Como en la vida misma,
en la política hay exabruptos que, utilizados adecuadamente y en beneficio
propio, sirven para camuflar indecencias reales sobre hechos realmente graves
que van incluso más allá del verdadero daño que causan o puedan causar dichas
salidas de tono en un momento determinado por reprobables que estas sean. Es lo
que sucede con el último exabrupto de Abascal al decir sobre el Presidente
Sánchez que antes o después “el pueblo querrá colgarlo de los pies”, lo que el
PSOE y su líder, junto a sus socios gubernamentales, aprovechan para poner el
grito en el cielo contra semejante inadecuada salida de tono del líder de Vox,
condenable por supuesto, e inician una campaña con el argumento de que Abascal
“pretende inocular odio” y, ya de paso, que es lo que más les interesa, desatar
una campaña ampliando semejante acusación al PP de Feijóo por pactar con Vox
aunque el líder del PP haya salido al paso criticando y condenando el exabrupto
de Abascal, con lo que la indecencia de descalificar a tu real adversario
político, el PP en este caso, que tan buen resultado electoral dio a Sánchez el
23-J evitando una debacle electoral gracias a su estrategia de “que viene el
lobo”, supera con creces en términos democráticos el daño causado por el
condenable exabrupto del líder de Vox, pues al final, se trata de embarrar la
política con mentiras, descalificaciones gratuitas, bulos e indecencias con el
objetivo, no ya de “inocular odio” sino de matar políticamente al adversario
político considerado no como tal sino como enemigo al que hay que destruir y
barrer del mapa. Y en este empeño de destruir al contrincante, vale todo,
incluso la mentira, el insulto, la calumnia y la difamación del oponente aunque
con ello se pague el precio de la incoherencia y el descrédito…..es la
indecente forma de hacer política que se ha instalado en España últimamente,
pues, al final, lo que importa es conseguir, contra el sentir mayoritario de la
ciudadanía en las urnas y supeditado a la Constitución, una pírrica victoria
coyuntural en el Parlamento a base de conformar una mercantilista mayoría
matemática pactada en los despachos y aglutinada a base de sumar intereses
particulares, por antagónicos que sean. Sólo así cabe entender que Sánchez
arremeta contra el exabrupto de Abascal porque, según él, es “de una gravedad
extraordinaria, no es un lapsus”, que lo es en términos formales del debate
político, mientras él pacta con prófugos de la justicia (insólito en cualquier
democracia) y con partidos secesionistas minoritarios y antagónicos para, a
cambio de sus votos, amnistiar los delitos cometidos por sus totalitarios líderes
y desautorizar así el trabajo de los tribunales españoles, incluido el del
Tribunal Supremo, por haberles condenado tras un impecable proceso judicial con
todas las garantías procesales en favor de los acusados, lo que sí es realmente
de “una gravedad extraordinaria” y, en este caso, en términos reales y no sólo
formales como el exabrupto de Abascal, ya que lesiona derechos y principios
constitucionales como la igualdad de todos los españoles ante la ley o la
independencia de los tres poderes del Estado; y además, tenemos la certeza de
que esta felonía no obedece a un “lapsus” de Sánchez pues, a pesar de que él mismo
(junto a todos sus ministros) prometió en campaña electoral que no cabía la
amnistía por ser “inconstitucional”, ha tenido tiempo suficiente para meditar y
negociar dicho “cambio de opinión” a pesar de las advertencias hechas al
respecto incluso por muchos socialistas de hoy y de ayer, que no tienen claro
semejante incumplimiento de la Constitución, mientras otros muchos dónde
dijeron “digo” ahora dicen “Diego”, sin que por ello se les caiga la cara de
vergüenza ante la ciudadanía a la que mintieron descaradamente en asunto tan
fundamental para conseguir su voto. Sólo así cabe entender que se tenga la piel
tan fina en lo que hace o dice Vox, condenable por supuesto, y no suceda igual
con quienes al parecer no incitan al odio cuando queman fotos del Rey, ensalzan
a los terroristas de ETA y queman banderas españolas siendo dignos incluso de
tomarlos como socios políticos….es decir, la patética vara de medir las cosas
según me convenga a mí o no, en definitiva, una indecencia política
inaceptable.
Pues bien, en medio de esta patética
polémica (orquestada tras el condenable exabrupto de Abascal) sobre las
maldades de Vox y del PP por pactar entre ambos, el Congreso, obviando los
patéticos pactos de Sánchez y Yolanda Díaz con el secesionismo totalitario de
izquierdas y de derechas a la vez, avala la tramitación de la Ley de Amnistía por
la irracional mayoría de 178 votos a favor frente a 172 en contra, en un asunto
de Estado que, al menos, debiera concitar el acuerdo amplio de una mayoría
cualificada. En efecto, el Congreso en un debate de alta tensión con los
escaños del Gobierno casi vacíos, incluido el del propio Sánchez, avala la amnistía, mientras
el PSOE y sus variopintos aliados (algunos de derechas) piden a la derecha que
se deje de “hipérboles” y anuncian que llevarán a Fiscalía a Abascal por
“incitar al odio y a la violencia”, mientras los secesionistas, personalmente
favorecidos por la amnistía, tras conseguir ésta, ya exigen la celebración de
un referéndum en Cataluña (que no en el resto de España) sobre la
autodeterminación y mientras concretamente Junts (la derecha española más
reaccionaria y radical) insulta a los jueces del 1-O y, ante la pasividad del
Gobierno, les llama “indecentes” y “franquistas” amenazándoles con llevarlos
ante la Justicia en el debate sobre las comisiones del “lawfare”….. Y ya ven,
todo esto ni genera odio ni violencia, cuando se está atentando contra derechos
ciudadanos y principios democráticos contemplados en nuestra Carta Magna. Todo
lo contrario, pues ahora el PSOE de Sánchez equipara esta amnistía al
secesionismo con la de 1977 (como si la situación de entonces fuera equiparable
a la de ahora) y lo hace con el estúpido argumento de que sin ella “no habría
Constitución”, mientras Sumar, su socio populista-comunista, arremete contra la
Corona y el PP alerta de un proyecto “reaccionario” y “corrupto” mientras Vox
denuncia que se trata de un “golpe de Estado”. Ya ven, exabruptos e indecencias
de unos y otros en muchos casos para justificar lo injustificable, ante lo que
está sucediendo mientras Feijóo intenta desmontar los argumentos del PSOE para
defender la amnistía ante los escaños vacíos de los ministros y del propio
Sánchez en este primer debate al respecto que califica de “corrupción”,
“desigualdad”, “obsceno” “impunidad y fraude”, mientras el letrado del Congreso
purgado por estar en contra de la amnistía acusa a su superior de “desviación
de poder”. Un Feijóo que, ante la situación, dice al Gobierno y sus socios que
“si van a corromperse, no en nombre de España”, que “cada ataque que perpetre
Sánchez contra la Constitución lo denunciaremos hasta revertirlo” y que lo que
se está haciendo “es un fraude”, que “va contra la Constitución”, que “va
contra la convivencia” y que “supone una regresión democrática y es contraria a
la separación de poderes” dando lugar a la “tarde más triste y decadente del
Congreso desde el 23-F”.
Por su parte Sánchez, ausente en el
debate, se presenta a sí mismo arropado por catorce de sus ministros (para ello
sí pudieron hacer un hueco en sus agendas), incluida su enemiga íntima Yolanda
Díaz, en la presentación de su segundo libro “Tierra firme”, que le han escrito
como el anterior, “Manual de resistencia”, auto-elogiándose con la ayuda de
Jorge Javier Vázquez al mejor estilo de Sálvame, al extremo de bromear con el
presentador sugiriéndole que graben Supervivientes en El Salvador y no en
Honduras, pues “cómo tenemos mediador”….ya ven, tomándose a pitorreo un asunto
tan delicado como el del “mediador internacional” que le ha impuesto Junts para
seguir apoyando su Gobierno, cuando hasta hace bien poco tanto él como su
gobierno, que ahora le aplaude la gracia, negaban tamaña ocurrencia, más
adecuada en lugares donde la democracia deja bastante que desear. Por cierto,
un mediador a quien el PP llamará a una comisión de investigación de la
amnistía en el Senado, mientras el sector conservador del Poder Judicial anuncia
otro informe sobre ella, en tanto que Junts maniobra para incluir durante la
tramitación de la polémica ley a víctimas de “montajes policiales” trabajando ya
los de Puigdemont con una enmienda a la ley que permita ampliar su aplicación a
casos sin relación con el “procés” como los del caso de la familia Pujol, el
caso de Josep Lluís Alay o Sandro Rosell (ya puestos a privilegiar a algunos,
que se privilegie a todos los amigachos, frente al resto de delincuentes no
amigos del secesionismo). Entretanto la Guardia Civil constata que los
disturbios de 2019 en Cataluña se financiaron desde Waterloo, pues el primer
investigado en la trama de Tsunami Democratic recibió transferencias
procedentes del cuartel general del prófugo y a su vez asumió honorarios del bufete
que le defiende; además se conoce que la Generalitat avaló un Amazon catalán
“para huir de los poderes fácticos del Estado y del Ibex35” y la investigación
revela que se buscaba aglutinar “empresas comprometidas” con la creación de una
república en la que se consumieran “exclusivamente” productos catalanes. No en
vano, a pesar de lo recorrido hasta ahora, el PSOE afronta estos primeros pasos
de la ley de amnistía con la idea de que “lo más difícil empieza ahora”,
mientras Feijóo se prepara para defender en el Congreso, como acaba de hacer en
este primer debate, los motivos reales para rechazar la incomprensible cesión
de Sánchez al secesionismo totalitario; un Sánchez que celoso de su liderazgo
sin fisuras de ningún tipo abroncó al PSOE por no haberle defendido lo
suficiente y, al efecto, reprendió a su Ejecutiva el día 27 del pasado noviembre
por no reaccionar ante la acusación de Feijóo de “tic patológico”.
Y en plena conmoción en el CNI ante
la declaración en el juzgado de la ex directora, purgada por presiones de ERC,
en el sentido de que “hay miedo” pues “hoy hay un súper-control político y
judicial, y la gente tiene miedo”, las CCAA gobernadas por el PP, que son la
mayoría, se unen en el Consejo Fiscal para que la ministra Montero no les
endose el “ajuste”, pues los barones del PP dan un plante a la financiación
mientras exista la mesa de Ginebra y, al respecto, Génova vetará el techo de
gasto en el Senado y une a dichas CCAA contra las propuestas de Sánchez,
mientras Hacienda amenaza con un ajuste más duro si hay bloqueo del PP en la
Cámara Alta. Y es que Hacienda y el PP chocan por el trato “singular” que se da
a Cataluña, pues las CCAA de Feijóo, y Castilla-La Mancha ven privilegios
económicos inaceptables, aunque Montero lo niega en un CPFF al que la
Generalitat se permite ni enviar a su “consellera”. Sin duda una rebelión
autonómica por el déficit y por el pacto con Cataluña visualizada en un tenso
Consejo de Política Fiscal y Financiera en que las CCAA reclaman un nuevo
sistema de financiación más justo y equitativo y rechazan rotundamente la
bilateralidad….. justo cuando el Gobierno prevé un techo de gasto record de
200.000 millones, que entre otras cosas permita una subida de las pensiones
entre un 3´8% y un 14% el próximo año a pesar del parón de la economía. Y justo
cuando, según SigmaDos, casi dos millones de electores del PSOE se arrepienten
ya de haber votado a Sánchez, pues el 22´4% de los que le apoyaron el 23-J hoy
ya cambiaría su papeleta, mientras el PP que ganaría 16 escaños conseguiría
mayoría absoluta con Vox…..Pero, no pasa nada, sólo son sondeos y además esto
sólo acaba de empezar con lo que el superviviente Sánchez tiene cuatro años por
delante para aplicar su manual de resistencia a costa de lo que sea y como sea.
Entretanto, el populista Milei en
Argentina se estrena con recortes duros y dolorosos para la población tras la
era hegemónica del populismo peronista porque “no hay plata”, mientras Tusk en
Polonia acaba con la hegemonía de la ultraderecha nacional-populista y promete
que su reto es restablecer las relaciones normales con la UE y que “Polonia
volverá al lugar que se merece en Europa” garantizando que “respetaremos los
principios de la democracia” a partir de ahora……No estaría nada mal que otros
dirigentes tomaran nota de lo acontecido en Argentina y Polonia para no repetir
errores elementales a la hora de gobernar con populismos indecentes del signo
que sean.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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