Desgraciadamente
cada vez arraiga más en la sociedad catalana una intolerable batasunización que
va consolidando progresivamente un enrarecido ambiente de convivencia pacífica.
Las coacciones contra los que no son nacionalistas, la necesidad creciente de
protección policial para determinadas personas y un cierto matonismo violento,
cercenando las libertades, son cada vez más frecuentes, evidenciando que, para
el proyecto unilateral secesionista, la democracia, el respeto a los derechos
humanos y el Estado de Derecho son cuestiones meramente instrumentales en tanto
en cuanto les sean útiles para conseguir su objetivo. La última prueba de lo anterior
se acaba de vivir en la festividad de Sant Jordi, amarilla y reivindicativa, en
la que las pintadas en casa del número dos del PSC, el escrache al popular
Albiol para no dejarle ni siquiera hablar en público o el ataque con heces a
sedes de Ciudadanos, son meros ejemplos que ilustran la manifiesta hostilidad a
todos aquellos que no se someten al pensamiento único totalitario
independentista. Por otro lado, mientras Rajoy se resiste a profundizar el 155
para restaurar de verdad la democracia en Cataluña, la Fiscalía denuncia a nueve
profesores por humillar a hijos de guardias civiles, mientras grupos
probilingüismo llevan a la Eurocámara el modelo educativo catalán y el Congreso
y el Senado se movilizan para defender España en la UE (tanto Ana Pastor como
Pío García-Escudero alertan a sus homólogos europeos del riesgo de contagio del
independentismo y toman iniciativa al margen del Gobierno). No es tolerable y
debiera ser penalizado tajantemente que, tras el ilegal referéndum del 1-O, determinados
profesores (por llamarles de alguna forma) pregunten públicamente en el aula a
sus alumnos, menores de edad, quiénes son hijos de guardias civiles y los
señalen como apestados con frases como “que levanten la mano los hijos de los
guardias civiles” en una manifiesta persecución soberanista. No es saludable
que el PSOE se una al independentismo para que Zoido tenga que explicar la
retirada de camisetas amarillas en la final de la Copa del Rey, cuando ya el
Ministro dejó públicamente bien claro que se retiraron 199 camisetas, no por ser amarillas, sino por llevar
determinados escritos de claro signo político y, por tanto, contrarios a la ley
del deporte para evitar la violencia en los estadios. Y no es comprensible que
ni el PP, ni Ciudadanos, ni PSC recurran la delegación de voto, acordada por el
Parlament, que permitiría a los secesionistas tener mayoría sin la CUP, ayudando
así a la formación de un Govern independentista en Cataluña (aunque parece ser
que PP y Ciudadanos, que ahora se culpan de que Puigdemont y Comín puedan
votar, se disponen a recurrir ahora al TC el voto delegado, más vale tarde que
nunca, lo que, en todo caso no frenaría dicho voto). Y, mientras la Eurocámara
pregunta por la discriminación lingüística en las aulas (para investigar la del
español en Cataluña) y padres de alumnos denuncian represalias en las notas a
los alumnos no soberanistas, el abogado del Estado desdice a Montoro afirmando
que “hubo dinero público” (en su último escrito mantiene que “ha quedado
acreditado” su uso para el 1-O y que “es obvio que las partidas se ocultaron”), en tanto que la Guardia Civil acusa a la interventora de esconder información….
Pero la torpeza imprudente (llamémosle así) del Ministro ya ha causado efectos
perniciosos, pues Puigdemont aportará al tribunal alemán las palabras de
Montoro para presentarlas como prueba de que no hubo malversación, aunque el
Supremo confía en que la “insensatez” del ministro no tenga efecto jurídico en
la euroorden de entrega y otro ministro, Dastis, afirme que el Diplocat “desvió”
al menos 1´5 millones a la “república catalana”.
Por
otro lado el debate sobre los Presupuestos anda que arde. En días previos
Ciudadanos amenazaba con no respaldarlos si se daban nuevos privilegios a los
nacionalistas, mientras el PNV exigía al Gobierno subir todas las pensiones (la
presión pertinaz de los jubilados vascos provoca dicha demanda por parte de los
peneuvistas), cuando dieciséis regiones no tienen dinero para pagarlas (Cataluña representa el mayor
déficit en la Seguridad Social con 6.107 millones, seguida de Andalucía con
5.176). Rivera amagaba así con vetar los Presupuestos de Rajoy, con el que no
habla ya ni siquiera de los mismos, por culpa del PNV (afirmando que no los
apoyaría si transfieren la Seguridad Social al País Vasco o se acercan presos
de ETA) y de Montoro (al desconfiar del Gobierno en cuanto a la malversación en
el “procés”) y el PP le acusa de “mentir”. Y en medio de esta “guerra fría”
entre PP y Ciudadanos, se llega a un acuerdo con el PNV después de que el
Gobierno haya puesto fin a su política de aumento de pensiones de sólo el 0´25%,
liquidando su reforma para poder acabar la legislatura y ligando las subidas de
pensiones al IPC, lo que, a la espera de lo que digan ahora los naranjas,
facilita la aprobación de las cuentas del Estado. Por tanto, todas las
pensiones, al margen de su cuantía, subirían este ejercicio el equivalente al
IPC sin distinguir entre altas o bajas, tal como proponían los populares en el proyecto
(las más bajas subir por encima del IPC y las más altas sólo el 0´25%).
Y
en medio de este guirigay político Cristina Cifuentes es obligada a dimitir,
como exigía Ciudadanos por el asunto del “master”, tras publicarse un video
humillante de 2011 en el que es cogida “in fraganti” cuando hurtaba en un
supermercado dos botes de crema (por un valor de unos 40 euros, lo que hace más
absurdo todavía el asunto). Otro feo asunto que, unido al de su master
fantasma, hacía insostenible su continuidad como Presidenta de Madrid, donde
deja ahora un PP desprestigiado, roto y a la deriva; pero ella se aferra al
escaño y quiere seguir al frente del PP regional, mientras se especula con que
un empresario ofreció el dosier sobre tan escabroso asunto a varios medios de
comunicación a cambio de no informar sobre los negocios de Ignacio González. En
todo caso, este humillante vídeo remata definitivamente a Cifuentes, que dice
haber sufrido un “ataque personal” con estas imágenes en que aparece retenida
por tan absurdo hurto, por lo que Rajoy ordenó a Cospedal que le dijera que
tenía que renunciar de forma inmediata, mientras pide “una nueva etapa en
Madrid”, en tanto que Génova exige que abandone también el PP regional y avisa
de que la dirección nacional decidirá quien toma el relevo. La dimisión de
Cifuentes, que argumenta “he sido sometida a una campaña de acoso; fue un error
involuntario”, obliga al PP a buscar un sucesor, “ni aguirrista ni cifuentista”,
para renovar el partido en Madrid, mientras Rivera, que probablemente apoyará
al nuevo candidato “popular” para acabar lo que queda de legislatura (aunque no
se comprometa a respaldar las iniciativas del nuevo gobierno madrileño), se
cobra otra cabeza popular y rechaza apoyar la moción de censura para hacer
presidente a Gabilondo, dejando con la miel en la boca a socialistas y
podemitas, quienes le reprochan ahora que será el responsable de mantener al PP
como gobernante en Madrid, pero él mantiene su postura de apoyar, como hace en
Andalucía, a la lista más votada ya que los gobiernos hay que ganárselos en las
urnas y no en los despachos. En definitiva, al PP le crecen los enanos y
Ciudadanos anda a sus anchas con las suculentas bicocas que se les ofrecen; los
demás, a verlas venir.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que IU plantea a sus militantes
autodisolverse e integrarse en Podemos; que el déficit del Estado será de 6.000
millones superior al objetivo, aunque Montoro avisa a la UE que España cumplirá
el ajuste pactado pese a que la Seguridad Social tendrá un agujero de 16.900
millones; que los bancos vuelven a abrir el grifo para las hipotecas, pues la
confianza del consumidor y las mejoras condiciones de los préstamos estimulan
la demanda; que las Cortes proponen multar a los padres por el botellón de sus
hijos y los partidos piden un registro de jóvenes con problemas de alcoholismo;
que Hacienda ultima una subida fiscal a los carburantes en nueve autonomías;
que los agresores de Alsasua seguían un manual de ETA para echar a los guardias
civiles: “que no entren en los bares”; que el Congreso, mediante un pacto,
aprueba el desalojo exprés de las viviendas “okupadas”, para que se realice en
un plazo máximo de veinte días; que ETA entrega 25 pistolas a Francia ante su
disolución; que Carmena subvencionó a 21 personas vinculadas a Ahora Madrid y
al 15-M, concediéndoles el Ayuntamiento ayudas personales de hasta 3.000 euros
para financiar sus cooperativas; que comienzan las exhumaciones, ordenadas por
un juez, en el Valle de los Caídos sin las familias presentes; y que el
nicaragüense Sergio Ramírez es galardonado con el Cervantes, premio que dedica
a los nicaragüenses asesinados por pedir justicia en Nicaragua, donde ni la
rectificación de Ortega calma las protestas.
Y
del exterior destacar que el ala rebelde de las FARC colombianas atemorizan a
los ecuatorianos; que al menos mueren nueve personas y el doble de heridos en
un atropello múltiple en Canadá; que la UE quiere desviar más fondos hacia los
países del Sur; que el asesino del submarino, el ingeniero que mató a una
periodista que subió en su submarino para hacer un reportaje, es condenado a
cadena perpetua en Dinamarca (esperemos que los detractores de la prisión permanente
revisable en España sigan sosteniendo que Dinamarca, a la que incluso toman
como modelo de democracia, sigue siendo un Estado Democrático que defiende los
derechos humanos, aunque demagógicamente digan que España no lo es); y que
Macron exhibe en Washington su privilegiada relación con Trump, aunque la tensión
con Irán ensombrezca su visita de guante blanco, pues el francés está empeñado
en salvar el pacto nuclear con Teherán, que Obama firmó con Irán, y el
norteamericano amenaza con dureza al régimen iraní incluso durante su visita: ¿se
revisará el tratado?, esa es la cuestión.
Por
lo que respecta a los partidos de ida de semifinales de Champions, el Liverpool
golea en casa a la Roma, 5-2, y el Real Madrid derrota, 1-2, al Bayern en
Munich.
Jorge Cremades Sena
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