jueves, 9 de noviembre de 2023

JARABE DEMOCRÁTICO

 

                        Vaya por delante mi más contundente repulsa y condena a cualquier tipo de violencia, la ejerza quien la ejerza, y mi más entusiasta apoyo al derecho que todos los ciudadanos, sean quienes sean, tienen a manifestarse pacíficamente para reivindicar o rechazar aquellas cosas que consideren oportuno. Dicho esto, entenderán que estoy totalmente a favor de las manifestaciones pacíficas convocada para rechazar la controvertida y polémica amnistía que Sánchez pretende otorgar a los condenados por sedición y a los prófugos de la Justicia para con ello, borrar el ilegal “procés”, como si jamás hubiese existido, a cambio de que los delincuentes aprueben su investidura y le permitan seguir en el poder tras haber perdido las elecciones. Y, por ende, entenderán mi más absoluta condena a quienes, por una u otra razón, intentan reventar con violencia dichas manifestaciones; así lo he hecho siempre, tanto sobre las algaradas callejeras en Cataluña por el procés, como en los acosos, escraches e insultos, más o menos violentos, que popularizó en su día Podemos con Pablo Iglesias defendiendo semejantes actuaciones con el argumento de que era una especie de “jarabe democrático”, mientras defendían que habían venido para acabar con la “casta” y acabar al final formando parte de ella. Pero, dicho todo esto de nuevo, entenderán que con lo que no puedo estar de acuerdo es con que ahora, tanto Podemos como el PSOE (y por supuesto, toda la caterva secesionista y populista) pongan el grito en el cielo diciendo que se trata de “violencia política” sencillamente porque se ejerce contra ellos, mientras, paradójicamente, pactan amnistiar, entre otras cosas, la violencia ejercida en su día por los CDR y por Tsunami Democratic. Es obvio que un poco de coherencia política no vendría nada mal ya que ese “jarabe democrático” que recetaba Podemos no puede convertirse ahora por arte de magia en una especia de veneno democrático por el mero hecho de que ahora tan balsámico remedio para la democracia otros se lo recetan a ellos. En fin, es el juego sucio de la política que cualquier persona decente debiera denunciar en todo momento y lugar, sobre todo, sabiendo que las recetas totalitarias radicales de los alborotadores, sean de la extrema derecha o de la extrema izquierda, sólo conducen al caos y al desastre, que seguramente es lo que algunos pretenden, pues cuanto peor, mejor para ellos. Los disturbios violentos ante las sedes del PSOE, como los anteriores ante las sedes del PP o de cualquier otro partido político y, más aún, los perpetrados contra el Congreso de los Diputados, el Sancta Sanctorum de la democracia, por el patético movimiento “rodea el Congreso”, han de ser siempre condenados con contundencia por los partidos políticos democráticos y no a conveniencia en cada momento de unos u otros. Pero las decisiones de dudosa cobertura constitucional protagonizadas por las instituciones del Estado, cuando están obligadas a defender nítidamente la Ley y la Constitución, también han de ser condenadas, pues no se entiende que miembros del Gobierno pidan a los partidos de la oposición que denuncien la violencia contra las sedes de los partidos gobernantes mientras ellos negocian la exoneración de la violencia por meros intereses de permanecer en el poder en vez de poner freno de una vez por todas a esta espiral antidemocrática de unos y otros. Por tanto, todo el derecho a convocar manifestaciones contra la polémica Ley de amnistía y toda la repulsa siempre contra quienes aprovechan las manifestaciones para reventarlas generando violencia, que sí es el veneno contra la democracia.

            La cruda realidad es que la Justicia y la calle sacuden la oscura negociación de PSOE y Junts en Bruselas (Puigdemont está de momento reclamado por y fugado de la Justicia), mientras un juez, ejerciendo todo su derecho, implica al ex president y a Rovira en el “caso Tsunami” y mientras el CGPJ carga contra la presunta amnistía. En efecto, la Audiencia Nacional investiga a Puigdemont por terrorismo atribuyéndole un papel clave en las graves algaradas de “Tsunami Democratic”, así como a Rovira y otras diez personas, mientras la Fiscalía, que según Sánchez depende de él y no del Estado, sólo ve un delito de desórdenes públicos (vamos, una especie de pelea callejera ocasional), en tanto que el juez de la Audiencia Nacional se dispone a llevar a la UE la amnistía a Puigdemont por terrorismo para que sea el Tribunal de Justicia Europeo quien decida al respeto, imputando al prófugo por montar Tsunami Democratic para desestabilizar el Estado mientras el fugado negocia con Sánchez su amnistía a cambio de votos, y recuerda que España está obligada a perseguir este tipo de delitos y que existe un mandato expreso de la ONU, en tanto que el CGPJ advierte que la Justicia puede convertirse en “una quimera” y las protestas contra las sedes del PSOE se extienden por toda España, cuando Feijóo llama a una movilización el 12-N contra la amnistía y dice que “no nos van a callar ni amedrentar” y, por fin, condena la violencia en la calle pero señala al líder socialista como “el principal responsable de lo que está ocurriendo” y Sánchez le acusa de “silencio cómplice” del PP por haber tardado en denunciarla demasiado, mientras algunos ministros manifiestan que en todo caso Feijóo ha denunciado la violencia forzado por las previas condenas de algunos de sus barones como Moreno Bonilla o Ayuso, intentando avivar las especulaciones de que es una marioneta en sus manos para desprestigiarle.

            Obviamente la imputación del juez García-Castellón a Puigdemont por terrorismo tras cuatro años de investigación provoca un contratiempo añadido en las negociaciones PSOE-Junts para la investidura en plenas manifestaciones en la sede del PSOE a las que acudió Abascal pero ningún miembro de la dirección del PP, lo que no impide que los socialistas y sus socios sigan considerando como extrema derecha a ambos para desprestigiarlo, mientras Fiscalía se enfrenta al magistrado y recurrirá la imputación contra el prófugo, quien, fiel a su totalitarismo radical de derechas, señala al Rey, a los jueces y “al golpe de Estado permanente” de España, con cuyo Presidente de Gobierno negocia su propia amnistía y la de los suyos, mientras el Poder Judicial se planta y saca adelante una nota (por nueve votos a favor, cinco en contra y el del presidente en banco) diciendo que la presunta amnistía supone “abolir el Estado de Derecho” y “genera una clase política impune por sus delitos”, lo que obviamente es criticado desde instancias gubernamentales. Es tal el escándalo provocado por esta negociación de investidura, que al final se consolidará (ninguno de los negociadores se puede permitir hacer ya marcha atrás a estas alturas) que hasta la propia UE pide explicaciones a Sánchez de lo que está pasando, pues el Comisario de Justicia Europeo remite una carta a los ministros Bolaños y Llop para que le aclaren con “información detallada” sobre la negociación “el alcance  personal, material y temporal” de la norma sobre la amnistía, transmitiéndole que existen “serias preocupaciones” sobre la presunta ley y recordándole que la Comisión Europea debe velar por el respeto de los “valores fundamentales de la UE” y del “Estado de Derecho”…. Pero el empecinamiento de Sánchez por consolidar sus ambiciones personales pesa más y Moncloa despacha a Reynders con la excusa de que la polémica medida no corresponde a su ámbito sino a los grupos parlamentarios (¡vamos, que él simplemente pasaba por allí y son los grupos parlamentarios los responsables del asunto!)….y los españoles, como imbéciles, a creérselo.

            Por su parte, mientras PSOE y Junts ultiman el anuncio del acuerdo para la investidura y Bruselas pide explicaciones sobre la amnistía antes de que haya ley, Junts avisa al PSOE de que “el tiempo juega a nuestro favor”, mientras Puigdemont exige ahora rehacer la ley pactada por Sánchez con ERC para neutralizar la acusación por terrorismo y las imputaciones de Tsunami, con el objetivo de salvar a Puigdemont, a quien le inquieta quedarse fuera de la medida y que sí beneficie a Junqueras (su enemigo íntimo), en tanto que Aragonés en su visita a El Vaticano eleva la negociación al Papa y éste le aconseja dialogar. Y es que desmontar el Estado de Derecho no es tan fácil como algunos consideran ya que, a pesar de todo, el Poder Judicial y la Justicia siguen decididos a imponer la ley contra viento y marea, a pesar de los cambios que unos y otros pretenden para arrimar el ascua a su sardina, por más que semejantes comportamientos sean deplorables y nadie entienda la ley del embudo que se quiera imponer.

Pero volviendo al “jarabe democrático” de Podemos, la cruda realidad es que, como los podemitas entonces, ahora los ultras se adueñan de la agitación callejera contra la amnistía, es lo que sucede con los radicalismos intolerables, aprovechando que miles y miles de personas se manifiestan pacíficamente contra lo que consideran un atropello a la igualdad de los españoles y a la Constitución. Y ante los disturbios que provocan estas minorías violentas miserables para ocultar la realidad y generar más caos, los policías señalan al Gobierno y le piden que no los utilice, estupefactos por la orden recibida de emplear gases lacrimógenos en la manifestación de la calle Ferraz, reclamando que se abra una investigación, mientras el Gobierno blinda la calle desplegando Interior 320 agentes antidisturbios que tuvieron que cargar contra los radicales y el PSOE trata de rentabilizar las manifestaciones con el argumento de que “no es contra Sánchez, es contra la democracia”…….

Y, como era de esperar (ya no cabe otra alternativa ni hay tiempo para seguir mareando la perdiz), por fin Junts y PSOE, es decir el prófugo y el presidente, anuncian que han firmado un pacto o acuerdo de investidura, para muchos un desacuerdo, ya que en el texto se reproducen las ambigüedades calculadas de uno y otro para que luego, según las circunstancias, quepa cualquier cosa y cualquier interpretación hasta que se conozca en concreto el texto completo de la prometida Ley de Amnistía y su encaje o no en la Constitución; es decir, con el pacto o no-pacto suscrito por PSOE y Junts se solventa la premura que exige la investidura, cuyo debate será la próxima semana. Desde luego el “jarabe democrático” no son las manifestaciones violentas de antes o de ahora, pero tampoco lo son pactar el gobierno con prófugos de la Justicia, amnistiar a los condenados por graves delitos o a los fugados de la misma para que apoyen tu investidura, retorcer las leyes para que quepan arbitrariamente en ellas todas las ocurrencias y caprichos o intereses de unos o de otros según convenga, ni, por supuesto, gobernar tras haber perdido las elecciones conformando mediante concesiones contradictorias una mínima mayoría aritmética parlamentaria con todos los grupos, por antagónicos que sean, que impidieron yendo a la contra del partido más votado o ganador de los comicios para que fuera investido presidente. Todo esto, más que “jarabe democrático”, es un veneno democrático que puede traer graves consecuencias para la ciudadanía….pero ya ven, de momento, es lo que hay, aunque la pura matemática no debe confundirse con la política que, con mayúsculas, es otra cosa obviamente. Y justo cuando estoy escribiendo este artículo, salta una noticia muy preocupante: el conocido político Vidal-Quadras, cofundador de Vox, acaba de ser tiroteado en la cara en plena calle…. esperemos que, al menos, el atentado no obedezca a razones políticas, pues sería tremendamente preocupante, y por supuesto, deseemos que su recuperación sea lo antes posible.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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