En
pleno arranque de la campaña electoral oficial del 28-M se conoce que Bildu,
socio de Sánchez, lleva en sus listas electorales nada menos que a 44 etarras
lo que hace enmudecer al Presidente del Gobierno, quien, tras aprobar en un
Consejo de Ministros extraordinario un decreto-ley (otro más) claramente
electoralista regando de millones el 28-M, se disponía a inaugurar por todo lo
alto la campaña desde la Casa Blanca para reunirse con Biden, mientras, obviamente
se desataba una polémica política y mediática por la noticia protagonizada por
los abertzales a la que el Gobierno, incluido Sánchez, respondía insólitamente
dando la callada por respuesta, cuando todos los demás se posicionaban ante el
rechazable bombazo de Bildu con sus listas. El Gobierno, sorprendentemente
callaba hasta que los ministros socialistas (los ministros podemitas sí se
posicionaban, aunque a favor de Bildu), en pleno acoso al PSOE por parte de
Feijóo ante tan incomprensible silencio del Ejecutivo, son al final autorizados
por Sánchez a posicionarse y, levantado el veto, lo hacen con tardíos y tímidos
rechazos a las impresentables listas bilduetarras, mientras, por fin, el
Presidente, ya en Washington, se ve obligado a hacer lo propio y manifiesta al
respecto simplemente que “hay cosas que son legales, pero no decentes”, lo que
empeora más aún si cabe su posición al no acompañarla de un rechazo explícito y
contundente de Bildu como socio, que sería lo decente, por lo que casi hubiera
sido mejor haberse mantenido en silencio. En efecto, si él mismo sostiene que
la inclusión de dichos etarras en las listas de Bildu “es legal” (asunto que
incluso está estudiando Fiscalía tras la denuncia de Dignidad y Justicia) “pero
no decente”, no es necesario hacer un master en Salamanca para concluir que su
Gobierno es indecente al tener a Bildu, junto a ERC, como socios preferenciales
del mismo, pues, al no romper tajantemente con semejante indecencia, es obvio
incluso deducir que sigue dispuesto a que el Ejecutivo que preside se mantenga
en la indecencia más absoluta. En fin, hubiera sido preferible que mantuviera
su silencio, pues ya ven, su ruido es un remedio peor que la enfermedad. La
cruda realidad es que el escándalo por las listas de Bildu empaña el prometedor
inicio de campaña, que Sánchez buscaba, al enturbiar los pretendidos efectos
positivos de su electoralista decreto en el citado Consejo de Ministros
Extraordinario, celebrado ex profeso, y empaña también su reunión con Biden en
la Casa Blanca….y es que, con los amigos que tiene Sánchez, no le hacen falta
enemigos. Por cierto, ya que Sánchez está dispuesto a hablar sobre asuntos que,
siendo legales, son indecentes, cabría pedirle que nos digera, entre otras
cosas, si considera decente o indecente indultar a los condenados por el ilegal
procés, rebajar las penas por malversación y eliminar el delito de sedición
para contentar a sus socios secesionistas catalanes y que le sigan apoyando,
guardar silencio por su espontáneo y personal giro copernicano sobre el Sahara,
mantener en su gobierno a ministros que votan en las Cortes contra las
decisiones colegiadas del Consejo de Ministros…… y como otras tantas y tantas
cosas que han llevado a la perplejidad y al bochorno a la ciudadanía española.
Entretanto sus, según él mismo, legales pero indecentes socios siguen a lo suyo
y el blanqueado Otegi, no conforme con las listas de Bildu, mete en la Junta
Electoral, encargada de velar por la limpieza electoral del 28-M, a Txema
Matanzas, líder histórico de los presos de ETA, que estuvo encarcelado durante
diez años, fue abogado de etarras sanguinarios y rechazó que pidieran perdón…
Pero Moncloa, que admite que Bildu ha empañado contra el PSOE el inicio de
campaña, rechaza romper con los abertzales con el propósito de llegar a las
generales aunque sea agonizando, mientras el PP reta al Gobierno a que active
la Ley de Partidos contra Bildu y reclama que la Abogacía del Estado estudie si
incluir a 44 etarras, varios de ellos sanguinarios, es motivo suficiente para
aplicarla, en tanto que algunos juristas proponen endurecer las exigencias para
que condenados por la Justicia puedan ser candidatos.
Y,
abierta la veda en el PSOE para poder hablar, Fernández Vara, candidato socialista
por Extremadura, manifiesta: “no hay alternativa a los pactos con los partidos
independentistas”, “el problema para el Partido Popular no es Sánchez, es el
PSOE que gana las elecciones” y “la inclusión de etarras en las listas de Bildu
me merece igual de desprecio que todo lo de ETA”. Ya ven, a la indecencia
señalada por Sánchez cabe añadir también el desprecio señalado por Fernández
Vara….pero nadie, a pesar de ello, rompe ni exige romper de forma efectiva e
inmediata que se siga pactando con indecentes y despreciables, por lo que cabe
aplicar aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”. No obstante los
barones se revuelven tímidamente contra Sánchez de cara a la galería por su
pasividad ante Bildu, que consideran “repugnante”, e incluso Page carga contra
los abertzales en presencia del Presidente, pero no le exigen romper con ellos,
mientras Feijóo irrumpe en el País Vasco y pide el voto a los socialistas
“avergonzados” del pacto con Bildu preguntando a los candidatos del PSOE “¿os vais
a callar?” y asegurando que le “repugna” que el partido de Otegi “lleve
asesinos en sus listas electorales”.
Así
arranca la campaña electoral del 28-M con máxima incertidumbre sobre cómo
quedará el poder territorial tras los comicios y qué repercusión tendrá ello en
las siguientes elecciones generales de final de año. Un poder territorial que
se decidirá en grandes plazas y en la mayoría de ellas con poco margen entre
los bloques ideológicos que se han consolidado en España, pues las encuestas,
salvo el CIS de Tezanos (que, por cierto, blinda el futuro de su número dos,
Oscar Iglesias, ante un vuelco electoral al ganar “por su currículum” la única
plaza de funcionario en la escala de investigadores Científicos asignada al organismo)
dan como ganador de estos comicios al PP, aunque queda por ver si el PSOE,
sumando con el actual resto de sus socios (decentes o indecentes), es capaz de
sumar lo suficiente para impedir que la derecha se haga con el poder o lo
conserve en los distintos territorios. En efecto, según GAD3, en sintonía con
otros sondeos el PP ganaría entre otros en la Comunidad Valenciana y rozaría
gobernar la Generalitat (los resultados serían: PP 32´6% de votos y entre 35-36
escaños, PSPV-PSOE 29´5% y 31-33, Vox 14´4% y 14-15, Compromís 13´2% y 12-13,
UPodemos 5´2% y 4-5, y Ciudadanos desaparece con el 2´1% de votos, siendo clave
que UPodemos consiga romper o no la barrera del 5% de votos para poder reeditar
el pacto del Botanic actual), y además podría recuperar Cantabria, La Rioja y
Extremadura, y conservaría Madrid y Murcia, aunque necesitaría el apoyo de Vox
para desbancar al PSOE en alguno de estos territorios donde el bloque de
izquierdas sume más que el PP. Incluso hasta el CIS de Tezanos acerca en Madrid
a Ayuso a la mayoría absoluta, aunque sostiene que Puig se mantiene en la
Comunidad Valenciana, siendo obvio que el aguante de Podemos es clave para la
izquierda y que el PP necesitará el apoyo de Vox en algunos territorios, como
el PSOE va a necesitar a sus actuales socios por decentes o indecentes que
éstos sean.
Pero
Sánchez, convertido en una losa para los barones territoriales socialistas,
sigue empeñado en una campaña en clave nacional, como si se tratara ya de
elecciones generales, con promesas electorales que ya representan una hipoteca
de unos 45.000 millones de euros, lo que para un país tremendamente endeudado
como España es simplemente una entelequia de cara al futuro, salvo que muchas
de esas ofertas queden en simples anuncios o trucos electoralistas. Y es que
los fantasmas que el propio Sánchez ha alimentado con sus “indecentes” socios,
de los que ahora no puede prescindir, se han convertido en una verdadera
amenaza para los intereses de los líderes territoriales socialistas, una
pesadilla difícil de eliminar, mientras, además, la calle estalla en plena
campaña formando un tsunami de descontento contra el Gobierno en el que
participan, entre otros, funcionarios de la Seguridad Social y de Justicia,
inspectores de Trabajo, agricultores, policías, autónomos, sanitarios,
ganaderos, etc etc cuando los servicios del Estado están cada vez peor y la
inflación ahoga a las familias (menos mal que, al menos, las asociaciones de
jueces han dejado de momento en suspenso su huelga indefinida y, tal como les
pide el Gobierno, posponen el inicio de la misma para seguir negociando). Y
para colmo, en la Barcelona de Colau, otra aliada del sanchismo y de sus
decentes o indecentes socios, se evidencia el desastre de la “okupación”, cada
vez más violenta, con “okupas atrinxerados” que imponen su ley y su anarquismo
en los barrios amenazando con que “nadie nos hecha de kasa”, con hachas, cascos
y pistolas como, entre otros, en Bonanova, el barrio rico con los anarquistas
“okupando” los edificios en una ciudad que acapara una de cada tres okupaciones
ilegales que se dan en España, mientras la recién aprobada Ley de Vivienda se
pronuncia más a favor todavía de semejantes okupantes ilegales que de los
legales propietarios, que no pueden entender qué delitos cometieron cuando
legalmente decidieron invertir su dinero en la compra de viviendas para
habitarlas, disfrutarlas en vacaciones o venderlas alquilarlas, con la esperanza de que el
Estado les protegerá frente a quienes las okupan ilegalmente. Cabría preguntar
a Sánchez si para él esto también es “legal, pero indecente” como las listas de
Bildu o “ilegal, pero decente” y, en caso de ser lo primero (no creo que
apueste por lo segundo), que nos diga que va a hacer para que la indecencia no
se imponga a la decencia.
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Ione Belarra dice “trabajaré
hasta el último minuto para pactar con Sumar”; que el Gobierno moviliza 2.190
millones para paliar los efectos de la sequía; que la compra sube un 13% en un
año y ya está un 24% más cara que en 2021; que el crecimiento del censo
exterior crece un 150% desde el año 2000 y el PP pide al Gobierno la
verificación de los datos; que según Eduardo de Castro, gobernante
independiente melillense, “Marruecos usa políticas híbridas y ahoga a Melilla
en lo económico” y denuncia el cierre con la aduana con el país vecino a cuyo
régimen Sánchez ha regalado la soberanía del Sahara; que la “Ley del sí es sí”
ya ha rebajado 1.079 condenas y 108 excarcelaciones en siete meses de vigencia
de la polémica ley; que el Barça se proclama campeón de Liga a cuatro jornadas
del final atormentado por el “caso Negreira”; que se desata la alarma por las
redes de compra de votos por correo en Melilla; y que Holanda pide
explicaciones a la vicepresidenta Calviño por sus críticas sobre Ferrovial y el
ministerio de Hacienda holandés le pregunta por las acusaciones de “paraíso
fiscal” mientras ella responde que “son cosa de los periódicos”….ya ven, la
táctica es la de “matar al mensajero” y todo arreglado.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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