lunes, 10 de enero de 2022

ENCARANDO LA LEGISLATURA

 

                    Llegados al ecuador de la legislatura Sánchez y Casado se la juegan en este segundo tramo de la misma, pues, dependiendo de lo que hagan ambos, pero especialmente Sánchez, se conseguirá o no salir de este atasco económico y político o empeorar aún más la situación. Los datos de partida, en todo caso, son muy preocupantes, pues Sánchez encara la “cuesta de enero” con un gobierno minoritario de coalición en el que de todos los ministros, y no son pocos, solo hay uno, según NCReport, que aprueba su gestión (los españoles dan un 5´3 a Robles y un 4´9 a Calviño, mientras penaliza al resto, especialmente a Belarra, Garzón e Irene Montero); no obstante Sánchez y Díaz garantizan a sus equipos que mantendrán la inestable coalición hasta 2023. El 66´6% de los españoles, según la encuesta, quiere que Sánchez busque otros socios, el 56´8% no aprueba la gestión del Gobierno de coalición PSOE-Podemos en sus dos primeros años, más de la mitad de los ciudadanos censura su gestión económica y la de la covid, y el 59´9% considera que depende demasiado de los independentistas. No obstante, según 40dB, en caso de elecciones generales, aunque la mayoría de las encuestas dicen lo contrario, el PSOE resiste en cabeza aunque retrocede ligeramente, pero PP y Vox adelantan a la izquierda, coincidiendo en ello con el resto de encuestas, salvo las del CIS de Tezanos, y lo haría gracias al empuje de Vox que daría a las derechas 168 escaños frente a los 139 de la coalición gubernamental (los resultados en escaños de los partidos de ámbito nacional español serían: PSOE 108, PP 100, Vox 66, UPodemos 31, Más País 4 y Ciudadanos 2), mientras los ERTE y el alza del salario mínimo profesional cosechan amplios apoyos y los indultos un rotundo fracaso. En todo caso, salvo que las urnas cambien radicalmente las previsiones demoscópicas, todo apunta a que para la siguiente legislatura tanto VOX como los partidos nacionalistas, separatistas y abertzales, que hoy respaldan al minoritario gobierno de coalición, seguirán teniendo un exagerado protagonismo en la gobernabilidad del Estado. No obstante, según 40dB, el PSOE aventaja al PP en la confianza en la gestión económica, pues un 22´4% ve más capacitados a los socialistas, frente a un 21´1% que considera que los populares son los que están más capacitados (como ven, muy igualados), mientras que un 24´9% no ve capacitado a ninguno de los dos para hacer una buena gestión económica, lo que supone un varapalo a la esperanza de cara al futuro, aunque la mayoría apoya las medidas ante la pandemia, el polémico estado de alarma en su día, el confinamiento de 2020 y la vacunación. Lo cierto es que Sánchez y Casado se la juegan con la economía en un año electoral en que las elecciones de Castilla y León van a ser clave, especialmente para el PP, pero no determinarán el resultado final de las generales (al margen de cuándo se convoquen), mientras el líder popular ratifica su firme rechazo a la reforma laboral, que llega “en el peor momento”, y Sánchez ataca al PP por no apoyar el pacto de dicha reforma laboral con los agentes sociales, cuando son sus propios socios quienes de entrada lo rechazan exigiendo que cumpla la promesa electoral de derogar la reforma de 2012 en vez de parchearla sin tocar asuntos esenciales, como, entre otros, el de “abaratar el despido” o resolver la precariedad y temporalidad laboral, que sirvieron como argumentos estrella para tumbar al entonces gobierno de la derecha.

          Con este ambiente turbulento y enrarecido Sánchez encara la “cuesta de enero” con otra promesa solemne incumplida, pues, contra lo que dijo, la factura de la luz fue un 21% más cara que en 2018 y, por si no fueran pocos los problemas y los incumplimientos, va su ministro Garzón (bueno, su ministro, no; el ministro de Podemos) y genera una crisis con la ganadería y el campo, propiciando que el Presidente sea recibido en Palencia en plena precampaña electoral en Castilla y León al grito de “¡Garzón, cese o dimisión!” por parte de los ganaderos y agricultores, alterados por las declaraciones del ministro de Consumo, quien, consciente de que su cese no depende de Sánchez sino de Podemos, manifiesta “doy por hecho que acabaré la legislatura como Ministro de Consumo”. Una crisis interna del Gobierno, una más, que empaña el desembarco electoral de Sánchez en Castilla y León, mientras PP y Vox se crecen y muestran su apoyo total al sector cárnico en Burgos y en Teruel. Así las cosas, Abascal abandera la campaña de su partido contra Mañueco, mientras Podemos apoya al polémico ministro, convencido de que les “favorecerá”, y Juan García Gallardo, candidato de Vox, manifiesta: “se dice que soy homófobo por una broma futbolística que hice antes de tener bigote”, “la dirección nacional de Vox me ha llamado para darme su apoyo, mis tuits son irónicos y se han sacado de contexto”, “entro en la política con un gran sacrificio personal para revertir la ruina a la que nos lleva el PP de Mañueco”. Por su parte Mañueco, animado por las expectativas demoscópicas favorables, manifiesta: “queremos volver a ser el faro de España como en la época de Aznar” y justifica el adelanto electoral para ganar “estabilidad”, añadiendo que “Sánchez la tiene tomada con Castilla y León: cierra las minas, las térmicas y se mete con la carne y el azúcar”, para terminar diciendo “no copio la estrategia de Ayuso, ella participará en mi campaña al igual que Casado”. Entretanto, en esta guerra de todos contra todos, el PP aumentará la presión a Sánchez para frenar a Vox, y Casado tendrá su agenda propia en paralelo a la de los candidatos en las elecciones castellanoleonesas, mientras el objetivo del PSOE es que el Gobierno de Castilla y León dependa del partido de Abascal, pero el desgaste de Sánchez juega en su contra, en tanto que Yolanda Díaz esperará y no usará la marca “Frente amplio” (la marca Podemos está en decadencia) y compaginará el trabajo en su ministerio con su proyecto electoral.

          Pero las preocupaciones de Sánchez van más allá de Castilla y León, un bastión del PP a quien los sondeos dan como claro vencedor y el dilema está, salvo sorpresas, en si los populares gobernarán solos o con el apoyo de Vox. Las preocupaciones de Sánchez se extienden incluso, tras perder Andalucía, a la Comunidad Valenciana, un bastión socialista, con el apoyo de Compromís, desde que fueran desalojados los populares del Govern, pues, según SigmaDos, la remontada del PP y la mejora de Vox les deja a sólo un escaño de Puig, que está en riesgo por el declive de sus socios, al estar Mazón a sólo 0´7 puntos, con lo que el 4´5% que mantiene Ciudadanos sería clave en este escenario tan ajustado. Y es que a la cuesta de enero de Sánchez con la luz, el campo y la reforma laboral, se añade el manifiesto declive de Compromís en la Comunidad Valenciana, cuando además salen a relucir los abusos por parte del ex marido de Mónica Oltra a Teresa, quien manifiesta que “Mónica Oltra no es culpable de lo que hizo su marido, pero ocultó mi denuncia” y critica la falta de amparo de la Generalitat, cuando su abusador, el ex marido de la Vicepresidenta, era el responsable de la gestión de los centros en los que ella estaba.

          Y mientras los expertos advierten de que la presión fiscal y el consumo frenarán la reactivación económica, con lo que la recuperación de España se retrasará un año más, el Gobierno, que lleva tres años sin controlar los fondos reservados cuando debería comparecer ante una comisión secreta del Congreso cada seis meses para dar explicaciones y lleva sin reunirse desde 2019, confía en el impulso de los fondos de la UE como tabla de salvación al menos para disimular la ruina, en tanto que la polémica de Garzón ahonda el agujero de Podemos, el socio gubernamental de Sánchez, en el mundo  rural. Por su parte los proetarras, que sostienen el gobierno de coalición, envalentonados, redoblan sus exigencias al Presidente y cerca de 200 marchas reclaman por todo el País Vasco y Navarra beneficios penitenciarios para los terroristas encarcelados; protestas abertzales contra los “jueces distorsionadores” de la Audiencia mientras miles de personas en Euskadi, Pamplona y Baiona en Francia piden “la vuelta a casa” de los presos etarras por asesinatos cometidos, mientras Otegui arenga a los militantes de EHBildu con una bandera navarra y les pide ganar la “batalla” al PNV, asegurando “estoy preparado para gobernar”. Y mientras los socios del PSOE presionan en favor de los presos etarras y reclaman el fin de la “política de excepción”, JxCat confía en que el regreso de Puigdemont sirva para impulsar la independencia de Cataluña. Este es el enrarecido ambiente que se respira mientras el Rey, nuestro Jefe de Estado, días antes de la convocatoria de estas marchas en favor de los presos, elogiaba la “fortaleza y altura moral” de las víctimas de ETA en la celebración de la Pascua Militar, honrando la “memoria y dignidad” de los asesinados.

          Entretanto, el Gobierno reclama a Bruselas blindar la inversión de futuros recortes de deuda, avisando así España del riesgo de ajuste prematuro por las reglas fiscales, pues, a diferencia de la anterior crisis en tiempos de Rajoy, tras la crisis de la pandemia, gobiernos de todo signo han decidido que la austeridad ya no es una receta válida para la UE, por lo  que España se prepara para impedir que un ajuste “abrupto” y “prematuro” acabe por “matar el crecimiento” y “ponga en peligro la sostenibilidad fiscal”. Por otro lado, el Gobierno estudia si una reforma legal permitirá un Constitucional progresista mediante un proyecto que permita al Ejecutivo la designación de los magistrados que le corresponden desvinculándolos de los nombrados por el CGPJ, que no puede hacerlo al no haber sido renovado; la estrategia es sencilla, pues dado que en junio debe cambiarse un tercio de los magistrados y dos corresponden al Ejecutivo y otros dos al Poder Judicial, que se designen en bloques separados eligiendo sólo a los dos primeros y no, como se ha hecho hasta ahora, a los dos bloques de una tacada.

          Mientras tanto prosigue la pandemia y España se retrasa en la compra de los nuevos fármacos anticovid y el Gobierno permite que los tests covid valgan un 271% más que en la UE, vetando el Ministerio de Sanidad que puedan distribuirse en cadenas como Carrefour o Día. Por otro lado los expertos cuestionan las dosis de refuerzo a las cuatro semanas, plazo fijado por Sanidad desde la curación sin estudios que lo avalen. Y mientras los expertos advierten de la “reinfección en modo masivo” por ómicron, el Gobierno diseña un plan que vigilará la covid como la gripe, con lo que el sistema centinela seguirá la evolución sin tener que registrar cada caso. La cruda realidad es que España registra 1.579.852 casos de covid estas Navidades y 1.087 muertos, elevando la incidencia a más de 2.700 contagiados por 100.000 habitantes, mientras las mutuas elevan a 566.000 los empleados de baja por la pandemia, cuando se reinicia el curso escolar tras las vacaciones navideñas y los colegios sólo cerrarán una clase si hay cinco niños contagiados, aunque las CCAA adaptarán la recomendación a su propia realidad.

          Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que la periodista Inés Martín Rodrigo gana el Premio Nadal con su novela “Las formas del querer” en la que rinde homenaje a la figura materna; que el Gordo de El Niño cae en Logroño; que el rescate de las autopistas cuesta ya al Estado más de 1.000 millones; que Delgado allana el camino para una polémica y amplia reforma de la Fiscalía; y que Almeida, el alcalde de Madrid, manifiesta “Vox me bloquea a mi porque no puede hacerlo con Ayuso”, “ir en lista conjunta con Ciudadanos en 2023 es un escenario que se barajó en su momento pero que ya ha pasado”, “nadie me ha pedido que me presente a la Presidencia del PP de Madrid, pero hay que transmitir unidad”, “polémicas como la de hacer hija predilecta a Almudena Grandes tienen fecha de caducidad”.

          Y del exterior, destacar que la nuclear y el gas ponen a prueba las inversiones verdes de la UE y bancos y empresas piden un modelo creíble, claro y estable; que Biden acusa a Trump de ser una amenaza para la democracia, arremetiendo así contra su antecesor y su “red de mentiras” en un demoledor discurso al cumplirse un año del asalto al Capitolio; que muere Sidney Poitier, leyenda de Hollyvood, a los 94 años de edad; que EEUU avisa a Rusia del riesgo de choque si falla el diálogo y Biden se abre a negociar sobre la presencia militar y los misiles en el Este; que en un incendio en Nueva York, en un edificio de 19 plantas, mueren al menos 19 personas y más de 60 resultan heridas; que la democracia se extingue en Hong Kong con el cierre de medios y detenciones bajo la dura ley de seguridad de Pekín; que Ortega inicia un mandato en Nicaragua sin rivales y con la oposición en las mazmorras; que Djokovic es retenido en Australia al no acreditar su inmunización sanitaria y Nadal dice que “el mundo ha sufrido ya bastante para no seguir las normas”, mientras en Serbia su detención causa una oleada de protestas, encabezadas por su Presidente, que ve una “persecución política”, y por la familia del tenista, cuyo padre dice que “es el nuevo Espartaco, quieren que estemos de rodillas”; y que Rusia envía tropas a Kazajistán para aplazar las protestas contra el régimen de Tokayev, que, protegido por Rusia, dice que “quien no se rinda será destruido” y ordena “disparar a matar” contra los que llama “terroristas” que protestan en las calles por la subida del gas.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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