El todopoderoso
superministro Bolaños, más sanchista que Sánchez, imitando a su Jefe no tiene
reparo alguno en mentirle a los españoles tras su entrevista con Reynders, el
Comisario de Justicia de la UE, diciendo públicamente que el citado Comisario
le ha dicho que la UE tiene “cero preocupación” sobre Cataluña y la Ley de
Amnistía, y aprovecha su comparecencia ante los medios para arremeter contra la
catastrofista oposición del PP, tildada, como sabemos, de ultraderecha montaraz
y antidemocrática por el Gobierno de Sánchez al que él pertenece. Sin embargo
poco le ha durado a los españoles la alegría de saber que la nueva Ley de
Amnistía, que ha pactado Sánchez con el prófugo Puigdemont, no causa preocupación
alguna en Europa, pues inmediatamente la UE sale al paso y desmiente al
superministro español confirmando la Comisión Europea que Reynders sí le
expresó las dudas de Bruselas y negando sentir por ahora “cero preocupación”
como dice que le dijo el comisario a Bolaños. Por tanto, es obvio que uno de
los dos miente descaradamente, o miente Bolaños o Reynders,…..¿quién creen
ustedes que es? Al efecto el superministro insiste en “sostenella y no
enmendalla” diciendo “fui muy claro, no hay ninguna preocupación” con lo que,
dada la serie de mentiras (o cambios de opinión) procedentes de su jefe Sánchez
y su Gobierno, al que él pertenece, frente a la ausencia de mentiras que
caracteriza a la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, a la que
pertenece Reynders, todo apunta a que quien miente es Bolaños y no el comisario
europeo, especialmente cuando no es habitual que, si no hay preocupación alguna,
las decisiones de los gobierno de los países miembros de la UE en plena
tramitación sean supervisadas por los órganos de la UE, indicando que, en este
caso, alguna preocupación tendrán sobre lo que acaece en España con este
gobierno del muro Frankenstein-Dos, que el partido más votado y Jefe de la
oposición en España califica de “radical”. La realidad es que, al margen de que
Bolaños diga que le han dicho que no hay “preocupación” y Reynders lo niegue,
una serie de acontecimientos insólitos e impensables en cualquier otro país
miembro de la UE plenamente democrático, pone en alerta no ya a la UE, como
sucede con Polonia y Hungría, sino a cualquier demócrata, comenzando por la
insólita situación de que un prófugo de la Justicia negocie con el Gobierno en
el extranjero porque no puede entrar en España y le imponga las reglas de juego
a todo un Ejecutivo legítimamente elegido por los españoles, por más que éste
se haya formado gracias a lo que, según Sánchez, es “la dictadura de los votos”
(muchos de ellos contra natura ideológica) y, en el mejor de los casos, con el
objetivo de crear un muro para media España por parte de la otra media, es
decir, la del PSOE de Sánchez y sus aliados radicales de izquierdas, abertzales
y secesionistas tanto de derechas como de izquierda, al que Sánchez y sus
amigos califican además cínicamente de “progresista y de izquierdas”. ¿No es
esto suficiente para preocuparse? No en vano el Jefe del Estado, el Rey Felipe,
en la solemne apertura de la Legislatura en el Congreso de los diputados
insiste en apelar al espíritu de la Transición (aquel espíritu de concordia de
los españoles que hoy se quiere borrar) reivindicando “una España unida, sólida
y sin divisiones” y la defensa de la Constitución, hoy más amenazada que nunca,
recordando a los diputados el “deber moral” de defenderla, mientras pide en el
Congreso “entendimiento mutuo sin imposiciones ni exclusiones” y “buscar el
bien común de todos los españoles”. Todo esto dicho en un acto solemne al que
no acuden los diputados separatistas que avalan el Gobierno de Sánchez y que
reclaman en la calle “romper con lo que representa el Rey”, mientras la
Presidenta de la Cámara, Armengol, elegida, por no decir impuesta, gracias al
pacto con dichos secesionistas, actuaba como un agente más de Sánchez con un
polémico discurso tildado de “partidista” por el PP tras acusarle de
“distorsionar la realidad” irritando a la oposición de tal manera que no
aplaude a la Presidenta por tan insólito discurso que debiera haber sido
estrictamente institucional e imparcial en vez de un “mitin del PSOE” como
denuncian los populares. Sobran pues los motivos de preocupación sobre lo que
está pasando en España? Esa es la cuestión.
Y para mayores motivos de
preocupación, contra lo que dice el superministro Bolaños, un insólito
enfrentamiento del poder Ejecutivo contra el Poder Judicial que pone en
entredicho la irrenunciable separación de poderes. Por un lado, en plena bronca
con el Gobierno, el CGPJ considera no idóneo a Ortiz, propuesto por el
Ejecutivo como Fiscal General del Estado, reprobándole por falta de
imparcialidad, siendo la primera vez que rechaza este nombramiento. Por otro
lado el Tribunal Supremo, desautorizado con la amnistía, anula directamente el
nombramiento de la ex ministra socialista Magdalena Valerio como Presidenta del
Consejo de Estado al no ser “jurista de reconocido prestigio” como requiere
semejante nombramiento. Y entretanto la Fiscalía (ya saben que, según Sánchez,
depende y ha de estar al servicio del gobierno y no del Estado) cuestiona al
juez García Castellón por su causa contra Puigdemont, el gran beneficiado de
este embrollo chantajista, quien ya se ve exento de comparecer ante la Justicia
española para rendir cuentas gracias al apoyo imprescindible de sus siete votos
en el Congreso para que Sánchez presida el Ejecutivo. El caso es que mientras
Bolaños asegura a la UE que no rebajará mayorías para renovar el CGPJ (no se
pueden cambiar las reglas de juego a mitad del partido), este organismo lleva
cinco años en funciones al ser incapaces PSOE y PP (es decir, gobierno y oposición)
de ponerse de acuerdo para renovarlo con la normativa vigente que requiere,
como se ha venido haciendo hasta que Sánchez llegara al poder, un amplio
consenso por parte de ambos partidos sobre los candidatos lo que ahora, en vez
de sentarse a negociarlos, sirve a ambos de arma arrojadiza (incluso en los
medios de comunicación) para culparse uno a otro de la situación insostenible
que atraviesa el gobierno de los jueces, provocando la peor crisis de la
Justicia en España cada vez más politizada contra lo que exige la UE, mientras
las vacantes y la precariedad se acumulan en la cúpula de los organismos
judiciales. Una renovación que no llega, pareciendo mentira que siendo Sánchez
tan dialogante y comprensivo con los secesionistas para seguir en el poder, sea
tan poco dialogante con la oposición en el Parlamento para resolver un asunto
de primordial importancia para el buen funcionamiento de las instituciones del
Estado de Derecho. Así las cosas el PP da un portazo a negociar la renovación
del Poder Judicial, pues, según Tellado, el nuevo portavoz parlamentario del
grupo popular, no ayudarán a Sánchez a “controlar el órgano”, mientras su
presidente suplente, Guilarte, propone retirarle su competencia de los
nombramientos de la cúpula judicial y crear un nuevo sistema por el que los
presidentes de las audiencias y los tribunales superiores de justicia sean
elegidos por sus miembros y los del Supremo por un tribunal independiente. En
fin, ya ven, razones para la preocupación, “habelas ainas” como dicen en
Galicia sobre las brujas.
Y para colmo de la preocupante situación,
mientras los altos funcionarios preparan un comunicado crítico con los pactos
del Gobierno y miembros de asociaciones de los Cuerpos Superiores del Estado
reconocen “presiones” para evitar un pronunciamiento duro contra las cesiones
del Ejecutivo, el PSOE y Junts se citan clandestinamente en Ginebra para
iniciar una secreta negociación “de máximos” y negociar definitivamente la
amnistía, el pacto fiscal y un ilegal referéndum (salvo que sea para todos los
españoles) sobre la autodeterminación de Cataluña, aunque el secretismo
pretendido se trunca en parte al ser cazados en el avión tanto el socialista
Santos Cerdán como la exconvergente y hoy secesionista Mirian Nogueras, los
encargados de la insólita negociación, eso sí, ante un mediador internacional (que los socialistas
llaman “acompañante”, para disimular la vergüenza) y satisfacer así a
Puigdemont, que presidirá la reunión, y garantizarle que lo pactado se
cumplirá, convirtiéndose así el prófugo en el verdadero controlador político y
económico del Gobierno del Estado. Un Puigdemont que ya tuvo libertad con el
“lawfare” a cambio de sacarlo de la amnistía y poder vender mejor la pretendida
ley que en principio incluía que había persecución judicial en España; un
Puigdemont que, estando acorralado y a la fuga, recupera, gracias a Sánchez, la
agenda política y se convierte en el insólito protagonista del destino de todos
los españoles, incluidos los catalanes. Y en medio de esta opaca negociación,
aunque previamente se había pactado ocultar la identidad del verificador, que
tutele el pacto de forma indecente en el extranjero, iniciando lo que los
socialistas califican como “una reunión más” y al mediador de “acompañante”
(mayor desvergüenza no cabe), el prófugo, sin renunciar a nada ni arrepentirse
de nada, se permite amenazar con votar en contra del PSOE en la víspera de tan
patética reunión en Ginebra con los verificadores impuestos por el fugado, que,
al final, a pesar del pretendido secretismo oscurantista ya conocemos que es el
diplomático salvadoreño Francisco Galindo, experto entre otras cosas en
procesos de paz con los guerrilleros (vamos lo más parecido a lo que hay en
España)….y es que, para mayor humillación a los españoles, nuestros problemas
han de garantizarlos desde el exterior, en este caso habrá de hacerlo un
salvadoreño, como si se tratase de una república bananera y no de un país desarrollado,
democrático y libre, mayor de edad, que toma libremente sus decisiones. Motivos
para la preocupación haylos.
Y en medio de este mar de
preocupaciones el Partido Popular se dispone a utilizar el Senado para cercar
al Gobierno con la amnistía y los PGE, intentando retrasar la medida de gracia
impuesta por Junts, ERC, PNV y Bildu, mientras se quejan de que ignoran a las
CCAA gobernadas por el PP para elaborar las cuentas para 2024, cuando necesitan
el “sí” de la Cámara Alta en que tienen mayoría súper-absoluta, es decir, que
de alguna forma depende del PP, cuyo líder, Feijóo promete una oposición
proporcional al Gobierno “radical” de Sánchez y para ello incorpora a la
dirección del grupo parlamentario popular a políticos como Cayetana Álvarez de
Toledo, Rafael Hernando o Sayas, mientras el Vicepresidente del PPE, Siegfried
Muresan, dice que “con la amnistía Sánchez está perdiendo toda su credibilidad
en Europa y está cada vez más aislado”. Además cabe añadir que el choque
interno entre las Vicepresidentas Calviño y Díaz, enemigas íntimas, alcanzan un
tono inédito mientras crecen las opciones de Calviño de dejar pronto el
Gobierno para presidir el BEI….y chocan por la reforma del subsidio de paro,
pues la ministra de Trabajo plantea que la ayuda sea más alta y compatible con un
empleo de hasta 45 días y al efecto abronca a Calviño por intentar recortar el
subsidio con medidas que fomenten la búsqueda de un empleo y no la permanencia en
el subsidio como hacen otros miembros de la UE.
Entretanto Israel agrava la crisis
diplomática con España al convocar a su embajadora tras reiterar Sánchez sus
“dudas” sobre la actuación israelí en Gaza que para Sánchez no se ajusta al
derecho internacional, lo que Netanyahu califica de “vergonzoso” e “indignante”
y por primer vez llama a consultas a su embajadora ante las críticas de Sánchez
expresadas un día después de que el superministro Albares mediara con el
ministro israelí tras un atentado de
Hamás en Jerusalén, que dejaba tres muertos y es reivindicado por el grupo
terrorista.
Por lo que respecta a otros asuntos,
citar que las pensiones subirán un 3´8% en 2024, también las superiores a 3.000
euros; que cuatro inmigrantes se ahogan en las costas de Cádiz tras ser
arrojados al mar desde la lancha rápida en que pretendían llegar a España; que,
finalizada la tregua, Israel reinicia los ataques a Gaza y culpa a Hamas de
haber violado la tregua; que un individuo degüella a su mujer en Sagunto ante
su hija adolescente que cae por una ventana; y que muere la superconocida
artista Concha Velasco a los 84 años de edad y también fallece Kissinger, figura
decisiva y polémica del siglo XX.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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