martes, 9 de diciembre de 2025

ENREDANDO, QUE ES GERUNDIO

 

                    Ya estamos acostumbrados al enredo político de usar la anécdota como categoría o de tomar la parte por el todo en demasiadas políticas, algunas de gran importancia para la gobernabilidad del Estado, como peligrosa estrategia para ocultar los verdaderos problemas que tenemos los españoles. Y con semejante estrategia es relativamente fácil engañar a la gente siempre que se le añada determinadas dosis de cinismo, de mentiras o de verdades a medias, al extremo de que, según convenga, los errores concretos de unos u otros, se elevan a la categoría ideológica de graves fallos del sistema que hay que corregir inmediatamente, se tenga o no mayoría parlamentaria para hacerlo, si el error o fallo lo comete una entidad privada, pero si lo comete una entidad pública simplemente se reduce a una mera negligencia. El ejemplo más reciente es el lamentable caso del hospital de Torrejón, público pero con gestión privada concertada, que, en vez de ser corregido inmediatamente, se utiliza como ejemplo de que lo que hay que hacer es eliminar la colaboración público-privada que en servicios básicos, como Sanidad o Educación, funciona con cierta normalidad, mientras que si el fallo o mala gestión proviene de un ente público, por ejemplo RTVE, apenas pasa nada y no se utiliza para poner en solfa el sistema público establecido cuyo objetivo es y debe ser optimizar la calidad del servicio pagado con fondos públicos bien directamente o mediante un concierto adecuado para garantizarlo. Si la empresa privada que gestiona el Hospital de Torrejón exigió “rápidas ganancias” o menoscabó la calidad del servicio alegando pérdidas para justificar los recortes y dice “adecuaremos el servicio al dinero que nos van a entregar”, exíjase el cumplimiento del contrato de colaboración, y punto; por tanto, actúese en concreto contra el incumplimiento de lo pactado pero no se eche por tierra la colaboración público-privada, que en otros muchos hospitales de España funciona sin problemas con arreglo al contrato de colaboración suscrito, cuyo cumplimiento estricto depende de la inspección del Ministerio. Sin embargo, una vez más, en vez de ponerse de acuerdo la Consejería y el Ministerio, verdaderos responsables de que los servicios públicos se presten con la mayor eficacia, Ayuso se compromete a erradicar “cualquier mala práctica”, que es lo que debe hacer en todos los hospitales, sean públicos o públicos con gestión privada y Mónica García, la ministra de Sanidad, dice “vamos a derogar la ley que permite el modelo del “hospital de Torrejón”, cuando ni siquiera tiene los votos necesarios en el Congreso para hacerlo y cuando no hay ninguna ley, que yo sepa, que permita el modelo de Torrejón, que no existe, sino un fallo concreto del modelo existente de colaboración público-privada que se subsana y punto…. Sin duda lo que le chirría a la ministra es el modelo de colaboración público-privada y por ello anuncia que el Gobierno ultima una norma que no lo prohíbe (seguramente sería inconstitucional) pero sí lo limita, lo que está más acorde con una ideología filocomunista que socialista, mientras los médicos, cada vez con peores condiciones laborales, inician una huelga de cuatro días contra la ministra Mónica García y su Estatuto Marco, que concita un rechazo generalizado, y mientras el Tribunal de Cuentas rastrea decenas de contratos del CNIO a raíz del cese de Blasco tras revelaciones de prensa, mientras donantes privados dejan de aportar cientos de miles de euros desde que se destapó el escándalo.  

          Y ya puestos a enredar, la pelea entre los partidos políticos, en vez de acordar soluciones razonadas y razonables, protagoniza el Día de la Constitución, pues, de tanto estrujarla, no sólo los votantes minoritarios nacional-secesionistas, dejan de considerarla válida para nuestra convivencia democrática, sino también los votantes de PSOE y Vox, pues, según SigmaDos, por primera vez suman mayoría quienes opinan que ya no es apta. Sánchez agita la “ruptura” que le pide Junts el Día de la Constitución y tacha al PP de “heredero del franquismo”, mientras pide “paciencia” para retomar lazos con los secesionistas y Francina Armengol reclama “adecuar” la Carta Magna “al siglo XXI” y a la “diversa realidad territorial del país”, mientras Feijóo acusa a Sánchez de presidir el gobierno que “más ha atacado” la Constitución y promete “reconstruirla” si llega a gobernar. Todo ello en un solemne acto con las ausencias habituales de los secesionistas, socios de Sánchez, a las que, por otras razones, se suma también Vox….y al final, entre todos la mataron y ella sola se murió.

          ¿Y qué piensan los ciudadanos de todo esto? Pues bien, a nivel nacional, según SigmaDos, el 65% pide elecciones ya ante la degradación de las instituciones, el apoyo al adelanto electoral es casi unánime en el centro-derecha y alcanza ya al 41% de los votantes socialistas, el 87´5% ve “dañadas” las instituciones y la confianza en el Gobierno PSOE-Sumar cae siete puntos y se sitúa en el 27%, la refriega partidista hunde a Congreso y Senado, las dos instituciones públicas con menos apoyo y la suma de las “derechas” alcanza por primera vez el umbral de los 200 diputados pues el PP obtendría 147 escaños y Vox 57, mientras PSOE y sus socios sólo consiguen sumar 147 escaños, 32 menos que la suma de investidura de hace dos años. Y, según 40DB, PP y Vox afianzan su ventaja tras la prisión de Koldo y Ábalos, los ultras de Abascal obtendrían cinco puntos más que en 2023, el bloque PSOE-Sumar-Podemos perdería casi siete puntos, el 60% quiere elecciones aunque la mayoría cree que Sánchez aguantará y los votantes del PP valoran más a Ayuso que a Feijóo. Y si nos vamos a Extremadura, ya en plena campaña electoral, con la popular Guardiola al “choque” con Abascal desde el inicio de campaña y el candidato socialista Gallardo investigado por el caso del “hermanísimo” de Sánchez, según NCReport, el PSOE perdería 50.000 votos y seis diputados, el PP crecería y ganaría a la izquierda en su conjunto y Vox incrementaría tres escaños, pues los resultados serían: PP 42´9% de los votos y 30 escaños, dos más que en 2023;  PSOE 33´1% y 22, seis menos; Vox 11´5% y 8, tres más; y Unidas Podemos 8% y 5, uno más. Hagan cuentas y valoren lo que ello supondría para el PSOE en caso de confirmarse esos resultados en las urnas.

          Pero a Sánchez y su minoritario Gobierno de coalición parece no importarle demasiado lo que la ciudadanía reclama, mientras al enredo de la corrupción política se suma ahora el enredo de un machismo repugnante que solivianta al propio partido, pues tras conocerse los casos de acoso sexual en las filas socialistas, las denuncias de sus víctimas y el silencio cómplice del partido al respecto, el PSOE se limita ahora a lamentar en una nota interna “no haber arropado a las víctimas” de Salazar, intentando zanjar la crisis ante cargos y militantes de base casi siete meses después de las primeras denuncias de compañeras, denuncias que dormían el sueño de los justos. Ferraz reconoce ahora “no haber estado a la altura” (como en otros tantos asuntos) ante los casos de acoso sexual del asesor de Sánchez en Moncloa; y María Jesús Montero, al parecer, tampoco estuvo a la altura en Torremolinos donde se vio con la denunciante del líder socialista Antonio Navarro, el “paracaidista” de Ferraz suspendido ahora de militancia en Málaga….y, si te he visto, no me acuerdo. Y mientras aparecen las críticas en el PSOE por la “negligencia” de la Ministra Torró en el “caso Salazar”, se especula con que Sánchez le “teme” porque lo sabe todo de sus primarias y es el guardián de todos los secretos, aunque hasta la llegada de Sánchez el sevillano nunca tuvo responsabilidades a nivel Federal. Un Sánchez a quien se podría aplicar el título de la famosa película “Con él llegó el escándalo”, mientras trata de capear el temporal como puede….y cada vez puede menos, aunque ahora asume de boquilla el error del PSOE por no llamar a las víctimas de Salazar, asunto que afecta a las ministras-candidatas Montero y Alegría por su inacción y merma las aspiraciones de rescatar Andalucía y Aragón, mientas el Presidente se limita a asumir de palabra, que no de obra, y “en primera persona” la “responsabilidad” del escándalo que achaca cínicamente a la “velocidad de la tramitación de las denuncias”…. Entretanto dirigentes del PSOE ya señalan a Ferraz por el “caso Salazar” entendiendo que “la sede es una cáscara vacía”, mientras los afines a Sánchez abren el cruce de “navajas” entre ellos, pues el asunto muestra una feroz lucha entre facciones y los partidarios de Sánchez en su conjunto cada vez son menos un bloque compacto, apuntando a una grave crisis gubernamental que agita al partido y se prepara para afrontar el final de esta turbulenta etapa sanchista…. Y cómo medida estrella, por fin Sánchez destituye a Antonio Hernández, “mano derecha” de Salazar en Moncloa, señalado como su cómplice y encubridor tras las denuncias de acoso sexual.

          Obviamente prosigue la investigación de los casos de corrupción en las filas socialistas y Ábalos será juzgado en el primer trimestre de 2026, mientras la UCO obtiene información relevante de Santos Cerdán en Ferraz y ultima su informe patrimonial en el que se incluirán los pagos que realizó su familia con una tarjeta de Servinabar y se detallarán sus movimientos bancarios, los de su mujer y los de su hermana….sencillamente el juez instructor del Supremo no se cree que las reuniones con Acciona fueran para saber su opinión sobre las obras; y mientras tanto, los abogados del Estado avalan que Begoña Gómez pudiera firmar los pliegos de su cátedra.

          Así las cosas, la CEOE manifiesta que Yolanda Díaz “usa la motosierra contra los empresarios”; el “caso residencias” se reactiva con la declaración de ex cargos de Ayuso y familiares de los fallecidos pugnan por abrir una macro-causa como en la dana; se generan listas de espera para comprar casa en la periferia de las grandes ciudades pues el precio de la vivienda vuelve a crecer a ritmo de la burbuja, un 12´8%; y sobre la presión fiscal del Gobierno, los ingresos crecen en 82.000 millones desde 2019, cifra a la que hay que sumar el incremento de 2025, que ha crecido un 8´2% hasta octubre.

          Y mientras Europa se revuelve contra el apoyo de Trump a los ultras y el Presidente del Consejo Europeo considera “inaceptable” la “amenaza de interferencia política” de EEUU, la UE allana el camino para crear centros de deportación a migrantes fuera de territorios comunitarios, al estilo de lo que hace Meloni para Italia en Albania; en definitiva, la UE pacta endurecer la política migratoria y lo hace con el único rechazo de España, pues Marlaska es el único ministro de Interior que expresa su rechazo al plan de la Presidencia Socialista danesa de establecer centros de deportación o “centros Meloni” para deportar a inmigrantes a terceros países como los creados por la italiana Meloni en Albania para que pidan asilo desde allí. Por otro lado, mientras Clavijo amenaza al Gobierno por vetar a Canarias en la Cumbre con Marruecos y amenaza con “o nos tratan con lealtad o pasamos a la oposición” y desde el partido del presidente canario sopesan seguir los pasos de Junts, el jefe de Gobierno de Marruecos, Aziz Akhannouch, dice “no somos simples vecinos; cada uno es socio y mercado estratégico para el otro”, defiende que las relaciones entre España y Marruecos son excelentes y que “hay una convergencia plena con España sobre el Sahara”…. (pero nadie explica los motivos del giro copernicano de Sánchez en el asunto).

          Por su parte un Trump enfrascado en su presión contra Maduro, que responde con más represión a los venezolanos, apoya a los ultras para “corregir la trayectoria” de la UE a la que acusa de socavar la libertad de expresión y la soberanía de los países, vaticina que su civilización desaparecerá en veinte años y critica la gestión de la inmigración. Es lo que hay.

                                        Jorge Cremades Sena

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