O al menos eso dice. Tras
varios días de amenazas, intrigas y especulaciones el prófugo se reúne con su
cúpula en Perpiñan, donde se felicita por regresar a Cataluña (en este caso a
la Cataluña del Norte), y deciden por unanimidad romper relaciones con el
Gobierno de Sánchez que le sigue insistiendo en que “aspira a cumplir con todos
sus acuerdos con Junts” mientras el prófugo dice que someterá el acuerdo a las
bases…..y en eso estamos. En los días previos a la decisión de Perpiñan, el
núcleo socialista negociador decía que los independentistas, sus socios, “están
en proceso de meditación”, mientras Alemania aceptaba debatir el uso del
catalán en la UE en plena crisis Junts-PSOE, que, a diferencia de otras crisis,
no se recula “in extremis” pues la realidad es que Junts “cambia el rumbo” ante
el miedo a una fuga de cargos, que alcaldes y concejales advirtieron a la
cúpula por el auge de Aliança Catalana, que, de seguir la tendencia, puede ser
el final para el prófugo y los suyos, pues “nuestro electorado escucha a
Orriols, ve que sostenemos a Sánchez y no lo entienden”, cuando además la
demora del Constitucional en blindar la Amnistía harta a Puigdemont y su
entorno cree que “ha estado jugando con los plazos” y confía en el TEDH y el
TJUE. En todo caso, Sánchez considera que esta ruptura con Junts no es el final
y no habrá moción de censura que es lo único que le preocuparía, mientras el
equipo del presi sostiene que “hay parejas que se separan y siguen viviendo
juntos”. Moncloa pues ignora al prófugo ya que “la moción le costaría el 100%
de sus votos” y además “no es gente muy seria, unas veces dicen una cosa y otra
la contraria” (vamos, en competencia total con lo que hace Sánchez y sus
sanchistas). Al final una entelequia; Junts rompe, es cierto, pero Sánchez, a
quien no le importa seguir en la poltrona como sea, anda bien tranquilo porque
sabe que no habrá moción de censura en la que Junts tendría que apoyar a PP y
Vox, única forma de obligar a Sánchez a dejar el cargo como él hizo con Rajoy.
Mientras tanto a seguir en las poltronas. Junts rompe con Sánchez sabiendo que
“no tendrá capacidad para gobernar” pero evita pedir elecciones adelantadas o
defender una moción de censura, mientras Sánchez pide a su PSOE “no entrar al
trapo y seguir con la mano tendida”…. Ya ven, no pasa nada, Sánchez gobernará
contra el Congreso como ya viene haciendo aunque sólo de vez en cuando,
mientras, después de apoyar su investidura hace dos años a cambio de la
amnistía, que ni se debiera haber planteado (ya con los indultos era más que
suficiente) Puigdemont deja al PSOE “sin capacidad para gobernar”, Junts
asegura que no negociará nada en el Congreso y pone fin a las patéticas
reuniones en Suiza tras 19 encuentros, aunque algunos intuyen que así va a ser
muy difícil llegar al final de esta Legislatura, es decir, ocupando el poder
pero sin poder ejercerlo lo que ya entraría en el ámbito de la honestidad y
dignidad de cada mandatario. En todo caso, de momento, Moncloa filtra optimismo
ante un “parar y resetear” con Junts y restan relevancia al asunto convencidos
de que “va a ser sólo una especie de romper para no romper”. Y mientras
Puigdemont insta al Constitucional a huir del “activismo político” (es decir,
que le conceda personalmente ya la amnistía y punto), Feijóo, ante la
comparecencia de Sánchez en el Senado le dice que “si miente en el Senado, irá
a los juzgados y si dice la verdad también”.
Quien tiene una posición
totalmente opuesta en la política es la popular Guardiola en Extremadura
convocando elecciones autonómicas anticipadas el 21 de diciembre a causa del
bloqueo a los Presupuestos que le hace Vox, cuando Sánchez los tiene bloqueados
desde el inicio de la legislatura. En efecto, PSOE y Vox presentan enmienda a
la totalidad al proyecto de Guardiola y ella cumple su palabra convocando
elecciones, pues al no conseguir apoyo “la legislatura se acaba” y que decidan
los electores en las urnas…..es lo que todos deberían hacer en cada momento y
lugar. Así Guardiola inicia el nuevo ciclo electoral y medirá el supuesto
avance de Vox de una vez por todas cumpliendo su advertencia para “no hacerles
perder el tiempo” a los extremeños y que ellos decidan, tomando la delantera a
Castilla y León y a Andalucía, a la espera de Aragón. Guardiola acusa a Vox de “bloqueo”
político dejando claro a quien quiera oír que “no nos agarramos al sillón, que
hablen los ciudadanos” y punto, pues ellos son quienes tienen la última
palabra, mientras Feijóo la respalda con un contundente “el gobernante que
respeta a su pueblo, cumple”. Sin duda cabe felicitar a Guardiola por su claro
comportamiento democrático, y el resto que tome nota.
Y cabe condenar a Mazón por sus reiteradas
versiones sobre el día de la dana en Valencia, mientras la declaración de la
periodista con la que comió el día de la tragedia estrecha el cerco judicial
del President, pues la magistrada cita como testigo a Maribel Vilaplana para el
3 de noviembre. Mazón sostiene un año después de la catástrofe que trabajó en
el Palau aquella maldita tarde, un testigo dice que a las 19´30 horas no había
llegado a la sede del Consell quedando un agujero desde que salió de El Ventorro
a las 18´45 hasta las 19´45. ¿Es tan difícil explicar exactamente qué hizo Mazón
en esas horas críticas? Entretanto un clamor ciudadanos se extiende en Valencia
pidiendo justicia y responsabilidades y piden en las calles la dimisión de Mazón,
mientras él aguanta ya durante un año los ataques de la izquierda, cuando,
según GAD3, la mayoría de votantes del PP en Valencia piden que Mazón dimita y
convoque elecciones y el rechazo al president asciende al 75% entre los
ciudadanos de la Comunidad Valenciana, dadas sus múltiples versiones sobre los
trágicos hechos. ¿Por qué no dimite ya Mazón cuando casi nadie entiende que se
apalanque en su cargo? Misterios sin resolver.
Y entretanto, sigue la corrupción. La
actual gerente del PSOE confirma que Sánchez también recibió sobres, aunque Ana
María Fuentes dice en el Senado que no recuerda cuanto cobró en metálico el
Presidente y que cada euro que percibieron Ábalos y Koldo tiene “soporte
documental”, mientras su predecesor en el cargo se negó a declarar. Se sabe también
que la “fontanera” del PSOE, Leire Díez, prometió a Ábalos “desmontar el caso”
si callaba y se reunió con él para intentar un pacto pero el ex ministro no se
creyó que viniera de parte de Sánchez y rechazó el ofrecimiento. Y todo esto en
plena crisis del CGPJ donde el consenso salta por los aires sólo un año después,
al extremo de que se llega a la ruptura total tras el ataque de los
progresistas a Perelló por no votar con ellos. El Poder Judicial, demasiado
dependiente de los políticos en los nombramientos, defiende su independencia
como puede a seis días del juicio al Fiscal General del Estado….el caso es que las
reformas del Gobierno, la situación de García Ortiz y el ataque a los jueces centran
la controversia, pues las acusaciones de lawfare distancian al fiscal Zaragoza
del vocal Fernández Seijo y Juanes: “asignar la causa a los fiscales es un despropósito, se necesita
un consenso amplísimo” dice Zaragoza; “los jueces debemos limitar la libertad
de expresión, hay que ser imparcial y parecerlo” dice Juanes; “nuestro problema
está en los intentos claros que existen para politizar la Justicia” dice Manuel
Aragón…… Pues bien, dicho queda.
Jorge Cremades Sena
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