Ábalos declara
voluntariamente durante tres horas en el Tribunal Supremo tras decir
públicamente en los días previos a la comparecencia que intentaría desmontar
las acusaciones de Aldama, que “me fie de quien no debí y no me protegí” y que
tenía “muchas ganas de hablar” para desmontar las “mentiras” del comisionista,
lo que, de entrada, tranquilizaba a un PSOE que afirmaba “no tememos que
dispare ante el Presidente”, mientras Sánchez acusaba a algunos jueces de
connivencia con el PP, afirmando que los populares tienen información
privilegiada y juegan con las “cartas marcadas”….. ¿Qué temía Sánchez con tan
irresponsables declaraciones cuando, en caso de ser ciertas, lo que debiera
hacer es decir en concreto a qué jueces se refiere y obviamente demandarlos por
prevaricación? Un Presidente de un Gobierno democrático ni puede ni debe
extender la sospecha de que algunos jueces y el principal partido de la
oposición están en connivencia para delinquir; si tiene datos concretos, se
denuncia a los presuntos delincuentes y, si no se tienen pruebas, simplemente
te callas, en vez de enfangarlo todo con meras sospechas infundadas que, en
todo caso, debieran estar vetadas a cualquier gobernante democrático que,
obviamente, cuenta con la información suficiente y con los medios necesarios,
muy superiores a los de cualquier ciudadano, para, respetando la legalidad,
actuar con luz y taquígrafos en vez de colaborar al fango del oscurantismo. Irresponsabilidad
manifiesta del Presidente del Gobierno que ha provocado la reacción de la
Presidenta del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, defendiendo la independencia
judicial y haciendo frente a la ofensiva de las acusaciones de “lawfare” de
Sánchez contra los jueces ya que “no cabe cuestionar de forma generalizada su
labor”. En fin, al final Ábalos compareció ante el Supremo y, tal como esperaba
el PSOE, nada que temer a sus disparos “contra el Presidente”, bien porque no
hay nada que disparar contra él, bien porque, si lo hubiera, su ex ministro y
ex mano derecha en el Gobierno y el Partido no quiere desvelarlo y se limita a
sostener en sede judicial que él “no cobró comisiones” aunque señala a Koldo y
Aldama como los que, en todo caso, han de cargar con la presunta trama corrupta,
desvinculándose él de la misma. “No cobré comisiones” declara Ábalos
contundentemente en una declaración durante tres horas volcada exclusivamente
en su autoexculpación, insistiendo en responsabilizar a quien fuera su
asistente y esquivando cualquier tipo de implicación de otros miembros del
Gobierno del que, cómo él mismo, ocuparon un sillón ministerial. Por tanto, de
momento, todos tranquilos, pues, ya ven, de todo lo ocurrido tiene la culpa el
“chachachá” y todos tienen el derecho, como debe ser, a la presunción de
inocencia, pues son los jueces quienes han de probar los hechos denunciados y,
no precisamente, porque estén en connivencia con nadie, sino porque son los
funcionarios encargados de impartir Justicia. Ábalos está en su perfecto
derecho de desvincularse de los hechos que se le imputan mientras no se
demuestre lo contrario en sede judicial; él, de momento, lo niega todo, usa
como cortafuegos a Koldo de quien dice que “más que un asesor era un asistente
y se extralimitaba”, admite conocer a Aldama y haber firmado el contrato del
piso de lujo en La Castellana pero afirma que fue engañado y que quien más
relación tenía con el comisionista era Koldo, añade que es víctima política de
una venganza del PP y que fue su Subsecretario quien llevó el peso de la
tramitación de los contratos de mascarillas.
Entretanto, mientras con él se
disparó el gasto en los contratos heredados de Rajoy, el fiscal rebate la
coartada de Puente para salvar a Ábalos, pues Anticorrupción apunta a las
modificaciones en el listado de obras que aportó Aldama, y el ex ministro
reconoce que temió irregularidades en los contratos de mascarillas, explica al
juez que fue consciente de que podían producirse irregularidades en “un ámbito
tan flexible de contratación” y admite que Koldo era “la persona de referencia”
para contactar con él (en fin, ya ven, mucho más que esa especie de asistente o
chico de los recados que le compraba el tabaco e iba a la farmacia). Y por su
parte el juez del caso Begoña rastrea los datos de todos los asesores de
Moncloa, para averiguar si la esposa del Presidente (ascendida a “Presidenta”
por Patxi López) tiene asistentes para sus negocios privados pagados por todos
los españoles. Demasiado embrollo que, mientras no se demuestre lo contrario,
cabe culpar al chachachá en términos jurídicos, aunque en términos políticos,
nadie explique, entre otras cosas, por qué se cesó de la noche a la mañana a
Ábalos y se le apartó de todos sus cargos siendo el número dos de Sánchez, por
qué un chofer o mero asistente del ministro llegó a tener tantísima influencia
y poder, por qué Aldama siempre estaba presente en todos los asuntos
oscuros….o, por qué, personal que trabaja en Presidencia, se dedica a asuntos
particulares de Begoña Gómez y sus negocios. Todo esto en medio de un doble
fracaso de Sánchez: ni perdón ni pacto en Suiza en las negociaciones con
Puigdemont, ni trueque en Santander con las CCAA.
En efecto, el PSOE sanchista envía
una delegación a Suiza para negociar con el prófugo Puigdemont (los
Presupuestos Generales están en juego) y tras una tensa reunión después del
ultimátum del prófugo, todo acaba como el rosario de la aurora, pues el
encuentro “ha ido muy mal”. El PSOE pretendía reconducir en Suiza las
negociaciones con Junts para conseguir sus siete votos en el Congreso a cambio
de lo que sea, tras el varapalo recibido en la Cámara Baja al decirle a Sánchez
la portavoz postconvergente “mueva el culo y trabaje” y él manifestar que no
tenía problema alguno en reunirse con el prófugo. El plante a Hacienda de PNV y
Junts (la derecha más tradicional vasca y catalana que, según Sánchez, apoya el
progresista Gobierno PSOE-Sumar, lo que nadie se cree) deja la mayoría de
investidura en vía muerta y Noguera advierte de que es “muy difícil” que haya
Presupuestos, mientras Podemos sostiene que no hay condiciones para sentarse a
negociarlos, siendo obvio que el Gobierno busca contentar a todos, en
definitiva, hacer la cuadratura del círculo a base de concesiones indeseables de
competencias exclusivas del Estado (la última, ofrecer que los Mossos también
vigilen las fronteras) que, al final, obviamente no se pueden cumplir, que es
lo que ahora Junts le exige, harto de los incumplimientos de lo pactado.
Y en efecto Sánchez tampoco logra el
“sí” del PP, ni de Page, para condonar la deuda autonómica a cambio de que las
CCAA acepten la singularidad fiscal para Cataluña que el Presidente ha pactado
con ERC para conseguir la investidura de Illa como President de la Generalitat.
Y al efecto convocaba en Santander, después de tres años, la Conferencia de
Presidentes autonómicos, donde hay amplísima mayoría de los populares, para tratar
cuatro asuntos candentes (sanidad, migración, vivienda y financiación de las
CCAA) sin lograr acuerdo alguno en ninguno de ellos, pues la pactada
financiación singular de PSC-ERC reventaba la cumbre y echaba por tierras, de
momento, el último truco del malabarista Sánchez para intentar aprobar el “cupo
catalán” a imagen y semejanza del cupo vasco y los privilegios fiscales de
Navarra, singularidades insolidarias recogidas en su día en la Constitución como
excepción a cambio del apoyo a la misma de vascos y navarros; en definitiva,
privilegios que, en todo caso, cualquier gobierno progresista debiera apostar
hoy por su derogación en vez de ampliarlos a otras autonomías. Así, mientras la
Abogacía del Estado pedía al Supremo el archivo de la causa contra el
Presidente por demorar tanto la Cumbre autonómica y Junts pasaba una factura a
Sánchez de 4.100 millones mientras La Moncloa buscaba cómo compensarla, el PP,
desconfiando del Presidente, afirmaba que no consentiría “premiar” a Cataluña
(el cupo catalán tendría un coste de 374.600 millones para el Estado y elevaría
la deuda al 150% del PIB colapsando el sistema). Sánchez, el mago malabarista,
supedita ahora la financiación autonómica a acabar con el modelo Ayuso y en su
nuevo plan busca limitar la competitividad de Madrid al “delimitar espacios
fiscales de cada nivel de gobierno” y promete en la Conferencia de Presidentes
una quita de deuda forzado por su pacto con ERC para intentar romper así el
frente autonómico contra “el cupo catalán”.
Y mientras el informe encargado por
Puente no encuentra indicios de corrupción en Ábalos, y Junqueras recupera la presidencia
de una ERC dividida, las declaraciones ante la turbulenta situación que
atravesamos no se hacen esperar. Abascal dice que “es una fantasía pensar que
se pueden arreglar los pactos con el PP” y que “Sánchez sabe que ha llamado a
consejeros delegados para que recibieran a su mujer”. Mirian Nogueras,
Vicepresidenta de Junts, manifiesta que “no va a haber estabilidad en el Gobierno
si no cumplen el acuerdo”, que “el gobierno español no ha aplicado la amnistía
políticamente”, que “los jueces se pasan por el forro las leyes que aprueba el
Congreso”, que “los Mossos deben tener todas las competencias en inmigración” y
que “no tenemos ningún tipo de acercamiento ni de relación con el PP”. Y Feijóo
sostiene que “Sánchez ataca a los jueces para lograr la impunidad”, que “es el
presidente de Gobierno más cercado por la corrupción de la democracia”, que “comparto
la queja de Junts de que no se ha ejecutado el 55% de las inversiones presupuestadas”,
que “estamos peor en renta per cápita, en deuda pública y en pobreza, y el empleo
creado es ficticio”, y que hoy “el problema no es Franco, es Sánchez;
desenterrarle no desimputa a su mujer ni a su hermano”.
Entretanto uno de los servicios
públicos básico, la sanidad, preocupa sobremanera, al igual que sucede con otros como la educación en pleno deterioro de
su calidad. Mientras el Gobierno plantea subir el copago de medicamentos a la
clase media y el Ministerio de Sanidad se dispone a imponerlo ya a los pacientes
que rechacen el fármaco más barato, la crisis de Muface aviva el choque del Gobierno
con la élite de la Administración que exige voz y voto sobre el futuro modelo
que, atropellando derechos adquiridos, puede dejar en el limbo sanitarios a más
de un millón de trabajadores públicos; por otro lado investigadores del mayor
centro de investigación del cáncer en España, el CNIO, culpan de su situación
crítica, a la mala gestión de su Directora quien lo achaca a la falta de fondos
del Ejecutivo y pone su cargo a disposición de Sanidad….Y uno de los 212 trabajadores
sanitarios, Javier Gutiérrez, a los que el Institut Catalá de la Salut niega
plaza fija por no tener el nivel exigido de catalán dice “vuelvo a Andalucía,
es frustrante, te sientes inferior a los sanitarios catalanoparlantes”. Ya ven,
y luego, la culpa del chachachá.
Por su parte el Rey Felipe, nuestro
Jefe de Estado, una vez más impecable, dice en las Cortes italianas y en sesión
conjunta, que “hay pasados que no deben repetirse ni como caricatura” y
recuerda que “no hay reto, desafío o amenaza que justifique que nos apartemos
de nuestra identidad y camino europeos” pues “el precio que pagaría nuestra
civilización sería inasumible”, impulsando en Italia “la voz del sur de Europa”
al defender una estrategia entre los dos países para “trabajar juntos” ante los
retos que comparten, que no son pocos, y recordando a Mattarella y Meloni que
la relación bilateral “florece gracias a las cumbres entre gobiernos”.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que en tres meses hay 28.000 viviendas menos en alquiler y el precio se dispara
a 1.117.euros; que el Congreso pide al Gobierno detener a Maduro y el Senado
insta a cortocircuitar su investidura; que el juez no da por personada a la
denunciante de Errejón y éste podría solicitar la nulidad del caso; que Foment
y otras 18 asociaciones rechazan la reducción de jornada laboral que pretende Trabajo;
y que el Gobierno rescata Correos con 3.000 millones en cuatro años pero
Hacienda exige un acuerdo laboral antes de fin de año, saltándose el criterio
que exige a empresas privadas.
Y del exterior destacar que el BCE
rebaja los tipos hasta el 3% y empeora la previsión de crecimiento en la zona
euro; que Biden bate record de indultos en un día con 1.500 penas conmutadas;
que Macron elige al centrista Bayrou para formar Gobierno y “reconciliar” a los
extremistas; y que el nuevo primer ministro sirio, Al Bashir, llama a la
reconciliación mientras Jamenei trata de aislar a Irán de la caída de Assad
diciendo tener pruebas de que se ha debido a un complot de EEUU e Israel.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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