Por fin se despeja la
incógnita sobre la reforma laboral después de que, rota la coalición de
investidura, algunos partidos de derechas (concretamente Ciudadanos, PDeCat y
Unión del Pueblo Navarro, aliado natural del PP) decidieran dar el “sí” a
Sánchez, frente a la Vicepresidenta Yolanda Díaz que ha apostado hasta la
saciedad para que la reforma de la reforma de Rajoy, que no la derogación de la
misma, saliera adelante sin el concurso de partidos de derechas ya que habría
de ser únicamente una norma “progresista y de izquierdas”. Al final, si no hay
alguna sorpresa de última hora, la reforma laboral, pactada por el Gobierno con
sindicatos y empresarios (aunque unos y otros andan descontentos con lo
acordado), sale hoy adelante por 176 votos a favor y 173 en contra, avalando la
“vía Sánchez”, a la que éste se agarró al ver las orejas al lobo, frente a la
“vía Díaz” que, en su concepción comunista de las cosas, se resistía a
coincidir con la perversa derecha tras haber pactado con la patronal el acuerdo
de mínimos para que la coalición de investidura la sacara adelante, lo que
obviamente no ha sucedido. Ahora unos y otros, incluida la oposición, deberían
explicar a los ciudadanos (y yo diría, que incluso pedirles perdón) por qué han
hecho uso de un exceso de demagogia para venderles la burra en un asunto tan
esencial como el empleo en un país, el nuestro, campeón en la UE del desempleo,
especialmente el de los jóvenes, cuando las demagogias, en todo caso, si se
utilizan, debieran ser las justas, salvo que los políticos consideren que somos
idiotas y nos pueden tratar como si fuéramos borregos. Demagogias por parte del
PSOE y Podemos, cuando estaban en la oposición, al prometer derogar la reforma
laboral hecha por el gobierno de entonces, de derechas, sabiendo que la
derogación era imposible, tal como asumen ahora ellos mismos, y que, a lo sumo,
sólo cabía perfeccionar aquella reforma (toda obra humana siempre es mejorable)
en vez de plantear el asunto de forma maniquea como algo provocado por la
intrínseca maldad de unos, la derecha, y la esencial bondad de otros, la
izquierda, lo que hace imposible cualquier mejora ya que la salvación está en
la erradicación de cuajo del mal, lo que Yolanda Díaz ha llevado hasta el final
con todas las consecuencias, mientras Sánchez, más pragmático, se baja del
burro a tiempo pactando el apoyo a la reforma con parte de la maldita derecha
para poder sacarla adelante. Y demagogia por parte del PP, principal partido de
la oposición, al que le venía bien el maniqueísmo de la izquierda entre buenos
y malos, oponiéndose a cualquier reforma de su propia reforma, sabedores de que
la derogación, prometida por la izquierda, era inviable y, antes o después,
como así ha sido, se caería por su peso. Demagogias indecentes de unos y otros
que, al final, impiden que salga una normativa laboral con amplio consenso en
el Congreso de los Diputados, a pesar de haber sido pactada y asumida por
sindicatos y patronal, aunque esto ha servido para que algunos se agarren a un
clavo ardiendo a la hora de cambiar el sentido de su voto. En fin, demagogias
pues, las justas.
Sin embargo, a pesar de semejante
desaguisado demagógico en algo tan esencial para la ciudadanía, nuestros
políticos, en vez de entonar ahora el “mea culpa” por haber sido incapaces de
concitar consensos amplios, se disponen a seguir utilizando la demagogia para
vender sus respectivas contradicciones. Sánchez al final amarra la reforma
laboral sin esperar la decisión final de ERC, mientras Podemos, su socio de
Gobierno, critica que “no se deja trabajar” a la Vicepresidenta Díaz para
apuntalar el pacto con Ezquerra que finalmente se desmarca del decreto que
apoyan las derechas de Ciudadanos, PDeCat y UPN, mientras el PSOE se jacta de
la debilidad de Yolanda Díaz atribuyéndole el fracaso para atraer a los socios
de investidura a su escaso respaldo en Podemos, lo que ha desembocado en esta
mayoría alternativa con la derecha que la Vicepresidenta detesta. Una reforma
laboral que abre un cisma entre ERC y Díaz, pues los republicanos secesionistas
creen que “ha cometido un gran error” y que el PSOE ha preferido en todo
momento aprobarla con Ciudadanos, mientras ella, asume que se aprobará con los
naranjas de derechas y desafía a ERC a que explique por qué vota con los
populares, olvidando que ella va a votar con las derechas de UPN, Ciudadanos y
PDeCat…….Ya ven, cuando las demagogias debieran ser las justas, se siguen
utilizando para salir del contradictorio atasco en que el exceso de demagogia
les ha metido a unos y otros. Entretanto otros, como Errejón de Más País o
Baldoví de Compromís, críticos porque al final la reforma de Rajoy no es
derogada, intentan vender como pueden su cambio de postura y su apoyo a la
reforma. El Gobierno se agarra a Ciudadanos para salvar la reforma sin tocar el
texto pactado, que hubiera provocado la ruptura de la patronal, mientras España
estrena el 2022 con la destrucción de 197.750 empleos y mientras suben los
ERTE, pero el Gobierno ya da por hecho que este enero esperanzador, en el que
menos empleo se ha destruido de los últimos años, es consecuencia de la
vigencia de la reforma. ¡Ojala que sea así! Por su parte el PP, haciendo
también gala de su demagogia, dice que la reforma laboral para nada afecta a la
que hizo Rajoy, por lo que debiera aclarar que si eso es cierto por qué vota en
contra. En fin, ya ven, demagogias, las justas.
Entretanto el Ejecutivo de Sánchez
olvida otras once leyes urgentes que, como la reforma laboral, pactó con sus
socios de gobierno y, al efecto, utiliza prórrogas sucesivas para, por ejemplo,
no regular por ley la reactivación económica o las ayudas frente al Covid,
mientras todos los grupos piden a Sánchez que ponga fin al bloqueo legislativo
de PSOE y UPodemos en el Congreso, cuando el Ejecutivo acaba de usar una treta
para que salga adelante en el Congreso prorrogar el uso de mascarillas en la
calle a pesar del veredicto en contra de los expertos: es bien fácil, sabedor
de que no saldría adelante, lo asocia en un mismo decreto (la forma ideal de
gobernar del presidente) con la revalorización de las pensiones para que se
vote conjuntamente y, obviamente, decir “no” sería tanto como perjudicar a los
jubilados, con lo que tendremos mascarillas para rato. Pero, tranquilos, la
gobernabilidad (o desgobierno) sigue adelante contra viento y marea, pues hasta
la Ministra Belarra, la más radical, y líder de Podemos dice “confío en agotar
la legislatura y reeditar la coalición”…… En fin, mientras prosiga la
demagogia, todo es posible. Justo lo contrario de lo que acaba de pasar en
Portugal con un gobierno de coalición similar al de España, pero con un
socialista carismático al frente, Costa, que decide convocar comicios para no
tragar con las imposiciones de sus socios minoritarios…. y, claro, gana por
mayoría absoluta tras fagocitarlos en las urnas, por lo que gobernará con
mayoría absoluta (extremo que en la UE sólo se da en Grecia y Malta),
¿sucedería igual en España en caso de que Sánchez obrara como Costa?,
seguramente sí, pero para ello hay que dejar el exceso de demagogia a un lado y
no aceptar chantajes de populismos que no sirven para nada. Mientras tanto, la
inflación se cobra en España 1.300 millones del ahorro de las familias en 2021,
hay casi 1.200 millones de horas menos trabajadas, y llenar el depósito cuesta
hoy un 25% más que hace un año, pues el precio del combustible, como el de la
energía, está en máximos históricos, lastrando la recuperación económica al
afectar a todos los sectores y a la inflación, con la consecuente pérdida de
poder adquisitivo para pensionistas, asalariados y autónomos, los que al final
pagan siempre las consecuencias.
Por cierto, hablando de energía, la
Comisión Europea declara “verde” la energía nuclear y el gas, mientras el
Gobierno español mantiene el plan para cerrar siete reactores pese a que la CE reconoce
que es imposible satisfacer la demanda energética sin estas fuentes de energía,
cuando la alternativa al gas ruso pasa por España, ya que Bruselas se prepara
para un suministro a través de los puertos peninsulares que canalizarían los
buques metaneros de EEUU, Qatar y otros países. Bruselas, a pesar de las reticencias
y las críticas internas otorga a la energía nuclear y al gas las etiquetas de
energías verdes (necesidad obliga), iniciando así el trámite para que dichas
energías se consideren sostenibles, pero como el Gobierno español cree que se envía
un mensaje inadecuado y está convencido de lo contrario, se seguirá dando la
circunstancia de que los españoles habremos de seguir pagando a precio de oro
la energía nuclear, por ejemplo de Francia, ya que en España se seguirán
desmantelando los reactores existentes y obviamente no se instalarán otros nuevos,
como si los peligros al otro lado de los Pirineos no nos afectaran en caso de
accidentes nucleares. Seguimos con el debate maniqueo y demagógico: los buenos
son los detractores de las energías demonizadas y los malos quienes apuestan
por ellas, entre otras cosas para satisfacer la demanda energética de sus
conciudadanos.
Por otro lado Bruselas corrige a
Sánchez tras la exhibición de la carta de Von der Leyen, difundida por Moncloa,
en la que al parecer apoyaba la gestión de los fondos europeos y, por el contrario,
iba en contra de las críticas del PP a la gestión de dichos fondos, diciendo
Casado que Bruselas descubrirá en 2023 el “engaño” de Sánchez al respecto, al
que acusa de clientelismo con dichos fondos. Pues bien, ahora resulta que la
carta difundida como apoyo era simplemente una carta de cortesía, sin mayor
intencionalidad, mientras el PP sigue denunciando el favoritismo del Gobierno
con las partidas para frenar la pobreza ya que las CCAA gobernadas por el PSOE
se llevan el 81% de los fondos UE para la Inclusión mientras Andalucía, Murcia
o Castilla y León no reciben nada, clientelismo que el PP denunciará ante la UE
pues acabaran en los tribunales y “con procesos abiertos por corrupción”. En
definitiva, acusaciones muy graves que, en todo caso, han de aclararse lo antes
posible, pues, de ser ciertas, sería inadmisible que unas regiones fueran
privilegiadas o castigada por el mero hecho de que sus ciudadanos decidieron en
las urnas que les gobernara un partido u otro.
Entretanto el Gobierno aprueba la Ley
de Vivienda sin atender a los reparos que pone el Poder Judicial y pese a la
división interna en el Ejecutivo (otra más) que provoca la letra pequeña de
dicha Ley. Una ley que, obviamente tiene aspectos negativos y positivos, como,
entre otras cosas, dificultar la venta de pisos protegidos a precio de mercado,
ya que la vivienda no podrá desclasificarse como VPO antes de 30 años y nunca
si se edificó sobre suelo reservado para este fin público, pero que el Ejecutivo
debiera sopesar aprobarla sin la sintonía de la misma con derechos contemplados
en nuestra legalidad vigente, puestos de relieve por la Justicia; pero, ya ven,
las observaciones del Poder Judicial carecen de importancia y el Gobierno le
desafía y sólo incorpora a la Ley detalles técnicos mientras pretende
tramitarla por vía de urgencia.
En todo caso siempre hay quien gana a
desobediencia a las decisiones de los tribunales como es el caso de la Generalitat
y del Parlament de Cataluña que se declaran en rebeldía, pues el Govern prepara
un decreto para incumplir la sentencia judicial que le obliga a dar el 25% de
clases en castellano en las aulas, mientras el independentismo boicotea a la
Cámara Legislativa autonómica y paraliza su actividad para no tener que acatar
la suspensión de un diputado de la CUP. Y como ninguna instancia del Estado de
Derecho (para ellos, del no Derecho) se encarga de obligarles a cumplir las
sentencias, la Generalitat incluso se jacta de obligar a hablar catalán a los
profesores tras ser delatados, mientras el nuevo currículo de Historia de
Secundaria se centra en que los alumnos aprendan “identidades” y “emancipación
nacional”, adoctrinando en la ESO sobre “resistencia a la opresión” (obviamente
la opresión que, según los secesionistas, gobernantes en Cataluña y aliados de
Sánchez en España, ejerce el malévolo y opresor Estado Español sobre el
territorio de Cataluña, donde, por cierto, los independentistas hacen lo que
les viene en gana) y además en Lengua se contempla adquirir “pertenencia
lingüística” al catalán, mientras la Generalitat plantea un ardid normativo
para sortear la sentencia del 25% de clases en el odiado idioma castellano,
lengua oficial de todo el Estado Español y cooficial con las lenguas habladas
en las respectivas comunidades bilingües. En fin, sin más comentarios.
Así las cosas, Casado ataca al
populismo sin renunciar a Vox en Castilla y León, donde aspira a conseguir una
mayoría absoluta pero mantiene la incógnita de si incluirá a los de Abascal en
el gobierno regional; no obstante dice a los votantes: “os pido rechazar
proyectos de radicalización y de populismos” reivindicando al PP como “única
alternativa” y pide el voto de los valientes, descartando repetir elecciones
con la esperanza de tener un gobierno sólido en tierras castellano-leonesas con
el objetivo de superar los 33 escaños para poder gobernar en solitario.
En cuanto a la pandemia se refiere hemos
pasado del “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso
diagnosticado”, que predijo Simón al inicio de la pandemia, a tener más de
10.000.000 millones de contagios por covid, aunque, después de todo este
calvario, parece ser que la sexta ola remite en todas las CCAA y en todas las
edades, dándose el caso de que Sanidad no ha firmado aún la compra de los
antivirales de la covid pues el Ministerio rechaza las condiciones de Pfizer.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Fiscalía del Estado entra en la investigación del abuso sexual
en la Iglesia y Dolores Delgado da diez días para reunir todas las querellas
tramitadas; que Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, es nombrado presidente
de la patronal mundial GSMA, siendo el primer español en el cargo que ocupará
hasta 2024; que la denuncia de Laporta busca las “mordidas” en el fichaje de
Griezmann, acusando a Bartomeu de apropiación indebida, falsedad documental y
administración desleal; que el Ayuntamiento de Lorca suspende un pleno tras el
asalto de un grupo de personas por un conflicto ganadero cuando se iba a aprobar
la regulación de las granjas porcinas; que Sánchez aprovecha su visita a la
Expo de Dubai y viaja a Emiratos para recabar inversiones ante su príncipe
heredero, amigo personal de Juan Carlos I; y que Madrid, Valencia y Cataluña
piden a Sánchez que mejore su oferta de financiación pues Ayuso, Puig y Aragonés
coinciden en que perderían ingresos con la propuesta de Hacienda, que no
convence a las CCAA.
Y del exterior, destacar que López
Obrador, elevando el tono contra los reporteros, llama “mercenarios” a los
periodistas tras el cuarto asesinato de éstos; y que el informe sobre las
fiestas en Downing Street asesta otro golpe a Johnson, pues se cometieron “graves
incumplimientos” de las reglas exigidas, pasando de las disculpas del Primer
Ministro al “exceso de alcohol” con “fallos de juicio y liderazgo”, lo que le
pone al borde de la destitución. Entretanto
prosigue la crisis en la frontera ruso-ucraniana, donde Kiev no espera a
la diplomacia y envía misiles, mientras EEUU y Rusia se lanzan a duras
acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, que pide a Putin que retire a
los soldados de la frontera con Ucrania; Putin acusa a Occidente de desoír sus
demandas y amenaza a Kiev, y, mientras acusa a Biden de arrastrar a Rusia a la
guerra, el ejército ruso inicia maniobras de envergadura en la península de
Crimea que se anexionó en 2014, en tanto que se desarrollan prácticas de tiro
en Ucrania con la imagen de Putin como blanco y el presidente ucraniano anuncia
que amplía su ejército en 100.000 soldados; por otro lado, Orban, primer
ministro húngaro, exhibe su sintonía con Putin en pleno choque de la UE con
Rusia y se reúne en el Kremlin con el líder ruso, cuando Biden envía 3.000
soldados al Este como “señal fuerte” a Putin, mientras el Pentágono asegura que
los documentos remitidos a Moscú confirman su voluntad de negociación, en tanto
que la OTAN no avala el despliegue que, según la Casa Blanca, “no es para
combatir en Ucrania” y Washington aclara que “la Alianza no tiene poder de veto”
y “nada nos impide adoptar decisiones”.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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