jueves, 14 de julio de 2022

EL ESTADO DE LA COALICIÓN

 

                    Después de siete años se celebra por fin el Debate sobre el Estado de la Nación que, visto lo visto, más valiera denominarlo Debate sobre el Estado de la Coalición de Gobierno, pues Sánchez, criticado abiertamente no sólo por la oposición sino también por sus propios socios, prefiere, sin hacer la más mínima autocrítica sobre su gestión de esta caótica España al borde del colapso económico y antes de pactar con la oposición ni siquiera en asuntos de Estado, atarse a Podemos y a los socios de investidura hasta final de legislatura, rechazando cualquier propuesta que haga el PP y asumiendo buena parte de las exigencias de su socio gubernamental en la senda de más recaudación fiscal para mantener más gasto y más subvenciones en vez de buscar la senda de gastar mejor reduciendo los gastos superfluos e improductivos, entre ellos el desorbitado gasto de su macro-gobierno, de los más numerosos en número de ministros, altos cargos y asesores, y el del resto de Administraciones territoriales. Pero Sánchez, pasando del “no es no” cuando estaba en la oposición, prefiere ahora pasar al “sí o sí” de sus propuestas a la oposición (y si puede también a sus propios socios y aliados) aunque, careciendo de mayoría parlamentaria suficiente, tenga que sacarlas adelante mediante decretos, consiguiendo que, al menos, si el Estado de la Nación sigue de mal en peor (sólo basta preguntar a los mortales sobre lo que han de hacer para llegar a fin de mes), el Estado de la Coalición siga gozando de buena salud, pues, a pesar de todas las discrepancias y enfrentamientos internos, el debate ha servido para constatar que a cambio de cesiones puntuales se puede continuar gobernando hasta el final de Legislatura aunque sea a trancas y barrancas. El Estado de la Nación (o de las naciones españolas como alguno de sus socios le recuerda y exige) puede esperar, todos sabemos cuál es dicho estado, y lo importante es saber que el Estado de la Coalición mejora adecuadamente con el giro a la izquierda de Sánchez aceptando la agenda progresista de protección social para las clases medias (muchas veces aunque sólo sea a nivel propagandístico) e impuestos a las energéticas y a la banca que Podemos le exigía, por lo que ahora presume de ser el motor del progresismo del PSOE de Sánchez, lo que le vale como excusa para no romper la coalición a pesar de las graves discrepancias de fondo en temas esenciales como puede ser el gasto en Defensa, el giro radical sobre el Sahara, nuestra pertenencia a la OTAN, el encaje de Cataluña en España, y otros tantos asuntos de Estado que el Gobierno de Sánchez es incapaz de afrontar con unanimidad. No obstante, tras el debate del Estado de la Coalición, que progresa adecuadamente, aparece en el horizonte un nuevo problema pues el citado giro a la izquierda de Sánchez descoloca a Yolanda Díaz a pocos días de que la Vicepresidenta presentara su proyecto personal Sumar, al margen de los partidos que conforman Podemos, al extremo de que en la segunda jornada de debate mientras la bancada socialista aplaudía de pie al Presidente ella permanecía sentada y sin aplaudir en su escaño. En fin, un debate del Estado de la Coalición que aleja las expectativas de pactos de Estado entre PSOE y PP, pues, entre otras cosas, Feijóo no apoyará ningún plan económico de Moncloa que no contemple la bajada del IRPF, mientras Sánchez se queda solo con sus socios ante un escenario cada vez más frágil, preocupante e incierto.

          Atrás queda ya pues un debate en que el Gobierno espera recaudar 7.000 millones con los nuevos tributos de carácter temporal y extraordinario, y anuncia medidas sociales como el transporte de cercanías gratis y un refuerzo de becas de 100 euros más al mes, buscando con ello dar un vuelco político, mientras el PP sortea el debate económico y ataca a Sánchez a cuenta de ETA, tras el pacto de éste de la Ley de Memoria Democrática con Bildu, que sigue sin condenar los atentados terroristas aunque ahora al menos dice “sentimos enormemente el daño causado” (menos mal que lo sienten). Atrás queda el duro enfrentamiento entre Sánchez y Rufián, que llega a sacar unas balas supuestamente traídas de la valla de Melilla, a pocas horas de la celebración de la mesa de diálogo, cuando sus aliados le reclaman el derecho a decidir y  menor gasto en defensa, que no en los sobredimensionados gastos administrativos. El giro a la izquierda de Sánchez contenta a sus socios y aliados, que le piden que no vuelva a mirar a la derecha, mientras él niega cualquier responsabilidad en la crisis (toda la culpa es de los demás, no suya) y desprecia la oferta de cambios del PP cuyas propuestas califica de “tesis de curandero”, buscando un rearme ideológico frente a la oposición y rompiendo en vísperas del debate la negociación con el PP sobre el CGPJ, descartando dar marcha atrás en su reforma exprés del Poder Judicial, la condición de Feijóo para sentarse a renovarlo. Sánchez califica las medidas propuestas de “sociales y económicas de calado”, cuando el Gobierno no ha conseguido todavía aprobar en el Congreso su último plan contra la crisis, y el PP ve en esta apuesta del Ejecutivo hacia la izquierda la vía para acaparar el centro, cuando, nada más conocer las propuestas de Sánchez en el Congreso, exigidas por Podemos, las entidades financieras y energéticas pierden ya 9.500 millones en Bolsa, pues lo que algunos llaman “impuestazo a la banca” encarecerá el crédito y las comisiones, con lo que, como siempre, los ciudadanos serán quienes paguen el pato salvo que se tomen medidas intervencionistas, ajenas a la llamada economía de mercado que practican las democracias liberales de Occidente. Abascal por su parte pone la guinda haciendo un guiño a Feijóo para “echar a Sánchez” y comprometiéndose a derogar las “porquerías sectarias” del Gobierno, mientras Podemos celebra el “giro” a la izquierda y, manteniendo sus exigencias en otros terrenos, pide a Sánchez que no vuelva a mirar a la derecha.

          Entretanto, como hemos dicho, el Gobierno mantiene la reforma exprés del CGPJ al fracasar la negociación con el PP, que le exigen frenar la norma para aceptar renovarlo y Moncloa no renuncia al control del Constitucional, frustrando en definitiva el pacto del Consejo Judicial. Por su parte Didier Reynders, el Comisario de Justicia de la UE, dice al respecto que “actuaremos contra España si no renueva y luego reforma el CGPJ” y “si no hay avances, utilizaremos todos los instrumentos: el recurso al TJUE e infracciones” pues el último informe de la UE sobre el Poder Judicial español pide “que los jueces elijan a sus pares”. Y mientras Bruselas endurece la exigencia a España para que renueve el Consejo y rompa los lazos del Ejecutivo con la Fiscalía, Moncloa consigue los apoyos para controlar el TC y obliga al CGPJ a elegir antes del 13 de septiembre dos magistrados, logrando la reforma del Consejo sin escuchar a los jueces. ¿Tan complicado es que PSOE y PP entiendan que cuanto más independiente sea la Justicia más sólida será la democracia? ¿qué intereses oscuros tienen uno y otro en querer seguir controlando la Justicia? En fin, pues eso.

          Y mientras los analistas económicos avisan de un parón en otoño y recesión en 2023, el gasto en pensiones se dispara en 14.000 millones tras la subida de la inflación, que sigue al alza cuando el IPC, marcado por el precio energético, experimenta un alza record de los alimentos y las empresas de reformas, como las de otras actividades, sufren el incremento de los precios, cuando las obras son ya un 35% más caras que hace sólo un año, pues, como dice David Meléndez, propietario de una de ellas, “muchas han tenido que parar” ya que “todo lo básico para una obra ha subido; el ladrillo se ha triplicado”. ¡Cómo para andar jugando a debates sobre el Estado de la Coalición y no consensuar medidas mayoritarias de emergencia con la oposición, patronal y sindicatos para intentar paliar el lamentable estado del Estado por encima de prejuicios ideológicos indecentes en momentos tan críticos!.

          Por lo que respecta a oros asuntos cabe citar que Sanidad plantea dar gratis preservativos por prescripción médica para atajar el VIH; que el tope de gas cuesta hoy casi lo mismo que la propia electricidad, superando otra vez los 300 euros MWh; que Sanidad retrasa la dosis de refuerzo a mayores pese a la séptima ola, cuando la UE pide vacunar ya a los que tienen más de 60 años, pero España se lo piensa con los de 80; que muere el ex ministro José Guirao, un referente de la gestión cultural; que estamos en fase crítica de la segunda ola de calor del verano; que la tutela de la víctima del ex de Oltra salpica a su sucesora, pues Aitana Mas tendrá que decidir sobre el niño pese a su intento de derivar el caso a la Fiscalía; que pacientes covid persistentes están desesperados teniendo que someterse a tratamientos sin base científica, quejándose alguno de ellos de haber “pagado 15.000 euros por un lavado de sangre”; y que Marruecos señala a España por las muertes en la valla de Melilla, denunciando el Consejo Nacional de Derechos Humanos marroquí, quien se define como independiente pero su presidente es designado por el monarca alauí, que “las autoridades no facilitaron la asistencia y el socorro necesarios”.

          Y del exterior, destacar que Biden inicia su gira para promover un acercamiento entre Israel y Arabia Saudí presentándose como “sionista” e instando a “nunca olvidar” el Holocausto; que el dólar prácticamente consigue la paridad con el euro por primera vez en 20 años; que Reino Unido no consigue detener las pateras y decenas de migrantes se lanzan desde Francia hacia la costa británica; que las altas temperaturas reactivan los incendios por todo Portugal y en España el fuego de la comarca de Las Hurdes se extiende “muy virulento” por Salamanca; que Kiev y Moscú pactan liberar el comercio de cereales con la mediación turca; que los tories nombrarán el 5 de septiembre al sucesor de Johnson y parten como favoritos el ex ministro del Tesoro y la de Exteriores; y que Alemania teme que Putin corte el gas con la excusa de una parada técnica y se prepara para racionar el consumo en invierno, pues Rusia cierra de momento el gasoducto por mantenimiento previéndose que ello será aprovechado por Putin para dejar de suministrar gas a Europa.       

Fdo. Jorge Cremades Sena

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