personas relevantes del PP madrileño ya
van tomando posiciones por si acaso. Enrique López, portavoz de Justicia del PP
y “dos” de Ayuso, manifiesta que “es positivo que grandes valores como Ayuso
quieran asumir responsabilidades en el PP” y añade que “el PP tiene el apoyo de
la mayoría de la carrera judicial” y que “Sánchez debe entender que la
renovación del CGPJ va unido a la reforma en la elección de vocales y del
fiscal general”. Y, por su parte, Esperanza Aguirre, ex presidenta de la
Comunidad de Madrid, va más allá y sostiene que “ponerle trabas internas a
Ayuso es ayudar a Sánchez”, “votaré a Ayuso en el congreso del PP de Madrid; el
modelo actual no tiene sentido y ella pretende simplemente normalizar la
situación”, añadiendo que “el PP, conmigo de presidenta, tenía mayorías
absolutas; que no digan tonterías los niñatos que están en Génova intoxicando”
y rematando con que “hay cosas en las que discrepo de Abascal, pero son más las
que me unen; si queremos gobernar, tenemos que rehacer puentes con Vox” pues
“en el Gobierno están los que quieren romper España, y el PSOE cede en todo lo
que le piden, es la tormenta perfecta”. Ya ven, la tormenta interna en el PP
madrileño está más que servida.
Por lo que respecta a otros asunto
cabe citar que el control de los precios del alquiler fracasa en Cataluña al
caer la oferta; que Educación elimina las recuperaciones de la ESO y se podrá
pasar de curso con suspensos; que España vuelve a desescalar con la amenaza de
la sexta ola de la covid, mientras unos 12.000 empleados de residencias
privadas siguen sin vacunarse; que el régimen de Castells castiga con expulsión
escraches como el de Iglesias a Rosa Díez ya que la Ley de Convivencia
Universitaria prevé un mes de expulsión a los alumnos que impidan actos
académicos; que Albares, ministro de AAEE, dice que “Pakistán nos promete ayuda
para evacuar a colaboradores afganos”; que Penélope Cruz se hace mito al
alzarse con el premio a la mejor actriz en el Festival de Venecia; que el 41%
de los fondos europeos está ya comprometido; que autónomos y pymes sufren
subidas de la luz de hasta el 30% en verano; que un incendio en la Costa del
Sol malagueña ha quemado ya 6.000 hectáreas y ha obligado a desalojar siete
pueblos con 1.600 vecinos, mientras su potencia frena su extinción; que la Ley
de Memoria, incomprensiblemente, se olvida de las víctimas del comunismo, pues
la norma alude de forma explícita al franquismo y al nazismo, pero evita otros
totalitarismos que tanta barbarie han causado como los anteriores, aunque, no
obstante, el texto corrige parte de los errores detectados en el anteproyecto
que dejó la ex vicepresidenta Calvo.
Y del exterior, destacar que Biden
exige la vacunación a todos los funcionarios y militares, mientras las empresas
privadas harán pruebas semanales a los no inmunizados; que Nicaragua ahonda en
la represión con la orden de arresto de Sergio Ramírez, quien manifiesta que
“la orden de arresto es una condena para que no vuelva a Nicaragua”; que
Marruecos castiga a los islamistas y elige a un liberal próximo al Rey; que
Merkel reconoce que su partido se enfrenta a una dura batalla electoral tras 16
años en el poder; que la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se
postula como presidenta de Francia y competirá con Macrón por el Elíseo; y que
el BCE empieza a rebajar los estímulos ante la recuperación y el alza de
precios, anunciando que su programa de compra de deuda será “a un ritmo
moderadamente menor”, mientras vigila el alza en los precios y decide levantar
el pie de su programa de estímulos ante el avance de la recuperación económica
en Europa. Pero la noticia que acapara el interés general es el 20º aniversario
del trágico 11-S, un golpe que aún resuena y que causó un impacto global y
desencadenó una serie de conflictos aún sin resolver, pues aquella trágica
mañana en Nueva York el terror islámico, aún vigente, segó 2.996 vidas
inocentes y dejó 25.000 heridos, provocando que Occidente iniciara una guerra
contra el terrorismo yihadista que aún sigue y que, tras la rendición en
Afganistán genera no pocas incertidumbres; dice Bolton, ex asesor de seguridad
nacional de EEUU, que “los terroristas no se han ido, ni su ideología ha sido
derrotada”, mientras el fiasco en Afganistán, la división política y la
pandemia hacen aún más duro el recuerdo a los caídos en el atentado terrorista
del 11-S que cambió definitivamente el mundo; y mientras Biden apela a la
unidad, Aznar manifiesta que el ataque a las Torres Gemelas el 11-S “era más
que un atentado, era un acto de guerra”, y añade “yo no iba a formar parte del
espectáculo de las solidaridades que a la hora de decidir se desvanecen”, “se
ha cometido un error que vamos a pagar muy duramente; Afganistán es una
rendición humillante” y “está en riesgo nuestro sistema de libertades por
nuestras dejaciones y falta de claridad moral”….. la realidad es que en
Afganistán, cuna y refugio del terrorismo islamista, el radicalismo ideológico
de los talibanes se ha vuelto a imponer por la fuerza mientras Occidente se ve
impotente para afrontar semejante amenaza a sus libertades y al régimen
democrático imperante en la zona, es la lucha entre la razón de la fuerza o la
fuerza de la razón, que lamentablemente requiere a veces imponerse por la
fuerza ya que, en caso contrario, siempre gana ésta.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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