Con
menos ayudas y más ajustes de los previstos en la propuesta inicial se cierra
en la UE un acuerdo histórico tras varias jornadas maratonianas en que los
gobernantes de los diferentes países-miembros, partiendo de posturas muy
enfrentadas, han sido capaces de hacer las pertinentes renuncias hasta llegar a
un consenso satisfactorio. La UE no se podía permitir el lujo de fracasar en la
puesta en marcha del prometido fondo de reconstrucción de 750.000 millones de
euros tras los destrozos de la pandemia del coronavirus, y, al final, lo ha
conseguido, por lo que todos los pueblos europeos y sus gobiernos pueden
sentirse satisfechos a pesar de que, como es lógico en cualquier negociación,
ninguno de ellos se haya visto complacido totalmente en sus iniciales pretensiones
por lo que ahora les toca vender el producto de la mejor forma posible en sus respectivos
países, pues obviamente afectan a las promesas programáticas hechas a sus
ciudadanos y especialmente a sus votantes. En efecto, aunque se mantiene la cuantía
del fondo en los 750.000 millones iniciales, se varía sustancialmente el
equilibrio entre lo destinado a subvenciones a fondo perdido y lo destinado a
préstamos a devolver, pues, si la propuesta inicial del Consejo era de 500.000
millones para transferencias directas o ayudas a fondo perdido y 250.000 para
préstamos blandos reembolsables, al final, queda en 390.000 para ayudas y
360.000 para créditos (es decir, 160.000 millones menos para ayudas y 110.000
millones más para préstamos). Si además aumenta las compensaciones al norte y
refuerza la condicionalidad para asegurar reformas de calado, es evidente que
el acuerdo se cierra con menos ayudas y más ajustes de los previstos en el
inicio. En todo caso el acuerdo supone el mayor paquete financiero en la historia
de la UE, que da el mayor paso de integración desde la creación del euro y los
27 se endeudarán de forma masiva por primera vez en su historia ya que Bruselas
pacta por vez primera emitir deuda europea de forma conjunta, a diferencia de
lo que hizo en la crisis del euro anterior, con lo que la Unión entra, sin
lugar a dudas, en una nueva era. España, el segundo país más beneficiado
después de Italia (ambos son los más castigados por la pandemia y los que
sufren una mayor crisis histórica), recibirá del Fondo Europeo durante los
próximos tres años un montante total de 140.000 millones de euros, de los
cuales la mitad serán subsidios o ayudas, que no computarán contablemente como
aumento de deuda y son a fondo perdido, y la otra mitad serán préstamos blandos
a devolver. Para acceder a dichas cuantías, España, al igual que el resto de
países, tendrá que presentar un plan de reformas, obviamente en la línea de las
preferencias de la UE, lo que, entre otras cuestiones, obstaculiza la anunciada
derogación de la reforma laboral de Rajoy (del gusto de Bruselas) y otros
asuntos como las pensiones, amén de otros gastos eludibles, que en nuestro país
no son pocos (baste reseñar, por ejemplo, que en Holanda, el país más reticente
en conceder estas ayudas y el más insistente en que sean controladas, su
gobierno tiene la mitad de ministros de los que tiene España), pues los países
europeos, según el acuerdo alcanzado, podrán controlar el gasto, herramienta
que, en principio, choca con la tendencia del Gobierno español de gastar y
gastar a “troche y moche” a instancias de Podemos para satisfacer ante su
electorado sus demagógicas propuestas populistas. La primera prueba de fuego será
los Presupuestos (todavía siguen vigentes los de Montoro), facilitados ahora
por el acuerdo de Bruselas aunque ello complica las reformas prometidas,
mientras el PP, desmarcándose de Ciudadanos, sostiene que “jamás” los apoyará
creyendo que respaldar las cuentas les anula como partido de oposición y da
alas a Vox. La polémica ya está servida: si la propuesta presupuestaria se
ajusta a las preferencias de la UE pone en un compromiso al PP y, en caso
contrario, pone en un compromiso a Podemos, que se niega a que el PSOE los
pacte con Ciudadanos, y arriesga el visto bueno de Bruselas para poder acceder
a las ayudas europeas.
Así
las cosas y en medio de la euforia por el éxito del pacto europeo, aplaudido
por casi todos, mientras Iglesias afirma que España avanza en el medio plazo
hacia una “república plurinacional”, el Congreso de los Diputados se enzarza en
otra nueva bronca justo el día después de dicho pacto europeo, rechazando (con
los votos de PP, Cs, Vox y PNV) las medidas sociales de la Comisión de
Reconstrucción y aprobando sólo las relativas a la UE y a Sanidad, mientras las
de carácter económico quedan en el aire a causa del voto erróneo del diputado
de Podemos, por lo que habrá de repetirse la votación. El plan social del PSOE
y Podemos para la recuperación queda así derrotado cuando finaliza el curso
político y sus señorías se disponen a disfrutar de sus vacaciones. Parece ser que
el veto del Gobierno a la educación concertada tiene bastante que ver en la
frustración del pacto social de reconstrucción, aunque PSOE y Podemos aceptan
ya que dicha modalidad de educación tenga más fondos.
Y
todo ello cuando Podemos, el socio del gobierno de coalición, atraviesa malos
momentos de liderazgo y aceptación popular, pues la Fiscalía desmonta la
acusación de acoso contra el abogado José Manuel Calvente, al que el partido
purgó tras rechazar éste convertir el “caso Dina” en una campaña electoral sobre
las cloacas; ahora Fiscalía de Madrid solicita archivar la causa contra él por
acoso sexual y laboral a la ex abogada de Iglesias en dicho caso. Además se
conoce que Antiblanqueo dio tres alertas por los lazos de la productora de
Iglesias con Irán, pues el Sepblac (Servicio Ejecutivo de la Comisión de
Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias) avisó a la Policía
en 2013, 2017 y 2018 de los pagos opacos a la empresa televisiva de la que
cobraba el líder “morado”; que Irán inyectó 9´3 millones en tres años a la
productora de Iglesias, pues Antiblanqueo detectó 67 ingresos sospechosos en
360GlobalMediaSL entre 2012 y 2015 y registró 23 transferencias al líder de
Podemos; y que el juez rastrea la Caja B del partido morado al que investiga
por malversación de caudales públicos, citando a declarar a Calvente, despedido
tras denunciar irregularidades en las donaciones de cargos y dirigentes del
partido. En fin, demasiados asuntos turbios en torno al líder de Podemos, a sus
demagogias y cinismos y a su manifiesto apego por el dinero y el bienestar de
la “casta”, que otrora tanto criticaba.
Mientras
tanto los rebrotes de contagio del coronavirus siguen creciendo en España de
forma preocupante, triplicándose en dos semanas, en tanto que Sanidad no sabe
de dónde proviene el 50% de dichos contagios, que un millón de españoles
asintomáticos extiende el virus sin saberlo y que el número de casos entre
jóvenes de 15 a 29 años triplica al de mayores de 60. Y es que España se enfrenta
a los rebrotes sin test ni rastreadores suficientes, generando ya alarma y
preocupación internacional por el aumento de dichos focos de contagio en
nuestro país, mientras PSOE y PP consiguen “in extremis” ese pacto en Sanidad.
Por otro lado la saturación de los centros de salud complica más aún los imprescindibles
rastreos para controlar la expansión del virus, en tanto que los nuevos
pacientes, con síntomas leves, acuden a los ambulatorios mientras muchos médicos
están de vacaciones previendo la segunda oleada de otoño. La realidad es que diez
CCAA sufren este repunte de contagios y hospitalizaciones; que Cataluña es la
comunidad con menos rastreos por cada positivo, según un informe de la Red Nacional
de Vigilancia Epidemiológica; que los rebrotes multiplican por cuatro los casos
en España en tres semanas, pasando la media de contagios de 360 a 1.200 al día;
y que, en definitiva, España se coloca a la cabeza de Europa en lo que se
refiere a los rebrotes, alcanzando el pico más alto desde el estado de alarma.
Entretanto se publica que Sanidad pagó 900.000 euros por respiradores
inservibles, mientras la alcaldesa de La Coruña tacha de irresponsable al club
de fútbol Fuenlabrada que viajó a Coruña para celebrar el partido con el Depor
cuando había detectado cuatro casos de covid, aislando a los afectados pero no
al resto que viajó a Galicia….el partido quedó obviamente suspendido al comprobar
que más integrantes de la expedición daban positivo. Por su parte, Torra
improvisa un plan exprés ante los rebrotes, cuando hace un mes defendía
indecentemente que en una “Cataluña independiente habría menos muertos”.
Por
cierto, hablando de Cataluña y de las demagogias del soberanismo totalitarista,
Torra, que se oponía a que los Reyes visitaran Cataluña, tras la visita de
Felipe y Letizia al Monasterio de Poblet en Tarragona en medio de protestas que
derivaron en enfrentamientos con la policía, decide investigar a los Mossos por
proteger al Jefe del Estado y, presionado por ERC, la CUP y dirigentes secesionistas,
les pide explicaciones por haber intervenido para frenar los abucheos. Es el
mundo al revés en el Estado de Derecho. Entretanto el libro de Puigdemont
ajusta cuentas con Sánchez y Junqueras, acusando al presidente de estar abierto
a un referéndum y al líder de ERC de querer traicionarle.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que se dicta una condena de solo
540 euros por “okupar” un chalet de lujo en Alicante; que el Gobierno ultima la
nueva ley de memoria y un banco de ADN para fusilados y quiere que la represión
franquista se estudie en el cole; que la AIReF pide “reformular” las desgravaciones
fiscales de los planes de pensiones para hacerlos más atractivos y pide subir
el tipo reducido del IVA porque sólo “beneficia a las rentas altas” (en España
los productos con el IVA reducido es mayor que en el resto de Europa); que,
veinte años después, es detenida una ex etarra por el asesinato de Giménez Abad;
que Sánchez revela a sus ministros que Merkel fue clave para salvar el pacto
europeo; que es detenido el dueño y dos directivos del vertedero de Zaldibar; y
que Corinna pidió al testaferro de Don Juan Carlos el dinero para comprar un
piso en Londres, manifestándole que “nuestro amigo me autoriza a ofrecer seis
millones por el dúplex”, que finalmente no se compró…..un correo electrónico de
2011 de la empresaria a Arturo Farsana revela así la operación inmobiliaria con
Don Juan Carlos, pretendiendo ambos adquirir una vivienda de 254 metros en
Belgravia, una de las zonas más exclusivas de la capital británica, ya que “le
gusta mucho porque nadie le va a ver”, según
Corinna, quien ordenó crear una sociedad pantalla para blindar la compra del
inmueble.
Y
del exterior destacar que un análisis anticipa hasta cuatro años el diagnóstico
del cáncer, tratándose, según estudio preliminar hecho en China y EEUU, de un
análisis de sangre; que EEUU redobla su pulso con China al cerrar el consulado de
Houston; y que las primeras pruebas indican que la vacuna de Oxford genera
inmunidad, pues la inyección experimental ofrece protección contra la covid sin
graves efectos adversos en los ensayos con un millar de personas, dando esperanzas
al ser segura y generar doble inmunidad….y, al igual que la de China, genera
una fuerte respuesta inmune en estos primeros ensayos, una buena razón para albergar
la esperanza de controlar definitivamente la pandemia.
Jorge Cremades Sena
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