Ni en los peores momentos de
la crisis entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, con descalificaciones de todo tipo
entre partidarios de uno u otra, se llegó a tanto como el PP ha llegado ahora
en la crisis entre Casado y Ayuso, quienes personal y públicamente, con García
Egea de por medio, han dinamitado a su partido generando una convulsión
política de magnitud impredecible. Es obvio que con amigos y compañeros así el
PP no necesita enemigos, pues hacerlo peor ya es imposible. La guerra civil en
el seno del PP está servida y al final tiene que haber damnificados. La bomba
estalla cuando Ayuso afirma públicamente que Génova urdió un plan para destruirla
y Egea anuncia públicamente que se abre expediente contra ella por “infundios y
calumnias”, la ruptura es evidente. En el trasfondo del asunto el cobro de una
comisión por parte del hermano de Ayuso, que Génova cifra en 283.000 euros, de
una empresa a la que se adjudicó por vía de urgencia (es decir, a dedo, como
hacían todas las administraciones en pleno auge de la pandemia, que tanto ha
dado que hablar y sospechar) la compra de mascarillas por parte de la Comunidad
de Madrid, adobado con el supuesto espionaje para chantajearla por parte de
fontaneros de la dirección nacional del partido que contactan con una empresa
de detectives que Egea desmiente. Ayuso declara públicamente “nunca pude
imaginar que la dirección nacional de mi partido iba a actuar de un modo tan
cruel y tan injusto contra mí” y defiende la legalidad de “la relación
comercial” de su hermano con la adjudicataria de las mascarillas, añadiendo “es
muy doloroso que dirigentes de tu partido te quieran destruir”, “todo proviene
del entorno de Pablo Casado y él no lo ha desmentido”, pero “no tendrán ni una
sola prueba…que prueben que no soy honrada” pues “no puede haber nada más grave
que acusar a alguien de la propia casa, con responsabilidad de gobierno, de
corrupción y sin pruebas”. Y Egea, mientras Casado callaba, le contesta
públicamente que se abre un expediente contra ella por “infundios y calumnias”,
añadiendo “nunca pude imaginar que atacara de una forma tan cruel e injusta a
la dirección de un partido que le ha dado todo”, “se puede tener buen resultado
electoral, pero eso no exime el deber de rectitud”, “desmiento tajantemente que
este partido contactara con detectives”. La bomba acababa de estallar
inesperadamente con todas las consecuencias, alguien estaba mintiendo y los
barones del partido, conmocionados, dan la voz de alarma por el temor al precio
electoral que esta guerra interna en el PP les pueda cobrar y piden
explicaciones de lo acaecido. Feijóo cree “imperdonable” que se haya contactado
con un detective para investigar a Ayuso y, mientras ella defiende la legalidad
de la “relación comercial” de su hermano con una adjudicataria de mascarillas y
reconoce que cobro 55.800 euros (no los casi 300.000 que evalúa Génova),
Almeida, tras verse implicado el Ayuntamiento de Madrid en el asunto del
espionaje a la Presidenta de la Comunidad, sostiene que “no cabe ninguna
conducta irregular o que no sea ejemplar en ningún cargo del Ayuntamiento”……
Pero instantes después, paradójicamente, se produce la dimisión de Carromero,
mano derecha de Almeida y fontanero de Génova, por su implicación en el
espionaje a Ayuso ya que, al parecer, la dirección del PP le pidió lograr datos
del hermano de Ayuso y un cargo municipal propuso recurrir a un detective.
Peor, imposible, para el PP.
La sucia guerra interna en el PP se
acaba de declarar públicamente y deja gravemente tocada a la dirección nacional
que preside Casado, quien, por fin, sale a la palestra en apoyo de lo dicho por
Egea y a quien los barones exigen que zanje lo antes posible la crisis. En
efecto, crece la presión para que Casado destituya a Egea y miles de personas
se concentran en Génova contra Casado y a favor de Ayuso exigiendo “escuchar a
los votantes”, mientras los barones exigen pactar una solución de inmediato
para cortar la hemorragia de pérdida de votos del partido. Hemorragia de votos
que, según SigmDos, se cifra en una pérdida de 19 escaños y un ascenso
fulgurante de Vox que amenaza con un previsible sorpasso si no se cierra la
crisis ya. Feijóo plantea un congreso extraordinario del PP ya si Casado no
finiquita la crisis, mientras Ayuso admite que su hermano cobró 55.800 euros y
lo cree justificado; los barones, liderados por Fejóo, presionan para que
Casado destituya a Egea y evite el cisma del partido; ministros de Aznar y
Rajoy se conjuran para salvar al PP y acusan a Casado de haberse pasado de
frenada, exigiéndole que dé un volantazo para cerrar la crisis; Casado recula y
dice que el expediente a la Presidenta no persigue expulsarla del partido; la
vicealcaldesa Villacis anuncia que ni habrá moción de censura a Almeida ni
cheque en blanco ya que confía en su “socio”, aunque afea sus versiones
incongruentes……y, entretanto, PSOE, Más Madrid y Podemos denuncian en Fiscalía
el contrato del amigo del hermano de Ayuso por cohecho y prevaricación, con lo
que será la Justicia quien aclarará el asunto mientras queda como problema
político principal la cuestión del espionaje a Ayuso y su entorno por parte de
la dirección del PP.
Así las cosas, mientras Casado recula
ante Ayuso y da “por buenas las explicaciones” de la Presidenta sobre el polémico
contrato, los barones cuestionan su liderazgo y dirigentes de peso critican su
papel, pero también el de Ayuso, llegando a un primer consenso que es destituir
ya a Teodoro García Egea, con el ultimátum para que convoque ya el Congreso
nacional, mientras diputados populares de base dicen que “o ponen cordura o nos
llevan al matadero”, en tanto que implicados en el espionaje señalan que el
encargo salió de la “sala de guerra” del Secretario General Egea. Ante el desarrollo
de los hechos, Casado afirma que cerrará el expediente tras ver las pruebas de
Ayuso, pero le exige que ella asegure que no la investigaron, lo que ella,
obviamente, rechaza, pues, desviado el polémico contrato a la vía judicial, el
meollo de la cuestión es si el partido investigó a Ayuso, como afirma ella, o
no lo hizo, como afirma Egea y ratifica Casado, quien rechaza la exigencia de
los barones de cesar al Secretario General sobre el que afirma “confío al 100%
y va a seguir”. Ya ven, Casado resiste pese al aumento de la presión de los
barones y dirigentes territoriales que comienzan a reclamar ya su salida y la
convocatoria de un congreso extraordinario para aupar a Feijóo como sustituto e
intentar frenar el ascenso de Vox, pues su entrada en el Gobierno preocupa al
59% de los españoles, aunque los votantes del PP rechacen imponerle un cordón
sanitario. Génova intenta resistir pero hasta sus fieles lo ven “muy difícil” y
piden a Feijóo un “paso adelante” para forzar ya un congreso que Casado
descarta, creyendo que cuenta con los apoyos suficientes para mantenerse, por
lo que no presentará su dimisión. Y a la espera de nuevos datos y de la
evolución de tan abominable crisis interna, en el PP, siendo el primer partido
de la oposición y la alternativa futura de gobierno, peor, imposible, mientras
Sánchez y Abascal se encuentran con este inesperado regalo de los populares sin
precedentes.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que los médicos ven un repunte de la sarna por la pandemia; que el
juez De Prada pasa al tribunal que controla los beneficios a etarras presos,
cuando en su día rechazó imputar a jefes de ETA delitos de lesa humanidad; que
los bancos reforzarán la atención telefónica a los mayores; que el Barça gana
la Copa del Rey de baloncesto tras vencer al Real Madrid por 64 a 59; que, tras
el duelo por los marineros del Pitanxo en Terranova, los familiares plantan
cara al Gobierno exigiendo que se siga buscando los cuerpos y Sánchez viaja a
Galicia ante el aluvión de críticas por el rescate del pesquero para recibir a
los supervivientes que llegarán en un avión A-400 del Ejército que ya ha partido
hacia Canadá; y que la deuda pública hace historia con Sánchez llegando a 7.000
millones al mes, pues desde que es Presidente se ha disparado en 290.000
millones de euros, 82.000 en 2021.
Y del exterior, destacar que Turquía
busca realinearse con la OTAN en un momento clave en Europa por la crisis
ucraniana, mientras Putin vuelve a las amenazas y se agrieta el alto el fuego
en el Donbás, que es bombardeado, viendo Biden en dicho bombardeo un “pretexto”
para invadir Ucrania mientras los ataques se recrudecen en el este del país y
Rusia amenaza con tomar medidas “técnico-militares” si no se asumen sus
demandas. Bombardeos en el este de Ucrania que avivan la tensión mientras Kiev
y Moscú se acusan mutuamente de iniciar los ataques y Biden afirma que Putin “ha
tomado la decisión” de atacar Ucrania y vaticina una ofensiva rusa sobre Kiev.
Entretanto los rebeldes prorrusos se preparan para una guerra abierta en
Ucrania mientras un coche bomba explota en la sede del Gobierno de Donetsk y
los separatistas evacúan civiles, en tanto que Putin habla de una “escalada en
Donbás” e insta a Kiev a “sentarse a negociar”. Por su parte EEUU reforzará el
flanco este de la OTAN si Rusia invade Ucrania, mientras Zelenski, su
presidente, dice que “Rusia no nos meterá en un ataúd; necesitamos armas”,
mostrando así su firmeza y pidiendo ayuda a los grandes líderes internacionales
congregados en la Conferencia de Seguridad de Munich. Y es que la escalada de
tensión entre Rusia y Ucrania resucita la guerra en el Donbás y la violencia
eleva el temor a una guerra abierta en el este de Ucrania, mientras Rusia
decide mantener más tiempo sus tropas en Bielorrusia y Putin prueba misiles
cerca de Europa, cuando, según milicianos ucranianos, “en Ucrania ya hemos
recibido este año 1.500 millones de dólares en armas”. Así la situación, Macron
ofrece a Putin buscar “un nuevo orden de seguridad en Europa” mientras Rusia da
los primeros pasos para invadir Ucrania, en tanto que EEUU cree que las
maniobras en la frontera y los choques en Donbás son ya las primeras fases de
la invasión.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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