domingo, 21 de febrero de 2016

MASOQUISMO POLÍTICO



                        Si ser masoquista es disfrutar o sentir placer con un pensamiento, situación o hecho desagradable o doloroso, no cabe duda alguna de que los españoles somos masoquistas políticos en caso de que lleven razón las encuestas sobre la intención de voto si hubiera nuevas elecciones generales ya que, con algunas diferencias entre unas y otras, coinciden en un nuevo escenario de ingobernabilidad similar al actual tras los comicios del 20-D. Es la conclusión final tanto de SigmaDos como de NCReport, que, discrepando sobre los porcentajes y escaños de unos u otros partidos, coinciden en el diseño de un escenario parlamentario atomizado en el que sólo la concurrencia de un pacto PP-PSOE posibilitaría una sólida gobernabilidad lo que, ante la negativa visceral de la actual dirección socialista a tal acuerdo, resulta prácticamente imposible y, en caso de seguir manteniendo dicha actitud, también resultaría imposible en el nuevo Parlamento, prolongando esta situación desagradable y dolorosa que, estando en nuestras manos cambiar, nos negamos, según parece, a hacerlo. Puro masoquismo político optando por este escenario de inestabilidad e incertidumbre incluso después de conocer, como se está viendo, de que pie cojea cada uno de los protagonistas. En efecto, según SigmaDos, Podemos se dejaría nueve escaños de los que tiene ahora y el PP cuatro, mientas que el PSOE subiría tres y Ciudadanos diez: las elecciones las seguiría ganando el PP con el 27´8% de votos y 119 escaños (frente a las del 20-D en que obtuvo 28´7% y 123), el PSOE tendría un 23´1% y 93 (frente al 22% y 90), Podemos le seguiría con el 18´8% y 60 (frente al 20´7% y 69) y Ciudadanos quedaría cuarto con el 15´3% y 50 (frente al 13´9 y 40 actuales). Y, según NCReport, el PSOE sería el único partido de los cuatro que perdería aunque España votaría más o menos lo mismo: ganaría el PP con el 28´9% de los votos y entre 125-127 escaños, seguido del PSOE con el 21´4% y 87-89, Podemos con el 21´1% y 68-72, y Ciudadanos con el 14´2% y 41-42 escaños, lo que, en líneas generales, no varía sustancialmente el panorama actual ni el dibujado por el sondeo de SigmaDos, salvo en cargar un pelín las tintas hacia una u otra opción política seguramente confundiendo los deseos con la realidad. Así, según NCReport el 85´3% de los votantes elegiría el mismo partido, es decir, no aprendió nada de tan indeseable experiencia, y la abstención subiría en 1´5 millones, mostrando la decepción y el desencanto con el proceder de los líderes políticos desde que se celebraran las elecciones en diciembre.
            Entretanto prosigue el guirigay negociador. Ciudadanos avisa al PSOE: “sin avance nos preparamos para la ruptura”, presionando así Rivera para que los socialistas se distancien de Podemos, mientras Irene Montero, portavoz adjunta y diputada podemita sostiene que “a Pedro Sánchez le queda poco margen de actuación”, justo cuando están en vísperas de una reunión negociadora, propiciada por Alberto Garzón, entre PSOE-IU-Podemos y Compromís (o Podemos-bis) que en el mejor de los casos y en caso de acuerdo conseguirían una insuficiente mayoría para gobernar (puede que sí para la investidura en segunda votación), con derechos a decidir y referéndums por delante, salvo que al final decidan sumarse los partidos independentistas, si es que ya no están dentro del citado tripartito (cuatripartito si aceptamos Compromís como animal de compañía, cuando forma parte, electoralmente hablando, del conglomerado de Podemos). Y por su parte, Esperanza Aguirre, se despacha con unas declaraciones que no tienen desperdicio, manifestando la ex presidenta popular de Madrid que “el PP necesita una regeneración; de todo”; que se ha “convertido en el “nasty party” (el partido antipático); que el PP “está muy anticuado” y “hay que renovar las personas y las estructuras”; que le gustaría “que hubiera en el PP un ala liberal” pues “gente hay”; y sobre ella misma manifiesta: “yo he dimitido sin haberme llevado un duro, ningún empresario puede decir que yo le haya pedido tal cosa para el partido”, “ antes que la entrada de Podemos en el Consejo de Ministros soy partidaria de apoyar un Gobierno de Sánchez o de Rivera” y “no me he resignado nunca y ahora ni me resigno ni me callo”. Así anda el desmadre negociador cuando, justo 80 años después de las elecciones del 36, en plena República Española, José María Gil Robles, hijo del líder de la CEDA y nieto de Mariano Ruiz-Funes, miembro del Gobierno de Azaña, rememorando la trayectoria política de sus antepasados (y de los nuestros), concluye que “una gran coalición nos hubiera evitado la guerra”. Y es que, salvando todas las distancias, como entonces, nada peor para una democracia que un manifiesto desencuentro irreconciliable entre sus ciudadanos… ¡Si nuestros mayores levantaran la cabeza!
            En cuanto a otros asuntos cabe destacar que los españoles ocultan 160.000 millones de euros sin declarar, descubriendo Vigilancia Aduanera 327 millones en delitos de blanqueo durante 2015 mientras los expertos calculan que la corrupción resta cada año al país medio punto de crecimiento; que el PP del País Vasco protesta ante Rajoy por el descontrol de la corrupción, quejándose el líder popular de Vizcaya de que “estamos hasta los cojones”; y que han sido halladas culpables las tres acusadas del asesinato de Isabel Carrasco con un veredicto sin piedad para las asesinas de León al imponer el juzgado la opción más dura de las que pedía el fiscal para las tres: asesinato, atentado y tenencia ilícita de armas.
            Y en el exterior Bachar El Asad, el Presidente sirio, dice que “hay 80 países que apoyan a los grupos terroristas en Siria”, que “el respaldo de Rusia e Irán ha sido esencial para nuestro ejército” y que “los refugiados pueden regresar sin que el Gobierno tome represalias”. Por otra parte, Cameron, conseguidos los objetivos que pretendía, hará campaña a favor de la UE en el referéndum del 23 de junio, jugándosela en el Reino Unido tras “vencer” a Europa y lograr un estatus privilegiado, pero parte de su Gabinete se le une al “no” a la UE a pesar de todo, justo cuando una oleada de nuevos dirigentes y partidos populistas, con diversas caras, sacude las democracias occidentales, compartiendo objetivos y estrategias bajo distintos ropajes.
Jorge Cremades Sena

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