En
pleno escándalo por las negativas consecuencias de la aplicación de la
chapucera ley del “sí es sí”, el bloque de investidura de Sánchez, tras varios
meses de polémica interna y externa, consigue sacar adelante en el Congreso,
junto a la reforma del aborto, la controvertida “Ley Trans” y, con sendas leyes,
Sánchez, que no escarmienta, concede a Irene Montero y a Podemos que las
menores tengan más fácil autonomía para abortar y que los menores (ya sean los,
las, les, lis o lus) puedan cambiar de sexo desde los dieciséis años, y en
algunos casos desde los doce, bastando una prueba de madurez, que no especifica la ley, para acceder incluso a una
cirugía de consecuencias irreversibles para el resto de la vida de quienes
opten a ella, lo que es una temeridad, especialmente si se trata de menores, y,
por tanto, inmaduros todavía ya que así es la naturaleza evolutiva de las
cosas. Además, a nivel administrativo o identitario a efectos civiles, y al
margen de que haya o no cirugía de por medio, para elegir el sexo que a cada
uno le guste en el DNI, les bastará solicitarlo y ya está; sexo cambiado. Es
decir, un sexo a la carta que puede tener consecuencias perversas como ya ha
sucedido, por ejemplo en Escocia, permitiendo que varios depredadores sexuales
ingresaran en cárceles de mujeres para cumplir sus condenas, ante el horror de
su víctimas, lo que, junto al fiasco de la estrategia secesionista, ha
provocado la renuncia de Sturgeon, la primera ministra escocesa, en pleno
escándalo por su “ley Trans”. Lo lamentable es que, desgraciadamente, el PSOE,
con tal de que Sánchez se mantenga en el poder, que es lo fundamental, se
pliega una vez más a las exigencias caprichosas minoritarias de Podemos, que
tanto daño le está haciendo, y sólo con la abstención de Carmen Calvo,
rompiendo la disciplina de voto del partido, da el visto bueno a las
ocurrencias de Irene Montero, quien apunta contra la “resistencia” y manifiesta
que “hemos dado un paso de gigante tan grande como hemos podido”, pero lo que
no dice la ministra podemita es adónde nos puede llevar ese paso gigantesco
que, además de las consecuencias irreversibles de una hipotética cirugía en
edades precoces, concede a los menores y adolescentes la posibilidad de elegir
en el DNI el sexo que consideren oportuno, coincida o no con el que la Madre
Naturaleza le haya concedido a cada uno. Y todo ello en pleno escándalo por el “efecto
sí es sí” que amenaza ahora estas leyes del aborto y trans después de recibir
el placet del Congreso con el riesgo de nuevos “efectos indeseados” que luego
todos tendremos que lamentar, mientras los jueces (aunque ya sabemos que según
Podemos y parte del gobierno de coalición son los culpables ya que suelen ser
fachas y aplican mal la ley) ya han alertado sobre los riesgos jurídicos de los
anteproyectos que acaban de ser aprobados en la Cámara Baja. Pero no pasa nada,
sobre los consejos de los expertos en las distintas materias legislativas
prevalece siempre la ciencia infusa que adorna la infalibilidad de las
ideologías radicales totalitarias. Y así nos va. Mientras tanto ya algunas
víctimas, como Lucía, se plantean demandar al Estado por los daños causados,
pues, en este caso, su tío abusó sexualmente de ella desde los siete a los doce
años, la Justicia tardó seis años en enviarlo a prisión y ahora es uno de los
beneficiados por la aplicación de la ley del “sí es sí”, mientras el Gobierno
deshoja la margarita sin saber cómo salir del atasco en que él mismo nos ha
metido, pues Sánchez, de momento, se limita a reñir a su socio gubernamental
por crear “ruido” en la coalición y a instar a Igualdad a que presente una
propuesta para reformar la ley mal hecha, mientras su socio le contesta que ya
han hecho propuestas al respecto y acusan al PSOE de ser de derechas…..pues ya
saben, discrepar de su sapiencia absoluta y de su ideología beatífica te
convierte inmediatamente en facha recalcitrante. En fin, sin más comentarios,
es lo que hay.
Por
otro lado Educación se enfrenta a ocho CCAA por la repetición de cursos
(cuantas menos exigencias y esfuerzo, mejor) ya que dichas autonomías elaboran
normativas que contradicen lo establecido en la Ley Educativa para dar más
margen a los equipos de profesores a la hora de decidir una repetición de curso
y quitar peso al número de suspensos y el Ministerio se dispone a llevarlas a
los tribunales, como ha hecho ya contra Madrid (la culpable de todos los males
del Universo), que persiste en su desafío, mientras otras como Castilla La
Mancha rectifica. En fin, un desmadre como el existente en Sanidad, convertida
en baza electoral, cuando, al margen de los errores y aciertos en la gestión de
unos y otros, el balance total es que en la era del gobierno de Sánchez hay
158.500 pacientes más en espera para operarse, pues de 584.018 enfermos
pendientes de cirugía en junio de 2018 se ha pasado a 742.518 en la actualidad,
un aumento prácticamente repartido entre todas las CCAA, que deben dejar de ser
de una vez por todas blanco de acusaciones de unos u otros para eludir sus
respectivas responsabilidades. Y, entretanto, en el asunto de la Justicia ya
van 160.000 juicios suspendidos sin que el Gobierno logre cerrar la huelga de
letrados judiciales, protesta que lleva ya un mes y ha provocado el bloqueo de
535 millones de euros, y retrasos en divorcios, bodas, cobro de pensiones y
reparto de miles de casos…..pero no pasa nada, la ciudadanía puede esperar. Por
cierto, hablando de Justicia, el fiscal pide siete años de cárcel para dos
colaboradores de Junqueras en la organización del patético 1-O, mientras
Puigdemont confía en el nuevo TC para frenar su procesamiento y esgrimirá la
reciente sentencia del TJUE para cuestionar la competencia del Supremo.
Y
en medio de todo este embrollo, cuando aparecen nuevas discrepancias internas
en el gobierno de coalición sobre subvencionar los alimentos (Podemos, olvida
el plan anticarne de Garzón y pide ahora bonificar su consumo, planteando una
bonificación de un 14% en la cesta de la
compra, mientras el IPC se eleva al 5´9% pese a la rebaja del IVA de los
alimentos) y cuando Sánchez lleva al límite la deuda de las pensiones
disparándola un 200% (la deuda de la Seguridad Social se ha triplicado con este
Gobierno de coalición, pues ha pasado de 34.900 millones cuando Sánchez llegó a
Moncloa a los actuales 106.200 millones), el pasivo del Estado supera ya los
1´5 billones (con b) de euros que quienes vengan detrás de nosotros tendrán que
pagar. No obstante, el Gobierno presume de fondos europeos porque, al final,
Bruselas avala la gestión de los mismos en España al liberar con demora 6.000
millones pero sin que la Comisión deje de dar un toque de atención al Gobierno
por el retraso en el sistema de auditoría y control de dichos fondos, aunque al
fin da por cumplidas las exigencias, pero, no obstante, las dificultades en la
reforma de las pensiones, prometidas a la UE, complican el siguiente pago,
cuando inexorablemente se acaba la Legislatura.
¿Acometerá
finalmente el Gobierno esa imprescindible reforma estructural del Sistema de Pensiones
actual? Me temo que no. Y menos aún en plena crisis PSOE-Podemos que deja sin
reformar el “sí es sí”, al menos hasta
abril, pues el miedo de los socialistas a aceptar propuestas del PP (no
vaya a ser que sus socios podemitas y secesionistas les acusen de fachas, como
ya lo hacen) retrasa cualquier solución que no satisfaga, no ya a los españoles,
que sería lo razonable, sino a los radicales sostenedores de este Gobierno al
que Rubalcaba, antecesor de Sánchez en la dirección del PSOE, calificó de “Gobierno
Frankenstein”…. ¿Es tan perverso en democracia negociar con la oposición
soluciones de vital importancia para la ciudadanía y que requieren un amplio respaldo
parlamentario? Por lo visto, sí; es perverso. Lo cierto es que Sánchez, sin
semejante requisito de consenso, ha reformado ya diecisiete veces el Código
Penal, triplicando al Gobierno anterior, cuando el Código Penal es la médula
espinal del Estado y lo lamentable es que la mayoría de esas reformas hayan
sido no para satisfacer las demandas ciudadanas mayoritarias sino las exigencias
de sus minoritarios socios y sostenedores del caótico “Gobierno Frankenstein”
que preside.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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