En
la ceremonia civil de Estado para homenajear a las víctimas del coronavirus el
Rey Felipe instaba a superar la crisis con entendimiento, “tenemos un deber
cívico” decía, invocaba “el espíritu de superación del pueblo español”,
recordaba la “obligación moral” de honrar a los fallecidos y pedía “respeto y
unidad”……valores todos ellos de trascendental importancia para nuestra
convivencia pacífica, pero que hoy, lamentablemente, se pisotean con bastante
frecuencia y cinismo cuando conviene a unos u otros. No obstante, un emotivo
homenaje a las víctimas en el Palacio Real que exhibía el valor de la unidad
reuniendo a autoridades, fuerzas políticas y sociedad civil, en el que la
enfermera Aroa López recordaba “hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas”,
pero en el que, lamentablemente por unas razones políticas u otras, se
ausentaban Vox, ERC, Bildu y BNG, con lo que eso de la unidad en realidad
brillaba por su ausencia incluso en un acto de homenaje a las víctimas de un
virus que, lamentablemente, sigue golpeando de nuevo……¡imaginen la ausencia de
unidad en otros actos de naturaleza más imputable políticamente a unos u
otros!, que es lo que cotidianamente venimos respirando y lo que pone en
evidencia la desunión política en España. Desencuentros políticos, la mayoría
de las veces absurdos, que generan un ambiente preocupante para afrontar con
éxito los serios retos que nuestro país tiene planteados, empezando por la
superación de esta pandemia infame que día a día nos sigue amenazando, pues el
aumento de casos dispara el temor a un brote generalizado mientras España tiene
menos de la mitad de rastreadores de los que precisa (según se publica, hay
3.500 y serían necesarios al menos 8.500), cuando la falta de estos
profesionales complica la evolución y el control de la pandemia. En plena
subida de rebrotes, que nos llevan a las mayores cifras diarias de contagios
desde mayo, el Gobierno de Aragón ya pide no salir de Zaragoza, la Generalitat
de Catalunya recomienda no salir de casa a los cuatro millones de personas que
habitan el área de Barcelona y las mascarillas se imponen finalmente como
obligatorias en casi todas las CCAA, mientras, al parecer, los datos diarios de
Sanidad sólo reflejan una cuarta parte de los contagios reales, ocultando Simón
que estamos en transmisión comunitaria desde el 20 de junio, para finalmente
reconocer que “en Cataluña hay una transmisión comunitaria nada desdeñable” en
tanto que se dispara el temor a un brote generalizado y descontrolado, que
podría llevar a Francia a cerrar las fronteras. En definitiva, con este
desmadre de control de la pandemia en los diferentes territorios españoles, se
inicia una semana clave para frenar los rebrotes y evitar la transmisión
comunitaria, cuando, al parecer, los contagios entre jóvenes evidencian el
riesgo del ocio nocturno, llevándose la palma los rebrotes de discoteca y botellón.
Y para atajarlo se va poniendo de moda esta especie de régimen de confinamiento
“voluntario”, ya establecido en Barcelona y ampliado a otras tres localidades
catalanas…..¿será suficiente con estas apelaciones a la responsabilidad
individual para frenar la expansión del virus? Me temo que no. Lo cierto es que
se requieren más medios materiales y humanos para intentar evitar una nueva
catástrofe cuando la actual todavía no se ha ido…..y, sobre todo, se requiere
mayor unidad a nivel nacional entre las diversas instituciones del Estado y
mayor control jerarquizado territorialmente para evitar que cada autonomía y
cada municipio actúen cómo mejor consideren mientras en el territorio vecino se
hace todo lo contrario. Ahora que tan de moda está revisar la Constitución, no
estaría de más que en dicha revisión se afrontara también, de una vez por
todas, el polémico Título Octavo que entiende “De la Organización Territorial
del Estado”, cuya evolución nos ha llevado a la actual situación insostenible
desde el punto de vista económico, político e institucional al abocar a unos
españoles contra otros en vez de a todos hacia el interés general.
Entretanto
prosigue el culebrón “Corinna”, quien, según cartas secretas enviadas por la
amiga de Don Juan Carlos a la Casa del Rey a través de un despacho de abogados
londinenses en nombre de su clienta, comunicó en marzo de 2019 que el anterior
monarca le exigió “en 2014” el reintegro de los 65 millones saudíes y que ella
se negó para evitar cometer un delito por lo que el Emérito la acusó de
“robarle sus bienes”. Y según estos documentos epistolares, Zarzuela frenó en
seco este intento de Corinna de “involucrar” a Felipe VI en el turbio asunto
pues el Jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, respondió el 21 de marzo del
19 con rotundidad al abogado de Corinna y a sus “insinuaciones y advertencias”
rechazando “abrir un canal de comunicación para abrir un proceso de
negociación”, aclarándole que “ni el Rey ni esta Casa tienen conocimiento o
responsabilidad alguna en los hechos que menciona en sus cartas” y
advirtiéndole de que, ante las amenazas, “se reserva las acciones judiciales
que considere procedentes”. Por lo visto Corinna exigió a Don Juan Carlos que
el Rey le resolviera sus problemas legales, pues en una segunda carta, dos días
después de la visita secreta del Emérito en su residencia británica en marzo
del 19, Zarzuela rechazó con rotundidad la mediación y remitió todas las
“insinuaciones” sobre Felipe VI a las “autoridades competentes” y Corina
amenazaba con socavar “el corazón de la Casa del Rey” enviando en abril del 19,
tras la contundente negativa de Zarzuela, otra carta con un ultimátum en el que
aludía a las finanzas y al papel del CNI en el asunto, advirtiendo con desvelar
nuevas informaciones sobre “otras estructuras” off shore, a lo que Alfonsín
respondió con una última misiva en la que reiteraba su rechazo a tratar nada
con ella. Un culebrón, en definitiva, que separatistas y populistas radicales
aprovechan para arremeter directamente contra la Monarquía Constitucional como
modelo de Jefatura de Estado, haciendo responsable a la institución de las
supuestas fechorías de su anterior titular, Juan Carlos I, en vez de
diferenciar las responsabilidades de éste y salvaguardar la institución. Así
las cosas, parece ser que Juan Carlos, según su entorno, asume dar un paso al
lado alejándose de Zarzuela pero sin renunciar al título de Rey, mientras
Torra, aprovechando que el Pisuerga pasa
por Valladolid, se escuda en los rebrotes de coronavirus y pide a Felipe VI que
no visite Cataluña, advirtiendo de que “las medidas son válidas para todos los
visitantes” mientras recomienda no salir de casa en Barcelona. Y Zarzuela, por
su parte, prevé que el Rey Emérito se traslade a La Quinta o a El Pardo, como
nuevo gesto para proteger a Felipe, decisión que se conocerá en los próximos
días, en tanto que, al parecer, ya se ha debatido la retirada de título a Don
Juan Carlos.
Actitud
bien distinta por parte de separatistas y populistas radicales frente a las
fechorías de toda la familia Pujol, distinguiendo obviamente, como debe ser,
las responsabilidades del ex President del prestigio de la Generalitat,
institución que, como cualquier otra, no tiene por qué pagar las
irresponsabilidades de ámbito personal cometidas por su titular de turno. En
efecto, mientras se arremete contra la Monarquía Constitucional como la primera
institución del Estado, se preserva a la Generalitat (como debiera ser en ambos
caso) como la institución más importante de Catalunya e incluso casi se pasa de
puntillas ante las graves acusaciones judiciales a Pujol y su familia, a
quienes el juez pide juzgar por “organización criminal”, creyendo el magistrado
instructor que el ex Molt Honorable President, su mujer y sus hijos
delinquieron durante décadas para enriquecerse por lo que les envía al
banquillo para esclarecer los hechos. Obviamente dos varas de medir bien
distintas….y entretanto la Generalitat concede el tercer grado a los sediciosos
del procés y el Gobierno de España no ve trato de favor, una burla, sin duda, a
la Justicia y a todos los españoles; los citados presos son recibidos en la calle
por el independentismo al grito de “lo volveremos a hacer” mientras son
ovacionados. Los 23 años de corrupción en Cataluña, durante los cuales decenas
de contratistas pagaron al clan de los Pujol grandes cantidades por servicios
ficticios, desembocan hoy con éste éxito parcial de los condenados por el
procés, envalentonados frente al Estado de Derecho, mientras el informe del TS
será clave para su posterior indulto, aunque la Fiscalía ve muy difícil
apoyarlo…..pero todo se andará, sin lugar a dudas. Por su parte Pere Aragonés,
Vicepresidente de la Generalitat, mientras el Jefe de su partido, Junqueras, sale
de la cárcel a pesar de estar condenado por sedición, saca pecho y manifiesta
cínicamente que “por más espionaje que haya, no regalaremos la bandera del
diálogo”, el mismo diálogo que les llevó a declarar unilateralmente la
independencia de Cataluña si el Estado no se plegaba a sus caprichos
totalitarios y anticonstitucionales. Menos mal que, al menos, el otrora
todopoderoso Pujol, en su ocaso inevitable, ante el juicio por corrupción “está
solo y obsesionado por su honor”, según personas cercanas a la familia…… la
realidad es que, de cara a las elecciones, para los neoconvergentes del PDeCat
y Junts per Catalunya el juicio se presentará como un ataque a las esencias
independentistas, mientras en Esquerra Republicana lo ven como una buena
oportunidad de depurar los turbios asuntos de aquella época de la Generalitat
en que sus dirigentes eran nacionalistas pero no secesionistas y Pujol era el
profeta de todos en las tierras catalanas.
Así
andan las cosas mientras Holanda pide a España e Italia reformas a cambio de
ayudas, en tanto que Sánchez y Conte reiteran su interés en modernizar la
economía pero rechazan que Rutte fuerce cambios laborales y en pensiones. En
efecto, Italia y España se enfrentan a Holanda por las condiciones de las
imprescindibles ayudas derivadas del reparto de fondos, en una cumbre de la UE
de resultado incierto que apenas avanza pero con condiciones más exigentes, con
la última propuesta de recortar subvenciones en 50.000 millones; así, la Europa
del rigor contable exige control y reformas, mientras los 27 alargan las
negociaciones con la cuantía del fondo y con la fiscalización de los países
beneficiarios como principales escollos. En este ambiente el Consejo Europeo
pretende avanzar hacia un acuerdo histórico de reconstrucción mediante un
recorte de las ayudas directas para convencer a los “duros” de Europa, que
alegan motivos para desconfiar de España mientras Sánchez evita afrontar las
reformas pendientes y los países del Norte le exigen fuertes recortes, con lo
que todo apunta a que habrá una rebaja de las ayudas y más condiciones de las
previstas en primera instancia. El meollo de la cuestión está en la cuantía de
las ayudas, que tensan al máximo la Cumbre Europea, pues el ala más dura,
liderada por el holandés Rutte, propone una drástica rebaja de los subsidios y
propone reducir las transferencias en, al menos, 150.000 millones. El Norte, en
definitiva, sólo apoyará un pacto de mínimos o recortes en España e Italia,
dejando bien claro que “queremos ayudar al Sur, pero con reformas”; más o menos
como ha sido siempre, incluso cuando Zapatero instaba a Grecia en 2011 a hacer
reformas y ajustes si quería obtener 12.000 millones del fondo europeo,
coincidiendo entonces con el recién llegado Rutte y con Merkel en que “el
pueblo griego debe hacer esfuerzos”……la historia posterior ya la conocen y casi
siempre se repite, variando sólo las circunstancias de quien es el gobernante
de turno. De momento, la presión de Bruselas complica al Gobierno de España los
cambios en la reforma laboral, pues el Ejecutivo no considera ahora una prioridad
la contrarreforma, aunque asegura que no renuncia a ella.
Y
mientras Podemos se desangra en los diversos territorios a causa, según
algunos, del hiperliderazgo de Iglesias sumiendo al partido en una grave
crisis, según NCReport, el líder podemita también se hunde en las generales y
sólo sube el PP, pues Podemos, que duplica su caída en un mes, perdería más de
697.000 votos desde el 10-N, mientras la derecha se impone a la izquierda, pero
la gobernabilidad seguiría en manos de los independentistas; los resultados
serían: PSOE 26´4% de votos y entre 110-112 escaños, PP 25´2% y 108-110, Vox
14´9% y 49-51, UPodemos 10´7% y 26-27, ERC 3´6% y 13-14, JxCat 2´4% y 8-9,
Ciudadanos 5´5% y 7-8; PNV 1´6% y 6-7, EHBildu 1´3% y 5, y Otros 7´5% y 11……por
cierto, no estaría de más, para aquellos partidarios de poner patas arriba la
Constitución, que se les recordara la necesidad de una verdadera reforma
electoral con el objetivo de ajustar mucho mejor los porcentajes de votos con
el número de escaños obtenidos por los partidos territorialistas frente a los
obtenidos por los partidos de ámbito nacional….. un agravio comparativo
antidemocrático cada vez más insoportable.
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el Real Madrid de Zidane
conquista la Liga más anómala y sella su 34º campeonato; que PP-Cs arrebata un
diputado a Bildu en el País Vasco tras el recuento definitivo de votos; que
muere a los 87 años Juan Marsé, narrador de la España del siglo XX; y que
España redobla su esfuerzo militar en el Sahel, ofreciendo a la UE la presencia
de 300 soldados más, dos helicópteros y un avión.
Y
del exterior destacar que una juez de EEUU investiga el programa espía que se
usó contra Torrent; que Asad celebra una farsa electoral para consolidar su
triunfo militar; y que, según Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN,
“Rusia y China aprovechan la pandemia para difundir propaganda”.
Jorge Cremades Sena
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