Está claro, o
espabilamos, o no salimos del negro túnel político en que nos hemos metido….Y
se tiene la impresión de que, hasta que lleguen las inminentes elecciones, los
partidos prefieren seguir en el negro túnel cargado de demagogias e
incoherencias permanentes en vez de salir del mismo y despejar las
contradicciones que sólo entorpecen el buen funcionamiento de las instituciones
del Estado. En efecto a las permanentes guerras sobre diversos temas, que todos
conocemos, se añade ahora, en el tramo final de la Legislatura, otra más: la
guerra fiscal. Una guerra entre el Gobierno de Sánchez y las CCAA gobernadas
por el PP tras decidir éstas suprimir algunos impuestos y reducir otros a
imagen y semejanza de lo que ya se hace en Madrid, mientras el Ejecutivo de
Sánchez intenta evitar que se siga propiciando esta competencia fiscal a la
baja, dada su conocida voracidad impositiva que ha convertido a España en líder
del alza de la presión fiscal de los 34 países de la OCDE, mientras el citado Gobierno,
que se permite el lujo de tener uno de los Consejos de Ministros más numeroso
de Europa, rechaza reducir ministerios por su “eficiencia”, cuando se da la
circunstancia de que cuenta con el mayor número de ministros casi desconocidos
para la opinión pública. En definitiva, las autonomías gobernadas por el PP
calientan esta batalla fiscal (Andalucía suprime el Impuesto de Patrimonio;
Ayuso, que ya lo suprimió, anuncia que reducirá la inflación de la escala del
IRPF; Mañueco asegura que trabaja en una “rebaja fiscal histórica” en Castilla
y León….) y el Gobierno de Sánchez carga contra el PP por propiciar esta
competencia fiscal a la baja y desautoriza al Ministro Escrivá que plantea,
como solución al conflicto, recentralizar impuestos, mientras sus colegas en el
Consejo de Ministros rechazan su propuesta, diciendo que la hace “a título
personal”, mientras los socios nacionalistas y secesionistas de Sánchez ponen
el grito en el cielo por la insinuación de Escrivá de quitarles competencias al
respecto, mientras apuestan por una “armonización fiscal autonómica”, que
propone la ministra Montero, para evitar esta competencia fiscal a la baja (es
decir, para obligar a subir impuestos no hay reparo en que se toquen
competencias, pero para permitir que las autonomías puedan bajarlos, sí se
ponen pegas y acusaciones de centralismo), y mientras el PSOE se abre además a
imponer un impuesto a los ricos, que ya pedía Podemos y que hasta ahora el
Ejecutivo rechazaba. Es lo que hay, la guerra fiscal está servida y defender
posiciones conlleva todo tipo de acusaciones y verdades a medias: por un lado
Moreno Bonilla argumenta que elimina el Impuesto de Patrimonio para atraer a
Andalucía a 7.200 fortunas, seduciendo así, como hace Madrid, a nuevos
contribuyentes y evitar la fuga de empresarios, como sucede en tierras
catalanas, confiando en cautivar a importantes inversores de Cataluña; por otro
lado el Ejecutivo, adoptando las teorías de Podemos, sale en tromba contra
Moreno por bajar impuestos y acusa al PP de que lo hace para favorecer a los
ricos (los malos de la película) y le responde con la idea de un impuesto a las
grandes fortunas, mientras el PSOE presiona a Sánchez para bajar los impuestos
y actúa para que el Gobierno se mueva y desactive la estrategia fiscal que
vende el PP y que genera nerviosismo entre los candidatos de las elecciones de
mayo, por lo que esperan un gesto en los Presupuestos con el IRPF. Y en medio
de este doble patinazo de Escrivá (los “hombres de negro” enviados por Bruselas
desconfían de su reforma de las pensiones y Moncloa rechaza en tromba su idea
de recentralizar los impuestos), Iberdrola y Endesa chocan con Cepsa y Repsol
por el “impuestazo” y piden que España siga a Europa con su tasa sobre los
beneficios extraordinarios, las CCAA gobernadas por el PP ignoran al Gobierno y
ultiman más bajadas de impuestos…. y Garamandi, Presidente de la CEOE, sostiene
que “Sánchez comete un error al hablar mal de Botín y Galán”. La guerra fiscal
entre Gobierno y PP (con el PSOE, Podemos y los nacionalistas de por medio)
está servida y es una guerra cargada de demagogias como munición para unos y
otros, que pretenden situar al contrario entre los “malos” de la película para
situarse ellos entre los “buenos” de cara a las elecciones que se avecinan.
Por otro lado Ferraz reprende a Page
y él se reafirma en que “si seguimos con las mismas compañías el PSOE sufrirá
un castigo” en las elecciones, afirmando “se lo he dicho a quién debe saberlo”,
y en que no comparte con Sánchez “que Feijóo sea insolvente y es muy difícil
que la sociedad lo vea así” (afirmaciones que inmediatamente le han acarreado
desde la izquierda y desde algunos socialistas con orejeras calificativos de
facha, pues, ya saben, quienes no digan “si bwana” a todo lo que diga o haga
este Ejecutivo, autocalificado de progresista, se convierte inmediatamente en
un fascista impresentable). Por su parte el PSOE cierra filas con Sánchez y
defiende sus pactos con EHBildu por los avances sociales, mientras Moncloa
intenta aislar a Page para acallar las críticas al Presidente, aunque el PSOE
de Madrid se rebela contra Ferraz y rechaza que un ministro sea el candidato
para presidir la Comunidad madrileña.
Mientras tanto, en asuntos
judiciales, el Gobierno critica la condena de Griñán por el caso de los ERE y
desliza argumentos jurídicos contra la sentencia, que puedan servirle de base
para el posterior indulto, impopular por donde se mire, pues la ministra de
Justicia, Pilar Llop, destaca en el Senado que la condena “no es unánime” y que
“está siendo además contestada por la doctrina penal”, mientras Bendodo, el
coordinador general del PP, le replica que “las sentencias están para
cumplirse”. ¿Es que la ministra de Justicia sostiene que si las sentencias no
son por unanimidad cabe no cumplirlas por la vía de gracia del Ejecutivo? ¿Es
esa la doctrina penal que, según la ministra, contesta a la sentencia sobre los
ERE? ¿Acaso las sentencias dictadas no obligan a su cumplimiento sean dictadas
por unanimidad o por mayoría como dice la norma? En fin, sin más comentarios ni
preguntas…..basta saber qué estarían diciendo, con toda la razón del mundo, el
PSOE y sus aliados y socios del Gobierno de Sánchez si a un condenado relevante
del PP por un grave delito, como es el caso, un gobierno popular rechazara
abiertamente la condena y le indultara para que no tuviera que cumplir la pena
impuesta por los tribunales. En fin, con semejante visión torticera y parcial
de la Justicia es complicado llegar a acuerdo alguno para mejorarla en España,
mientras una reunión negociadora en el CGPJ deja sin expectativas renovar el
TC, pues los comisionados conservadores no propondrán ningún candidato y no
prevén una elección por separado. Entretanto Moncloa tienta a Lesmes para
romper el bloque del CGPJ, pues el Gobierno le presiona para “tomar” el TC
antes de la visita del Comisario de Justicia de la UE que les va a pedir un
pacto global para finiquitar este bochornoso espectáculo que España está
exhibiendo de forma indecente, por mucha base legal que puedan tener sus
actores para hacerlo.
Y mientras Ayuso pretende estar sólo
una legislatura más en Madrid y remodelar su gobierno, diseñando un gabinete de
futuro más joven y que podría incluir al que sería su relevo, en Vox se
incrementa la guerra entre Olona y Abascal, pues la ex secretaria general del
Grupo Parlamentario, que niega estar echando un pulso al líder de su partido,
no tiene reparo alguno en decir públicamente: “escucho lo mismo de gente que ha
dejado Vox: falta de respeto y de democracia interna” y en aclarar que “cuando
pedí reunirme con él se activó mi linchamiento, la maquinaria de triturar
carne”. Dicho queda.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que la inflación alimenta las colas del hambre, pues las despensas
solidarias están desbordadas a la vuelta del verano; que Trabajo multa a Glovo
con 79 millones y regulariza a 10.600 falsos autónomos; que aumenta la presión
social y política para quitar la mascarilla ante la caída de casos covid; que
los inspectores de Trabajo destapan 26.000 falsos empleados fijos discontinuos;
y que el Mar Menor ya puede exigir sus derechos tras ratificarse en el Senado
una iniciativa popular que reunió a medio millón de firmas convirtiéndola ahora
en ley reconocedora de la personalidad jurídica del ecosistema, siendo el
primero de Europa al que se reconoce la citada personalidad jurídica…..sin
duda, una gran noticia.
Y del exterior, destacar que el BCE
prevé una caída del precio de la vivienda por el alza de tipos; que EEUU sube
los tipos de interés al nivel más alto desde 2008, pues la Reserva Federal
eleva el precio del dinero en 0´75 puntos, hasta el 3%; y que medio millar de
mandatarios mundiales, 2.000 invitados, representantes de todas las casas
reales y casi dos millones de británicos en las calles dan el último adiós a
Isabel II de Inglaterra, entre ellos Felipe VI de España que aparece junto a su
padre por primera vez en dos años, aunque entre ellos no intercambian palabra
alguna durante la ceremonia de este último adiós a la gran reina Isabel que
marca el fin de una era y que ya descansa en la bóveda real de Windsor al lado
de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, mientras el protocolo sentaba a
Biden en la última fila después de negarse éste a llegar a la ceremonia en
autobús. Pero la noticia que más preocupa a la opinión pública mundial es la
evolución de la guerra en Ucrania, pues Putin explota el chantaje nuclear para
consolidar la anexión exprés del Donbás y monta referéndums para convertir en
territorio ruso las regiones ocupadas en Ucrania amenazando con usar “todas sus
fuerzas” si Ucrania entra en ellas, un Putin cada vez más solo que esgrime la
amenaza nuclear, mientras Biden le replica que ninguna guerra atómica “debe
lucharse ni puede ganarse”, Erdogán aboga por una retirada de las fuerzas de
Putin para negociar un acuerdo de paz con Kiev, Sánchez dice que “el presiente
ruso ya sabe que está perdiendo la guerra” y China se desmarca de su socio,
que, acorralado, ya reconoce que lo que iba a ser una operación militar en
Ucrania se ha convertido en toda una guerra de ocupación insostenible, para la
que Putin moviliza a 300.000 reservistas ante el avance ucraniano en los
territorios ocupados, provocando múltiples protestas en las grandes ciudades y
centenares de detenidos por protestar en las calles, mientras se agotan los
billetes de avión para salir de Rusia; y es que esta guerra total de Putin
fractura Rusia y los rusos se rebelan por enviarles a la guerra en tanto que
Biden advierte a Moscú contra las “amenazas irresponsables del uso de armas
nucleares” y el dictador ruso señala que su amenaza “no es un farol” en su
discurso
más belicoso y,
autoproclamándose víctima en vez de verdugo, dice que garantizará su defensa
con “todos los medios” como si él fuera el atacado, en vez del atacante,
mientras Gorinov, el concejal ruso condenado por criticar la guerra de Putin,
dice desde la cárcel que “el régimen de Putin necesita víctimas” y Viktor Yuschenko,
ex presidente de Ucrania, que fue envenenado presuntamente por espías de Rusia,
manifiesta que “como buen asesino que es, el presidente ruso lanza a sus
jóvenes a la picadora” con esta movilización de reservistas para intentar
cambiar el rumbo de la guerra que ha montado.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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