Cada día que pasa se
pone de manifiesto la patológica osadía autoritaria de Sánchez y su Gobierno,
que parece infinita, para mayor sorpresa de propios y extraños, pues muy pocos
gobernantes democráticos se atreven personalmente a dictar sentencias
anticipadas sobre asuntos que se están investigando en los tribunales de
justicia. Sánchez, sin embargo, sí se atreve y, tras el varapalo que sus socios
de Junts, ultranacionalistas de derechas, le acaban de dar en el Congreso
rechazando la ley de amnistía que había pactado con ellos, nuestro osado
presidente, como si tuviera el poder absoluto cuando ni siquiera tiene
suficiente mayoría asegurada en el Congreso, declara solemnemente inocentes a
los imputados por terrorismo, afirmando en plena investigación judicial que
“todos” serán amnistiados “porque no son terroristas” (palabra de Dios),
sentencia que, en todo caso, aunque finalmente llegara a ser cierta, habrán de
dictar los jueces y no él, salvo que, confundiendo la gimnasia con la magnesia,
él se auto-proclame juez supremo absoluto y entonces estemos hablando de otro
tipo de régimen que poco tiene que ver con la democracia. Es más, ni siquiera
pasando esta osadía autoritaria al capítulo de la opinión política tiene cabida
semejante declaración, pues él, no opina ni dice que a él le paree así, sino
que declara con rotundidad la inocencia de los investigados, mientras hay
veinticuatro imputados en dos causas, entre ellos varios CDR ya en espera de
juicio por preparar explosivos. Sánchez, como presidente del Gobierno
democrático, debiera ser más prudente y más respetuoso con el trabajo de los
jueces que instruyen las causas y no dictar sentencia judicial, que no le
corresponde, por más que Fiscalía en el caso Tsunami, que no en otros, critique
o discrepe del juez por “falta de argumentos” y tilde de “injustificada e
inmotivada” la exposición del juez García-Castellón relacionando a Puigdemont y
Rovira con el terrorismo, asunto que, en todo caso, habrá de dilucidarse cuando
haya la pertinente sentencia en firme una vez agotados todos los recursos que
las partes consideren oportunos. No cabe pues que todo un Presidente de un
Gobierno democrático asegure y prometa (en este caso a Puigdemont, para que
apoye su ley de auto-amnistía) que “todos los independentistas serán
amnistiados” porque “no son terroristas”, y menos cuando en la definición del
PSOE 153 terroristas presos no lo serían (en su mayoría se trata de etarras o
yihadistas que no cometieron delitos de sangre) y con esta amnistía hecha “ad
hoc” a la carta para el secesionismo pasarían a ser amnistiables, como si ser
terrorista sólo exigiera el requisito de
ser un sanguinario y como si no hubiera en el terrorismo distintos grados de
participación en el delito. Y, en todo caso, de ser las cosas como dice
Sánchez, el prófugo Puigdemont nada tendría que temer, pues si todos los
secesionistas no son terroristas, no se entiende su reticencia a apoyar la
patética ley de amnistía si excepciona el terrorismo como rendija para que alguno
pudiera no ser amnistiados…..¿es que tiene alguna duda de que la investigación
judicial pueda probar que se cometieron actos susceptibles de terrorismo y alta
traición a pesar de que Sánchez ya ha dictado sentencia en sentido contrario?
Ya ven, la osadía autoritaria de Sánchez es rechazada hasta por sus
impresentables socios, pues no vaya a ser que la democracia sea capaz de
prevalecer a pesar de los ataques intolerables que está recibiendo la Justicia
no ya por parte de quienes huyen de ella, que no debieran ser tenidos como
socios y sí perseguidos por todos, sino también por parte del propio Ejecutivo.
Así las cosas, tras haber intentado los socialistas colar en la Eurocámara una
enmienda para blindar más aún al prófugo y mientras Sánchez y Puigdemont
retoman de nuevo las negociaciones para ver cómo reconducir de nuevo la
descarrilada ley de amnistía, letrados del Congreso cuestionan que dicha ley se
vote de nuevo ya que no hay precedentes de que una ley rechazada por el Pleno,
como es el caso, vuelva a tramitarse, con lo que el PP reclama a Armengol, otra
que tal baila, que declare “decaída” la norma, mientras Sánchez defiende su
controvertido proyecto desde Bruselas y Feijóo reclama un freno al Gobierno
para evitar el anti-europeísmo en España.
Entretanto Bruselas intercede para
desbloquear el Poder Judicial en España con el Comisario Reynders convocando al
socialista Bolaños y al popular Pons en Bruselas en una mediación inédita que
acaba sin ningún acuerdo al respecto, salvo la impresión de Reynders de que hay
“un claro compromiso de las partes de trabajar juntas”, mientras Pons se
muestra “pesimista” y Bolaños afirma que “esta vez tiene que ser la
definitiva”. Los intervinientes se emplazan de nuevo a otra reunión para el día
doce de febrero y Bruselas impone a ambos como condiciones reformar y renovar
el CGPJ, atascado ya demasiado tiempo por la falta de acuerdo entre PP y PSOE,
dado que la normativa actual fía el asunto a la buena voluntad de que ambos se
pongan de acuerdo y estos no están dispuestos a hacerlo, y menos aun cuando el
CGPJ se dispone a celebrar un pleno extraordinario por los ataques recibidos a
los jueces en el Congreso de los Diputados por los socios de Sánchez e incluso
por los aledaños del propio PSOE. De momento pues, Reynders insta a renovar el
CGPJ y a reformar el sistema para “el nombramiento de jueces” y reclama
“iniciar el proceso” para mejorar la independencia judicial “inmediatamente
después” de la renovación con el sistema actual pero el PSOE no da a la UE
suficientes garantías para que así sea y el Gobierno no contempla que los jueces
elijan a los jueces. Mientras tanto el CGPJ se revuelve contra los ataques a
jueces desde el Congreso de los Diputados y Guilarte exige a los portavoces
parlamentarios que dejen de cuestionar la imparcialidad de éstos y de acusarles
de “prevaricación”, asunto que, en todo caso, debería sustanciarse en cada caso
concreto en una denuncia en los juzgados pertinentes y no en declaraciones y
condenas públicas. Y mientras los vocales del CGPJ piden un pleno
extraordinario por las críticas en el debate parlamentario de la amnistía,
Fejóo ratifica que sin cambio en la ley del CGPJ no habrá acuerdo alguno y
asegura que el PPE, mayoritario en la Eurocámara, comparte la “alarma” en
Europa por la amnistía y por el “ataque” a los jueces en España.
Así las cosas, ex dirigentes de
Convergencia critican el freno a la amnistía de Junts, sus herederos
ideológicos radicalizados, pero Puigdemont cierra filas con el rechazo a la ley
no vaya a ser que al final él personalmente no pueda ser amnistiado, pues
Europa rechaza indultos y amnistías por malversación de fondos públicos, con lo
que la Eurocámara da un varapalo al respecto dejando claro un no a la amnistía
en estos casos y más penas a los malversadores. Por todo esto el prófugo busca
la reconciliación con Moncloa para reconducir la amnistía y Yolanda Díaz deja
claro que “habrá salida” sellando su alianza con el prófugo avalando sus
exigencias y desmarcándose del PSOE, mientras en Junts se burlan del “olor a
muerto en Moncloa” y Puigdemont avisa a Sánchez de que tiene que cumplir el
pacto por la amnistía y librarse de la presión de Conde-Pumpido, mientras en el
Gobierno dan por perdidos los Presupuestos y creen que “hay que resistir hasta
las catalanas”. Entretanto se conoce que la eurodiputada acusada de espiar para
Putin lideró la red para acoger a Puigdemont en Bruselas (la letona Zdanoka,
denunciada por los socialistas europeos en 2014 por su activismo prorruso
proclamaba en la UE el derecho a la autodeterminación de Cataluña mientras
negaba las injerencias del Kremlin), mientras Ramona Strugariu, la eurodiputada
liberal ponente de la directiva anticorrupción, defiende que “en la UE hay que
impedir conceder amnistías para lograr investiduras” y recuerda que “en Rumanía
la Comisión nos apoyó para frenar el intento de amnistía” (¿Sucederá igual en
España?; es la pregunta del millón). De momento, según SigmaDos, sólo el 7% de
votantes socialistas aceptaría más cesiones a Junts, mientras la mayoría de electores
reclama a Sánchez nuevas elecciones tras el rechazo del Congreso a la amnistía,
el 74% apoya investigar a políticos por motivo de Seguridad del Estado y el CNI
recibe un apoyo mayoritario, mientras ERC y Junts aseguran a los socialistas
que la conexión con la Rusia de Putín fueron sólo “contactos amistosos”….pues
nada, ¡viva la amistad!
Y mientras tanto Galicia inicia una
campaña electoral marcada por la tensión política nacional. Feijóo se instala
en la Galicia rural para hundir a Sánchez, con un PSOE que, salvo sorpresa mayúscula,
arranca sin más opción que ser satélite del BNG como segundón, mientras el PP,
según todas las encuestas, puede revalidar su mayoría absoluta y evitar que se
forme un gobierno de coalición de izquierdas radical al estilo del de Sánchez
en Madrid, con la nacionalista Ana Pontón aspirando a ser la primera presidenta
de la historia de la Xunta y con Sumar intentando salvar la marca y ser útil a
Sánchez frente a Feijóo, que irrumpe en la campaña con la amnistía. En efecto,
según NCReport, el PP conseguiría el 47´9% de votos y entre 40-41 escaños, el
BNG un 25´3% y 19-20, y el PSOE el 17´2% y 14-15, mientras el resto de partidos
no obtendrían escaños, lo que supondría un nuevo fracaso de la gallega Yolanda
Díaz; y, según SigmaDos, el PP tendría el 48´1% de votos y entre 39-42 escaños,
BNG el 24´5% y 18-20, y el PSOE un 18´5% y 14-15, mientras Sumar con un 4´9%
podría llegar a obtener un escaño.
Y, hablando de osadías autoritarias
infinitas, resaltar que se cumple ahora el veinticinco aniversario del
chavismo, la utopía que abrió las puertas del infierno a Venezuela y que comparándola
a la Venezuela de hoy deja los siguientes resultados: un salario mínimo que ha
pasado de los 340 dólares en 1999 a los 4 dólares actuales, un bolívar que ha
perdido hasta catorce ceros por tres reconversiones, un PIB que ha bajado un
tercio que cuando Chávez tomó posesión, una producción de petróleo a la baja
que ha pasado de los tres millones de barriles a sólo 749.000 barriles, una
corrupción que supera ya los 400.000 millones de dólares, y una emigración que
ha pasado de apenas 300.000 personas a más de ocho millones de salidas en la
actualidad, mientras no queda ni rastro de los 56.000 millones de dólares
saqueados por Chávez y su sucesor Maduro. Es la cruda imagen de un país en el
que sus gobernantes utilizan sin miramientos la osadía autoritaria infinita,
Venezuela, modelo de ejemplo del buen hacer para buena parte de los socios
radicales de Sánchez frente al malvado sistema capitalista democrático,
mientras se dedican a denigrar a las empresas porque ganan mucho dinero….empresas
que, obviamente pagan sus impuestos, y que como Mercadona, tachada de usurera y
explotadora, reparte 600 millones en primas entre su plantilla de más de
100.000 empleados, cantidad un 50% superior a la del año pasado, que alcanzó
los 405 millones de euros, tratándose de una media prima adicional que se une a
la prima por objetivos que reparte anualmente.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que el PP pide a la ministra de Sanidad que explique en el Congreso los
criterios de selección de los centros del cáncer ante las quejas de “falta de
transparencia” y de “frivolidad”; que Cataluña está en emergencia por sequía y
seis millones de personas sufrirán restricciones de agua; que en enero han
llegado a Canarias 234 migrantes al día; que la banca española llega al récord
de ganancias con 26.088 millones; que el Gobierno ve margen para contratar otros
400.00 funcionarios; y que el paro crece y la afiliación cae en el arranque del
año, pues en enero el número de parados ha crecido en cerca de 60.400 personas,
superando los 2´7 millones de desempleados, y la afiliación también es castigada
con la destrucción de 231.000 puesto de trabajo…..y de los agricultores, mejor
ni hablamos hoy, están en pie de guerra en toda la UE, y, por supuesto, también
en España.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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