Llegados al ecuador de la
legislatura Sánchez y Casado se la juegan en este segundo tramo de la misma,
pues, dependiendo de lo que hagan ambos, pero especialmente Sánchez, se
conseguirá o no salir de este atasco económico y político o empeorar aún más la
situación. Los datos de partida, en todo caso, son muy preocupantes, pues
Sánchez encara la “cuesta de enero” con un gobierno minoritario de coalición en
el que de todos los ministros, y no son pocos, solo hay uno, según NCReport,
que aprueba su gestión (los españoles dan un 5´3 a Robles y un 4´9 a Calviño,
mientras penaliza al resto, especialmente a Belarra, Garzón e Irene Montero);
no obstante Sánchez y Díaz garantizan a sus equipos que mantendrán la inestable
coalición hasta 2023. El 66´6% de los españoles, según la encuesta, quiere que
Sánchez busque otros socios, el 56´8% no aprueba la gestión del Gobierno de
coalición PSOE-Podemos en sus dos primeros años, más de la mitad de los
ciudadanos censura su gestión económica y la de la covid, y el 59´9% considera
que depende demasiado de los independentistas. No obstante, según 40dB, en caso
de elecciones generales, aunque la mayoría de las encuestas dicen lo contrario,
el PSOE resiste en cabeza aunque retrocede ligeramente, pero PP y Vox adelantan
a la izquierda, coincidiendo en ello con el resto de encuestas, salvo las del
CIS de Tezanos, y lo haría gracias al empuje de Vox que daría a las derechas
168 escaños frente a los 139 de la coalición gubernamental (los resultados en
escaños de los partidos de ámbito nacional español serían: PSOE 108, PP 100,
Vox 66, UPodemos 31, Más País 4 y Ciudadanos 2), mientras los ERTE y el alza
del salario mínimo profesional cosechan amplios apoyos y los indultos un
rotundo fracaso. En todo caso, salvo que las urnas cambien radicalmente las
previsiones demoscópicas, todo apunta a que para la siguiente legislatura tanto
VOX como los partidos nacionalistas, separatistas y abertzales, que hoy
respaldan al minoritario gobierno de coalición, seguirán teniendo un exagerado
protagonismo en la gobernabilidad del Estado. No obstante, según 40dB, el PSOE
aventaja al PP en la confianza en la gestión económica, pues un 22´4% ve más
capacitados a los socialistas, frente a un 21´1% que considera que los
populares son los que están más capacitados (como ven, muy igualados), mientras
que un 24´9% no ve capacitado a ninguno de los dos para hacer una buena gestión
económica, lo que supone un varapalo a la esperanza de cara al futuro, aunque
la mayoría apoya las medidas ante la pandemia, el polémico estado de alarma en
su día, el confinamiento de 2020 y la vacunación. Lo cierto es que Sánchez y
Casado se la juegan con la economía en un año electoral en que las elecciones
de Castilla y León van a ser clave, especialmente para el PP, pero no
determinarán el resultado final de las generales (al margen de cuándo se
convoquen), mientras el líder popular ratifica su firme rechazo a la reforma
laboral, que llega “en el peor momento”, y Sánchez ataca al PP por no apoyar el
pacto de dicha reforma laboral con los agentes sociales, cuando son sus propios
socios quienes de entrada lo rechazan exigiendo que cumpla la promesa electoral
de derogar la reforma de 2012 en vez de parchearla sin tocar asuntos
esenciales, como, entre otros, el de “abaratar el despido” o resolver la
precariedad y temporalidad laboral, que sirvieron como argumentos estrella para
tumbar al entonces gobierno de la derecha.
Con este ambiente turbulento y
enrarecido Sánchez encara la “cuesta de enero” con otra promesa solemne
incumplida, pues, contra lo que dijo, la factura de la luz fue un 21% más cara
que en 2018 y, por si no fueran pocos los problemas y los incumplimientos, va
su ministro Garzón (bueno, su ministro, no; el ministro de Podemos) y genera
una crisis con la ganadería y el campo, propiciando que el Presidente sea
recibido en Palencia en plena precampaña electoral en Castilla y León al grito
de “¡Garzón, cese o dimisión!” por parte de los ganaderos y agricultores,
alterados por las declaraciones del ministro de Consumo, quien, consciente de
que su cese no depende de Sánchez sino de Podemos, manifiesta “doy por hecho
que acabaré la legislatura como Ministro de Consumo”. Una crisis interna del
Gobierno, una más, que empaña el desembarco electoral de Sánchez en Castilla y
León, mientras PP y Vox se crecen y muestran su apoyo total al sector cárnico
en Burgos y en Teruel. Así las cosas, Abascal abandera la campaña de su partido
contra Mañueco, mientras Podemos apoya al polémico ministro, convencido de que
les “favorecerá”, y Juan García Gallardo, candidato de Vox, manifiesta: “se
dice que soy homófobo por una broma futbolística que hice antes de tener
bigote”, “la dirección nacional de Vox me ha llamado para darme su apoyo, mis
tuits son irónicos y se han sacado de contexto”, “entro en la política con un
gran sacrificio personal para revertir la ruina a la que nos lleva el PP de
Mañueco”. Por su parte Mañueco, animado por las expectativas demoscópicas
favorables, manifiesta: “queremos volver a ser el faro de España como en la
época de Aznar” y justifica el adelanto electoral para ganar “estabilidad”,
añadiendo que “Sánchez la tiene tomada con Castilla y León: cierra las minas,
las térmicas y se mete con la carne y el azúcar”, para terminar diciendo “no
copio la estrategia de Ayuso, ella participará en mi campaña al igual que Casado”.
Entretanto, en esta guerra de todos contra todos, el PP aumentará la presión a
Sánchez para frenar a Vox, y Casado tendrá su agenda propia en paralelo a la de
los candidatos en las elecciones castellanoleonesas, mientras el objetivo del
PSOE es que el Gobierno de Castilla y León dependa del partido de Abascal, pero
el desgaste de Sánchez juega en su contra, en tanto que Yolanda Díaz esperará y
no usará la marca “Frente amplio” (la marca Podemos está en decadencia) y
compaginará el trabajo en su ministerio con su proyecto electoral.
Pero las preocupaciones de Sánchez van
más allá de Castilla y León, un bastión del PP a quien los sondeos dan como
claro vencedor y el dilema está, salvo sorpresas, en si los populares
gobernarán solos o con el apoyo de Vox. Las preocupaciones de Sánchez se
extienden incluso, tras perder Andalucía, a la Comunidad Valenciana, un bastión
socialista, con el apoyo de Compromís, desde que fueran desalojados los
populares del Govern, pues, según SigmaDos, la remontada del PP y la mejora de
Vox les deja a sólo un escaño de Puig, que está en riesgo por el declive de sus
socios, al estar Mazón a sólo 0´7 puntos, con lo que el 4´5% que mantiene
Ciudadanos sería clave en este escenario tan ajustado. Y es que a la cuesta de
enero de Sánchez con la luz, el campo y la reforma laboral, se añade el
manifiesto declive de Compromís en la Comunidad Valenciana, cuando además salen
a relucir los abusos por parte del ex marido de Mónica Oltra a Teresa, quien
manifiesta que “Mónica Oltra no es culpable de lo que hizo su marido, pero
ocultó mi denuncia” y critica la falta de amparo de la Generalitat, cuando su
abusador, el ex marido de la Vicepresidenta, era el responsable de la gestión
de los centros en los que ella estaba.
Y mientras los expertos advierten de
que la presión fiscal y el consumo frenarán la reactivación económica, con lo
que la recuperación de España se retrasará un año más, el Gobierno, que lleva
tres años sin controlar los fondos reservados cuando debería comparecer ante
una comisión secreta del Congreso cada seis meses para dar explicaciones y
lleva sin reunirse desde 2019, confía en el impulso de los fondos de la UE como
tabla de salvación al menos para disimular la ruina, en tanto que la polémica
de Garzón ahonda el agujero de Podemos, el socio gubernamental de Sánchez, en
el mundo rural. Por su parte los
proetarras, que sostienen el gobierno de coalición, envalentonados, redoblan
sus exigencias al Presidente y cerca de 200 marchas reclaman por todo el País
Vasco y Navarra beneficios penitenciarios para los terroristas encarcelados;
protestas abertzales contra los “jueces distorsionadores” de la Audiencia
mientras miles de personas en Euskadi, Pamplona y Baiona en Francia piden “la
vuelta a casa” de los presos etarras por asesinatos cometidos, mientras Otegui
arenga a los militantes de EHBildu con una bandera navarra y les pide ganar la
“batalla” al PNV, asegurando “estoy preparado para gobernar”. Y mientras los
socios del PSOE presionan en favor de los presos etarras y reclaman el fin de
la “política de excepción”, JxCat confía en que el regreso de Puigdemont sirva
para impulsar la independencia de Cataluña. Este es el enrarecido ambiente que
se respira mientras el Rey, nuestro Jefe de Estado, días antes de la
convocatoria de estas marchas en favor de los presos, elogiaba la “fortaleza y
altura moral” de las víctimas de ETA en la celebración de la Pascua Militar,
honrando la “memoria y dignidad” de los asesinados.
Entretanto, el Gobierno reclama a
Bruselas blindar la inversión de futuros recortes de deuda, avisando así España
del riesgo de ajuste prematuro por las reglas fiscales, pues, a diferencia de
la anterior crisis en tiempos de Rajoy, tras la crisis de la pandemia,
gobiernos de todo signo han decidido que la austeridad ya no es una receta
válida para la UE, por lo que España se
prepara para impedir que un ajuste “abrupto” y “prematuro” acabe por “matar el
crecimiento” y “ponga en peligro la sostenibilidad fiscal”. Por otro lado, el
Gobierno estudia si una reforma legal permitirá un Constitucional progresista
mediante un proyecto que permita al Ejecutivo la designación de los magistrados
que le corresponden desvinculándolos de los nombrados por el CGPJ, que no puede
hacerlo al no haber sido renovado; la estrategia es sencilla, pues dado que en
junio debe cambiarse un tercio de los magistrados y dos corresponden al
Ejecutivo y otros dos al Poder Judicial, que se designen en bloques separados
eligiendo sólo a los dos primeros y no, como se ha hecho hasta ahora, a los dos
bloques de una tacada.
Mientras tanto prosigue la pandemia y
España se retrasa en la compra de los nuevos fármacos anticovid y el Gobierno
permite que los tests covid valgan un 271% más que en la UE, vetando el
Ministerio de Sanidad que puedan distribuirse en cadenas como Carrefour o Día.
Por otro lado los expertos cuestionan las dosis de refuerzo a las cuatro
semanas, plazo fijado por Sanidad desde la curación sin estudios que lo avalen.
Y mientras los expertos advierten de la “reinfección en modo masivo” por
ómicron, el Gobierno diseña un plan que vigilará la covid como la gripe, con lo
que el sistema centinela seguirá la evolución sin tener que registrar cada caso.
La cruda realidad es que España registra 1.579.852 casos de covid estas
Navidades y 1.087 muertos, elevando la incidencia a más de 2.700 contagiados
por 100.000 habitantes, mientras las mutuas elevan a 566.000 los empleados de
baja por la pandemia, cuando se reinicia el curso escolar tras las vacaciones
navideñas y los colegios sólo cerrarán una clase si hay cinco niños
contagiados, aunque las CCAA adaptarán la recomendación a su propia realidad.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que la periodista Inés Martín Rodrigo gana el Premio Nadal con su
novela “Las formas del querer” en la que rinde homenaje a la figura materna; que
el Gordo de El Niño cae en Logroño; que el rescate de las autopistas cuesta ya
al Estado más de 1.000 millones; que Delgado allana el camino para una polémica
y amplia reforma de la Fiscalía; y que Almeida, el alcalde de Madrid,
manifiesta “Vox me bloquea a mi porque no puede hacerlo con Ayuso”, “ir en
lista conjunta con Ciudadanos en 2023 es un escenario que se barajó en su
momento pero que ya ha pasado”, “nadie me ha pedido que me presente a la
Presidencia del PP de Madrid, pero hay que transmitir unidad”, “polémicas como
la de hacer hija predilecta a Almudena Grandes tienen fecha de caducidad”.
Y del exterior, destacar que la
nuclear y el gas ponen a prueba las inversiones verdes de la UE y bancos y
empresas piden un modelo creíble, claro y estable; que Biden acusa a Trump de
ser una amenaza para la democracia, arremetiendo así contra su antecesor y su “red
de mentiras” en un demoledor discurso al cumplirse un año del asalto al
Capitolio; que muere Sidney Poitier, leyenda de Hollyvood, a los 94 años de edad;
que EEUU avisa a Rusia del riesgo de choque si falla el diálogo y Biden se abre
a negociar sobre la presencia militar y los misiles en el Este; que en un incendio
en Nueva York, en un edificio de 19 plantas, mueren al menos 19 personas y más
de 60 resultan heridas; que la democracia se extingue en Hong Kong con el cierre
de medios y detenciones bajo la dura ley de seguridad de Pekín; que Ortega
inicia un mandato en Nicaragua sin rivales y con la oposición en las mazmorras;
que Djokovic es retenido en Australia al no acreditar su inmunización sanitaria
y Nadal dice que “el mundo ha sufrido ya bastante para no seguir las normas”,
mientras en Serbia su detención causa una oleada de protestas, encabezadas por
su Presidente, que ve una “persecución política”, y por la familia del tenista,
cuyo padre dice que “es el nuevo Espartaco, quieren que estemos de rodillas”; y
que Rusia envía tropas a Kazajistán para aplazar las protestas contra el régimen
de Tokayev, que, protegido por Rusia, dice que “quien no se rinda será
destruido” y ordena “disparar a matar” contra los que llama “terroristas” que
protestan en las calles por la subida del gas.
Fdo. Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias