Puigdemont, con su
alucinación independentista totalitaria, se hace definitivamente con el control
del PDeCat con menos de 1.500 votos (pues casi un tercio de las bases expresa
su rechazo a la nueva dirección) e impone la unilateralidad en la antigua
Convergencia (¡quién lo diría!) totalmente fracturada. En efecto,
“teledinamita” a su propio partido echando a Pascal de la Ejecutiva y situando
a su hombre, David Bonvehí, al frente del mismo, que formará parte de la Crida
Nacional por la República que el ex president acaba de inventarse, provocando
así que el Gobierno de Sánchez tema ahora que la operación de “desinflamar” el
fuego secesionista mediante el paripé de negociación salte por los aires con la
reivindicación expresa de la unilateralidad, con lo que la estabilidad del
Gobierno de España queda en riesgo evidente. Puigdemont amenaza a Sánchez con
retirarle el apoyo (si es que alguna vez se lo dio) y el PDeCat ordena a sus
diputados en Madrid que estén preparados para bloquear la acción del Gobierno
en el Congreso pues “nuestros votos son cruciales y se tienen que hacer valer”.
Y mientras una sentencia obliga a retirar los símbolos secesionistas de los
espacios públicos, con lo que las esteladas quedarían vetadas en los balcones
de los municipios, PDeCat advierte de que endurecerá la postura con Moncloa y
amenaza con vetar la renovación de RTVE, Podemos y Bildu presionan para que se
investigue a la Corona y ven “insuficiente” el aumento de déficit, en tanto que
PP y Ciudadanos no apoyarán el techo de gasto e instan al PSOE a votarlo “con
separatistas y populistas” (sus aliados coyunturales en la moción de censura)
para que cada quien se retrate en el Parlamento y se ponga en evidencia la
“minoría absoluta” de Sánchez que, de momento, se desmorona por todas partes,
pues con su manifiesta debilidad parlamentaria habrá de poner a prueba
votaciones clave en el Congreso. Un Gobierno apuntalado cuyo objetivo de
déficit, de techo de gasto y, en defiitiva, su plan presupuestario será
bloqueado en el Senado por parte del PP de Casado, quien considera que de
aprobarse aumentarían el endeudamiento, aunque el Ejecutivo le exija que apoye
lo acordado con la UE. Y ante semejante panorama, que se veía venir desde el
triunfo de la moción de censura, la portavoz del Gobierno manifiesta que “nadie
va a resistir más allá de lo razonable”, pues, aunque Sánchez quiera agotar la
legislatura, si sus aliados piden imposibles se verá obligado a un
adelantamiento electoral, reconociendo así el Gobierno su extrema debilidad,
mientras Borrell señala que lo importante es España y no la legislatura. Un
amago de adelanto electoral, que a casi nadie conviene ahora, si hay bloqueo
separatista, pues, según Celaá, resistir más de lo razonable “sería absurdo”,
mientras el PDeCat condiciona seguir apuntalando el Gobierno a que se negocie
sobre la ilegal autodeterminación. Basta saber pues qué es para Celaá lo
“razonable” pues todos sabemos que lo “absurdo” es derribar un gobierno en el
Parlamento y no convocar elecciones inmediatamente si se ha sido incapaz, como
es el caso, de conformar una alternativa gubernamental sólida con un proyecto
viable……pues, al final, ir de Guatemala a Guatepeor no es el itinerario
deseado.
Y mientras la Vicepresidenta Carmen
Calvo que, siendo ministra de Cultura con ZP, manifestó, entre otros
despropósitos difíciles de digerir, que “estamos manejando dinero público y el
dinero público no es de nadie” (cuando precisamente es de tidos), justifica
ahora el viaje en avión oficial de Sánchez para asistir al Festival
Internacional de Benicasim, como una visita dentro de su “agenda cultural”,
Sánchez y Susana Díaz se hacen carantoñas en la puerta de La Moncloa ante la
proximidad de las elecciones andaluzas, para dar la imagen de unidad y
superación de pasados enfrentamientos. Por su parte, en el PP, los líderes
regionales tratan asimismo de dar una imagen de unidad tras el Congreso; Casado
asumirá la relación con los barones para hacer las listas y llevará
personalmente la organización del Partido sin delegar en su futuro “número
dos”, mientras parece ser que apuesta por dos mujeres para puestos clave
(¿Secretaría General y Portavocía en el Congreso?) en su Ejecutiva y se prepara
para un probable adelanto electoral; al efecto convocará una convención en
octubre para reafirmar al PP “en el centro sin radicalidades”, mientras se
reúne por separado con Rajoy, Aznar, Hernández Mancha y Soraya Sáenz de
Santamaría. Las prioridades de Casado en estos momento son Cataluña e integrar
al sorayismo, por lo que celebra su primer comité ejecutivo en Barcelona, donde
anunciará a su secretario general, mientras trata con Santamaría coser las
heridas surgidas en el proceso de primaria. También se enfrenta a que la juez
dice que no “constan” los trabajos de su máster…. ya veremos en qué queda el
asunto. Y entretanto, Daniel Lacalle, asesor económico de Casado, dice que “hay
que bajar todo el IRPF y fijar un tipo máximo del 40%”, mientras le recomienda
que el PP se oponga en el Senado al aumento de déficit que propone el Gobierno
de Sánchez.
Por lo que se refiere a otros
asuntos cabe citar que Ignacio Ruiz-Jarabo, ex director de la AEAT, dice que “es
estúpido prohibir las amnistías fiscales por ley; que cien voluntarios atienden
en Tarifa a 2.000 inmigrantes; que se interpone una querella a un consejero del
Tribunal de Cuentas por prevaricación; que ha habido varios heridos en el
incendio de un catamarán en la Ría de Arousa; que la Ministra de Justicia
Dolores Delgado pregunta a la Abogacía del Estado si Don Juan Carlos podría ser
investigado por un juzgado y los servicios jurídicos confirman que ya no tiene
inmunidad; que detectan cómo los Pujol hacían negocios en la Generalitat de
Artur Mas, mientras la Policía denuncia una cita con un fondo israelí; que
Cifuentes insiste ante el juez en que hizo el máster que niegan las profesoras;
que la Fiscalía pide reabrir el caso del trasplante de Abidal; que Endea gana 752
millones en el primer trimestre, aumentando su beneficio la eléctrica que
preside Borja Prado un 15%; que el tribunal de Justicia de la UE impone una
multa millonaria a España por depurrar mal las aguas residuales, tras treinta años
de incumplimiento de la normativa europea por parte de diecisiete
aglomeraciones urbanas; que el Gobierno reclama a Ryanair y a los sindicaos que
sellen la paz, mientras Turismo anda preocupado por el efecto de los paros y la
compañía aérea prepara despidos si prosigue la huelga; y que, mientras
investigan a Rubiales si pagó la reforma de su casa con dinero de la AFE,
lo que genera un escándalo en la
Federación de Futbol, éste se pone un sueldo de 300.000 euros anuales.
Y mientras se genera una inquietud
mundial por el frenazo del poder de compra (el estancamiento de los salarios reales
por el alza de la inflación se convierte en preocupación prioritaria para los
bancos centrales), en el exterior cabe destacar que el régimen cubano trata de
enmendar décadas de homofobia; que miles de nicaragüenses vuelven a tomar las
calles de Managua manifestando que “hay miedo, pero hay más miedo a que se
quede Ortega”, quien sigue a la caza del opositor a su régimen; que las
amenazas de Trump disparan la tensión con Irán, advirtiendo el mandatario
norteamericano de “consecuencias que pocos han sufrido en la historia antes”; y
que May asume personalmente la negociación del Brexit. Pero el interés
mediático se centra sin duda en los incendios devastadores, probablemente
provocados, en varias comarcas griegas de Ática y el Peloponeso, que ya han
provocado unos 80 muertos y cerca de doscientos heridos, asolando la zona y
convirtiéndola en un verdadero infierno.
Jorge Cremades Sena
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