Si en cualquier otro país de
la UE pasara la mitad de lo que pasa en España su respectivo gobierno en bloque
ya habría dimitido y hubiese convocado elecciones para que su respectivo pueblo
tomara las riendas sin esperar a agotar una legislatura que cada día que pasa
hunde más al país y a sus ciudadanos; pero aquí nadie dimite y soportamos la
estrategia cortoplacista de Sánchez, especialista en meterse en charcos, que,
para salir de ellos como sea y a costa de lo que sea, no tiene inconveniente
alguno en meterse en otros charcos más profundos y cenagosos, empeorando la
situación anterior pero, eso sí, salvando su permanencia en el poder. Hay que reconocer
que el Presidente es un artista en estas artes malabares, como sucede con los espionajes
pues, al no tragar sus aliados secesionistas con la versión de que se les
investigó legalmente, como sostiene la ministra Robles, y afirmar que fue
totalmente ilegal, curiosa y casualmente se anuncia por parte del propio
Gobierno (caso insólito en Europa por la propia esencia de materia reservada
que tiene el asunto) que tanto el Presidente como la ministra de Defensa y la
anterior ministra de Exteriores, que tuvo que dimitir tras la crisis con
Marruecos, han sido también expiados, lo que, de entrada, convierte en víctima al
Ejecutivo de Sánchez, cuando era señalado como verdugo por sus propios socios de
Gobierno, quienes ahora piensan que el anuncio del espionaje a Sánchez es
simplemente una cortina de humo para desviar la atención y salvar la grave
crisis surgida del presunto espionaje (ya veremos si legal o no) a varias
decenas de secesionistas, aunque ello conlleve meternos en una crisis mucho más
grave que afecta directamente a la propia Seguridad del Estado. El precio a
pagar, es lo que menos importa. Peor aún si, como parece, los móviles de
Sánchez y algunos de sus ministros (veremos a ver cuántos más hay) fueron
espiados con Pegasus en mayo y junio del año pasado, fechas en que, curiosa y
casualmente, dos graves crisis, provocadas irresponsablemente por el Gobierno,
enturbiaban el panorama político español: de un lado una grave crisis con
Marruecos al detectar sus servicios secretos que el líder del Frente Polisario
había sido ingresado clandestinamente en un hospital español; de otro lado el
polémico indulto por parte del Gobierno a los secesionistas condenados por los
graves acontecimientos del 1-O, que, justo al salir, presumían públicamente de
que volverían a intentarlo, lo que, de entrada, ya justificaría que con permiso
judicial fueran investigados por el CNI. Y mucho peor todavía si, como parece,
el Gobierno sabía desde hace meses que estaba siendo espiado y, con todas las
cautelas que requiere el asunto, no hizo investigación alguna ni, como ha hecho
ahora, lo puso en conocimiento de la Justicia, para, antes de hacerlo ahora,
publicarlo previamente a los cuatro vientos, agravando el asunto a límites
insospechados….. y pésimo, en definitiva, si es que a pesar del grave
espionaje, nada menos que al propio Presidente, que tiene un plus de seguridad,
el Gobierno ni se enteró hasta ahora, lo que pondría a nuestros Servicios de
Inteligencia a la altura del betún. Y nadie dimite.
En definitiva, un incomprensible giro
en el caso de la vigilancia a líderes políticos secesionistas que oportunamente
se publica irresponsablemente por Moncloa en plena sospecha de que los
protagonistas del 1-O fueron espiados de forma ilegal por los servicios de
inteligencia españoles, aunque Robles lo desmienta y diga que todo fue legal,
mientras Podemos, gobernante en coalición con Sánchez, carga contra la Ministra
de Defensa que avisó la semana pasada de que habría sorpresas, mientras el
secesionismo señala que es una “cortina de humo”, mientras la oposición también
sospecha del momento elegido para publicarlo pues “no es una casualidad menor”
que lo anuncien ahora, y mientras el PNV pide saber los responsables y Podemos
señala a Marlaska y Robles. La triste realidad es que Sánchez socava la
Seguridad del Estado al airear (él sabrá porqué) que fue espiado; gravemente
espiado pues las “intrusiones” extraen 2´6 gigas de información del Presidente,
mientras el CNI, que le cuestiona porque “nos dejan a los pies de los caballos”
y con su jefa en entredicho (alguien tendrá que pagar el pato), anula el acto
de celebración del 20º aniversario en el que Felipe VI haría el discurso de
clausura. Todo apunta a que Sánchez pretende desactivar a ERC mostrándose como
“víctima” del espionaje y la Audiencia Nacional decide que sea el juez Calama
quien investigue el caso, mientras Oriol Junqueras, que tiene méritos sobrados
para ser investigado legalmente, cuestiona la veracidad del caso y el Govern
exige una reunión urgente, en tanto que la Ministra Belarra, del sector podemita,
desconfía del PSOE, con el que gobierna, y lo señala por “no limpiar las
cloacas” y Bolaños señala que se trata de “una intrusión externa e ilícita”
aunque no se sabe si extranjera. En fin, un charco más profundo y fangoso en el
que se ha metido Sánchez para salir como sea del anterior; peor, imposible. Y
nadie dimite.
Y en éste desmadre gubernamental
intolerable cabe ahora, aunque sea para salir del paso, buscar culpables,
mientras el PSOE se apoya en la derecha para frenar una comisión de investigación
en el Congreso (se trata de asuntos reservados) y vota con PP y Vox frente a la
parte podemita del Gobierno y a quienes auparon a Sánchez en la investidura. En
cuanto a la búsqueda de un chivo expiatorio, que pague los platos rotos, ni
siquiera la parte socialista se pone de acuerdo (imaginen el desacuerdo con la
parte podemita) pues Bolaños y Robles, es decir Presidencia del Gobierno y
Defensa, ambos del sector socialista, se enzarzan en acusaciones mutuas sobre
el responsable por no haber evitado el espionaje a Sánchez, mientras la
Ministra de Defensa se enfrenta a Podemos en el Congreso por el asunto. Pero
¡qué tipo de Gobierno es éste, roto en mil pedazos en medio de asunto tan
grave! En efecto, Robles se enfrenta a Bolaños y abre un cisma gubernamental
morrocotudo, pues ella apoya a la directora del CNI y señala al Ministro de la
Presidencia como el responsable de la seguridad de los móviles del Ejecutivo,
mientras Sánchez blinda a Robles pero no a la directora del CNI, desde dónde se
extiende el malestar ya que “se desarma al Estado para armar a los que quieren
destruirlo”. Y es que, al parecer, el CNI instruyó hace un año al Gobierno para
sortear Pegasus, enviando un manual a los ministros en julio de 2021 alertando
del programa y de cómo detectar si sus móviles estaban infectados…. pero
Sánchez fue hackeado dos días después del asalto a Ceuta y los expertos de
Inteligencia no creen al Presidente ya que “es imposible que pasen meses sin
que el usuario detecte que pasa algo raro en su móvil” y “los protocolos son
los mismos aunque cambie el color del partido en La Moncloa”. Entretanto los
soberanistas ven “un grupo criminal” tras la operación de escuchas a líderes
secesionistas con el objetivo de “supervisar ilegalmente los procesos políticos
catalanes”, mientras la crisis del CNI frena cuatro investigaciones sobre
células yihadistas y los servicios secretos extranjeros, que todos los países
tienen, recelan de España tras confirmar el Presidente, casó insólito, el
espionaje que le han hecho, mientras Podemos, cogobernante con el PSOE,
endurece su ofensiva, como si con ellos no fuera el asunto y fueran la
oposición, y pide a Robles que dimita por “su dignidad y la del Gobierno”. Y
aquí, nadie dimite, cuando la gravedad es tal que lo más acertado sería que el
Gobierno dimitiera en bloque, con el Presidente a la cabeza.
Un verdadero caos gubernamental que
mediáticamente nubla incluso los buenos datos de empleo de abril con record de
contratos indefinidos gracias al tirón de la Semana Santa, pues España llega a
los veinte millones de cotizantes con 700.000 nuevos empleos “fijos” y el paro
baja a tres millones, cifra similar a 2.018, aunque maquillando la temporalidad
los “fijos discontinuos” ya que este tipo de contrato es uno de cada tres de
los indefinidos, una vez que ya no pueden suscribirse contratos temporales,
como el de obra o servicio, en un país cuyo modelo productivo, que no se ha
cambiado, lo fía todo al turismo y al sector público. En todo caso, una buena
noticia.
Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el gas será cuatro veces
más caro si Argelia cierra el grifo, pues España tendrá que sustituir el 26%
que llega de este país (ya sólo faltaría que, como dicen algunos, haya sido
Marruecos el espía de Sánchez, con lo que el negocio del Presidente con el giro
sobre el Sáhara sería deplorable); que, según el Programa de Estabilidad
presentado en Bruselas, el Ejecutivo prevé recaudar 80.000 millones más en tres
años; que la factura eléctrica subirá para el 80% de los consumidores, pues los
recibos a precio fijo tendrán que pagar un recargo; que Hacienda quiere
eliminar casi todos los beneficios fiscales antes de 2025; que el BCE pone fin
a la barra libre lo que encarece la deuda al nivel de 2015, pues el rendimiento
del bono a diez años escala al 2% y el Tesoro ya paga por colocar letras,
mientras la prima de riesgo supera los cien puntos en menos de una semana; que
el riesgo de otra burbuja inmobiliaria se extiende por la UE y pone en alerta a
España; que Zarzuela pide a Moncloa y al enviado del PP que fomenten la “modernización
de la Casa Real”; que el Dos de Mayo sirvió para que Feijóo y Ayuso
escenificaran la paz en el PP; que la Ponencia de vacunas sugiere aplazar la
cuarta dosis a mayores de 80 años; que Madrid hará obligatorio leer El Quijote,
El Lazarillo y La Celestina; que el gasto en Sanidad caerá en 2023 pese a unas
listas de espera en cifras record; que el PP de Feijóo frena el auge de Vox y
alcanza al PSOE, pues, según 40dB, los resultados en escaños serían PP 108, PSOE
106, Vox 64, UPodemos 25 y Otros 41, lo que acerca al bloque de la derecha a la
mayoría absoluta en el Congreso; y que el Villarreal cae en semifinales de
Champions frente al Liverpool, pero el real Madrid de Anceloti se mete en dicha
final tras una remontada histórica, otra más, ante el Manchester City de
Guardiola, con dos goles de Rodrigo en los minutos 90 y 91, que fuerzan la prórroga,
y otro de Benzema de penalti que sella la clasificación.
Y del exterior, destacar que EEUU aprueba
la mayor subida de tipos en 22 años por la inflación; que los socialistas
franceses asumen el desafío a la UE de Mélenchon, el Pablo Iglesias francés,
pues el programa conjunto de la izquierda llama a no respetar algunas reglas
comunitarias; que el Supremo de EEUU se dispone a revocar el derecho al aborto casi
50 años después ya que el borrador de la sentencia deja manos libres a los Estados
para restringirlo, mientras Biden se dispone a esquivar en el Congreso dicha
sentencia y que consagre por ley el “derecho fundamental” de las mujeres a abortar;
y que, referente a la guerra en Ucrania, la UE ultima un embargo total del
petróleo ruso a final de año, a lo que se opone Hungría, mientras se suceden
duros ataques a Odessa por parte del ejército ruso y Putin planea anexionar el Donbás
con un falso referéndum, en tanto que España se queda a la cola en ayuda
internacional a Ucrania, según los autores del principal estudio que cuantifica
los servicios de dinero y material militar y humanitario a Kiev, que lamentan
las trabas del Ejecutivo para facilitar los datos contra lo que sí hacen los gobiernos
del resto de países.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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