Pedro
Sánchez, haciendo gala de sus habilidades para utilizar las marrullerías y el
juego sucio cuando considera que ello beneficia a sus intereses personales,
sorprende a todos con la insólita propuesta de retar a Feijóo nada menos que a
seis debates “cara a cara” cuando él en 2019 se negaba a los “cara a cara” que
le solicitaba Casado, entonces líder del PP, y argumentaba que no era de recibo
no debatir con el resto de líderes políticos que se presentaban a las
elecciones para debatir sin embargo “cara a cara” con el líder de la oposición,
pues eso era antidemocrático ya que, más o menos, menoscababa el derecho a
debatir del resto de candidatos. No sabemos pues si lo que ahora sucede es que,
sintiéndose ya oposición tras el varapalo del 28-M, vuelve a la estrategia
opositora de retar al presidente del gobierno saliente como hacía cuando, antes
de la exitosa moción de censura, retaba a Rajoy a debates “cara a cara”, para
después negárselos a Casado por ser antidemocráticos, o si, por el contrario,
es que se olvida de que, de momento, sigue siendo el Presidente de Gobierno
aunque sea en funciones. En todo caso nadie entiende este giro de que lo que
era hace poco antidemocrático es ahora imprescindible para la democracia, con
lo que la insólita propuesta de tener seis “cara a cara” (ni uno ni dos, nada
menos que seis) con Feijóo ha provocado el rechazo unánime de tirios y troyanos
pues los populares en Génova consideran la propuesta una “excentricidad” u
“ocurrencia a la desesperada” del Presidente y Yolanda Díaz, vicepresidenta de
Sánchez en su Gobierno, tilda la propuesta de “machista” y de estar “fuera de
la realidad”, mientras el resto de candidatos (ya sean de izquierdas, de
derechas o mediopensionistas) obviamente se oponen también a la peculiar
propuesta, conscientes de que, en todo caso, el objetivo de Sánchez, a quien se
le ve el plumero, es borrar a sus socios, centrarse en el bipartidismo y
focalizar la campaña en su pugna personal con el líder del PP, mientras en el
PSOE (salvo en los fieles con orejeras a Sánchez y por intereses personales)
sorprende que el Presidente no acepte de una vez por todas que el problema
principal es su desgaste personal y el de sus aliados, a quienes ahora pretende
pisotear, comenzando por Yolanda Díaz que, olvidando de donde procede y cómo ha
llegado a ser Vicepresidenta del Gobierno, ahora no se fía de Podemos porque lo
considera un elemento desestabilizador para su personal proyecto, Sumar, y lo
ve como el caballo de Troya socialista para debilitarles, mientras hasta 40 ex cargos
del partido de Iglesias ya han mostrado su sintonía con el proyecto de la Vicepresidenta
dl Gobierno, alimentado por Sánchez desde el Ejecutivo con un claro trato de
favor hacia ella frente a las ministras podemitas Belarra e Irene Montero,
quienes, por otro lado, se han venido ganando a pulso los rechazos de que ahora
mismo son objeto por parte incluso de los suyos. Así las cosas, obviamente el
PP, como el resto de partidos, rechaza la propuesta oportunista del líder del
PSOE de los “cara a cara” todos los lunes ya que su objetivo es centrarse en la
calle porque “Feijóo se mueve con mucha más comodidad en ese entorno”. Y entretanto
Sánchez busca acomodo en las listas del PSOE a 14 ministros y a sus afines
caídos el 28-M, mientras Podemos intenta blindar a Irene Montero en las listas
de Yolanda pese a la presión de Sumar, que ultima el acuerdo con Más Madrid y
Compromís, en tanto que líderes territoriales de Podemos (la matriz de todos
estos inventos para salir del paso) presionan a la dirección para pactar ante
un riesgo real de colapso y de fractura en las filas moradas, cuyos líderes
dijeron en su día que venían a terminar con la “casta” para después, instalados
confortablemente en ella, acabar a codazo limpio y descalificaciones personales
en una especie de sálvese quien pueda mientras los más listillos buscan nuevas
formas populistas para seguir engañando a las gentes de buena fe, cuando el
único objetivo es que todo siga igual pero con distintos nombres, pues la
finalidad real es conservar y hacer prevalecer los intereses personales de cada
uno de los protagonistas pero con la apariencia de que se trata de nuevos
proyectos diferentes cuando la triste realidad es la ausencia de proyecto
viable alguno, en tanto que el malestar en las demarcaciones territoriales de
Podemos ya llega desde Madrid, Navarra, Extremadura, Galicia y Canarias,
pidiendo a Belarra e Irene Montero pacto con Díaz o “pasos al lado” que es lo
que, para muchos debiera hacer Sánchez, si quiere que al menos el partido tenga
cierta credibilidad de cara al futuro.
Es
lo que hay, pues la prioridad para Sánchez es intentar taponar las goteras que
él mismo ha provocado en el PSOE con su peculiar gestión sanchista, cada vez
más parecida al populismo de sus socios y aliados, y, al efecto, ya coloca a
las ministras Ribera y Robles, como dos y cuatro en las listas de Madrid,
reservando el número tres para un ministro varón por aquello de la cremallera
igualitaria, mientras, por otro lado, para otras circunscripciones recupera a
Ábalos y Calvo, mientras desautoriza a Lamban en Aragón al imponer contra su
deseo a la ministra Alegría de número uno por Zaragoza, mientras prosigue el proceso
de seguir colocando a todos sus ministros en las listas en puestos de salida. Y
por su parte Feijóo sigue a lo suyo arengando al PP desde Valencia en busca de
una gran movilización el 23-J para mantener hasta entonces la inercia favorable
de las autonómicas, mientras desvela sus objetivos para los primeros cien días,
si es que gobierna, recuperando la sedición, con un nuevo CIS y un renovado
poder Judicial, con Pablo Vázquez, preparando con Garicano y Báñez “un plan
ejecutivo” volcado en las instituciones y la economía con un máximo de 15
ministerios frente a los 22 que tiene Sánchez para contentar a todos, ya que
muchos de ellos por sus competencias pueden ser gestionados perfectamente por
simples secretarías de Estado o incluso Direcciones Generales. En efecto,
Feijóo, entre otras cosas, apuesta por acabar con el Ministerio de Igualdad,
cuyas actuales competencias se gestionarán desde otros Ministerios, y derogará
la “Ley Trans”, mientras el actual Ejecutivo tacha de “proyecto destructivo” el
plan del PP, que promete multar a los colegios que no cumplan con el 25% de
clases en castellano y para ello reforzará la Inspección Educativa para hacer
que se cumpla la ley. Por otro lado, Abascal recupera presencia y controla las
negociaciones de pactos territoriales con el PP, que deja en manos de sus
barones los pactos con Vox, mientras el líder de Vox tacha de “error” los
acuerdos con regionalistas a los que el PP está recurriendo en la medida de lo
posible para eludir pactar con él, y, al efecto, ya avanzan las negociaciones
con cántabros y aragoneses tras los acuerdos en Canarias. Y todo ello mientras
aumenta la tensión en la recta final para el pacto Podemos-Sumar entre ataques
de Iglesias, mientras Yolanda trata de mantener su invento al margen de choques
entre sus futuros socios.
Y,
por si fuera poco, el Tribunal Supremo avala la rebaja de penas por la
aplicación de la ley del “sólo sí es sí”, rechazando así el criterio del fiscal
y, en definitiva, del Ministerio de Igualdad y, por ende, del propio Gobierno
que aprobó la ley con total entusiasmo, aunque luego, Sánchez, desbordado por
la cruda realidad y el empecinamiento de sus ministras podemitas de “sostenella
y no enmendalla” tuviera que apoyarse en el PP para reformar la norma ante la
hemorragia de rebajas de condenas y excarcelaciones anticipadas. En efecto, el
Supremo arrolla al Gobierno con su ley-estrella del “sí es sí” al rechazar la
Sala de lo Penal por unanimidad 27 de los 29 recursos interpuestos y avalar las
rebajas de penas a los agresores…..pero nada de dimisiones ni ceses por
semejante despropósito de la ley, la ministra Montero se limita a lamentar la
decisión sin asumir ningún error y considera una “mala noticia” después de
haber culpado de todo a los jueces por ser “machistas”, cuando en la judicatura
la mayoría de jueces (juezas, juezis, juezos y juezus) son mujeres; en fin, sin
más comentarios. Por cierto, hablando de jueces y fiscales, la mitad del
Consejo Fiscal pide a García Ortiz que dimita y acusa al Fiscal General del
Estado de mentir y utilizar una “burda maniobra” para colocar por dedazo a su
amiga Dolores Delgado, su antecesora en la Fiscalía General del Estado desde
que Sánchez la hiciera pasar prácticamente de ministra a dicho cargo, dejando
claro que la Fiscalía depende del Gobierno y, ya ven, a buen entendedor….. (es
el concepto de Sánchez de lo que es y debe ser la Fiscalía General del Estado);
el caso es que desde la asociación mayoritaria de fiscales se trata de impedir
que Dolores Delgado sea nombrada al frente de la Fiscalía de Memoria Democrática,
mientras ella pide para su “macrofiscalía” materias que lleva su compañero
Garzón, como impulsar casos de justicia universal y derechos humanos, la
especialidad del despacho de su pareja, por lo que los fiscales denuncian un “conflicto
de intereses” advirtiendo a García Ortiz que puede ser sancionado si insiste en
nombrar a su amiga, que lo promovió al cargo de Fiscal General del Estado
cuando ella cesó como tal y le piden que se estudien las “incompatibilidades”
de la ex ministra para asumir la Memoria Democrática.
Entretanto
Sánchez aprueba 90.000 millones más en créditos y ayudas de la UE y promete 18
nuevas reformas a Bruselas a poco tiempo de las elecciones; por otro lado el Gobierno
no informa del acuerdo migratorio con Biden, desconociéndose el texto competo
del acuerdo, el gasto público que supondrá o el número de desplazados; además
el Gobierno convoca 101 plazas públicas para periodistas a un mes de las
elecciones, cuando en el último año del gobierno del PP se ofertaron 8 plazas,
en 2019, con Sánchez ya en el poder, ascendieron a 60 y ahora casi se
multiplican por dos; y para terminar, se produce una rebelión autonómica contra
Calviño por no negociar los fondos, mientras la ministra utiliza con fines
electorales el dinero europeo para cerrar la agenda política y centra el
reparto de más de 100.000 millones en el plan “social”.
Por
lo que respecta a otros asuntos cabe citar que la Guardia Civil sospecha que los
pagos a Negreira iban a directivos del Barça considerando que eran “sobresueldos”
para parte de la cúpula; que la OCDE se suma a las revisiones al alza del PIB
español; que España cede al BEI la gestión de los créditos europeos para las
autonomías; que los cambios de las condiciones de las hipotecas se disparan a
su record y en abril afectaron a préstamos por valor de 2.500 millones, cinco
veces más que en febrero; que el TC admite el recurso de Griñán pero no
suspende su pena de prisión; que las importaciones de gas ruso por España son
el doble que hace un año; y que Alemania frena la injerencia de sus diputados
en Doñana, pues mientras el Gobierno español les recibe con todos los honores,
su Embajada evita que visiten Huelva alegando ahora que no deben interferir en
el 23-J con el boicot a la fresa española que ha respaldado Moncloa (increíble…..pero
cierto).
Fdo. Jorge Cremades Sena
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