miércoles, 5 de diciembre de 2018

TENEMOS UN PROBLEMA


                        Mientras PP y Ciudadanos pugnan por presidir el Gobierno de Andalucía, ya que, tanto Moreno como Marín se ven con igual legitimidad para liderar el cambio que han votado los andaluces, castigando severamente al PSOE-A, lo que ha disparado las hostilidades entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, quien, al igual que otros barones del PSOE, atribuye el fracaso electoral, entre otras cosas, a la relación del sanchismo con los independentistas, Pedro y su Ejecutiva reaccionan pidiendo cínicamente  la cabeza de Susana por haber obtenido los peores resultados de toda la historia del PSOE-A, olvidando incoherentemente que él, después de obtener los peores resultados históricos del PSOE en España, no hizo lo que ahora exige a la Presidenta andaluza y ni siquiera cuando, empecinado en seguir como líder del socialismo español, superó su propio histórico fracaso en las siguientes elecciones generales (dos fiascos electorales socialistas consecutivos  liderados por él), dejando al PSOE al nivel mínimo histórico de apoyos ciudadanos. Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga. No en vano los barones socialistas temen que el fracaso electoral en Andalucía, siendo el territorio con mayor implantación socialista, “se puede reproducir" en otras Comunidades Autónomas por el mal rollo del Gobierno de Sánchez con los secesionistas catalanes, y exigen tomar distancia clara del independentismo, considerando que, de no hacerlo, “tenemos un problema”; pero Sánchez, con tal de resistir en Moncloa como sea, opta por agitar un frente antiderecha y busca aprobar los Presupuestos con ERC y PDeCat, protagonistas de un ilegal y anticonstitucional “procés” secesionista, para retrasar la convocatoria de elecciones generales, mientras su socio Pablo Iglesias ya moviliza la calle contra Vox, cuyos dirigentes advierten de que “cuanto más nos insulten más nos van a apoyar”. Y, con cientos de estudiantes manifestándose en varias ciudades andaluzas tras la llamada de Podemos y con Ferraz marcando la salida de Susana, que se resiste a dimitir y achaca los malos resultados electorales a la política del Gobierno, PP y Ciudadanos, condenados a entenderse, pugnan por presidir la Junta, con el inesperado protagonismo de Vox, cuyo líder territorial, Serrano, dice que “sin nosotros no se hubiera producido este vuelco histórico; somos la llave del Gobierno con nuestros doce diputados”, mientras Moreno, el líder del PP, que acepta los votos de Vox, sostiene que “el apoyo de Vox es necesario para la investidura, luego ya se verán pactos puntuales y formas de Gobierno” y Marín, el líder de Ciudadanos, que trata de lograr la abstención del PSOE, dice “vamos a volcarnos en un Gobierno presidido por Cs con el apoyo del PP y el desbloqueo del PSOE; estamos legitimados”, a lo que el popular Moreno responde que “si Ciudadanos salva a Susana Díaz, no podrá volver a Andalucía”. Y Santiago Abascal, el líder máximo de Vox, pontifica, pensando ya en las generales, con que “los españoles nos van a reconocer en las urnas haber expulsado la corrupción socialista de Andalucía”. Entretanto, según algunos estudios, la implantación rural del PSOE cae 13 puntos en los pueblos de menos de 10.000 habitantes, y Vox, con quien Casado no tiene problema alguno en pactar todo menos suprimir las Autonomías, ha recibido 27.000 votantes socialistas, según análisis sobre trasvase de votos. Y las negociaciones para gobernar la Junta en marcha.
            Y no sólo “tenemos un problema” partidario, como el que temen los socialistas, sino además un problemón antidemocrático de mucho cuidado, con comportamientos fascistoides de algunos y la connivencia de otros, arremetiendo contra lo que, para bien o para mal, han decidido los andaluces. Claro que es un problema preocupante que en nuestra sociedad irrumpan y proliferen los populismos radicales y extremistas (tanto de izquierdas como de derechas, nacionalistas o no) pero es un problemón preocupante que se arremeta contra los resultados electorales, gusten o no, como sucede con los de Andalucía por haber dado entrada a Vox en el Parlamento andaluz  de forma espectacular. Es indecente y muy peligroso que cuando en un Estado de Derecho democrático nadie ha pedido “a priori” la inhabilitación de un partido político (al contrario de lo que sí sucediera en su día con Herri Batasuna, por ejemplo), como es el caso con Vox, se recurra “a posteriori” a la movilización ciudadana, como hace Pablo Iglesias al frente de Podemos, para descalificar o invalidar públicamente los escaños que los ciudadanos le concedieron en las urnas. Es paradójico que semejante descalificación, en este caso al populismo radical de derechas, se haga desde el populismo radical de izquierdas, con el cínico argumento de que algunos de los objetivos o propuestas de Vox se alejan de la Constitución, cuando sucede lo mismo con los de Podemos-IU….pues, además, el problema no está en las propuestas u objetivos desacordes con la Constitución, que los permite y forman parte del derecho ciudadano, sino que el problema estriba en si dichas propuestas u objetivos se pretenden conseguir al margen de ella y de la legalidad democrática que de ella deriva. Y es indecente, paradójico y grotesco que quien, como Sánchez y su PSOE, no tiene reparo alguno en buscar apoyos y acuerdos con partidos que no sólo hacen propuestas inconstitucionales sino que además pretenden materializarlas de forma antidemocrática, como sucede con el totalitario “procés” secesionista, se rasgue las vestiduras por el mero hecho de que en Andalucía PP o Ciudadanos decidan formar Gobierno con el apoyo de VOX, cuando él gobierna España gracias al respaldo en su investidura de nacionalistas de izquierdas y derechas, de populistas radicales de izquierdas y de secesionistas totalitarios que ya han proclamado unilateral y antidemocráticamente la independencia de Cataluña y están procesados por semejante golpe al Estado.
            Si a todo ello, añadimos las constantes rectificaciones de Sánchez, el problemón es morrocotudo, pues su credibilidad acabará, si no lo está ya, por los suelos. El problema no es que Susana se vaya, debiendo hacerlo por su fracaso, sino que se lo pida Sánchez cuando él actuó al igual que ella ahora; el problema no es si PP-Ciudadanos logran gobernar Andalucía con el apoyo activo o pasivo de Vox, sino que Sánchez lo descalifique por la participación de Vox cuando él hizo posible su investidura gracias a partidos mucho más radicales; y el problema no es que Sánchez rectifique, lo que es de sabios, sino de que rectifique permanentemente, lo que es de necios. Y como ejemplo, valgan las tres últimas rectificaciones del Presidente en menos de 24 horas. La primera sobre los Presupuestos, anunciando que los presentará en enero tenga apoyos o no, cuando había dicho que sin apoyos no lo haría, y para ello presionará a los secesionistas agitando el miedo a Vox y a unas elecciones que no descarta del todo pero que no quiere. La segunda sobre la inviolabilidad del Rey, justo en la semana de la celebración del aniversario de la Constitución, una ocurrencia suya que requeriría una reforma constitucional imposible desde su paupérrima representación parlamentaria de sólo 84 escaños, por lo que el propio PSOE ha tenido que matizar en el sentido de que es una “opinión personal” y no una propuesta en marcha. La tercera sobre la dimisión de Díaz ya que tras exigirle en caliente que diera un paso atrás por la debacle en Andalucía suaviza el tono y le da una tregua para negociar la Junta, gracias al lógico malestar del PSOE y las quejas de barones socialistas y dirigentes andaluces. Entretanto, a Rivera se le presenta un verdadero dilema, pues el PP no descarta “un pacto de legislatura” con Vox y avisa a Ciudadanos que los andaluces no le perdonarían que se apoye en el PSOE para presidir la Junta (un cambio de estampitas, teniendo en cuenta que en la anterior legislatura Susana gobernó gracias a Ciudadanos) cuando los andaluces han apostado por “el cambio” que tanto PP como Ciudadanos prometían; y por su parte el mismísimo Abascal, presidente de Vox, manifiesta “no ponemos obstáculos al cambio en Andalucía; no tenemos interés en cargos o en participar en el Gobierno” mientras Casado, el presidente del PP, ofrece a Ciudadanos presidir el Parlamento andaluz y entrar en la Junta.
            Respecto a otros asuntos cabe citar que Hacienda abre el plazo para devolver el IRPF por paternidad y maternidad a un millón de contribuyentes; que Forn y Rull se suman a la huelga de hambre de presos del “procés” para presionar a Junqueras; que surge una bronca a causa de la placa del 15-M que Carmena ha instalado en Sol; que fármacos contra el cáncer disparan su precio al forzar el laboratorio su escasez en España y, ante el desabastecimiento, los hospitales han tenido que adquirirlos en terceros países a precios mucho más elevados; que los CDR preparan un boicot al previsto Consejo de Ministros en Barcelona el próximo día 21; que es desahuciada la anciana que acusó a su nieto de estafarla; que Trabajo admite ahora que la subida del salario mínimo destruye empleo, cuando noviembre se cierra con 47.500 empleos menos, la mayor caída en cinco años; que un ladrón roba un coche en Villalba con dos niños dentro; que el Supremo deja en el aire la exhumación de Franco hasta enero, al admitir a trámite un recurso de la familia que podría paralizar el traslado de los restos del Valle de los Caídos; y que Carmena activa el protocolo antipolución a los cinco días de inaugurar Madrid Central, modificando el Ayuntamiento la normativa de vigilancia en la nueva área restringida al tráfico.       
            Y, mientras España promete descarbonizar su economía en la cumbre del clima, planteando Sánchez un plan de transición para las cuencas mineras, cabe citar del exterior que la eurozona aparca otra vez la gran reforma para apuntalar la moneda común, aunque el Eurogrupo consigue un acuerdo mínimo para reformar el euro tras una áspera batalla, evidenciando su profunda división en una reunión de 18 horas de duro debate y choque cruzados entre los socios; que el Papa pide cerrar el paso a los gais en el clero y en un libro-entrevista reflexiona sobre el celibato con un misionero español; y que Macron rectifica ante su mayor crisis, aceptando suspender la polémica subida de combustibles y, ante la violenta protesta de los chalecos amarillos, rechaza la tasa del gasoil.  
            Por lo que respecta al fútbol cabe citar que Modric consigue el balón de oro, rompiendo así el reinado de Messi y Cristiano; y que fallece Núñez, el presidente que engrandeció al Barça.
Jorge Cremades Sena

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