Que yo sepa, desde que
la sanchitis aguda se instaló en la dirección del PSOE y lo contaminó al
extremo de hacerle irreconocible, jamás ha sido capaz de ganarle unos comicios
al PP a nivel nacional y muy raramente a niveles autonómicos o locales, con lo
que su único éxito ha sido, siempre que ha podido, vender las derrotas como
éxito, como sucedió en las últimas elecciones generales, tras lograr vender su
alma a quien quiera comprarla, sean de izquierdas o de derechas, con tal de
conseguir a cambio de lo que sea que su Jefe, Sánchez, mantenga el gobierno
desde que consiguiera auparse al mismo con una moción de censura exitosa gracias
a la traición del PNV, tras haber pactado apoyar los Presupuestos con el
gobierno de Rajoy, y al contubernio del resto de partidos por opuestas que sean
sus propuestas ideológicas evidenciando desde entonces que no hay un proyecto
político pactado sino un pacto de intereses personales sin orden ni concierto,
dando la sensación de que el PSOE sanchista anda como pollos sin cabeza dando
tumbos y va de derrota en derrota hasta la victoria final que Sánchez, a pesar
de ir en sentido contrario, promete a sus voceros de piñón fijo. Y la última de
las citadas derrotas, en este caso sin paliativos, ha sido en las elecciones
gallegas al conseguir el PP el 47´3% de votos y 40 escaños, seguido del BNG con
el 31´5% y 25, el PSOE 14% y 9, mientras Democracia Ourensana entra en la
Cámara legislativa con un diputado, quedando fuera del mismo Vox, Sumar y
Podemos, que, junto a los socialistas se llevan un batacazo electoral descomunal.
En definitiva, unas elecciones presentadas como plebiscito al liderazgo de
Feijóo en las que, por el contrario, su delfín Rueda sólo pierde dos de los escaños
que tenía pero conserva la mayoría absoluta, mientras Besteiro, el candidato de
Sánchez, pierde cinco escaños y se desploma con el peor resultado histórico de
los socialistas frente al éxito de Ana Pontón, la candidata del BNG (y del PSOE
sanchista) que gana seis escaños más y era por la que apostaba Sánchez para, si
las matemáticas lo permitían, gobernar con ella en Galicia arrebatándole el Gobierno
al PP aunque ganara en los comicios, como ha sucedido a nivel nacional pero en
este caso, para más escándalo, no con el candidato socialista como director de
orquesta sino con la candidata del Bloque. La cruda realidad, al margen de las
interpretaciones que cada quien quiera hacer ahora, es que el PSOE paga los
controvertidos pactos de Sánchez, mientras los independentistas del BNG se
benefician del descalabro socialista, en tanto que la victoria del popular
Rueda refuerza a Feijóo y frena la ofensiva plurinacional, por lo que el líder popular gallego, nada más conocer los
resultados, manifiesta que “Galicia manda un mensaje a España de que aquí no
queremos chantajes” (en referencia a los pactos con el secesionismo) mientras
la estrategia del sanchismo de impulsar al BNG hunde más al PSOE y pone por
encima del 30% el separatismo bloquista en Galicia, eufórico a costa del
hundimiento del PSOE, pero frustrado porque la mayoría absoluta del PP sólo le
permite, de momento, convertirse en la alternativa al Gobierno popular gallego
y relegar definitivamente a los socialistas al tercer lugar, mientras el resto
de socios de Sánchez, Sumar y Podemos, quedan como fuerzas extraparlamentarias,
al igual que Vox, que buscaba ser necesario para decidir el gobierno autonómico.
Ya ven, el PSOE sanchista se hunde derrota tras derrota hasta la ansiada
victoria final que nunca llega, Podemos no puede y Sumar, en vez de multiplicar,
resta y divide, a la vista está…..y todo a la espera de los comicios vascos,
europeos y catalanes, que para muchos, si sigue el progresivo fracaso del
sanchismo ven como el definitivo punto de inflexión para una reacción
generalizada de la militancia y un cambio radical de estrategia política hacia
lo que siempre fue la idiosincrasia del tradicional PSOE, que comenzó a
perderse con Zapatero y ha culminado con Sánchez, hasta hacerle irreconocible.
Y mientras la apuesta de Sánchez por
una coalición nacionalista liderada por el BNG (ni siquiera por el PSOE) hunde
a su partido mientras los bloquistas, por el contrario, rompen su techo
electoral, aunque de momento no les sirva de nada a efectos de gobernabilidad,
sorprende que Sánchez y su Ejecutiva, en vez de hacer una autocrítica profunda
y seria para taponar la hemorragia de votos, se limitan a culpar del batacazo
electoral a la falta de liderazgos socialistas territoriales, pues en pleno
desconcierto socialista el Presidente no contempla cambios sobre la amnistía y
otros manejos con los secesionistas y culpa del fiasco electoral a la “falta de
líderes territoriales” cuando la realidad es que desde que el PSOE sanchista
abrazó la España plurinacional de sus socios ha bajado en doce CCAA y ha
perdido seis gobiernos autonómicos; pero Sánchez, que ahora pretende
desmarcarse de su implicación a tope en Galicia y de su empeño en enfocar los
comicios en clave nacional contra Feijóo, se limita a despachar el asunto en
una reunión de su Ejecutiva Nacional para desacreditar a Page, único líder
territorial que triunfa en su feudo criticando el sanchismo y que reclama una “inflexión
profunda”, mientras otros dirigentes ya creen que el Gobierno no aguantará otro
batacazo en junio. Y en este oscuro panorama para el PSOE sus críticos confían
en una posible moción de censura pues con un partido noqueado en manos del “cesarismo”
de Sánchez los socios le dan un año de plazo a la legislatura, conscientes de
que lo de la amnistía tiene mal arreglo y hasta en el PSC ya asumen que pueden
acabar “devorados” por la política de Moncloa. Entretanto, viendo el escaqueo
de responsabilidades de Sánchez son muchos quienes se preguntan qué se estaría
diciendo por parte de Sánchez y sus voceros si el PP, aun ganando en Galicia,
se hubiera quedado rozando la mayoría absoluta con 37 escaños (¿se lo
imaginan?), sería una cascada de descalificaciones, como ya hicieron en la
campaña electoral para menoscabar el liderazgo de Feijóo en el PP y por tanto
su incapacidad de gobernar; pero, ya ven, el PSOE sanchista sólo consigue nueve
escaños y no hay quien le tosa al líder, cuando en otras épocas del partido ya
estaría en marcha un Comité Federal o un Congreso Extraordinario para poner orden
en el caos…..¡eran otros tiempos y otro partido! Según los sanchistas y sus
socios secesionistas y radicales era el partido de los socialistas fascistas,
pero que, ya ven, ganaba las elecciones por mayorías absolutas y jamás se
hundió tanto como ahora.
Así las cosas en este nuevo escenario
político tras los comicios gallegos Feijóo se ve reforzado (en caso contrario
hubiese tenido que dejar el liderazgo del PP y casi irse de la política) y
llama a concentrar el voto en el PP, mientras Sánchez urge a forzar liderazgos
que trasciendan su marca y Page cree que “es mejor levantar puentes que muros”
después de que el PSOE gobierne sólo en tres autonomías y apenas sobre 3´7 millones
de habitantes, en tanto que Sumar se aferra a sus ministerios ante la debacle,
probablemente convencidos ya de que, como ha sucedido en Galicia, “la alta
participación no siempre beneficia a la izquierda”, ni siquiera aunque dicha
izquierda esté liderada, como es el caso, por una paisana. Y Feijóo celebra el
triunfo del PP en Galicia como “una victoria de la España de iguales” y
desgrana ante la Junta Directiva Nacional el éxito en las urnas manifestando
que “si querían que las elecciones fueran un plebiscito sobre mi liderazgo, ahí
tienen el resultado……y el fracaso rotundo del modelo sanchista”, disponiéndose
a mantener a todo el PP en estado de “alerta electoral” mientras los barones
movilizarán a dirigentes provinciales, alcaldes y a las bases. La otra cara de
la moneda, la de los perdedores (aunque todos ellos se conjuren para denigrar a
los ganadores) pasa por que los territorios del PSOE recelan del rearme que les
reclama Sánchez pues los dirigentes autonómicos alegan falta de autonomía
ante Ferraz para decidir…..y en el campo
de sus socios de gobierno los variopintos partidos de Díaz se erigen como líderes
ante la caída de Sumar, pues Compromís, los comunes o la Chunta se desmarcan en
sus territorios ante el batacazo del invento en Galicia (y del Podemos de
Belarra, mejor ni hablamos).
En todo caso el PSOE y sus socios se
apoyan en Suiza frente al juez Castellón y celebran que la Justicia helvética
(que no la española) cuestione la causa por terrorismo, ya que la Oficina
Federal de Justicia no ve terrorismo en el “caso Tsunami” y suspende la
rogativa del juez español al no ver pruebas de la implicación de la prófuga Marta
Rovira, aunque el país helvético pregunta por los efectos de la amnistía. Y
mientras el Parlament de Catalunya admite a trámite una iniciativa popular (no
del PP, no se confundan, sino del pueblo) por la independencia y el PSOE permite
que impongan el euskera a 140.000 funcionarios y subcontratados, Junts tramita
la citada iniciativa independentista a pesar de que los letrados la consideran “inadmisible”
y mientras negocia con el PSOE la amnistía para cuya aprobación los socialistas
piden alargar el plazo de negociación para ver si arrancan el “sí” de
Puigdemont a la misma….en definitiva, una iniciativa para la independencia
unilateral que sale adelante en el Parlament con los votos de Junts y de la CUP,
en tanto que el prófugo exige que en la amnistía se incluya el terrorismo y las
conexiones con Rusia.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que el Gobierno se sigue negando en Bruselas a modificar el modelo del
CGPJ y el PP a nombrar las vacantes con el sistema actual sin garantizar
simultáneamente el cambio de modelo para la independencia judicial; que ha
fallecido el periodista Fernando Delgado, poeta y novelista; que Sánchez viaja
a Marruecos por sorpresa junto con Albares y su visita no estaba en su agenda
semanal y lo hace tras la cancelación del periplo a Argelia; que Foment llega a
Madrid con un “catalanismo cooperativo” y estrena delegación “para volver a
liderar el debate y la economía”; que el TS anula el traspaso a Navarra de las
competencias de Tráfico ya que para quitárselas a la Guardia Civil hay que
cambiar el Derecho Foral; que el Gobierno amplía los trabajos de riesgo con jubilación
a los 52 años; que muere un chico de 14 años en Getafe fulminado por un coctel
de “cocaína rosa” y una bebida energética; que Interior recurre al Ejército
para la lucha contra el narco en el Estrecho, mientras los jefes del grupo anti-narco
desmantelado desmontan las “pruebas falsas” que usó Interior para cerrarlo y se
querellan contra Asuntos Internos por “manipular” datos; y que los enfermos de
ELA piden en el Parlamento “voluntad y un poco de empatía” para sacar adelante
la ley de ayudas y “que quien quiera vivir no se sienta obligado a morir” y
dicen “antes de morir déjennos vivir dignamente” con las quejas del futbolista
Unzúe, afectado por la enfermedad, diciendo en su comparecencia en el Congreso
de Diputados: “he contado cinco diputados, el resto tendrá algo importante”…. en
fin, una falta de empatía parlamentaria difícil de entender.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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