Me resulta patético este
gobierno a la deriva que sufrimos en España ya que ni se hace respetar ni
respeta a nadie, al extremo de que, ya puestos a depender del primero que pase
a cambio de ceder a sus chantajes, que pagaremos todos los españoles, hasta el
principal partido de la oposición le impone que lo que debiera ser una reunión
normal entre Presidente del Gobierno y Jefe de la Oposición, ésta se celebre en
un lugar “neutral”, tras ceder Sánchez a la imposición de Feijóo de que, en
ningún caso se celebraría en Moncloa, que, como sede del Ejecutivo, debiera ser
el lugar natural para hacerlo, y simplemente mediante una cita o convocatoria
por parte del Presidente, incapaz lamentablemente de imponerse como tal, lo que
hace insólita esta situación kafkiana, pues ¿acaso el Gobierno no es el Gobierno
de todos y como tal debe actuar en todo momento y lugar?, ¿acaso Moncloa no es
la sede del Gobierno de todos los españoles lo que garantizaría de antemano la
neutralidad del lugar de la reunión? Pues bien, ya ven, por lo visto no es así,
tras haber claudicado por mero interés personal del Presidente a todo tipo de
imposiciones y chantajes de los partidos minoritarios secesionistas causando con
ello un deterioro progresivo de credibilidad y desconfianza hacia el Gobierno
cada vez más a la deriva siendo incapaz de hacerse valer no ya ante los
partidos de oposición, sino también ante los partidos de coalición,
supuestamente amigos, o aliados de la investidura, que le zarandean
constantemente hasta llevarle a ninguna parte. En semejantes circunstancias,
Sánchez, ante la insistencia de Feijóo de no acudir a La Moncloa, sale por
peteneras y, en vez de poner de manifiesto que Feijóo no quiere acudir a la
cita para tratar asuntos importantes y urgentes, cede diciendo al Jefe de la
Oposición “para usted la perra gorda” como si se tratara de un juego de niños,
con lo que al fin la esperada reunión para tratar de renovar el CGPJ se celebra
en el Congreso de los Diputados, como exige Feijóo, y no en Moncloa, como debiera
ser lo normal. Feijóo por lo tanto se sale con la suya al igual que se ha
salido Junqueras, Otegi, Ortuzar y el mismísimo Puigdemont, prófugo de la
Justicia, lo que es insólito en toda la UE, menos aquí. Es más, como sucede con
todos estos personajes, Sánchez, además del lugar, acepta el orden del día que
le remite Feijóo, quien, al igual que ellos, hace gala de la desconfianza
absoluta hacia el Gobierno y le exige que haya un mediador para garantizar los
acuerdos, en este caso será la propia UE, pues tras las mentiras o cambios de
opinión del Presidente Sánchez ya nadie se fía de su palabra, ni siquiera de su
palabra escrita, y, al efecto, necesitan que alguien, como una especie de
notario, de fe de la misma y haga el seguimiento posterior de que lo pactado va
a cumplirse. Este es el patético nivel y el prestigio que atesora este gobierno
precario a la deriva que sólo busca la forma de capear el temporal a ver si por
azar llegan tiempos mejores. Entretanto Puigdemont va a lo suyo e impone el
pragmatismo dejando bien claro que, tras haber conseguido la amnistía (entre
otros para él mismo) el siguiente paso es la consulta sobre la
autodeterminación de Cataluña y que ésta la decidan sólo los catalanes; ya ven,
como si mañana la Diputación de cualquier provincia española (o cualquier pueblo
o capital) decidiera proclamarse independiente, contra los derechos del resto
de los ciudadanos de España que ampara nuestra Constitución. El Gobierno
lamentablemente no gobierna y, como una veleta, se dedica a claudicar y
dirigirse hacia donde le indiquen los vientos en cada momento y lugar.
Por tanto Sánchez y Feijóo, como si
ambos fueran menores de edad, negociarán la renovación del CGPJ con mediación de
Bruselas, ya que, al igual que sucede con ERC, Junts, etc etc para el PP dicho gobierno
no es de fiar y se requiere que un mediador avale y garantice lo que ambos
decidan pactar, mientras la reunión en el Congreso entre Sánchez y Rajoy sólo
ha sido capaz de pactar la reforma del artículo 49 de la Constitución en el
sentido de eliminar el adjetivo “disminuido”….algo es algo, ya ven. El líder
del PP impone el cambio de modelo de elección de los vocales del Poder
Judicial, mientras los jueces recogen con reservas la idea de la inédita intervención
de la Comisión en el asunto y se blinda la reforma del artículo 49 para que no
se cuelen otros cambios aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Feijóo
sienta a Sánchez ante la UE para despolitizar la Justicia, en plena sorpresa
del PSOE por imponerle la mediación de Bruselas, para renovar el CGPJ, que
lleva caducado varios años, mientras Moncloa confía en que el comisario
Reynders no obligue a modificar el sistema de elección de jueces y mientras el
PP advierte a los socialistas que “no nos vale lo que se pactó hace un año” y
el Gobierno desvincula la reforma para modificar el sistema de elección aunque
ambos asuntos se desarrollen en paralelo, en tanto que el nuevo Consejo tendrá
que renovar al menos 86 vacantes en la cúpula judicial. Además Feijóo pide que
no se consienta el señalamiento a jueces, exige que se paralice la comisión de
investigación y justifica la figura del mediador porque “ni sus socios se fían
de Sánchez”.
Y así finaliza el año en el que descaradamente
se ha cercado la independencia del Poder Judicial, pues la ley de amnistía, exigida
por el secesionismo, que borra los delitos del “procés”, supone reconocer por
parte del Gobierno que los jueces actuaron mal al redactar sus sentencias; las
comisiones lawfare pactadas entre PSOE y Junts y avaladas por el legislativo, dinamitan
la separación de poderes; la escalada verbal que iniciara Podemos en su
agresiva estrategia y que ahora remata Junts señalando directamente a
magistrados, es democráticamente inaceptable; el control del TC y la Fiscalía
con el nombramiento de un ministro y un fiscal general “no idóneo” por “desviación
de poder” es alarmante; y el colapso del Supremo con una de cada tres plazas
vacantes por no poder hacer nombramientos, es insoportable. Así las cosas el PP
extrema la “vigilancia” al Gobierno para evitar las trampas en el nuevo CGPJ, mientras
Puigdemont se burla diciendo que “no confían en el Rey como mediador”, buscando
así desprestigiar a la Corona, tras conocer que será la UE la mediadora y que
Sánchez deberá asumir el cambio legal sobre el sistema de elección si quiere
que se renueve el Consejo y que el PSOE tendrá que aceptar que sean los jueces
los que elijan a los jueces y acabar así con la indecente politización de la
Justicia. Entretanto el Consejo Fiscal ampara unánimemente a los fiscales que “actuaron
o actúan” en causas del “procés”; el PP ve una “tomadura de pelo” que los miembros
del Gobierno no contesten a sus preguntas en el Parlamento; y el Presidente del
Supremo pide a Bolaños que cesen los ataques a los jueces…..Y en este ambiente
de crispación y polarización Felipe VI en su discurso de Navidad intentará que
la Corona no se vea salpicada por semejantes radicalismos.
Pero además Sánchez se reúne con
Aragonés en la Generalitat para ofrecerle más financiación y una ley de
plurilingüismo, ya que el Govern quiere preservar su modelo escolar de
inmersión, justo cuando la misión de la UE, compuesta por una docena de eurodiputados,
cuestiona que el catalán “esté en peligro” tras examinar el actual sistema de
inmersión en las escuelas (ya saben que si algo está en cierto peligro es el
castellano). Así las cosas Sánchez considera el referéndum un “objetivo legítimo”,
mientras acuerda con el President catalán cesiones en lengua y en tributos, una
ley de plurilingüismo en la Administración y el concierto económico, mientras
incumple el reglamento y no convoca al resto de presidentes autonómicos, dándose
la vergonzante situación para España de que, mientras en el discurso de Sánchez
la bandera española presidía el acto junto a la catalana (como debe ser), justo
al comenzar el discurso de Aragonés una funcionaría retiraba ostensiblemente la
bandera española y dejaba únicamente la senyera, sin que el Gobierno de España
diga esta boca es mía ante semejante comportamiento. Y ante semejante desprecio
y falta de respeto a España, una más, Sánchez acepta negociar por primera vez
que Cataluña tenga su propia Hacienda (a las demás CCAA, que les den morcilla,
para eso son de segunda división), mientras le traspasa el Ingreso Mínimo Vital.
Pero ya saben, esta es la Cataluña pacificada que ha conseguido Sánchez cediendo
a casi todo lo que le exijan.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que Hacienda bate en once meses el record anual de recaudación por
IRPF; que el SEPI sólo tiene 454 millones en caja para controlar Telefónica y
se tendrá que endeudar en otros 1.600 o acudir al Estado para conseguirlo; que
la clase media paga 31.000 millones de euros más con Sánchez en Moncloa, pues
las rentas inferiores a 60.000 euros cargan con el 95% del impuesto de la renta
en los últimos cinco años; que Rueda adelanta las elecciones en Galicia para
provechar el desgaste del PSOE por la amnistía y se celebrarán el 18 de febrero,
con Podemos y Sumar aún sin candidato; que Sumar cree que Podemos “quema” a
Montero “muy rápido”; que España eleva un 35% la venta de armas ante las crisis
mundiales y Borrell intenta convencer al Gobierno para que apoye la operación
en el Mar Rojo pero éste evita comprometerse para no irritar a sus socios,
mientras EEUU refuerza su presencia militar en la zona y los terroristas atacan
buques mercantes y a Israel; y que la UE endurece los requisitos de acogida e
impone cuotas de reparto de la inmigración pero impone precio al trueque de irregulares
estableciendo un mecanismo de compensación por el que los países podrán reducir
la cuota asignada pagando 20.000 euros por persona rechazada.
Fdo. Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias