jueves, 5 de septiembre de 2013

ANDALUCÍA, ¿CAMBIO O CONTINUIDAD?

                        No hay duda, la noticia por excelencia, que prácticamente todos los medios llevan en portada, es la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía, tras la dimisión de su mentor Griñán. Nada extraño si tenemos en cuenta que la corrupción, fenómeno recurrente casi a diario en todos los medios de comunicación, planea en dicha investidura, en la renuncia de Griñán y sobre toda Andalucía, que, junto a la Comunidad Valenciana, encabeza el ranking de tan repugnante fenómeno que, como ven, al igual que el dinero carece de color político. Casi todos los medios destacan que en su discurso haya manifestado que se “avergüenza” de la corrupción, ¡faltaría más!, pero sin mencionar el caso concreto de los EREs fraudulentos que es el que le afecta directamente y que en su interminable ristra de imputados entre quienes fueron sus compañeros como cargos de la Junta, no deja de sorprendernos a diario con nuevos datos, poniendo de relieve, no sólo la dimensión del mismo, sino también la forma chabacana que utilizaban para delinquir malversando los fondos públicos. Asimismo es de destacar su anuncio de ofertar a Rajoy un “pacto ambicioso que regule la limpieza de la vida pública” y su propuesta de acabar con las donaciones privadas a los partidos políticos. No está nada mal, pero le hubiera bastado con haber dicho simplemente que apoyaba la propuesta del acuerdo anticorrupción de Rajoy (quien tampoco anda como para tirar cohetes) a la oposición y que Rubalcaba no apoya, aunque entendemos que quiera presentarlo como una iniciativa innovadora que sólo a ella se le ha ocurrido. Tampoco está nada mal lo de las donaciones privadas aunque, visto lo visto, ya nos podríamos conformar con que los gobernantes hicieran simplemente un uso honesto y correcto de los fondos públicos que ponemos en sus manos. En fin, aunque Susana ha pretendido presentarse como un relevo de lo hasta ahora acaecido en Andalucía, lamentablemente (y espero y deseo equivocarme), se trata de una continuidad de lo que viene sucediendo desde hace décadas. Sin relevo de proyecto en el PSOE-A, ni en el PSOE, sin relevo de la cúpula dirigente que ha provocado y permitido el fiasco, no cabe un verdadero cambio en la Junta sino simplemente una continuidad, un relevo con apariencia de cambio a base de presentar una cara nueva, nombrada a dedo por la vieja guardia a la que también ella pertenece con menor protagonismo o relevancia. Una simple apariencia de cambio para que todo siga igual. En todo caso Susana, como primera mujer que va a presidir la Junta, merece, como cualquier otro nuevo gobernante, un plazo de confianza suficiente para ver si es capaz, al menos, de demostrar que, aun siendo heredera de una ruina, está dispuesta a cambiar de rumbo.
            Por cierto que el PSC se desmorona en mil pedazos. Entre sus veleidades soberanistas y el derecho a decidir, así como el asunto del espionaje a políticos en Cataluña, cada día hacen más estragos en una formación que lleva mucho tiempo a la deriva, que el PSOE no controla (ya tiene bastante con controlarse a sí mismo), y que, de seguir así corre el riesgo de dejar de ser el primer partido de la oposición en España.  La dimisión de Zaragoza como miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE es el último y más reciente episodio de un descalabro anunciado que, tras la Diada catalana, puede convertirse en irreversible si es que ya no lo es. Por cierto, una Diada en que la Generalitat no tiene ningún reparo en tirar la casa por la ventana, incluyendo al propio Barça que presta su estadio para tal evento, mientras la crisis económica en Cataluña se hace ya prácticamente insoportable con casos graves de malnutrición infantil, colas de espera hospitalaria insoportables y tantos y tantos asuntos que evidencian el declive de una sociedad, modelo de modernidad y tolerancia hasta hace bien poco. Lástima que sus dirigentes políticos no estén a la altura de las circunstancias. No obstante el propio Mas, seguramente en algún momento de lucidez, ha dicho que puede que la consulta soberanista sea aplazada si Rajoy (es decir el Gobierno) no lo autoriza, o, dicho de otra forma, si el Gobierno español se ajusta a la legalidad, lo que ha provocado las iras de su socio ERC que amenaza con romper la baraja. En fin, quien juega con fuego, al final, acaba quemándose.
            Menos mal que Rubalcaba anuncia que el proceso de renovación de su partido “ya está en marcha” y que el PSC debe tomar decisiones en el caso del espionaje político, y que las declaraciones del sucesor de Bárcenas prueban que el PP pagaba en B y tenía una financiación irregular. Lástima que se olvide, como Susana Díaz, de los EREs fraudulentos. Le hubiera quedado perfecto el discurso de no haber padecido tal amnesia. Como a Soraya Sáenz de Santamaría le hubiese quedado perfecto si, al anunciar un Plan de ajuste para agilizar la Administración (suprimiendo sólo 57 organismos públicos, de los centenares existentes, para eliminar duplicidades) hubiese anunciado una profunda reforma de una Administración sobredimensionada, costosa e ineficaz que, comparada con la de nuestros socios europeos, es prácticamente obsoleta e insostenible.


Jorge Cremades Sena

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