Las elecciones
castellanoleonesas se han convertido en algo más que en unas simples elecciones
autonómicas por lo que, políticamente hablando, la región está que arde en la
recta final de campaña, pues el auge de candidaturas localistas eleva la
incertidumbre y da alas a la esperanza de que el PSOE pueda gobernar con ellas al
igual que Sánchez lo consigue a nivel nacional. Así las cosas, el PP se lanza a
movilizar a 85.000 indecisos para asegurarse el Gobierno castellano-leonés y
Mañueco se apoya en Ayuso, compartiendo mitin en Valladolid bajo el lema
“socialismo o libertad”, para intentar frenar a un Vox ascendente, cuyo
candidato, García-Gallardo, dice que “el problema no es Mañueco, es un PP
desnortado”, y añade que “Feijóo está convirtiendo a los españoles en
extranjeros en su propia tierra”, esperando que el 13-F “sea una palanca para
sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa”, mientras Ayuso defiende sin complejos el
proyecto del PP y afirma que “pactaría con el partido de Ortega Lara antes que
con los que pactan con quienes lo secuestraron”. Por su parte el PSOE de
Sánchez, que busca reconciliarse con sus socios y tras el 13-F presentará a sus
aliados de investidura un paquete de leyes a pactar, tira de billetera europea
y utiliza el Consejo de Ministros para aprobar ayudas agrícolas en plena
campaña electoral y, a pocos días de las elecciones, pacta con los sindicatos
subir de nuevo el salario mínimo y dice, por boca de Tudanca, su candidato, que
“esto no es Madrid, traer a Ayuso como modelo no es lo mejor”, mientras Casado
lleva a Bruselas el uso “partidista” de los fondos con el nuevo proyecto de
inversión de 1.000 millones para agroindustrias anunciado “en plena campaña
electoral” por Sánchez, único condenado ya por la Junta Electoral, a quien el
líder de la oposición acusa de retar de nuevo a la Ley Electoral al usar el BOE
para hacer campaña (el Consejos de Ministros aprueba oportunamente los planes
estratégicos para el campo y la despoblación a sólo cinco días de las
elecciones y convierte la Sala de Prensa de Moncloa en escaparate de su
promesas) e intentar “comprar votos” desde el Consejo de Ministros. Y mientras
Sánchez presume en Soria de la subida del SMI y las oportunas medidas aprobadas
contra la despoblación, Vox tiene claro que exigirá un “acuerdo duro” a Mañueco,
quien pide unidad con el PP manifestando que es el “único proyecto de futuro” y
reclama confianza para ser “ejemplo de eficacia”, ofreciendo a los
castellanoleoneses un “Gobierno fuerte, estable y sin egos” y aclarando que
“estamos aquí porque a Igea sólo le importa Igea; buscaba su supervivencia” por
lo que “queremos gobernar desde la humildad, frente a partidos con afán de
poder” y por lo tanto que “el mejor pacto que puedo firmar es el pacto con las
personas de Castilla y León”…..mientras Tudanca e Igea le acorralan en el
segundo y último debate de campaña por depender de Vox. Y con los partidos y
grupúsculos localistas, tan de moda en España frente a proyectos nacionales,
interesados sólo por “qué hay de lo mío”, el PP lleva hasta Bruselas, de
momento sin éxito, lo que considera un “fraude con los fondos de inclusión”
presentando un informe con las
discriminaciones y diciendo que vulnera la ley de subvenciones, mientras
denuncia a Sánchez ante la JEC por “intentar comprar votos” con dinero público.
Entretanto Trabajo, todavía con la
resaca de la turbulenta aprobación de la reforma laboral, pone en evidencia que
eso del diálogo social, del que tanto alardeó Yolanda Díaz hace dos días para
avalar dicha reforma, era meramente un camelo, pues ahora impone una subida del
salario mínimo sin diálogo social y por decreto. En efecto, Díaz, por su cuenta
y riesgo, tras amenazar a la CEOE con una nueva subida del SMI a mil euros si
no había acuerdo, lo pacta sólo con los sindicatos y por decreto se lo impone
en definitiva a quienes habrán de asumir el coste, los empresarios, que se
quejan de que no es el momento oportuno ya que hace pocos meses hubo otra
subida y con la alta inflación existente es casi inasumible, especialmente para
las pymes y autónomos, apechugar con los costes, por lo que ello puede
repercutir en la creación de empleo, pero Díaz, contra el criterio de los
empresarios dice que no afectará al respecto, mientras la patronal considera
que se trata de una decisión “política”. Así pues, gobierno y sindicatos pactan
de forma bilateral incrementar un 3´6% el SMI con efecto retroactivo desde el
uno de enero sin el apoyo de la CEOE, considerada fundamental por la ministra
durante la reforma laboral, cuando con la pandemia ya subió el salario mínimo
un 11% y el SMI con esta subida acumularía un aumento del 35´9% desde 2018, lo
que, al margen de la bonanza de la medida (siempre es bueno que el salario
mínimo suba) genera incertidumbres sobre sus consecuencias pues el gasto
desorbitado que soportan las empresas (especialmente las pequeñas, que son la
inmensa mayoría en España) y los autónomos a causa del desbocado incremento de
los costes energéticos, de transporte y de materias primas las sitúa al borde
de la ruina y del cierre cuando España está todavía en plena crisis económica y
todos los organismo la sitúan a la cola de la UE en salir de la misma. Y si
encima se impone por decreto y sin pacto social, peor aún, pues, al parecer,
arriesga más de 100.000 empleos (España tiene trabajando casi la mitad de
menores de 30 años que en 2007), por lo que la patronal catalana Foment
advierte de “que no es el momento” y desde la CEOE se plantan porque “no
estamos para proyectos políticos” rompiendo así en mil pedazos la tan cacareada
sintonía entre la ministra Yolanda Díaz y Garamendi. Además, aunque el PSOE
resiste de momento el intento de Podemos de forzar la reforma fiscal este mismo
año, el partido de Díaz y Belarra lleva al partido de Sánchez a una nueva
guerra en el Gobierno por la subida de impuestos, ya que los morados proponen
un incremento fiscal que recaude 30.000 millones más al año, cuando Hacienda lo
ve “inoportuno”, tan inoportuno como la patronal considera la subida del SMI.
Por otro lado sigue coleando el
espectáculo protagonizado en el Congreso por la reforma laboral, ya que la
Cámara ignoró la obligación de revisar el voto telemático que propició la
aprobación de la reforma pues la autorización al diputado del PP contemplaba la
comprobación telefónica ya que en el escrito que le remitió la Mesa se confirma
la vigencia de la resolución de 2012 al respecto, mientras Batet intenta ganar
tiempo y retrasa la reunión de la Mesa del Congreso, tras haber mentido a la
Cámara diciendo que la Mesa había tratado el asunto del voto erróneo cuando ni
siquiera se había reunido ni la había convocado para tratarlo. Entretanto sigue
la polémica en UPN, cuyo presidente, Javier Esparza, dice “hablé con el PSOE
del desarrollo de Navarra, pero no desvelaré más”, “yo me siento traicionado
por los diputados, pero a nivel interno estoy fuerte” y “hay que dejar claro
que UPN es un partido de fiar, sin palabra no hay dignidad política”….mientras
los dos diputados navarros díscolos siguen sosteniendo que él es el tránsfuga y
se especula con que negoció con el PSOE el voto afirmativo a la reforma laboral
a cambio de no tocar por parte del PSOE al alcalde de Pamplona. Y mientras la
reforma laboral hace fijos a 280.000 empleados de la construcción y sólo esta
medida bajará la tasa de temporalidad dos puntos, al 23%, la mayoría
parlamentaria de Sánchez en el Congreso se diluye por Canarias ya que Nueva
Canaria, de voto fijo al PSOE, deberá ceder su escaño a Coalición Canaria y
será otro voto menos, con lo que se abre el debate para sustituir por el
siguiente de la lista al inhabilitado diputado podemita Alberto Rodríguez, que
Podemos no ha relevado hasta ahora.
Se conoce mientras tanto que Sánchez
usó a su ex delegado del Gobierno y al Jefe de Prisiones para tratar con los
presos de ETA y que el asesino de Yoyes y el etarra que intentó atentar contra
Juan Carlos I planteaban las exigencias a los interlocutores del Ejecutivo,
pues, los enlaces de los presos etarras antes de citarse con el responsable de
prisiones y los mensajes entre el entorno de los encarcelados y el Gobierno, a
los que ha tenido acceso la Guardia Civil, así lo confirman; mensajes como “el
martes, reunión en Interior, ¡hala!, a pasar las prioridades” conociéndose que
era “Kubati” quien coordinaba las demandas de los presos y los “ongi etorri”.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que una primera autopsia a Esther López, la joven de Traspinedo
desaparecida, detecta señales internas de violencia; que el plan para
investigar los abusos sexuales en la Iglesia se abre paso en el Congreso,
mientras los obispos aplazan una decisión sobre su participación en la
“comisión de Gabilondo” y Benedicto XVI pide perdón por los abusos y niega
haberlos encubierto; que se pone hoy fin a la mascarilla al aire libre,
incluidos los patios de recreo en los colegios, y se aumenta aforos hasta el
85%, mientras los datos cuestionan el uso de las mismas ya que se da el doble
de casos y 5.900 muertes más durante su prohibición al aire libre; que el
cuadro icónico de la baronesa Thyssen, el “Mata Mua”, regresa a España desde el
búnker de Andorra, tras dos años de dura disputa con el Gobierno sobre el
futuro de su colección en España; que Telefónica compra Oi y gana un mercado de
diez millones de clientes en Brasil; que cuatro españoles pisarán la alfombra
roja de los Oscar, pues son candidatos Javier Bardem, Penélope Cruz, Alberto
Iglesias y Alberto Mielgo; que un hombre de 19 años confiesa el asesinato de su
ex novia en el pueblo murciano de Totana, tras intentar ella poner fin a su
relación de pareja; que los afganos que España no evacuó lanzan un SOS y
denuncian “muchos vivimos escondidos”; y que Fiscalía, que afirma que Juan
Carlos I ocultó en Jersey diez millones de euros hasta 2004, concluye que no
existe “reproche penal” contra él, por lo que la investigación va camino de
archivarse al no constar movimientos posteriores.
Y del exterior, destacar que el BCE
dispara el Euribor y amenaza a cuatro millones de hipotecas; que tres
parapléjicos recuperan el movimiento tras un implante electrónico en Suiza; y
que López Obrador, el Presidente mejicano, pone en “pausa” la relación con
España afirmando “no queremos que nos roben” es “una pausa para respetarnos y
que no nos vean como tierra de conquista” pues “ya no se permite robar a
Méjico”. Pero el asunto más preocupante sigue en Ucrania, pues Putin y Macron
se muestran bien distantes en la visita del francés a Moscú, donde es recibido
con frialdad por el ruso, mientras Biden y el canciller alemán, Scholz,
acuerdan en Washington un “frente unido” ante Moscú y es que Putin ningunea a
Macron en su mano tendida para “iniciar una desescalada” y sólo contempla
acuerdos con EEUU diciendo a Francia que el liderazgo de la OTAN “lo tiene otro
país”, mientras el Kremlin desmiente a Macron y niega un compromiso de
desescalada de la tensión en Ucrania, en cuya frontera mantiene una gran
presión militar.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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