Con luces y sombras se
recibe la gran noticia de que España crea 840.000 empleos, el mayor ritmo desde
2005, con lo que el mercado laboral alcanza los 20´18 millones de ocupados al
cierre de 2021 y el paro baja hasta el 13´3%, su menor cota en catorce años,
pese a ómicron. Gran noticia pues donde las haya aunque todavía el 25% de los
puestos de trabajo creados sean temporales y partamos de un suelo de desempleo
desorbitado, casi insoportable, con una buena parte de trabajadores todavía en
ERTES. La realidad es que España tiene la mayor ocupación y el menor paro en
trece años, lo que indiscutiblemente es una gran noticia. Son las luces que dan
pie a la esperanza ya que es el camino a seguir para salir del atasco. Por otro
lado, la economía española creció un 5% en 2021, el mayor alza de crecimiento
en dos décadas, aunque el PIB sigue lejos de remontar lo perdido por la
pandemia. Siguen pues las luces para la esperanza. Sin embargo, ante semejante
claridad, caben sombras que generan demasiadas incertidumbres de cara al
futuro, pues el citado crecimiento de nuestra economía se queda en 2021 a la
mitad de lo prometido por el plan de Sánchez ya que el PIB no recupera ni la
mitad de lo perdido y se desvía 18.000 millones en las previsiones, dando al
traste con los cálculos del Ejecutivo y, por tanto, con sus objetivos de recuperación.
En todo caso, los buenos datos citados, especialmente los de empleo, cabe
ubicarlos en la vigencia de la reforma laboral diseñada por Rajoy, mejorable
por supuesto como cualquier otra cosa, pero sujeta hoy a revisión radical tras
la irresponsable y precipitada promesa de los partidos que gobiernan, PSOE y
Podemos, de que sería derogada cuando llegaran al poder, como es el caso, y que
ahora queda reducida a una especie de reforma de la reforma, que no derogación,
maquillada con un acuerdo con patronal y sindicatos, cogido con pinzas, que no
convence a nadie ya que los primeros que manifiestan su rechazo a la misma son
los socios de investidura de Sánchez, quien, para sacarla adelante por la
mínima, se ve obligado a recurrir a la oposición, activando la vía de
Ciudadanos, que parece dispuesto a dar su apoyo, tras el portazo de ERC. Así
pues, mientras Bolaños prevé cerrar con Edmundo Bal su apoyo a la reforma y
lograr votos de los partidos minoritarios, los separatistas, aliados de
Sánchez, exigen cambios “troncales” que el Gobierno descarta, en tanto que la
Vicepresidenta Díaz apura los contactos con Esquerra para conseguir
desesperadamente su apoyo ya que descarta a Ciudadanos (la perversa derecha,
cuando ella representa a la beatífica izquierda radical), mientras Sánchez le
prohíbe que prometa “imposibles” sobre la reforma, que a nadie convence, y en
Moncloa se genera un malestar por la “cabezonería” de la Vicepresidenta
comunista en dejar fuera a Ciudadanos. Sombras sin duda que oscurecen cualquier
atisbo de esperanza, cuando lo razonable y sensato sería consensuar un amplio
apoyo a la reforma laboral, incluyendo si es posible a la gran mayoría de la
oposición o, en caso contrario, dejar las cosas como están ya que carece de
sentido tocar lo que funciona y, ya ven, con la norma actual, sea de Rajoy o de
quien sea, los datos de empleo, con luces y sombras, son positivos. ¿Se
mejorarán con la reforma de la reforma que pretende el Ejecutivo que, ya ven, a
casi nadie satisface? Esa es la cuestión y el riesgo.
Por otro lado mientras Hacienda
cosecha una recaudación record de impuestos en 2021, con máximos históricos de
recaudación logrados a costa de las rentas medias y bajas, Podemos pide al
Gobierno que suba los impuestos en 50.000 millones en 2023, en tanto que el PP
denuncia el desvío del dinero europeo a municipios gobernados por los
socialistas que se llevan el 46% de los fondos del turismo frente al 20% que se
llevan los gobernados por el PP, por lo que Génova crea un observatorio interno
para fiscalizar las ayudas euro a euro. Desencuentros irreconciliables entre
Gobierno y Oposición que pone la guinda en el bloqueo al CGPJ impidiendo que se
nombre ya a 52 magistrados, afectando la parálisis al Supremo y a los
tribunales superiores y audiencias, y que frenará otras dieciséis designaciones
en los próximos meses. ¿No sería razonable que Gobierno y Oposición se sentaran
ya de una vez por todas para resolver semejantes problemas que nublan la
estabilidad democrática? Sin embargo la marcha del país se desarrolla entre
inútiles desencuentros, dando la sensación de que lo importante no es resolver
los problemas sino dejar al contrario tuerto aunque yo me quede ciego. Así las
cosas, Educación, que plantea un examen especial para acceder al Magisterio,
impulsa la “construcción de género” en niños menores de seis años (el proyecto
de real decreto de Infantil señala que es la edad “en la que se produce el
descubrimiento de la sexualidad y es necesario acompañarla” pero apenas
menciona a los padres) lo que sin duda generará un debate, mientras la buena
noticia es que el abandono escolar está en mínimos históricos, pues la tasa de
jóvenes que dejan sus estudios baja tres puntos y se queda en el 13%.
Entretanto el PSOE se abre a
investigar en el Congreso los abusos sexuales en la Iglesia y el PNV propone
que un grupo de expertos los investigue, mientras Adriana Lastra dice que su
partido estará “del lado de las víctimas”, lo que es totalmente razonable pues
siempre hay que defender a las víctimas y no a los verdugos. Pero, hablando de
víctimas, debiéramos tener en cuenta a todas, pues el Gobierno prepara un atajo
para excarcelar a 50 etarras al diseñar con Bildu y PNV una reforma legal para
que los años en prisión en Francia se resten de las condenas que les queda por
cumplir en España, mientras las víctimas se movilizan para tratar de evitar la
salida de dichos terroristas, al menos de los que acumulan delitos de sangre.
¿Qué dice Lastra al respecto? ¿Qué dicen desde Podemos? En fin, sí a las
víctimas, pero a todas, y no a los verdugos, pero a todos.
Y así las cosas, se pone en marcha la
campaña electoral en Castilla y León cuando la mitad de los partidos no tiene
ni programa. Campaña en la que la derecha pone a prueba el cambio de ciclo
electoral, intentando el PP consolidar su feudo y convertirlo en impulso de
Casado hacia la Moncloa, mientras Vox amenaza con mermar la mayoría popular y
el PSOE testa la resistencia de Sánchez. En efecto, Casado toma las riendas de
la campaña y la plantea “a pie de calle” en las nueve provincias (hace un
despliegue sectorial con los ganaderos, agricultores y autónomos) y tira de
Aznar mientras en un gesto de unidad los barones acompañan a Mañueco, a quien
las encuestas internas dan 33 escaños, y él anuncia el esperado regreso de las
procesiones de Semana Santa; no obstante Casado se reivindica ante las críticas
de Aznar diciendo “soy un reformista”, mientras reivindica al PP como partido
útil de la derecha. Por su parte la izquierda preserva a sus líderes del
previsible desgaste en Castilla y León, pues Pedro Sánchez apenas tiene
programados cuatro actos y Yolanda Díaz sólo uno, aunque Iglesias regresa para
ayudar a Podemos y rompe la paz con Sánchez ejerciendo como portavoz en la
sombra mientras Díaz se sigue alejando de él, pero el partido sabe que ha
vuelto a ser un activo para sus intereses y lo usa para esta campaña.
Y, al margen de las elecciones en
Castilla y León, si se celebraran las generales, según NCReport, el
centroderecha podría gobernar, pero Vox crece a costa del PP, ya que los
populares perderían ocho escaños en un mes y los de Abascal subirían diez,
mientras que en la izquierda el PSOE retrocede y Podemos recupera dos
diputados; los resultados serían: PP 27´3% de votos y entre 115-117 escaños,
PSOE 25´3% y 95-97, Vox 16´7% y 61-63, UPodemos 11´1% y 27-29, ERC 3´4% y 13,
JxCat 2´2% y 8, PNV 1´6% y 7, Más País 2´4% y 5, EHBildu 1´1% y 5, Ciudadanos
3% y 1, y Otros 3´6% y 11-12. Pero, ya ven, sólo se trata de encuestas.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Hacienda solivianta a los funcionarios con el nuevo sistema de
oposiciones; que Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, dice que “la
revolución digital es la primera que coge a España en primera línea” y “en
posición de liderazgo”; que CaixaBank gana 5.226 millones y podría dar el 60%
en dividendo al multiplicar por cuatro sus ganancias tras la fusión con Bankia;
que Colau también usó las ayudas a la cooperación para regar a entidades afines,
mientras se produce una sangría millonaria con ella como alcaldesa de Barcelona
ya que las inversiones se van; que CCAA y Ayuntamientos competirán para alojar
nuevos organismos y en el sistema se computarán el paro, la vivienda y los
edificios disponibles; que España hará un registro oficial de terrenos
radiactivos; que España pierde la final del Europeo de Balonmano a un segundo
del final y gracias a un penalti; que hay tantos contagiados en la sexta ola de
covid como la suma de todas las anteriores; que Nadal supera a Federer y
Djokovic tras conquistar a sus 35 años su 21º Grand Slam después de remontar
dos set a Medvedev en el Abierto de Australia, convirtiéndose así en el tenista
más laureado de la historia y líder histórico del tenis mundial; y que la Guardia Civil cita a la mujer de Juan
Espadas por los “enchufes” en el “caso Faffe”, por lo que Carmen Ibanco, esposa
del Secretario General del PSOE en Andalucía, comparece ante los investigadores
de la UCO en Sevilla por su contratación exprés en la fundación Fondo Andaluz
de Formación y Empleo, pero ella, que forma parte de los 84 empleados absorbidos
luego por el Servicio Andaluz de Empleo, se niega a declarar.
Y del exterior, destacar que
Mattarella repite como presidente de Italia al no hallarse un relevo; que
Xiomara Castro asume el poder en
Honduras con la bendición de EEUU, asistiendo al acto de toma de posesión la vicepresidenta
Kamala Harris entre otros mandatarios; y que el socialista Antonio Costa gana
las elecciones en Portugal y podrá gobernar sin el lastre de una coalición,
mientras la extrema derecha de Chega se sitúa como tercera fuerza política en
el país. Pero la noticia estrella y más preocupante sigue siendo sin duda la
crisis entre Rusia y Ucrania que amenaza con abrir grietas en la UE, pues Moscú
dice que la respuesta de EEUU “no es positiva”, aunque sigue dialogando, y
Rusia baja algo el tono, ya que Putin valora sus opciones tras el “no” estadounidense
a sus exigencias, aunque no ve “motivos para el optimismo” mientras teme más
sanciones de Occidente, en tanto que Stoltenberg, Secretario General de la
OTAN, dice que “Ucrania no es ninguna amenaza, Rusia es el agresor”; por su parte,
mientras Moscú y Kiev bajan el tono y EEUU y la UE se alían para garantizar el
gas en caso de bloqueo ruso, Macron lidera la diplomacia de la UE manifestando
que “el presidente ruso dijo claramente
que no busca la confrontación” y con Putin acuerda la “necesidad de una
desescalada”, aunque el ruso le reitera que Ucrania tiene que quedar fuera de
la OTAN; entretanto Morawiezki, primer ministro de Polonia, advierte de que “o paramos
el sueño imperial de Putin o será una pesadilla para la UE” pues “no estamos
solamente ante un problema de seguridad para Ucrania, sino para toda la UE”, y
junto al húngaro Orban y el español Abascal, sella un acuerdo de mínimos sobre
Rusia, exhibiendo no obstante todos ellos sus diferencias ante la amenaza de
Putin, pero centrándose en criticar a la UE, mientras por el otro extremo
Podemos se alía con Putin en su campaña de desinformación, pues un dosier del
Atlantic Council lo incluye en la red de propaganda del Kremlin, que enaltece a
Iglesias con el apoyo de sus medios afines.
Fdo. Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias