jueves, 21 de mayo de 2020

FUNAMBULISMO POLÍTICO


                        Sin lugar a dudas cada partido político, cada gobernante, es libre de elegir sus aliados, sus programas de gobierno y el modo de ponerlos en práctica, apechugando obviamente con las consecuencias derivadas del acierto o error que ello comporte, pues cuando en las elecciones no se obtiene mayoría absoluta, que consolidaría la apuesta ciudadana por un determinado programa electoral, es la negociación postelectoral la que determina la gobernabilidad del Estado (bien mediante un gobierno de coalición, bien mediante un compromiso de apoyo parlamentario, que garantice la gobernanza) o, en caso contrario, la convocatoria de nuevas elecciones, pues todo lo demás es mero funambulismo político con el único objetivo de mantenerse y mantener en la cuerda floja al gobernante de turno a costa de lo que sea hasta que la falta de apoyo o el mínimo error de cálculo le lleve a estrellarse en el escenario. Es lo que viene practicando este débil y minoritario Gobierno de coalición Sánchez-Iglesias, incapaz de mantener y consolidar los apoyos parlamentarios que, casi de milagro, le auparon al poder, dadas las inviables propuestas, por contradictorias, del variopinto elenco de partidos que, bajo el eslogan propagandístico de “gobierno progresista” de izquierdas (por más que siempre haya necesitado del apoyo de la derecha más tradicional, como es el PNV), se sostiene con el concurso de socialdemócratas, socialistas, comunistas, populistas, nacionalistas de izquierda o derecha, independentistas, radicales, “antisistema” e incluso “abertzales”…… demasiados ingredientes ideológicos, muchos de ellos incompatibles entre sí, para sacar a dicho Gobierno del funambulismo político que practica, al extremo de que este gobierno “progresista de izquierdas” ha tenido que garantizar las dos últimas prórrogas del estado de alarma gracias a la derecha (PNV y Ciudadanos), tras el rechazo de sus valedores del “espíritu de la investidura” que la secesionista ERC da por terminado, poniendo en riesgo, al menos de momento, el desarrollo normal de la Legislatura. No obstante, un funámbulo, si quiere sobrevivir, ha de mantener su equilibrio como sea para no caerse, y Sánchez, sin reparo alguno no tiene inconveniente en ir utilizando en cada momento a quien se preste a su juego de supervivencia aunque defraude a quienes le apoyaron antes, pues ya habrá posteriormente cualquier otro que se preste a participar en su juego. Si para ello hay que ser incoherente, se es; si hay que traicionar a alguien, se traiciona; y si hay que rectificar constantemente, se rectifica. Lo irrenunciable es mantener el equilibrio como sea y a costa de lo que sea. Por eso ya ni sorprende que Sánchez, tras arrancar el apoyo de Arrimadas para una nueva prórroga de 15 días, renunciando a los treinta días que él pretendía, siguiera negociando hasta última hora con ERC, que creía incompatible el acuerdo con Cs y le pedía que eligiera, mientras incluso negociaba con Bildu a pesar de sostener que jamás pactaría con los “abertzales”. Lo sorprendente es que, tras amarrar su pírrica victoria de prorrogar el estado de alarma hasta el 15 de junio con los votos de PNV y Ciudadanos, se filtrara horas después un documento firmado por la socialista Lastra, el comunista Echenique y la “abertzale” Aizpurúa, según el cual se llegaba a un pacto para “derogar íntegra la reforma laboral del PP”…… y lo insólito es que, horas después, el PSOE, a pesar de la firma de Lastra, sale al paso y “anula” “unilateralmente” este acuerdo con Bildu, que, aunque sus votos ya no eran decisivos tras el acuerdo con Ciudadanos, se había abstenido en la votación del Congreso, especulándose con que el funambulista Sánchez lo que pretende es preparar el terreno para una hipotética nueva petición de prórroga del estado de alarma, cuando ya, incluso Compromís, cogobernante en la Comunidad Valenciana con el PSPV-PSOE, le vota en contra en el Congreso, evidenciando la soledad del Gobierno de Sánchez. Y por su parte el Vicepresidente Iglesias, tras conocer la rectificación del PSOE, se agarra al texto firmado con EHBildu, manifestando que “la reforma laboral se va a derogar íntegramente” pues “el acuerdo es derogar la reforma laboral, literal”, mientras, ya ven, el funámbulo Sánchez hace equilibrismo político en una cuerda cada vez más floja.
            Un funambulismo político que va dejando pelos en la gatera por todas partes. Ciudadanos, que exigía a Sánchez elegir entre su apoyo y el de ERC, se queda con el culo al aire tras conocer el engaño del Presidente que seguía intentando pactar con ambos a la vez hasta incluso después de garantizarse el “sí” de Arrimadas, cuando, junto a PNV, ambos partidos aumentaban sus exigencias sobre la alarma ante la debilidad de Sánchez, arrancándole una nueva prórroga de estado de alarma descafeinado de sólo quince días. Y, en esta coyuntura, el fichaje estrella de Ciudadanos, Marcos de Quinto, que había hecho público su rechazo al pacto y la inconveniencia de prorrogar dicha alarma, anuncia que abandona el partido (uno más que lo hace) “por coherencia” y deja su escaño, aunque acataba la “disciplina” de partido antes de marcharse y votaba “sí” al pacto en el Congreso, mientras los independentistas exigían que Moncloa pusiera fecha a la mesa de negociación de Cataluña. Entretanto, el Vicepresidente Iglesias hacía gala de su cinismo congénito y de su incoherencia manifiesta con la doble vara de medir, en este caso, sobre las manifestaciones contra el Gobierno y los escraches, entre otros, a él mismo en su chalet de lujo donde vive, y, al respecto, denuncia las caceroladas ante su vivienda y la de Ábalos, cuando él mismo las alentó, las justificó y las protagonizó, contra líderes del PP y de Ciudadanos, antes de pasarse definitivamente a la “casta”, calificando entonces de “jarabe democrático” (abril de 2013) al escrache contra Soraya Sáenz de Santamaría ante su vivienda, mientras ahora blinda su chaletazo con patrullas de la Guardia Civil, que muchos consideran un “abuso” por lo exagerado del dispositivo que Interior envía al chalet para evitar los escraches, siempre y en todos los casos inadmisibles y no sólo aquellos que se hacen a tus contrincantes políticos. El Vicepresidente Iglesias da incluso un paso más y agita el frentismo, mientras Interior intenta silenciar las  protestas contra el Gobierno y blinda Ferraz, sede del PSOE, llamando a la movilización contra el PP ante las manifestaciones contra Sánchez, generando cierto malestar entre los “barones” del PSOE porque Podemos “siga la estela de Vox” (los extremos se tocan), y diciendo que “mañana será gente de izquierdas manifestándose enfrente del apartamento de Ayuso o de la casa de Abascal”……..¡como si no fuera ayer, con él a la cabeza, quienes ya lo hicieron!. En fin, es la coherencia y objetividad “sui géneris” de nuestro actual Vicepresidente del Gobierno.
            Y en este contexto preocupante, cuando la pandemia ya nos deja 232.555 contagiados, 27.888 fallecidos y 124.616 hospitalizados, prosigue la desescalada, mientras, según NCReport, la mayoría cree que prolongar el estado de alarma es una merma de sus libertades. Y, obviamente, prosiguen las incoherencias como en el caso de las mascarillas, cuyo uso será obligatorio desde hoy en espacios públicos si no se puede guardar la distancia, cuando, hasta hace bien poco, no eran eficaces ni necesarias, según el propio Illa. ¿Es que antes no había suficientes y ahora ya sí? Es la pregunta que muchos se hacen ante este cambio de criterio. Y mientras Fiscalía dice que el estado de alarma no basta para prohibir manifestaciones, Ayuso lleva al Tribunal Supremo la decisión de Sanidad de no dejar pasar a la Fase 1 a la Comunidad de Madrid. Se publica además que Illa pagó un millón de euros por mil respiradores inservibles, unas compras bajo sospecha; que Interior ordenó a la Policía investigar el origen de las caceroladas; y que Simón ignoró alertas de Alemania y Francia en una cumbre europea, pues, sin éxito alguno, varios de sus colegas advirtieron el 18 de febrero de la falta de material y la gravedad del contagio.
            Por lo que respecta a la pandemia económica el Banco de España pide a los partidos un pacto de Estado de ajuste fiscal para varias legislaturas, reclamando su gobernador Hernández de Cos una estrategia para que la deuda no sea una carga excesiva, advirtiendo de que la crisis durará más de lo previsto y de que obligará a recortes y subidas de impuestos, y alertando de una recesión profunda. Y es que la deuda pública de España se eleva al máximo en más de un siglo, pues las Administraciones públicas deben ya 1´2 billones, mientras la UE avisa de que las ayudas tendrán condiciones y no llegarán hasta 2021. Entretanto los registradores certifican una caída del 72% en la creación de empresas, mientras el retraso en el pago de los ERTEs pone contra las cuerdas a miles de familias (unos 900.000 afectados siguen sin cobrar), siendo curioso que España, uno de los países turísticos por excelencia, sea el país de la UE que más trabas pone a la llegada de turistas, en medio de una avalancha de ocurrencias para que se pueda volver a las playas españolas con las mayores condiciones posibles de evitar los contagios. No en vano la UE exige al Gobierno que actúe ya contra la crisis económico-social, mientras las colas del hambre van creciendo a pasos agigantados; la UE avisa a España de que debe reducir el déficit y mejorar el sector sanitario, instando al Gobierno a “tomar las medidas necesarias para apoyar la recuperación”, alertando de que “aumentarán los elevados niveles de pobreza” y pidiendo rapidez y eficacia para evitar quiebras de empresas……y todo ello en una Legislatura sin mayorías ni programas, por lo que los partidos creen que los “recortes” por la crisis acabarán con la coalición, mientras demoscópicamente todo apunta a que unas nuevas elecciones no harían variar demasiado el preocupante escenario político, pues, los ciudadanos españoles, enrocados en nuestras propias orejeras políticas, estamos poco dispuestos a cambiar sustancialmente la situación, en una dirección u otra, pero con mayorías más estables que garanticen una mayor gobernabilidad.
            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el Gobierno da un vuelco en la política de becas con menos requisitos académicos (basta pasar con 5 de nota en vez del actual 6´5) y más de renta (la primará frente a los méritos para conceder la beca); que País Vasco y Galicia irán a elecciones autonómicas el 12 de julio, ante el temor a un rebrote, previendo Urkullu y Feijóo, medidas sanitarias especiales para el evento; que la renta mínima vital llegará a un tercio de lo prometido a finales de mayo, pues muchas familias se quedarán fuera de una prestación que suplantará a la autonómica; que hay una caída histórica de las emisiones de CO2 por el confinamiento, mientras el Gobierno tramita la Ley Climática para acabar con los combustibles fósiles en 2050; que Baleares paga 8´2 millones por mascarillas a empresarios con sociedades “offshore”; y que Tezanos adjudica a dedo por 90.000 euros los CIS de la Covid (lo hace sin concurso a la empresa Intercampo, una entidad que trabaja para la “Fundación Sistema”, presidida por él mismo y afín al PSOE) , mientras presenta un segundo sondeo que da al PSOE como ganador por goleada en caso de elecciones, sacando más de diez puntos al PP.
            Y del exterior destacar que la vacuna más avanzada contra la Covid19 da resultados positivos y la empresa estadounidense Moderna prevé iniciar ensayos masivos en julio, tras los resultados esperanzadores probados en 45 voluntarios; que el presidente francés critica la cuarentena forzosa de Sánchez al turismo pues “no es eficaz ni realista”; que Trump choca con China también en la OMS, en cuya Asamblea la amenaza con dejarla sin financiación; que Vassilis Kikilias, ministro de Salud de Grecia, manifiesta “tomamos las medidas a tiempo y protegimos a los ciudadanos”; que Palestina da por rotos sus acuerdos con Israel por el plan de anexión, anunciando Abbas el fin de la cooperación en seguridad; que Brasil lidera con 1.200 muertos el rápido avance de la  pandemia en Latinoamérica, registrando en un solo día 1.179 defunciones, la cifra más alta hasta la fecha; y que se desata un escándalo en Bolivia por una compra irregular de respiradores en España, por lo que interrogan al ministro de Salud por pagar cuatro veces más por un equipamiento que además no es el adecuado.
            Entretanto Bruselas, que ya no exige recortes y llama a elevar la inversión para superar la crisis, sostiene en boca de Paolo Gentiloni, el Comisario de Economía, que “hace diez años tuvimos la gran recesión y ahora hay que evitar la fragmentación” y, tras preguntarse sobre la “¿austeridad?”, manifiesta que “no deberíamos usar la lógica y la terminología de crisis previas” pues “en nuestra propuesta de recuperación habrá dinero real y herramientas fiscales”. Por su parte Merkel y Macron impulsan un plan Marshall de medio billón, basado en subsidios y no en créditos, proponiendo para reconstruir Europa un fondo “ambicioso, temporal y focalizado” para los “países y sectores más afectados”. Y, mientras se publica que Europa subestimó las primeras alertas de la irrupción del coronavirus (los responsables sanitarios de la UE, reunidos el 18 de febrero, consideraron “bajo” el riesgo para la población), Christine Lagarde, presidenta del BCE, sostiene que “un crecimiento sólido es la solución para los países más endeudados”, que “hay que revisar y modernizar el Pacto de Estabilidad antes de pensar en restablecerlo” y que “no puede haber más solidaridad sin mayor coordinación de decisiones presupuestarias”.
Jorge Cremades Sena

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, gracias