domingo, 7 de abril de 2024

DESMEMORIA HISTÓRICA

 

                        De nuevo Sánchez en precampaña electoral lanza el Valle de los Caídos, hoy Cuelgamuros, contra el PP y Vox con la pretensión electoralista de movilizar a la izquierda y para ello visita sus instalaciones por sorpresa, acompañado, eso sí, de su equipo de imagen de Moncloa pero en ausencia de otros medios y lo hace bajo el pretexto de conocer “in situ” las tareas de recuperación de 160 víctimas reclamadas por sus familiares, exhibiéndose con los equipos forenses y anunciando a bombo y platillo que llevará ante la ONU, el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa las llamadas “Leyes de Concordia” que los populares y los de Abascal promueven en algunas de las CCAA que gobiernan, presuntamente para contraponerlas a la Ley de Memoria Democrática, también conocida como “la ley Bildu” por el apoyo de los abertzales a la misma. Tras conocerse la inesperada visita de Sánchez a Cuelgamuros, de obvio carácter electoralista, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha elevado una queja al Gobierno pues los familiares de las víctimas no pueden hacerlo….y, curiosamente, la respuesta inmediata ha sido que en el futuro sí se les permitirán acudir a los trabajos, mientras los contrarios a las exhumaciones, que también los hay, dicen que la visita de Sánchez y sus fotos con el equipo forense y con los huesos de los asesinados es “un espectáculo canalla”. La triste realidad es que una cosa es garantizar el derecho de esclarecer la verdad, toda la verdad, de aquellos atroces asesinatos, a lo que nada hay que objetar, y otra bien distinta es la utilización sesgada de aquellos atroces hechos, ya históricos, como arma electoral arrojadiza después de tanto tiempo, como pretende de un lado la izquierda más radical (a la que se suma incomprensiblemente el socialismo sanchista) y la ultraderecha (a la que no se opone la derecha moderada del PP), alimentando con ello el ambiente de radicalización entre los españoles, como sucediera en aquellos tiempos de nuestros padres y abuelos, que desencadenaron la guerra entre hermanos y después el sometimiento violento de los vencedores sobre los vencidos, como desgraciadamente sucede en todas la malditas guerras. Y todo ello con un sesgo histórico inadmisible que, como en otros casos, pretende ver los hechos históricos no de forma objetiva sino en clave ideológica, mientras, precisamente por ello, los historiadores proponen que se “diferencie claramente entre Historia como disciplina científica, que busca el conocimiento objetivo y general del pasado y que está dotada de los instrumentos adecuados y específicos para dicho fin, y Memoria, que es una apreciación o evocación inherentemente subjetiva, parcial y cambiante”. Es obvio que la interpretación sesgada de los hechos históricos, minimizando o maximizando algunos según convenga u omitiendo las causas que los provocaron y las consecuencias que tuvieron, no es el mejor camino para esclarecer la verdad y repararla. Por desgracia, algo de esto sucede con la Ley de Memoria Democrática que, por un lado, apela al loable deber de la sociedad de “memoria con las personas que fueron perseguidas, encarceladas, torturadas e incluso perdieron sus bienes y hasta su propia vida en defensa de la democracia y la libertad”, pero, por otro lado, acota en el tiempo cualquier referencia a las causas que coadyuvaron a la pérdida de dicha libertad (como, entre otras, el fracasado golpe de Estado de octubre de 1934, tras haber perdido la izquierda en los comicios de forma estrepitosa) provocando que desde entonces fuera inviable el frágil proyecto constitucionalista republicano de 1931, que con gobiernos a la deriva, asesinatos, tumultos y desorden por doquier, fue sobreviviendo hasta el trágico golpe de los militares en 1936 iniciándose con ello la trágica Guerra Civil (1936-39) en medio de un ambiente internacional dramático en el que se dilucidaba la hegemonía entre dos modelos autoritarios: el comunismo y el fascismo.

            Por tanto el sesgo de la Ley de Memoria Democrática, abarcando sólo el Golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil y la Dictadura franquista, deja en la desmemoria histórica otros aspectos violentos repudiables, incluso aquellos que se dieron ya en plena Democracia, como, entre otros, los asesinatos de ETA, cuyos herederos, que apoyan esta Ley, son blanqueados ahora por el sanchismo y sus aliados, cuando lo que buscaban era abortar el consenso político entre los españoles de 1978 precisamente para finiquitar de una vez por todas las atrocidades cometidas por nuestros antepasados hace ya casi un siglo. Así pues, esclarecimiento y reparación de daños todos los que sean, pero no utilización de los mismos como arma electoral y menos tras varios decenios de democracia. Es obvio pues que usar electoralmente semejante barbaridad merece un amplio reproche, pues semejante irresponsabilidad sólo contribuye a fomentar un desencuentro cada vez más parecido a aquel que hizo imposible la convivencia entre nuestros padres y abuelos, cuando hoy una gran parte de sus hijos y nietos pretendemos evitarlo y que no se repita en el futuro. El sesgo de la Ley de Memoria o el de las Leyes de Concordia, no puede ni debe ser utilizado como arma electoral arrojadiza para descalificar al enemigo, entre otras cosas porque entre los demócratas no hay enemigos, sino contrincantes, aunque cada vez, ¡quién lo diría!, parezcan más lo primero que lo segundo.

            Cabe señalar además que la desmemoria con semejantes sesgos históricos para desvirtuar los hechos (todos los hechos y no sólo los que conviene a unos u otros en cada momento) consigue a veces incluso bastante más que un puñado de votos, tal como avala que incluso una Guerra de Sucesión al trono de España, la de 1703-1714, tras la muerte del Rey Carlos II, se haya convertido con el tiempo en una Guerra de Secesión para que los secesionistas catalanes tengan un argumento de agravios contra España, cuando entonces los catalanes, como el resto de españoles, simplemente pugnaban para que el sucesor al trono español fuese o un Borbón o un Austria….ya ven a qué extremos puede llevarnos la desmemoria histórica sesgando la realidad. Por cierto, hablando de la Cataluña actual, Puigdemont se acerca a España al abandonar su refugio en Waterloo desde su fuga de la Justicia para instalarse en el sur de Francia, muy cerca de la frontera española, mientras su partido, Junts, bucea en la trayectoria del socialista Illa para golpearle durante la campaña electoral, sobre el que hará pinza con el PP y usará las comisiones de investigación para desgastar al Presidente más aún y, de paso, cazar a su ex ministro, principal pieza a cazar tanto de Junts como de ERC, ambos socios del Gobierno para otras cosas. Lo cierto y lamentable es que las andanzas por toda Europa del prófugo sin que el Gobierno Español ni siquiera reclame a la UE que se ejecute la búsqueda que pesa sobre él (algo incomprensible en cualquier otro país democrático y menos entre socios) ya está causando nervios en ERC por el desgaste que marcan las encuestas al extremo de que Aragonés ya pasa del pacto fiscal al referéndum directamente y se dispone a debatir en el extranjero con él y con Illa, que lo rechaza….. Ya ven, en pleno nerviosismo de ERC y PSC por los desafíos del montaraz Puigdemont el precio de la investidura de Illa es el referéndum ya que sólo recibiría el apoyo de ERC a cambio de la consulta ilegal, mientras el candidato popular Alejandro Fernández declara “no me entregaré a Illa para que le dé Cataluña a Puigdemont”, quien, rehabilitado indecentemente por Sánchez, está dispuesto a todo.

            Entretanto en el País Vasco comienza la campaña electoral con candidatos renovados y, como en Cataluña, con un empate técnico en las encuestas entre los soberanistas, en este caso PNV y EHBildu. Aquí Bildu, blanqueado por Sánchez, se ve ganador y pide al PNV un “gobierno abertzale” pues entre ellos se disputan la victoria con la incógnita de si los peneuvistas y el PSOE reeditaran su alianza, aunque, ya ven, Otegi tiende la mano al PNV para impulsar el “nuevo estatus vasco” mientras Pradales, el nuevo candidato peneuvista, marca distancias y el PP se presenta como “la única alternativa” frente al cuatripartito PNV-PSOE-Bildu-Podemos. Mientras tanto Sánchez y Feijóo españolizan la cita con las urnas: el PP tirará de Ayuso para sacar a Vox del parlamento autonómico, y el PSOE vuelve a recurrir a Zapatero, iniciador de todo este galimatías, para recuperar votos. Así las cosas, sólo el 1´3% estudia en castellano en la escuela vasca, provocando, por ejemplo, que dos niñas colombianas tengan que estudiar en casa al no lograr plaza escolar en español, pues el Gobierno de coalición PNV-PSOE, sólo les ofrece colegios en euskera o viajar diariamente decenas de kilómetros (ya ven, progresismo absoluto).

            En cuanto a corruptelas y otras conductas deplorables, se van conociendo datos de las causas en marcha, destacando que el juez sienta a Granados en el banquillo por la caja b del PP de Madrid  y Fiscalía pide cinco años para quien fuera mano derecha de Esperanza Aguirre; que el novio de Ayuso ofreció 380.000 euros para evitar la cárcel; que, según la Guardia Civil, Rubiales, pendiente de declarar ante la jueza tras ser detenido por la UCO, montó una trama societaria con otros jefes de la RFEF y el juez busca comisiones de Piqué en Andorra a Rubiales pidiendo al Principado que rastreé todas sus cuentas “con el mayor detalle posible”; y que la Abogacía de Armengol alardeó de que la trama de Koldo era de “total confianza” y, ante los reparos de Anticorrupción, presumió de no tener “ninguna compra fallida” y negó cualquier irregularidad con las mascarillas cuando ya sabía que eran defectuosas, mientras la Fiscalía de la UE investiga cómo reclamó Armengol el dinero de las mascarillas en el caso Koldo.

            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que es detenido un hombre en Girona por matar a su hijo de cinco años y herir a la madre; que la presidenta de RTVE maniobra para forzar con su voto de calidad el fichaje de Broncano sacando de la orden del día la votación para evitar que la contratación del cómico fuera rechazada; que una caída en grupo en la Vuelta al País Vasco afecta a tres de las grandes figuras del ciclismo que tienen que abandonar; que Orban desafía a Sánchez y pone en marcha la polémica OPA de GME sobre Talgo; que Felipe VI recibe al Real Madrid de Baloncesto como campeón de la Copa del Rey; que Page advierte a Sánchez de que su política tiene “sobrecostes” que afectan a las CCAA; que los penaltis frente al Mallorca dan la Copa del Rey de Futbol al Athletic de Bilbao cuarenta años después; que la clase empresarial alza la voz diciendo “el empleo lo creamos nosotros”; que el alcalde de Madrid contrae matrimonio con Teresa Urquijo; que Sanidad lanza el plan antitabaco con el apoyo de las CCAA del PP con el objetivo de más espacios sin humo y más impuestos; que la Reina Leticia tendrá por primera vez una mujer como mano derecha, pues la abogada del Estado Dolores Ocaña ocupará la Jefatura de la Secretaría de la Reina; que el ministro Puente, inmerso en polémicas, ataques y enredado en pugnas digitales tiene el reto de revertir la caída de más del 65% en la inversión para el mantenimiento de infraestructuras; que Bruselas urge a España a emprender la reforma fiscal cuando el Gobierno ya ha elevado la presión fiscal en 140.000 millones; y que Sánchez eleva el tono con Israel y no descarta medidas diplomáticas tras considerar “insuficientes” las explicaciones de Netanyahu sobre el ataque a la ayuda humanitaria y reafirma su apoyo a reconocer Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU.

            Y por si fuera insuficiente la tensión internacional con la guerra en Gaza y en Ucrania como principales focos de tensión, México rompe relaciones con Ecuador tas el asalto a su Embajada en Quito por agentes de la policía ecuatoriana para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, condenado por corrupción, quien se había refugiado en la embajada mexicana tras concederle asilo político el Gobierno de Méjico.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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