Se cumplen diez años del fin
de la banda terrorista ETA y Otegi, uno de sus valedores y hoy dirigente de
Bildu, manifiesta al respecto sobre las víctimas: “sentimos su dolor, no debió
producirse”, mientras éstas, como dice Maite Pagazaurtundúa, una de ellas,
manifiesta, con toda la razón del mundo, que “es insuficiente, no repara el
destrozo humano, social y político”, pues el actual líder abertzale, que ahora
dice sentir dolor por lo acaecido, ni pide perdón, ni condena la violencia de
ETA que tanto daño causó a los españoles incluso ya en plena democracia, antes
de ser derrotada, tanto social como políticamente. Es obvio que Otegi no está
por la labor de condenar a la banda terrorista y, por tanto, sus palabras
suenan más bien a una estrategia para lograr gobernar en el País Vasco con el
beneplácito del Gobierno de coalición de Sánchez, dado que el PSOE sanchista
está dispuesto a blanquear al líder abertzale como paso previo para aliarse con
Bildu y garantizar mejor la permanencia en el poder de su minoritario gobierno
de coalición social-comunista. Y al efecto, Ferraz aplaude que Otegi lamente el
dolor de las víctimas, aunque no condene a ETA ni pida perdón por la tragedia
causada con su repugnante y totalitaria violencia, mientras los socialistas
(algunos de sus compañeros asesinados por ETA) celebran el “paso” dado por
Otegi en plena antesala de un pacto para aprobar los Presupuestos, asegurando
que Bildu puede contribuir “a resolver los problemas de los ciudadanos”, en
tanto que muchos sanchistas y sobre todo UPodemos, socio gubernamental de
Sánchez, demonizan al otro extremo político, Vox, pero avalan y blanquean a
Bildu con el argumento de que es un partido reconocido constitucionalmente y
por tanto se puede pactar con él, como si el partido de Abascal fuese
inconstitucional y extraparlamentario y por tanto debiera ser repudiado (en
fin, o todos moros o todos cristianos, pero tanta demagogia, no)…..¡pues claro
que se puede pactar con cualquier partido del arco parlamentario, cuestión
distinta es la consecuencia política que dichos pactos tengan y cada quien es
libre de elegir a sus compañeros de viaje!. Nada pues que objetar
institucionalmente a este manifiesto blanqueo de Otegi por parte del PSOE y de
Moncloa que ve un “punto de inflexión” en su relación con Bildu (al igual que
sucede con el secesionismo catalán), aunque es inevitable que semejante
encuentro tenga consecuencias políticas tanto para el PSOE como para el
Gobierno de coalición que preside Sánchez. Por su parte, las asociaciones de
víctimas simplemente ven una estrategia para sacar rédito en los PGE, mientras
el PP, principal partido de la oposición, dice que es “una broma macabra”, en
tanto que la tensión sobre ETA demora el pacto institucional PSOE-PP, cuando
dichos partidos tienen ya muy avanzado el acuerdo para elegir perfiles
profesionales en la renovación del Tribunal Constitucional y de otros órganos
institucionales, cuyo funcionamiento es imprescindible para consolidar una
buena salud democrática, objetivo que obviamente pasa por un gran acuerdo
mayoritario entre partidos nítidamente democráticos que conforman la inmensa
mayoría parlamentaria en el Congreso, hoy, PSOE y PP, sin interferencias de
aquellos que, bien desde el Gobierno, bien desde la oposición, pretenden cargarse
lo que llaman “régimen del 78”, es decir, la democracia que disfrutamos hoy los
españoles, sencillamente porque su modelo político-social es otro.
En todo caso, el Gobierno de Sánchez,
inmerso en complicadas contradicciones impuestas por sus rocambolescos socios,
se ve obligado a rebajar inmediatamente el entusiasmo del ex lehendakari Patxi
López sobre la declaración de Otegi, aunque horas después renuncia en el Senado
a una declaración de condena de ETA para no incomodar a Bildu, evidenciando con
ello que sigue pegado a los aberzales, al igual que le sucede con los
secesionistas catalanes, imprescindibles si quieren seguir en el Gobierno, aunque
Otegi, por su parte, consigue dinamitar el giro al centro de Moncloa al
capitalizar el décimo aniversario del fin de la banda terrorista mientras el
Gobierno se ve obligado a moderar su entusiasmo inicial bajo la tensión con sus
socios del PNV, pues el líder abertzale destapa el plan de Sánchez para ganarse
a Bildu, al extremo de que Moncloa precipita desmarcarse de Ferraz tras saber
que Otegi había desvelado a los suyos que negociaban la liberación de etarras
(Bildu plantea un cambio legal para excarcelar a 177 etarras mediante una
modificación del Código Penal de 2003 que permita acortar penas y liberar
presos), considerando que Sánchez debe estar en el poder al menos seis años
para culminar su plan con el argumento de que “tenemos a 200 presos, y si hay
que votar los Presupuestos para sacarlos, pues los votamos”, mientras
asociaciones de víctimas, como COVITE, plantan al ministro Marlaska no
acudiendo al acto por el décimo aniversario del final del terrorismo etarra, y
mientras la izquierda abertzale saca pecho, celebrando sus dirigentes
históricos en San Sebastián a plena luz del día su particular homenaje por el
fin del décimo aniversario del fin de ETA, a la que no condenan, y las víctimas
lo hacen en recintos cerrados. Y es que en los bastiones abertzales del norte
de Navarra los jóvenes no saben su pasado, pues, a diferencia de la memoria
sobre el franquismo, apenas hay memoria histórica de los crímenes de ETA al extremo
de que los jóvenes “conocen más a Franco que a Miguel Ángel Blanco”, pues “no
hay pedagogía y los niños no saben qué pasó”. Lamentablemente, resucitadores de
memorias históricas, que me parecen muy bien, se olvidan de las que no les
convienen.
Así las cosas, tras diez años sin ETA,
contrasta la distensión en Euskadi con la bronca en el Congreso, donde el PP
lleva una propuesta para bloquear los acuerdos con EHBildu, mientras el País
Vasco avanza hacia una normalización que carece de una memoria común, en tanto
que el Gobierno se ve obligado al final a ver insuficiente el gesto de Otegi y
le reclama que pida perdón, mientras Patxi Elola, jardinero y edil del PSE,
recuerda su largo tiempo de temor a ser asesinado: “pasé doce años escoltado
día y noche”. ¿No es saludable que semejantes barbaridades totalitarias queden
en la memoria histórica de todos los españoles, incluidos los vascos, aunque
sea para que no se vuelvan a repetir al igual que sucede con el franquismo? Yo
creo que sí, como los radicalismos de unos y otros durante la segunda República
que acabaron en una cruenta guerra civil o como los crímenes del franquismo.
Entretanto se publica que, según las actas del PP, Rajoy dijo a Zapatero sobre
las negociaciones con ETA en su día “habla, haz lo que tengas que hacer y me
vas diciendo”; al menos, el expresidente, a diferencia de lo que sucede hoy,
informaba al entonces líder del PP del diálogo con ETA y lo hacía a través de
intermediarios que lo apuntaron en notas varios años, notas como éstas: “los
del PSOE están pesados; recalcan que sólo habrá cuatro puntos en la mesa:
armas, presos, reinserción y calendario” o “Batasuna tiene problemas
económicos, Otegi tiene la casa de sus suegros embargada y su mujer le está
presionando”…..detalles, en definitiva, de cómo se llegó al día de hoy, en que
todavía siguen sin esclarecerse demasiados atentados y asesinatos, aunque
bienvenida sea que la banda terrorista, derrotada por la democracia, dejara de
matar hace diez años.
Entretanto el parón de la gran
industria española por el elevado precio de la energía afecta ya 20.000 empleos
directos, mientras el Banco de España advierte que “la crisis está lejos de
acabar” y Hernández de Cos, su gobernador, afirma que los efectos se verán
realmente cuando se retiren los estímulos. Por su parte las grandes compañías energéticas,
como Iberdrola y Endesa, plantan al Gobierno en el asunto de las renovables
rechazando acudir a la subasta, mientras Galán invierte en Reino Unido 7.100
millones, anunciando la compañía vasca una inversión eólica record y
rechazándolo en España por la inseguridad jurídica que les ofrece el Gobierno
de coalición. Además las grandes marcas de alimentación preparan ya subidas
inminentes, advirtiendo de que el alza de precios, otra de las variables
disparadas en España, “irá a peor”, mientras se desata una guerra abierta
contra el Gobierno por los peajes, amenazando transportistas y autónomos con
denuncias y movilizaciones si éstos se llevan a cabo. Un panorama económico
sombrío sin lugar a dudas, mientras los Presupuestos entierran de alguna manera
el pacto de coalición PSOE-UP, admitiendo los ministros el cambio de fase y el
malestar con la “política comunicativa” de Díaz, en tanto que Casado, jefe de
la oposición, pide que no se negocie con Bildu porque sería blanquear a los que
de alguna forma justifican los 850 muertos por ETA.
Y mientras PSC, ERC y la CUP inician la vía para echar a Albiol de la
alcaldía de Badalona y el PP asume la pérdida de su bastión catalán, el PSOE
desafía a los jueces y permite al condenado Alberto Rodríguez atrincherarse en
el Congreso, escudándose en un informe no vinculante de los letrados para que
la Mesa del Congreso no ejecute la sentencia de inhabilitación dictada por el
Supremo contra el diputado que agredió a un policía en 2014, con lo que el
Congreso “reinterpreta” la condena al diputado de Podemos e indigna al Tribunal
Supremo, que señala que no podrá ejecutar la condena hasta que la Cámara le
deje sin escaño, mientras Marchena apremia a Batet para que retire el acta de
diputado al condenado preguntando a la Presidenta cuándo se hará efectiva la
inhabilitación del diputado, chocando el Congreso y el Senado por dicho escaño.
Ya ven, seguimos rizando el rizo sobre las sentencias de los tribunales.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Sánchez estudió un referéndum para forzar una reforma
constitucional, pues un memorándum de Moncloa analizó el mecanismo en julio de
2020, aunque se desechó, pretendiendo movilizar a la calle para obligar a la
oposición a modificar la carta Magna; que el “lobby” del ex ministro José
Blanco, de inolvidable recuerdo, dispara su influencia en Moncloa, al colocarse
su socio Antonio Hernando en la oficina del Presidente del Gobierno, tras
multiplicar la firma sus ingresos por catorce en el año de la pandemia; que Más
Madrid cierra la puerta al frente amplio de Yolanda Díaz para 2023; que el PSOE
se alía con la derecha contra la legalización del cannabis; que el plan de
pensiones de empresa tendrá una comisión máxima del 0´5%; que el PSOE abre la
puerta a sentarse a renovar el Poder Judicial; que Mas-Collel, Mas y Homs
avalan en el Tribunal de Cuentas parte de la fianza por el procés; que el
Supremo renuncia a juzgar la imparcialidad de Delgado al rechazar que PP y Vox
estén legitimados para cuestionar su nombramiento como Fiscal General del
Estado, en plena negociación para renovar el CGPJ; que el Govern deriva al
extranjero a enfermos de cáncer antes que hacerlo a Madrid; que la Audiencia
reabre el caso sobre la financiación de Podemos, mientras el juez intenta
impedir que se extradite al Pollo Carvajal para investigar a Monedero e
Interior niega su asilo para conseguir que se cierre la causa sobre Podemos;
que la vuelta al cole de los niños en La Palma está marcada por el volcán
hiperactivo, que no cesa, teniendo que ir con gafas de buceo, en aulas llenas
de ceniza y con el drama de haberlo perdido casi todo; y que Trabajo ultima un
informe que exige Bruselas para derogar la reforma laboral, pues la Comisión
teme que el mercado de empleo español pierda flexibilidad y con ello aumente el
ya exagerado desempleo.
Y del exterior, destacar que Rusia
rompe con la OTAN y echará a sus representantes de Moscú; que el Senado de
Brasil acusa a Bolsonaro por el covid convencido de que “pagará sus crímenes”;
que la tensión UE-Londres amenaza el libre tránsito por Gibraltar, pues el
conflicto sobre Irlanda del Norte afecta al diálogo sobre el Peñón; que la
izquierda italiana gana las municipales en las cinco grandes ciudades de
Italia; que la Eurocámara premia a Navalni por denunciar la “corrupción” de
Putin al otorgar al opositor ruso encarcelado el premio Sajarov reconociendo su
“inmensa valentía” ante el acoso ruso a los derechos humanos; y que Polonia
sube el pulso con Bruselas al dejar claro el primer ministro Morawiezki que “no
seremos una provincia más de la UE”, intensificando así su desafío al
ordenamiento jurídico europeo, mientras ataca el intrusismo, el paternalismo y
la ambición “centralista” de la Comisión y lo hace a pesar de la amenaza de
perder los fondos, en tanto que Von del Leyen insiste en que “no toleraremos
que se pongan en riesgo los valores comunes”, asunto con el que estamos de
acuerdo, aunque muchos no entendamos, por ejemplo, el espectáculo que se está
dando en la UE y en España con la fuga y pertinente entrega de Puigdemont….¿acaso
España está poniendo en riesgo esos valores comunes?, en fin, sin más
comentarios.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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