Después de tanto ruido y tan
pocas nueces, Sánchez consigue sacar adelante los Presupuestos Generales del
Estado que consolidan su mandato, pues a pesar de que sus propios socios
amenazaban irresponsablemente con derribarlos, visto lo visto y tal como se
intuía, no dejaba de ser una mera estrategia para que cada uno pueda vender la
burra a sus respectivas clientelas y, de paso, arrancar alguna última concesión
que lo justifique. Por tanto, tranquilos, no pasa nada, como nada pasará con la
reforma, que no derogación, de la reforma laboral de Rajoy por más trabas y
amenazas, que, como en los PGE, hagan públicas los socios de Sánchez (PNV, ERC,
Bildu….) ya que, al final, es mera estrategia o marketing, aunque, obviamente,
el minoritario gobierno de coalición tenga que disimular diciendo que está
buscando socios para convalidar dicha reforma con apariencia de la derogación
prometida, pues la realidad es que si no hay convalidación del acuerdo
gubernamental con los agentes sociales no hay fondos europeos y sin estos
fondos no hay futuro alguno ni para la estabilidad del gobierno ni para quienes
le sostienen, pues todos, absolutamente todos, esperan con impaciencia que
llegue el maná europeo para salvarnos de la ruina. Tranquilos pues aunque los
socios de Sánchez amaguen ahora, como hicieron con los PGE, con tumbar la
reforma laboral pactada con los agentes sociales, por más que el Presidente de
la CEOE, Garamendi, diga que los empresarios se saldrán del pacto “si se toca
una coma” del acuerdo firmado y los socios del Gobierno aseguren que no lo
apoyarán si no se modifica lo pactado; todo es paripé y puesta en escena como
acaba de suceder con los Presupuestos recién aprobados. Al efecto, Garamendi,
con parte de los empresarios en contra del acuerdo, dice “primero me gustaría
ver cómo acaba esto y luego ya veremos”, mientras PSOE y Podemos, que
prometieron una derogación total de la reforma laboral del PP, que incumplen
ahora, se movilizan y piden a sus propios socios que la voten a pesar de que,
como era previsible, no hay derogación alguna, aparentando que la reforma
laboral, que no derogación, de este Gobierno nace amenazada. La realidad es que
Sánchez saca los Presupuestos adelante para consolidar su mandato, que el
Congreso acuerda añadir 1´6 millones para las lenguas cooficiales, que en
dichos Presupuestos el Gobierno camufla 25 reformas legales (desde la ley de
asilo a la de víctimas del terrorismo) y que los utiliza para modificar 14
leyes ordinarias y 11 reales decretos, cuando el Constitucional ya ha advertido
que las cuentas públicas no pueden regular materias ajenas a la política
económica, mientras el PP denuncia en la UE la deficiente gestión de los fondos. Y la realidad será
que, al igual que los PGE, la reforma laboral, que no derogación, saldrá
adelante a pesar de la farsa y la amenaza de los socios de Sánchez de no
apoyarla; una reforma laboral en la que Sánchez introduce más rigidez en los
contratos aunque España tenga el doble de paro que la media de la UE, mientras
los expertos dicen que “lo peor es el mensaje que se lanza cuando necesitamos
inversión”…..mientras, la ministra Díaz asegura sobre el pacto, tras el Consejo
de Ministros, que su “vocación es que permanezca como está” (ya ven, cuestión
de vocación) y añade que escuchará “con especial atención y cariño” a las
fuerzas que apoyan al Gobierno, en alusión a PNV, ERC o Bildu y que amenazan
con no convalidar el acuerdo en el Congreso si no hay modificaciones, pero
tranquilos, no pasa nada, si simplemente es un asunto de escuchar con atención
y poner buenas dosis de cariño, seguro que al final todos contentos.
Entretanto Sánchez hace balance de
este año y reclama ahora equilibrar salud y economía, justo lo que viene
haciendo su enemiga íntima Ayuso en la gestión de la pandemia en la Comunidad
de Madrid. Un Sánchez triunfalista que elude los nubarrones económicos y pone
el foco en los buenos datos del paro en plena vigencia de la reforma laboral
anterior que quería derogar y ahora simplemente reforma, pero un Sánchez que
olvida, entre otras cosas, la inflación y las incertidumbres que hay en el
horizonte y que todos ven menos él y su Gobierno minoritario. En efecto, el
Presidente, amarrados los Presupuestos, pide a sus socios que respalden la
reforma laboral, que no derogación, minimiza la crisis, que todos padecen,
destaca la bajada del paro, que se produce con la legislación laboral que
querían derogar, y, obviamente, descarta un adelanto electoral porque España
“necesita estabilidad”, que, a todas luces, es lo que España no tiene con este
gobierno, sobre el que ya Rubalcaba en su día afirmó “los socialistas no pueden
ir a la investidura de la mano de los independentistas” que quieren romper
aquello que ellos quieren gobernar, es decir, España, y que Sánchez prometió
que jamás pactaría con ellos. Pues bien, ahora, según Sánchez, ellos garantizan
la estabilidad. Un Sánchez que ahora excusa su inacción por el equilibrio entre
salud y economía, utilizando por primera vez la situación económica para
justificar que no adopte más medidas contra la pandemia, mientras Casado, que
también hace balance del año, cree que la parálisis del Gobierno “cuesta vidas”
y sitúa el vuelco del PP en los sondeos antes del triunfo electoral en Madrid
de Ayuso, que denuncia que 2021 ha sido el “año del agravio” desde el Ejecutivo
a los madrileños para contentar a sus “socios”. Y es que, ya ven, a pesar de
que los socios del Gobierno sigan apalancando la legislatura, Sánchez y Casado
ya se han lanzado a las urnas, mostrando en sus balances de fin de año que ya
está amortizada, mientras blindan su ruptura política y personal en plena
pandemia para ponerse ya en modo electoral. No obstante, Sánchez, se mantiene
triunfalista y cínicamente afirma, por ejemplo, que da por cumplida su promesa
de que los españoles no paguen este año más que en 2018 en el recibo de la luz
y asegura que se ha conseguido por el “esfuerzo justo y lógico” del Ejecutivo
“para amortiguar” el alza desbocada de los últimos meses, cuando la realidad es
que 3´6 millones de hogares pagarán este año más por la electricidad (basta
preguntar por el asunto en la calle para entender que lo que dice el Presidente
es una falacia); y lo que es peor aún pues los mercados de gas apuntan a que la
luz seguirá muy cara hasta abril de 2023, cuando otro año de precios altos
seguirá disparando la inflación y retrasando la recuperación económica. Pero no
pasa nada, tranquilos, según Sánchez todo va viento en popa.
En cuanto a la pandemia se refiere,
ante la inacción del Gobierno, las CCAA hacen lo que pueden o lo que se les
ocurre, al extremo de que seis de ellas (País Vasco, Navarra, La Rioja,
Cantabria, Asturias y Aragón) pactan por su cuenta restricciones comunes para
no empeorar y limitan los horarios y el número de comensales en la hostelería,
cuando España registra el peor número de contagios en un día, 100.760 casos,
mientras Sánchez resta gravedad al asunto, a pesar de que España bata records
de transmisión del covid disparando la incidencia acumulada a 1.206 tras la
Navidad y cuando se espera una avalancha de contagios en enero. Entretanto
Sanidad y las CCAA acuerdan por unanimidad (otros países como Reino Unido y
EEUU ya lo han hecho) reducir la cuarentena de los contagiados y contactos
directos sin vacunar de diez a siete días con el claro objetivo de que se
reduzcan algo las bajas laborales para que no se llegue al colapso (más de
500.000 personas están en esta situación), y lo hacen contra el criterio
técnico, pues los expertos en Salud Pública desaconsejan reducir los
aislamientos y el Presidente sostiene que “hay que equilibrar salud, mental, y
economía”. Por lo demás, Sanidad admite que se puede estar subestimando el
impacto de ómicron, mientras las vacunas (el gran logro de los españoles que
masivamente se las ponen) mitigan el impacto en las residencias, que no se
traducen ahora en multitud de casos graves y muerte, mientras, según el CIS, el
54% de los españoles cree que la vacuna tendría que ser obligatoria; además la
falta de previsión (siempre pasa igual) está tras la escasez de test y su elevado
precio. Así las cosas ómicron provoca otra pandemia, la de las cancelaciones en
la hostelería, pues las anulaciones de cenas para la inminente Nochevieja se
disparan hasta el 80% y el aforo de los eventos deportivos se reduce de nuevo
pasando al 75% en el futbol y al 50% en baloncesto.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que el tope a los precios hunde la oferta y frena la bajada del
alquiler en Barcelona, donde el número de viviendas para alquilar ha descendido
un 26% y en Madrid, sin estas ocurrencias intervencionistas, ha subido un 21%;
que Sánchez enfría la “mesa de diálogo” mientas dure la sexta ola, poniendo
Moncloa como excusa que la “prioridad” es dar respuesta a la grave crisis
sanitaria; que la Ley de Seguridad prevé reservas de bienes ante crisis y
pandemias, pretendiendo el Gobierno con ello evitar en el futuro los problemas
de suministros; que el Ejecutivo sólo indultó con informes en contra a los
nueve condenados del procés y en el primer
semestre se han concedido 41 medidas de gracia, más que las otorgadas en todo
2020; que Sánchez se resigna a un Poder Judicial bloqueado toda la legislatura
por lo que las plazas vacantes en los tribunales no podrán cubrirse; que los
palmeros protestan y Sánchez les pide “paciencia” en su enésima visita a La
Palma y les promete dar “respuesta cumplida” a sus demandas; que Almeida se
pliega a los “carmenistas” para aprobar el Presupuesto, aceptando bajar más el
IBI a los pisos baratos y hacer hija predilecta de Madrid a Almudena Grandes, y
la portavoz de Recupera Madrid afirma que “este pacto saca a Vox de la ciudad”;
que Casado decide asumir el protagonismo en la campaña del 13-F planteando
Génova las elecciones de Castilla y León como la vía de apuntalar el liderazgo
frente a Ayuso, con la que cuenta la organización regional porque “aquí suma
votos”; que el Ejecutivo asciende la desinformación a “amenaza” a la seguridad
del Estado, eleva el “riesgo” de estas campañas y elaborará una estrategia
nacional de lucha, comprometiéndose además a desarrollar un plan integral para
proteger Ceuta y Melilla; que el Govern incita a los alumnos a escoger bando
lingüístico preguntando en una encuesta de la Generalitat entre escolares de 4º
de la ESO, “me sitúo con los que hablan…..”; que los estudiantes que hagan un
master tendrán beca aunque no superen el grado; que el Ejecutivo aplaza el
peaje en las autovías por impopular; que en la lista de grandes morosos a
Hacienda, que alcanza la cifra record de 18.232 millones, figuran, entre otros,
Eto´o, Kiko Matamoros, Twitter, Pullmantur, Paz Vega, Sergi Arola y Abengoa….ya
ven, insolventes crónicos; y que Bélgica desprecia a la Justicia española y no
extraditará a Valtonyc, mientras Podemos celebra la decisión y destaca que “las
injurias a la Corona” son un delito medieval, en vez de, como miembros del
Gobierno español presionar para que se respeten las sentencias dictadas por los
tribunales españoles con arreglo a la legalidad vigente en España, homologada y
homologable con la del resto de países de la UE, cuyos gobiernos respectivos en
ningún caso aceptarían semejante afrenta…..pero aquí nuestro Gobierno no sólo
la acepta sino que encima la apoya.
Y del exterior, destacar que Ucrania
prepara a las mujeres para enviarlas a una posible guerra con Rusia; que en
tres naufragios en una semana fallecen 188 personas en las costas libias cuando
intentaban llegar a Europa; que Rusia cierra la ONG que denunció el terror
soviético; y que Pekín silencia otro medio prodemocracia en Hong Kong,
silenciando así a la prensa libre con el cierre de “Stand News”, pues el
periódico online suspende su actividad tras una redada a su sede y varios detenidos.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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