lunes, 8 de mayo de 2023

MÁS DIFÍCIL TODAVÍA

 

                        El cínico cacao mental de los populismos radicales no tiene límites, es capaz de defender una cosa y la contraria, de ser a la vez gobierno y oposición, e incluso de dividirse como las amebas con tal de engañar a la gente participando activamente no con una determinada opción política sino con varias según convenga a los intereses electorales en cada momento y lugar. El caso es engañar a los ciudadanos para que apuesten por sus sorprendentes e insólitas propuestas que al final conducen a la nada. Es lo que cabe concluir tras la propuesta de la comunista Yolanda Díaz para la campaña electoral de los comicios locales y territoriales a consecuencia de sus divergencias ideológicas (o más bien, intereses personales) con las del populismo de Podemos, tras romper, de cara a las siguientes elecciones generales con Unidas Podemos, tras ser ambos parte del Gobierno de coalición presidido por el socialista Pedro Sánchez, quien, para no quedarse atrás, ha aportado grandes dosis de populismo a su versión sanchista del socialismo democrático tradicional, sorprendiendo a afines y contrarios. En efecto, Yolanda Díaz, que, de momento, se presentará sólo a las generales con su particular invento, Sumar, frente a Podemos, pero no comparecerá con dicho invento en las locales y autonómicas, decide participar personalmente en estos comicios tanto a favor de Podemos o sus afines como en contra de ellos y, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana hará campaña a la vez con Podemos y con Compromís, otro que tal baila; es decir, un día con uno y otro día con otro, jugando así con dos barajas de cara al 28-M o, dicho de otra forma, estando a la vez como Dios en todas partes, apoyará a las candidaturas de Podemos e IU indistintamente y compartirá actos con Compromís y Más Madrid, apostando por el más difícil todavía. Y obviamente, en medio de este embrollo populista, el PSOE, socio mayoritario del populismo y otras hierbas, ve en riesgo “feudos importantes” del socialismo democrático tradicional, precisamente porque Podemos está en declive, mientras determinados cargos socialistas ya asumen en estos comicios que “nos irá regular o bien, pero no muy bien”, aunque alguno de ellos, como Juan Espadas, se empeñe en decir en Andalucía que “pactar con ERC y Bildu esta legislatura ha valido la pena plenamente”, olvidando el fracasado estrepitoso del socialismo andaluz tras el aplastante triunfo del PP en Andalucía. Así las cosas, según 40dB, y de cara al 28-M, Ayuso, tras barrer también al socialismo tradicional madrileño, arrasaría de nuevo en Madrid, feudo popular, apuntando a una posible mayoría absoluta, mientras que Puig en Valencia, feudo socialista tradicional, necesitaría que Podemos entre en las Cortes Valencianas para repetir su Gobierno de coalición a imagen y semejanza del que Sánchez lidera en Madrid, a la espera de que la participación de Yolanda Díaz a favor a la vez de Compromís y Podemos consiga el milagro de que los podemitas valencianos no queden sin representación parlamentaria…..Y es que, ya lo dice el refrán….”dime con quién andas….”. Pero no acaban aquí todos los males para el socialismo democrático moderado, pues de cara a las siguientes elecciones, las generales, de finales de año los pronósticos no son halagüeños para el sanchismo imperante, ya que, en sintonía con otros sondeos, según NCReport, la aparición de Sumar, apoyada en su momento por Sánchez para dividir fuerzas en UPodemos, no rompería la mayoría absoluta del centroderecha pues el PP de Feijóo con el 33´2% de los votos conseguiría entre 141-143 diputados, frente al 22´3% y los 91-93 escaños del PSOE de Sánchez, mientras Vox obtendría el 13´5% y 40-42, Sumar 11´6% y 27-29, y Podemos 4´9% y 2-4, con lo que ni los 12-13 escaños de ERC con el 3´1% de votos (gracias a las ventajas electorales de los partidos territoriales) y la suma de los 28-31 del resto de diputados conseguidos por las variopintas opciones territoriales minoritarias alcanzarían mayoría suficiente para gobernar o desgobernar el  país, como sucede ahora, salvo que la todopoderosa Yolanda Díaz, logre el milagro al estar omnipresente en todas partes.

            Entretanto, los empresarios, después de haber sido considerados casi como delincuentes por el Gobierno sanchista, aliado con los sindicatos el pasado uno de mayo para movilizarse contra ellos si no pactaban una subida de salarios, llegan a un preacuerdo de subida salarial con los sindicatos sin ninguna complicación: un 4% este año y un alza del 3% en 2024 y 2025, además de incluir una cláusula de revisión por la inflación, aunque el documento no obliga a las empresas a aplicar esos incrementos, que quedan como recomendaciones. Ya ven, tras la demagogia gubernamental, no es tan fiero el león como lo pintan interesadamente, pues los agentes sociales pactan subir los salarios un 10% en tres años y con ello garantizar la paz social, todo ello en línea con la inflación prevista, aunque por causa de esta, los trabajadores siguen sin recuperar el poder adquisitivo perdido en los dos últimos ejercicios, asunto, en  todo caso, achacable al Ejecutivo, incapaz de situar la subida de precios en límites razonables. En todo caso, ante el señalamiento demagógico del Gobierno populista a los empresarios, la CEOE, que jamás se negó en rotundo a una subida de salarios razonable y viable, veta a Sánchez y Díaz en la firma de este pacto salarial, pues la patronal descarta invitar de momento a miembros del Gobierno a la formalización inminente del acuerdo con los sindicatos, que Feijóo respalda porque genera paz social durante los dos próximos años. Todo esto cuando el empleo bate records en abril con 20´6 millones de ocupados y el número de parados baja de 2´8 millones por primera vez en quince años, eso sí, con 22.840 empleos públicos nuevos en el primer trimestre; no obstante el Gobierno no dará la cifra real de paro antes de las elecciones, evitando así revelar 600.000 fijos discontinuos inactivos (eufemismo de parados o empleados temporales) que dejarían el desempleo en 3´3 millones de personas, afectando todavía más a las mujeres, que son seis de cada diez personas desempleadas. En todo caso, al margen de interpretaciones, buena noticia, aunque no para tirar cohetes, cada vez que se crea un sólo puesto de trabajo en España, que, según Eurostat, está a la cabeza del paro con los mayores niveles de desempleo entre todos los países comunitarios.

            Por otro lado, tras la polémica Ley de Vivienda del Gobierno pactada con ERC y Bildu, el problema de la vivienda en España irrumpe con fuerza en la campaña electoral, mientras se vislumbra el final de la subida de tipos de interés a las hipotecas (el precio del dinero aumenta otro 0´25% y se sitúa en el 3´75%), aunque Lagarde, desde el BCE, no cierra totalmente la puerta a más incrementos que están haciendo imposible a millones de españoles pagar las cuotas de sus hipotecas. Y es que España lidera la caída de las hipotecas en la UE tras este alza de tipos, constatando la banca española un desplome de la demanda de crédito superior a la demanda de la eurozona, mientras Ismael Clemente, CEO de Merlín Properties, la primera inmobiliaria del Ibex-35, manifiesta lo siguiente: “no vamos a invertir en vivienda con esta legislación cambiante”, “el Ministerio nos dijo que nos necesitaban para hacer viviendas, pero el sector se siente agredido”, “no tenemos plan de salida como Ferrovial, pero tener la sede aquí nos perjudica por el rating bajo de España” y remata con “estoy en desacuerdo con la Ley de Vivienda…es una mala receta”. Es la consecuencia lógica de una legislación absurda que en un país libre y democrático, como es España, protege más al okupa que al propietario del inmueble okupado de forma  ilegal, desprotegiendo insólitamente a quien arriesga su dinero o dedica sus esfuerzos, a veces con grandes sacrificios, para adquirir bienes inmobiliarios. Así no vamos a ningún sitio. Y mientras el Gobierno estudia poner coto a los visados de oro para inversores, endureciendo la norma que da permisos de residencia a los compradores de pisos, Sánchez, promete avales a jóvenes y familias por el 20% de la hipoteca, copiando al PP su oferta de avales para vivienda al aprobar una línea de crédito del ICO que ya vienen aplicando Madrid, Galicia y Andalucía. Algo es algo frente a la necesidad de un acuerdo global entre PSOE y PP para alejar la política de vivienda basada en soluciones populistas que sólo conducen al caos y al conflicto.

            Por lo que respecta a otros asuntos (y al margen de la guerra de Ucrania y la coronación del británico Carlos III como Rey acaparando el interés internacional) a nivel nacional cabe citar que ACS reelige a Florentino Pérez como  presidente del grupo que reinvierte el 70% de los fondos recibidos por servicios industriales; que la Junta Electoral estudia sanciones para la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, por vulnerar reiteradamente la neutralidad institucional usando electoralmente las ruedas de prensa tras los Consejos de Ministros en Moncloa, siendo el Ejecutivo el que ha recibido más actuaciones censurables y Sánchez el único presidente multado ya; que Bildu, socio de Sánchez, se cuela en el futbol español con una valla propagandística en Sevilla, donde no se presenta, para vincularse al Osasuna, que pierde la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid; que los funcionarios de Justicia también quieren más sueldo y amenazan con huelga tras ofrecer el Gobierno a los jueces unos 45 millones para mejorar sus salarios y desconvocar su huelga, pues argumentan que “si hay dinero para unos, hay para todos”; que, según la OMS, la covid ya no es una emergencia sanitaria internacional, tras el saldo de 6´9 millones de muertos y 765 millones de diagnosticados oficialmente; que el PP negocia para romper el actual bloque de investidura con la intención de atraer mediante acuerdos a los socios de Sánchez en Cantabria, Aragón y Asturias para no aparecer como un partido que sólo puede entenderse con Vox; que la “purgada” por Yolanda Díaz en Ferrol dice de ella que “me maltrató y acosó”; que Mediaset acaba con tres décadas de telebasura al fulminar “Sálvame” a partir del 16 de junio; que Feijóo se ofrece a Sánchez para endurecer las penas por malversación tal como pide la UE y “celebra” la iniciativa europea de elevar los castigos pactados a la baja por el Presidente con ERC; que Moreno pospone la negociación de su ley de regadíos hasta después de las elecciones, descartando tramitar ahora una norma que rechaza Bruselas y que puede acarrear multas; y que el populista Presidente de Colombia, Gustavo Petro, en su viaje oficial a España reconoce que en su país “el cambio es más difícil de lo que pensábamos” y aprovecha para manifestarse públicamente en contra del “yugo español” en su visita a Moncloa y defender la lucha de Latinoamérica contra dicho “yugo” diciendo “no creo que haya defensores de que se vuelva a la época de siervos y esclavos”, mientras el Presidente de Uruguay, Luis Lacalle, que supongo que tampoco estará de acuerdo con volver a las cavernas como la inmensa mayoría de la gente sensata, manifiesta “yo bajo los impuestos porque hay que estimular al que emprende, piensa, arriesga y hace horas extras”, “el progresismo es una actitud; no sé si el término lo compró o alquiló la izquierda, pero me gusta el orden y el progreso”, “la gente cuando tiene libertad la usa bien: hay muy pocos ejemplos de lo contrario”…..dicho queda, es la visión diferente de dos mandatarios latinoamericanos.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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