El
toque populista del Gobierno de coalición presidido por Sánchez no deja de
sorprendernos, pues, intentando confundir a tirios y troyanos, no deja de
meterse en charcos, uno tras otro, al extremo de que ya los ciudadanos apenas
entienden nada de lo que hace, ni si es mero postureo electoralista y
demagógico. El último de estos charcos se refiere al escudo antimisiles que han
pactado crear quince países de la UE en el seno de la OTAN a iniciativa de
Alemania, gobernada por socialdemócratas (supuestamente como en España), para
hacer frente a la amenaza creciente de la Rusia de Putin a Occidente, y del que
España se queda fuera por decisión gubernamental. Y el problema no es ya que
España opte por formar parte o no de este nuevo “sistema de defensa aérea” que
promueve Alemania; el problema es que, una vez más, el Gobierno de coalición
español, inmerso en la contradicción permanente de que todo parezca lo que no
es para contentar a sus radicales socios y apoyadores de la investidura y, a la
vez, para no espantar más aún al electorado, mayoritariamente sensato y
moderado, no busca resolver los problemas sino mantenerse en una especie de
ambigüedad calculada de un populismo absurdo, descontentando al final a unos y
otros, pues Alemania (es decir el gobierno socialdemócrata alemán) afirma
rotundamente que invitó a España (es decir al gobierno español autoproclamado
como progresista) a formar parte de dicho escudo antiaéreo, contradiciendo así
la versión española dada para no participar en el pretendido sistema antiaéreo
europeo, que causa urticaria a Podemos, y afirmando que “por supuesto, el
Ministerio Federal de Defensa” lo hizo “de acuerdo al procedimiento”. ¿Qué
versión es la correcta? En fin, una vez más, misterio sin resolver. El caso es
que España, mientras su Gobierno envía a Ucrania cuatro lanzaderas antiaéreas
(como debe ser a pesar de lo que digan los podemitas) se queda fuera del
defensivo escudo antimisiles alemán, mientras Europa es incapaz de unirse para
defenderse de las agresiones de Putin, ya que Francia e Italia, también lo
rechazan, mientras a la iniciativa alemana se suman trece países miembros de la
OTAN y la amenazada Finlandia. Acertada o equivocadamente cada gobierno de cada
Estado decide con todas las consecuencias al respecto, optando por una u otra
postura, pero España, poniendo escusas que desmienten otros, prefiere quedarse
a la vez en la ambigüedad, es decir, repicando y en misa para contentar a
todos, cuando con ello al final no contenta a nadie. Al final, como ya sucedió
con Argelia y Marruecos, sólo cabe esperar sorpresas o desplantes como el de
Rabat, cuyo gobierno remite una carta a la ONU en la que califica a Melilla de
“presidio ocupado” ya que “no hay fronteras terrestres con España”, forzando a
Sánchez a recordar a su aliado la españolidad de las ciudades autónomas de Ceuta
y Melilla, para que el régimen alauí finalmente se retracte de tan hostiles
declaraciones, mientras el Defensor del Pueblo español afirma que Interior
expulsó ilegalmente de Melilla a 470 migrantes tras el cruce masivo registrado
en junio pues los devolvió “sin contemplar las previsiones legales tanto
nacionales como internacionales”. Es la consecuencia lógica de la indefinición
más absoluta, en este caso, de la política exterior y de defensa, pero también
en otras muchas políticas de carácter interno en lo económico, social o
administrativo.
Un
charco tras otro como en lo referente al Poder Judicial en que Sánchez niega la
reforma que Moncloa sí está negociando con el PP y desmiente en público que
vaya a aceptar por escrito cambiar el sistema de elección que pide la UE,
mientras el CGPJ desoye al dimitido Lesmes y elige de sustituto a un vocal y no
a un magistrado del Supremo, y cuando juristas de todas las tendencias
defienden el cambio de un modelo Judicial “fracasado” y denuncian que la
Justicia no puede seguir sometida a la “lucha de partidos”. La realidad es que
las exigencias del PP dejan fuera del CGPJ a De Prada y Rosell, y que los
populares reclaman un informe del nuevo Consejo sobre su reforma y más peso de
los jueces, mientras Sánchez mantiene su reto con el órdago de “asúmanlo y
cumplan la ley, el sistema no va a cambiar”, olvidando que precisamente es el
actual sistema el que propicia el actual bloqueo legal pues en ningún caso
contempla que no pactar supone cometer ilegalidades, lo que precisamente
justifica que el actual procedimiento se reforme sustancialmente. Pero Sánchez
prefiere sostener por intereses electoralistas que el culpable de todo es el
PP, mientras se acerca a los populares al pacto con un nuevo CGPJ obligado al
consenso.
Un
charco tras otro cuando en plena situación de crisis Sánchez sigue consolidando
una España subvencionada y, contando con un colchón fiscal de 15.000 millones
para medidas anticrisis, anuncia 3.000 de ellos para intentar rebajar la
factura energética ante la inflación, cuando el diésel otra vez se pone a dos
euros en el 58% de las gasolineras y llenar el depósito ronda ya los 100 euros,
mientras él engorda con otros tres millones de euros el presupuesto para
asesores presidenciales que le permitirá contratar a dedo a 50 nuevos
consejeros que se unirán a los 300 que ya trabajan para la Oficina del Jefe del
Gobierno ya desorbitada en número de ellos al igual que el Gobierno en número
de ministros. Una crisis sobre la que Teresa Rivera, Vicepresidenta Tercera y
Ministra de Transición Ecológica, afirma que “no es una crisis que se vaya a
resolver a muy corto plazo”, que “hay estados miembros que plantean generalizar
la excepción ibérica de España y Portugal” y que “las eléctricas no están
jugando limpio; falta claridad en la factura”….como si no fuera ella la
responsable de impedir que sigan jugando sucio (al menos, bien podría recurrir
para que les eche una mano al socialista Antonio Miguel Carmona, quien tras
despotricar en las televisiones contra las puertas giratorias no hace mucho fue
nombrado Vicepresidente de Iberdrola-España).
Un
charco tras otro con sus valedores secesionistas mientras agentes de
inteligencia avisan de que la orden de no investigar impedirá reaccionar ante
otro 1-O y denuncian que el separatismo ha aprendido de sus errores “mientras
nosotros desmantelamos las estructuras para combatirlo”. Y es que ERC quiere
cercanías y el “procés” a cambio de apoyar los Presupuestos de Sánchez, pues
que sean viables o no importa bien poco, mientras el PNV, otro que tal baila,
exhibe un tono más beligerante para negociar con ventaja con el Gobierno,
sabedores todos ellos de que, finalmente y como en otras ocasiones, prevalecerá
el interés personal de Sánchez sobre el interés general de todos los españoles,
mientras el Presidente se dispone a no rebajar el tono contra Feijóo pese a
pactar con él el CGPJ. Y mientras Aragonés revela un pacto con Sánchez para
sacar el español de las aulas (insólito en cualquier país del mundo) ERC le
presiona para tener un TC que “no sea hostil” pues quiere que del pacto PSOE-PP
salga un Tribunal proclive a la inmersión lingüística ya que “es vital”,
mientras Moncloa, que ya acordó con Aragonés la “desjudicialización” de la
Justicia (¡menuda desjudicialización!) asegura, en todo caso, que no le dará un
sillón.
Son,
entre otros, algunos de los charcos en que anda metido Sánchez en esta España
en la que la inversión industrial se hunde desde hace un año; en la que la
inoperancia de la Administración provoca una oleada de quejas por el atasco
insoportable en los trámites mientras crece la indignación ante las
dificultades para pedir ayudas o entregar papeles; en la que seguimos a la
cabeza de las listas de espera en la OCDE tras la pandemia, con intervenciones
con más de tres meses de retraso como cataratas o próstata; en la que el éxodo
de unos 18.000 médicos en diez años lastra la sanidad, pues los profesionales
buscan fuera mejor salario y más estabilidad….. Mientras tanto, la banca
aliviará los costes de hasta el 15% de las hipotecas, pues las entidades
negocian medidas que beneficien a los hogares ya vulnerables por los precios de
la energía y los de la cesta de la compra, debatiendo congelar cuotas, pasar
las que son de tipo variable a fijo o moratorias de hasta dos años donde sólo
se paguen intereses, pues el BCE contempla ya un escenario de recesión en la
Eurozona y teme que Alemania acabe arrastrando a España, una España con la
deuda disparada y con record de gastos sin que nadie nos diga quién, cuándo o
cómo se va a pagar semejante déficit.
Una
España en la que Exteriores se saltó sus propias reglas en los contratos de la
Embajada en Washington al eludir la obligación de tener el permiso de trabajo
ya aprobado por EEUU para dar las plazas a varios familiares de personal de la
cancillería; en la que nadie quiere emitir el “reality” de Sánchez (otro
invento propagandístico electoralista) ya que plataformas y cadenas de
televisión muestran escaso interés por la serie de cuatro capítulos que tendría
un coste de entre 800.000 y 1´6 millones de euros para dar a conocer como vive
el Presidente en Moncloa; y, en definitiva, una España en que los barones del
PSOE huyen del “giro a la izquierda” de Sánchez, pues Page, Lambán, Puig o
Barbón dan la espalda a Moncloa acuciados por las elecciones de mayo ya que
“tenemos que buscar el centrismo si queremos mantener resultados”. Y no van
desencaminados pues, de cara a las generales, según NCReport, PP, Vox y Navarra
Suma alcanzarían 185 escaños y el 47´4% de los votos, mientras el PSOE, aunque
consigue dos escaños más gracias a su política fiscal, sólo logra frenar su
caída y Vox sigue a la baja….los resultados serían: PP 34´1% de votos y entre
142-144 escaños, PSOE 24 % y 91-93, Vox 12´9% y 39-41, UPodemos 9´7% y 24-26,
ERC 3´3% y 13, JxCat 2´2% y 8-9, PNV 1´5% y 6-7, EHBildu 1´3% y 5-6, Más País
2´9% y 5 y Otros 5´5% y 11; en fin, como para seguir metiéndose en más charcos
electoralistas.
Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que España aflora 285.000
empleos sumergidos desde la covid y el Gobierno atribuye la mejora a los ERTE y
las ayudas por la pandemia; que el juez exonera a Esperanza Aguirre e Ignacio
González de la trama de corrupción de la Púnica; que el director de Adif dice
sobre el accidente del Alvia en el juicio “estamos aquí por cuatro segundos”;
que la AIReF forzó a Calviño a cambiar sus cálculos en los Presupuestos, pues
se negó a avalar el 2´7% para 2023 que intentó hasta última hora; que la
inflación cae al 8´9% pese a la subida record de los alimentos, que siguen su
escalada y la cesta de la compra se hace insoportable al ser 830 euros más
cara; que la escritora Luz Gabás gana el Planeta con su novela histórica “Lejos
de Luisiana” y Cristina Campos queda finalista con “Historias de mujeres
casadas”; que comienza el juicio por la vejación y violación de un niño
Asperger de apenas trece años en un instituto de Barcelona por cuatro
compañeros que, tras la agresión, le decían “ahora te vas a quedar embarazado y
vas a tener un niño normal”; y que la ex ministra socialista Fernández de la
Vega renuncia a la presidencia del Consejo de Estado y es sustituida por la ex
ministra de Sánchez Magdalena Valerio.
Y del
exterior, destacar que la UE quiere la compra conjunta del 15% del gas que se
almacena; que la guerra con Ucrania abre fisuras entre Putin y las élites en
Rusia, mientras Moscú prepara la evacuación de Jersón ante el avance ucraniano;
que en Irán crece la revuelta y acorrala a la “dictadura” de los ayatolás, pues
las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini han derivado en un
estallido social contra el régimen que incluye huelgas en sectores económicos
estratégicos, pues aunque la represión ha provocado al menos dos centenares de
muertos no frena el descontento por la falta de libertad, la precariedad y la
opresión a las mujeres; que Liz Truss rectifica su plan económico bajo la
presión y reniega de sus rebajas fiscales para sobrevivir como primera ministra
del Reino Unido tras la sacudida en los mercados y fulmina a su Ministro de Economía
para sustituirlo por un moderado, perdiendo con ello el apoyo del ala dura de
su partido que dice “somos el hazmerreir”; y que Xi Jinping se refuerza en
China y busca un nuevo orden mundial pues el XX Congreso del Partido Comunista
consolida su tercer mandato y el pensamiento del líder quedará fijado en la
Constitución, mientras él, convertido en el nuevo Mao y perpetuado en el poder,
busca una relación de fuerzas alejada de los valores de Occidente, se reafirma
en la covid-cero pese a las protestas y avisa de que no renuncia a tomar Taiwan
por la fuerza ya que utilizará todos los medios a su alcance para imponer la
unificación territorial.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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