No puede ser mera
casualidad, ni deberse a una maldición divina que en estos momentos España
registre las peores cifras de contagios de coronavirus de toda la UE, al
extremo de que con 68.000 contagios en catorce días supera los de Italia,
Francia, Reino Unido y Alemania juntos. Obviamente los expertos, entre otras cuestiones,
achacan este descomunal rebrote de contagios a la falta de medios, a una
desescalada precipitada, a la imprevisión del Gobierno, al maremágnum de
medidas autonómicas, a la falta de sensibilización, a la inacción de Sanidad e
Interior y, en definitiva, a una mala gestión para enfrentar el contagio de
forma eficaz y uniforme. La triste realidad es que España no controla el
covid-19, que entre todos la mataron y ella sola se murió y que por este camino
vamos a un desastre descomunal sin lugar a dudas. Para intentar evitarlo los
especialistas, ante este aumento de casos y muertes, exigen mejorar los
sistemas de rastreo, insuficientes y de baja calidad, y garantizar los
aislamientos que casi se dejan al arbitrio de los afectados, en una España tan
excesivamente garantista, no sólo en este asunto sino en otros muchos, en la
que cada uno hace lo que le viene en gana sin que apenas tenga repercusión en
quienes se saltan las leyes y las normas sistemáticamente dando la sensación de
que se protege más a los delincuentes y a los que se mueven al margen de la ley
que a quienes la cumplen civilizadamente. Menos mal que, al menos, Simón, por
fin, admite que el virus está sin control (la triste realidad le hace desistir
de su enfermizo optimismo propagandístico) y que “las cosas no van bien” aunque
matiza, ¡cómo no!, que es “en puntos concretos”. Por algo se empieza y lo
primero para intentar resolver un problema es reconocer que existe, aunque sea
tarde y a destiempo. Y lo dice cuando sufrimos más de 3.000 nuevos contagios
diarios, in crescendo, y en plena oleada de nuevos positivos en los hospitales
de Madrid, por ejemplo, que detectan cinco veces más casos que hace dos
semanas, mientras la Comunidad recomienda no salir de casa en los barrios más
afectados (como Usera y Carabanchel o en pueblos como en Alcobendas,
Fuenlabrada, Móstoles o Parla) y un juez suspende la aplicación de las nuevas
medidas en la región, entre ellas no fumar en la calle, cuando en otras
autonomías similares medidas siguen vigentes. Si esto no es un cachondeo que
venga Dios y lo vea. El caso es que, mientras un juez pone en cuestión que sin
estado de alarma se limiten libertades como la de fumar en la calle o el ocio
nocturno, en otras no sucede dicha limitación, pero, a pesar de todo este desbarajuste
esquizofrénico el Gobierno traslada toda la presión política a las autonomías y
desiste de las reformas legales anunciadas en su día como alternativa al estado
de alarma, pues Sánchez descarta tomar el control pese a este caos regional,
cuando se dan 8.148 casos más (3.349 en sólo 24 horas) y cuando la OMS cifra en
un 5% el límite para evitar que el virus nos desborde y España ya roza el 8%.
El Presidente, que vuelve de vacaciones, no prevé, que se sepa, una reforma
legal o un nuevo estado de alarma y Sanidad avisa de que el Remdesivir, único
fármaco de momento con cierta eficacia frente al virus, “se va a agotar” ante
el repunte de contagios, y los hospitales están en alerta ante un nuevo colapso
por los rebrotes, avisando los médicos de que “viviremos un tsunami” en los
centros en otoño. Entretanto Castilla La Mancha prohíbe la venta de alcohol a
partir de las 22 horas, mientras en España se desencadena una controversia
sobre por qué siguen abiertos los prostíbulos, pues las asociaciones de mujeres
explotadas sexualmente critican que la orden del Gobierno de cerrar prostíbulos
sea sólo temporal por razones sanitarias y que las sigan esclavizando en pisos,
mientras feministas del PSOE cargan contra Irene Montero alegando que “son
centros de esclavitud no focos de contagio” por lo que subrayan que “la
justificación no debe ser la pandemia sino los derechos y la dignidad de las
mujeres”. Evidentemente esta caótica situación ni es una casualidad, ni obedece
a una maldición de los dioses.
Y en idéntico maremágnum que en
asuntos de Sanidad, en Educación se afronta el inicio del nuevo curso escolar,
cuando la reapertura segura de los colegios será clave para evitar otro
confinamiento. Las autonomías, cada una a su aire, endurecen sus protocolos
para salvar la vuelta a las aulas, mientras los profesores ven inviable un
curso semipresencial. De momento las CCAA renuncian a que el arranque del curso
escolar sea al 100% presencial, varias autonomías obligarán a los padres a
declarar que sus hijos van a clase sin fiebre y asociaciones de padres se
plantean que los niños no inicien el curso si no se toman medidas ante el
aumento de los rebrotes, generando alerta por el absentismo escolar que se
puede provocar por la falta de protocolos en Educación, mientras las CCAA
hicieron sus planes, cada una a su aire, en un escenario demasiado optimista y
ahora renuncian a la enseñanza presencial en su totalidad por falta de
recursos, sin medios ni personal para garantizar las mínimas condiciones que
eviten los contagios. Así las cosas, según NCReport, más de la mitad de los
padres manifiestan que no llevarán a sus hijos al colegio, el 73% de los
españoles cree que el Gobierno gestionó mal la desescalada, el 60% considera
que el Ministerio de Educación no tiene un protocolo seguro y siete de cada
diez encuestados teme contagiarse del virus.
Entretanto, con los Presupuestos
como tema esencial (aún estamos con los que hizo Montoro durante el Gobierno de
Rajoy), mientras Moncloa advierte a Podemos de que “no queremos ni vetos ni juegos”,
Inés Arrimadas, tras la baja maternal, manifiesta: “si el Presupuesto no
contenta a Iglesias, mejor para España”, “en una situación normal no
hablaríamos con el Gobierno, pero estamos en medio de una pandemia”, “el
Ejecutivo dedica más esfuerzos a atacar a la concertada que en planificar la
vuelta a clase” y “si hay medidas comunes para las discotecas en todas las CCAA
las tiene que haber en los colegios”. Por su parte Casado, tras la remodelación
del PP, rechaza grandes pactos con Sánchez y deja claro que el cese de Álvarez
de Toledo no persigue facilitar el diálogo con el Gobierno, y, manifestando “no
somos una muleta” y que la destituyó para ganar elecciones, defiende los
cambios en su partido para ensanchar su electorado, pide “lealtad”, rechaza las
“agendas paralelas” y coloca como “número tres” del PP a Almeida quien, como
portavoz nacional declara que “el PP no va a optar por la polarización, pero
tenemos que ser una alternativa al Gobierno”, que “había discrepancias con
Álvarez de Toledo y lo lógico era zanjarlas” y que “Sánchez no puede pasar del
estado de alarma a decir que no tiene nada que ver con la pandemia”, mientras
Cuca Gamarra, la nueva portavoz del PP en el Congreso, añade que “los reproches
de Cayetana no son lo importante; hay que dejar de mirarse el ombligo”, que
“Pedro Sánchez ha renunciado a gobernar a cambio de una tumbona” y que “vamos a
pedir una comisión en el Congreso sobre las cuentas de Podemos”.
Y es que, en efecto, la Fiscalía ve
indicios de delito en las cuentas del 28-A de Podemos, sospechando el
ministerio público de un contrato con una consultora, por lo que le señala por
falsear gastos electorales. Así las cosas el Fiscal Jefe del Tribunal de
Cuentas pide abrir la vía penal por “falsedad en documento mercantil” y por “un
delito electoral” al apreciar elementos “sugerentes de responsabilidad penal”
por lo que los enviará a la justicia ordinaria. Señala así los contratos con
Neurona, que ya investiga el juez que imputó al partido y que fichó a una
empresa para clonar en secreto el ordenador de su propia abogada. El juez pues
investigará a Podemos por “fraude electoral” ya que, según el Tribunal de
Cuentas, el partido no ha justificado un contrato por 363.000 euros,
sospechándose que los pagos de Podemos a Neurona, la consultora chavista,
fueron una “tapadera” en Méjico, donde la sociedad tiene su domicilio en una
casa de una barriada de la ciudad de Guadalajara, mientras su escasa actividad
se realizaba en América pero a ella llegaron casualmente los gastos electorales
de Podemos, haciéndose un trasvase de 308.000 euros a través del Banco
Mercantil del Norte. En fin, ahora habrá de ser el PSOE quien decida, al margen
de la investigación judicial, si el Congreso investiga la financiación de
Podemos ante la propuesta del PP, que quiere que Iglesias comparezca para dar
explicaciones.
Por cierto, hablando del Tribunal de
Cuentas, mientras Moncloa busca cerrar un acuerdo sobre las pensiones en un mes
(es decir, antes de los presupuestos), dicho Tribunal destapa otro turbio asunto
como es el descontrol en las ayudas a la dependencia con más de 284 millones
dados a las CCAA de forma indebida; mientras tanto, familias desahuciadas
siguen a la espera de cobrar el Ingreso Mínimo Vital, aprobado en mayo,
quejándose algunas de que “no lo cobro y me han quitado la ayuda autonómica”,
en tanto que el Gobierno se defiende por los retrasos y dice que la mitad de
las solicitudes llega incompleta. ¿No será que lo que sucede es que no hay ni
dinero ni medios para tramitar tan honorable iniciativa? De ser así estaríamos
ante una mezquindad intolerable, pues como sucede con otras prestaciones de
ayuda, nada peor que dar esperanza a los más necesitados y vender la iniciativa
como propuesta estrella para después dejarlos tirados con el ya famoso “vuelva
usted mañana”. En fin un desastre se mire por donde se mire, como sucede con la
okupación de viviendas, puesta de moda por Podemos y Ada Colau, que ha dado
lugar a que algunos pueblos estén secuestrados por los okupas, con alcaldes
obligados a llevar escolta, con familias extorsionadas por las mafias para
devolverles las llaves (hasta dos años de media se necesitan para desalojar a
un okupa) y pueblos y barrios arruinados por la llegada de centenares de
asaltantes de viviendas que toman el control en plena crisis económica,
agravada por esta maldita pandemia…..un pintoresca situación que sólo sucede en
España, pues en otros países la okupación ilegal de viviendas se resuelve en 24
horas, no en vano un matrimonio noruego, que tenía una segunda residencia en
España, se echaba las manos a la cabeza tras ser avisados de que dicha vivienda
estaba okupada y como solución les dijeron que negociara con los ilegales
okupantes: “¡estas cosas no suceden en mi país!”, decían, ni en ningún otro
país civilizado y democrático, añadiría yo. Está más claro que el agua que
todos estos fenómenos ni son por casualidad ni obedecen a una maldición divina.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que las elecciones catalanas serán en otoño, más lejos todavía por
los rebrotes; que Corina asegura que Don Juan Carlos no quería “esconder” o
“lavar” el dinero, mientras el fiscal suizo investiga un lujoso palacete que
ella compró en Inglaterra por 13 millones y que está a nombre de una fundación
panameña; que Abascal será el candidato de la moción de censura de Vox y la
ofrecerá para ir a las urnas; y que el Sevilla consigue su sexta Europa League
al vencer al Milán, 3-2, en la final, consiguiendo el pleno histórico de seis
títulos en seis finales.
Y del exterior, destacar que Steve
Bannon, ex consejero de la Casa Blanca y cerebro de la campaña de Trump, es
detenido por fraude en las donaciones para el muro de Méjico y acusado de
estafar a los donantes; que Biden promete acabar con la “oscuridad” de la era
Trump; que el Bayern conquista su sexta Champions tras ganar, 0-1, al PSG en la
final; que el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, que colabora para librarse
de la cárcel, acusa a tres ex presidentes de Méjico –Peña Nieto, Felipe
Calderón y Carlos Salinas de Gortari- en el cobro de dinero del “caso
Odebrecht”; que, según Borrell, el alto representante de la UE para AAEE,
“Lukashenko es como Maduro; no le reconocemos pero hay que tratarle” mientras
una marea humana desafía las amenazas del presidente bielorruso y vuelve a tomar
las calles del país; que EEUU busca 350 millones de dólares expoliados a los
venezolanos, mientras Baltasar Garzón intenta evitar la extradición desde Cabo
Verde de Alex Saab, el testaferro del régimen de Maduro a quien Washington
acusa de fraude en la ayuda humanitaria y negocios ilegales con Irán; y que el
líder opositor Navalni, en coma y con síntomas de envenenamiento tras perder el
conocimiento en un avión después de beber una taza de té, con lo que Putin se
libra de su mayor opositor mientras sus rivales denuncian que Navalni es la
última víctima de las fuerzas oscuras del sistema, es trasladado a Alemania
tras autorizar Rusia a regañadientes su traslado para ser atendido en un
hospital alemán.
Jorge Cremades Sena
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