Incluso medios poco
sospechosos de anti-sanchismo publican que la grave crisis desatada en el PSOE
por la dimisión de Santos Cerdán amenaza por primera vez la supervivencia de
Sánchez, mientras éste se retira a meditar sobre posibles salidas a la
situación (ya ven, meditar es lo suyo, como cuando se publicó que su esposa iba
a ser investigada por presunta corrupción) entre el desconcierto de su
Gobierno, de su partido y de sus socios gubernamentales o de investidura,
aunque él, de momento, descarta elecciones o someterse a una cuestión de
confianza, convencido de que perdería los comicios, cuando todavía no ha ganado
ni ha sido el más votado en ninguno de los celebrados, y de que sus socios no
aguantarían tener que retratarse ante sus votantes en sede parlamentaria
apoyando la corrupción aflorada en las filas sanchistas, porque todos ellos,
con Sánchez a la cabeza, sostuvieron que el actual “gobierno Frankenstein”
venía para erradicar la corrupción en España, lo que ya nadie sostiene. Así las
cosas, guste o no guste, la salida menos gravosa para la democracia y, sobre
todo, para el PSOE es reconocer que Sánchez se tiene que ir lo antes posible y
liberar del presente calvario a los socialistas de buena fe, que son muchos en
España, y, obviamente, tras la convocatoria de un Congreso Federal
Extraordinario en que los militantes tengan la posibilidad de intentar al menos
recuperar parte del bagaje ideológico y la credibilidad perdida en estos
últimos años, pues, en caso contrario, esta deriva insoportable del socialismo
democrático, si no se corrige a tiempo, puede acabar como la de los socialistas
franceses, italianos o griegos, en cuyos respectivos países desaparecieron sus
respectivos partidos socialistas para siempre. En fin, es lo que hay, Sánchez
perdió toda su credibilidad, si es que alguna vez gozó de ella, y ahora no
puede poner en marcha su “manual de resistencia” y escudarse en pedir “perdón”
cuando él mismo dejó bien clarito a Rajoy que “no basta con pedir perdón” como
respuesta al entonces presidente del Gobierno, quien, al igual que él ahora, se
lamentaba en el Congreso de los Diputados de haber confiado en Bárcenas
diciendo “me equivoqué al mantener la confianza”; es más, ni siquiera puede ni
debe maquillar con insuficientes retoques en el Gobierno y en la dirección del
PSOE la gravedad de la situación pues sólo valdría para prolongar una agonía
que ni los militantes socialistas ni los votantes merecen. Ya no cuela el
mantra de que todos los males del sanchismo obedecen a una especie de
contubernio judeo-masónico, de que Aldama no tiene prueba alguna de los feos
asuntos que denuncia y todo quedará en nada, de que los malos son los jueces,
los investigadores policiales o los periodistas, ni, por supuesto, de que todo
son bulos y fango cuando, curiosamente, el fango está instalado en el seno de
la Ejecutiva del PSOE y del Gobierno, con un ministro y su asesor implicados y
dos secretarios de organización sucesivos, cuando, al margen de lo que se pueda
probar o no en sede judicial, ellos mismos se han encargado de grabarse dejando
constancia de sus fechorías intolerables, más propias de los cuentos de Alí
Babá y los cuarenta ladrones.
Sánchez se tiene que ir porque su
credibilidad es cero tras haber mentido a los ciudadanos una y otra vez,
justificando luego que hacer lo contrario de lo que dice o promete es un mero
“cambio de opinión” pero sin dar razón alguna que lo justifique. Valga como
ejemplos, entre otros muchos, la formación de un gobierno de coalición con
Pablo Iglesias tras haber dicho que con él como Vicepresidente “no podría
dormir tranquilo”; los indultos a los delincuentes del procés (y de los ERES de
Andalucía) y la posterior amnistía para cubrir al prófugo Puigdemont, el jefe
de la banda, que no había podido ser indultado al no haber sido condenado; el
pacto con el prófugo, insólito en cualquier país democrático (por cierto con
Santos Cerdán como interlocutor) a cambio de sus siete votos, tras haber
prometido que lo traería a España para ponerlo ante la Justicia….. Sánchez
además carece de credibilidad como luchador contra la corrupción tras haber
derogado el delito de sedición y rebajar las penas por delitos de malversación,
y, más aún, desde que el calendario judicial se ha convertido en una pesadilla
para él con investigaciones judiciales a su mujer, a su hermano, a su Fiscal
General….más la deriva del “caso Koldo” que para no pocos ya es el “caso
Sánchez” porque de los cuatro del Peugeot ya sólo queda indemne él como
dirigente de un Gobierno palmero cuyos ministros socialistas se han quedado
mancos tras decir hasta anteayer mismo que ponían las manos en el fuego por su
colega Santos Cerdán y, obviamente, se las han quemado, mientras sus colegas no
socialistas le piden más explicaciones sobre lo que estaba pasando….por lo
visto, nadie vio nada, nadie se dio cuenta de nada, era más fácil y más
irresponsable decir que todo era mentira, un montaje de la “fachosfera”
política, mediática, policial y judicial que sin prueba alguna les denunciaba
basándose simplemente en recortes de prensa.
Ahora los audios no dejan lugar a
dudas sobre el nefasto e indigno comportamiento de los tres regeneradores del
socialismo (Ábalos, Koldo y Santos Cerdán), quienes junto a Sánchez, el
regenerador por excelencia, se patearon España en el ya famoso Peugeot con la
altruista misión de dirigir al PSOE para regenerarlo….. Desgraciadamente ahora
llama la atención cuestiones que entonces pasaron casi desapercibidas, como la
famosa urna escondida tras una cortina en aquel memorable Comité Federal, por
lo que los críticos, tachados de “fachas” por discrepar de Sánchez, se
revuelven contra “los corruptos que robaron las primarias” tras conocer que
Cerdán ordenó a Koldo amañar votaciones en la victoria de Sánchez sobre Madina
diciéndole “sin que te vean, metes dos papeletas” (excelente honestidad de un demócrata),
asunto al que ahora Sánchez quita importancia diciendo que venció por muchos
votos y no por dos, cuando lo honesto sería condenar rotundamente ese
comportamiento antidemocrático de sus chicos de confianza. El caso es que ahora
los audios grabados por Koldo en conversaciones con Ábalos y Cerdán, evidencian
el talante de los tres sujetos que formaban el núcleo de poder de Sánchez. En
ellos, entre otras cosas, podemos escuchar con estupefacción “necesito algo de
dinero jefe, porque se lo di todo a él; no podemos andar con tonterías”, “yo
traigo el papel, lo apuntamos y lo vemos, punto; que no quiero que hables de
esto”, “le voy a intentar pedir a Santos que me dé dos obras de 35, yo ahí
consigo medio kilo”, o las quejas de Koldo porque Cerdán estaba “en Madrid de
fiesta en fiesta gastándose la pasta” o la repartición de prostitutas “la
Carlota se enrolla que te cagas….pues la que tú quieras, o las dos”…..En
definitiva, la evidencia de que se repartían mordidas y nadie sabía nada,
además de enchufar a amigas en empresas públicas con argumentos tan
convincentes como “¿te acuerdas de la chica rumana y demás?, no sólo hay que
valer para follar” pues “ella, la pobre, está en el paro”…. Y esto sólo acaba
de empezar, pues ya hasta el propio gobierno y el PSOE temen que pueda haber
bastante más.
No en vano, como es lógico, Feijóo
reclama elecciones inmediatamente pues el “informe Cerdán” destapa una trama “criminal”
durante los años de sanchismo que comenzó ya a hacer sus pinitos en Navarra y
se extendió por España tras llegar los sanchistas al Gobierno, que ahora toca
fondo ya que “se acabó lo de la conspiración” para usar el victimismo como
estrategia de defensa. Y mientras Feijóo exige a Sánchez que “se rinda a la Justicia”
y “dimita ya”, sus socios de Gobierno y de investidura le siguen respaldando,
lo que, según el líder popular, les convierte en “cómplices”, en tanto que en
el PSOE dicen que “es el fin de Santos, veremos qué pasa con el partido”, una
preocupación que seguirá “in crescendo” si Sánchez no se va lo antes posible.
Evidentemente, ante esta crisis, dirigentes del PSOE ya ven difícil agotar la
Legislatura como pretende Sánchez, quien les dice “Santos me ha mentido en toda
la cara, es increíble”, cuando lo increíble es que él no supiera nada de lo que
estaba pasando y prefería decir que se trataba de bulos cuando, hasta hoy, por
ejemplo, no ha dado explicaciones sobre el cese de Ábalos y sus aventuras en
Barajas con Delcy Rodríguez, como otras tantas misteriosas cosas. En todo caso
en el PSOE de Sánchez ya está instalado un cierto pánico porque “nadie nos
puede garantizar que todo lo que hemos sabido, vergonzoso, cutre y asqueroso,
es lo único que hay”….. Y es por todo esto por lo que lo más adecuado es que
Sánchez se vaya cuanto antes y, en caso contrario, que se someta a una moción
de confianza, que seguramente ganaría, dado que sus socios, que se sienten cómodos
con este gobierno tan débil y cuestionado, ya ponen como excusa para seguir
apoyando a Sánchez que jamás permitirán la alternancia porque hoy solo es
posible la de la derecha del PP con la ultraderecha de Vox, lo que consideran
peor que sostener a un gobierno como el actual a pesar de los casos de
corrupción que lo acorralan. En definitiva, la teoría es la siguiente: Feijóo
con el PP sólo puede gobernar si consigue en las urnas mayoría absoluta, porque
vetan que pacte con Vox, pero Sánchez si puede gobernar, aunque no gane las
elecciones, pactando con el resto de partidos porque PP y Vox son los únicos
malos de la película, aunque el resto de partidos válidos para Sánchez haya radicales,
populistas e independentistas, que quieren acabar con la democracia española, a
la que llaman “régimen del 78”, e incluso algunos estén dirigidos desde el
exterior por fugados de la Justicia española. En definitiva, con semejante planteamiento
se trata de hacer prácticamente imposible, la alternancia política, esencial en
cualquier Estado de Derecho democrático.
Así las cosas, Feijóo espera el desgaste
de los socios de Sánchez y el hundimiento definitivo del PSOE sanchista para
presentar una moción de censura, mientras Sánchez, sabedor de que la perdería,
le insta de forma chulesca a que la presente ya, aunque dirigentes socialistas
le exigen que tome medidas radicales de limpieza dentro del partido para
depurar a los próximos Cerdán, Ábalos y Koldo…. Pero Sánchez saca su manual y,
tras unos días de reclusión, decide resistir pase lo que pase, mientras
prosigue la investigación de la UCO y nuevos audios desvelan que su PSOE
presionó con dádivas a Ábalos para comprar su silencio, pues Cerdán, tras
estallar el caso, le ofreció un sueldo en una consultora afín al partido, pagar
su abogado y luego rehabilitarlo (bonita forma de combatir la corrupción) a
cambio de que entregara su acta de diputado y un pacto de mutismo y no agresión
con el Ejecutivo de Sánchez (oferta hecha a través de whatsapps, según El
Mundo).
Y Koldo a punto de declarar con la incertidumbre de
que pueda ser el jaque-mate definitivo a Sánchez si decide tirar de la manta,
aunque, de momento, quiere suspender su citación en el Supremo para que declare
antes Santos Cerdán….. Sin duda alguna toca esperar, mientras nuevos audios y
pruebas pueden hacer saltar ya todas las alarmas definitivamente en cualquier
momento. Como otros muchos socialistas, Nicolás Redondo Terreros, ex líder socialista
del País Vasco y tachado de “facha” por no respaldar lo que hace Sánchez, tiene
claro que “estamos en una crisis política como nunca hemos conocido”, “Sánchez
está muy tranquilo porque no hay nadie que esté dispuesto a luchar por lo
contrario” y “no hay corrupción política más clara que el CIS, si sus datos
fueran ciertos convocaría” elecciones, mientras el PP promete “revertir la
colonización política de las instituciones”. Por su parte Perelló, la
presidenta del CGPJ, denuncia la “descalificación sistemática y vacía” de los
jueces y pide respeto, mientras Pallarés, presidente de la Asociación de
Fiscales dice que “ser Fiscal General del Estado y sentarse en el banquillo es
incompatible”….Dicho queda…. ¡hay tantas cosas incompatibles que últimamente se
compatibilizan….! Está claro, Sánchez se tiene que ir.
Jorge Cremades Sena
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