domingo, 9 de noviembre de 2014

Y LLEGÓ EL 9-N

                        Al final, tal como estaba previsto, Artur Mas se sale con la suya, apuesta por la ilegalidad democrática y, sin que nadie lo impida ni exija responsabilidades a quien proceda, Cataluña celebra un 9-N bajo el pseudónimo de “proceso participativo” en el que lo que menos importa es que la falsa consulta carezca de garantías democráticas, se haga sin censo electoral, sin interventores, sin convocatoria oficial, ni ningún otro requisito propio de cualquier otra consulta democrática. Al fin y al cabo los procesos totalitarios, por participativos que sean, sólo requieren de la exaltada concurrencia de los militantes de la causa y todo lo demás sobra. No en vano se espera una masiva afluencia de los soberanistas, mientras un ejército de voluntarios, con Oriol Junqueras a la cabeza, se despliega para que la farsa sea un éxito que, pase lo que pase, venderán después como la indiscutible voz democrática de todo el pueblo catalán. Un desafío indiscutible al Estado de Derecho que, por higiene democrática, jamás se debiera haber permitido. Un síntoma evidente de debilidad del sistema democrático español que, desgraciadamente, navega a la deriva y sin rumbo fijo a pesar de todo el esfuerzo que hicimos los españoles, incluidos los catalanes, para instaurarlo en España, consolidarlo después y así sacar a nuestro país del oscuro precipicio de la intransigencia. Sólo así se puede explicar que en momentos de falta de libertad, cuando, en todo caso, sería mucho más justificable, el independentismo catalán fuese clarísimamente minoritario al extremo de no suponer un verdadero problema para el Estado, mientras ahora, cuando toda España y, por tanto, toda Cataluña, goza de absoluta libertad se convierte en un problemón de Estado de primera magnitud minando definitivamente los cimientos de la democracia. Es lo que suele suceder cuando en un sistema democrático se mira hacia otro lado o se minimizan los comportamientos totalitarios, por pequeños e insignificantes que sean, o se permite utilizarlos como moneda de cambio de cualquier otro tipo de intereses, por importantes que sean, cuando es la democracia el valor supremo a defender, pues, en caso contrario, se convierte en un bien tan frágil que, a la vista está, se rompe en mil pedazos ante el primer envite medianamente serio de los totalitarismos del signo que sean (Ver “La democracia no se negocia, se ejerce” en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/). Es lo que desgraciadamente sucede en España donde lamentablemente la legítima utilización de los instrumentos del Estado de Derecho en pro de su propia defensa brillan muchas veces por su ausencia.
            Curiosamente ha venido a coincidir la afrenta de los independentistas catalanes con la celebración del 25º aniversario de la caída del muro de Berlín, hecho histórico que toda Europa conmemora como icono y símbolo de la recuperación de la unidad de Alemania y la reconciliación de los alemanes tras la vergonzante y vergonzosa división impuesta por el totalitarismo, en este caso comunista, que tanta tragedia trajo al mundo en paralelo a los demás totalitarismos afortunadamente derrotados en la conocida como Segunda Guerra Mundial. Que se esté perdiendo la memoria histórica de semejante tragedia es una aberración intelectual que en el futuro puede traer catastróficas consecuencias. En cualquier lugar, en cualquier esquina, puede aparecer un gobernante visionario que, como antaño, imbuido y convencido de ser poseedor de la verdad suprema, considere imponérsela al resto de los mortales por la fuerza y sin ninguna sujeción a ninguna ley salvo a la suya propia.
            Entretanto Rajoy, que baraja cambios en Génova ante las elecciones que se avecinan y las malas expectativas anunciadas, promete solemnemente tomar, de una vez por todas, la iniciativa contra la corrupción y anuncia su comparecencia en el Congreso. Por su parte el fiscal Horrach estudia recurrir ante la Audiencia para no dejar al criterio del juez Castro si la infanta Cristina va al banquillo o le aplica la famosa “doctrina Botín”. Y un suceso lamentable: en un accidente de tráfico cerca de Cieza en Murcia al menos once pasajeros del autobús siniestrado han fallecido. Condolencias a los familiares en tan trágico trance.
            En cuanto a los deportes se refiere mientras Luís Suárez rescata a un Barça que sufrió para vencer al Almería, 1-2, el Real Madrid golea a un buen Rayo, 5-1, con Kross como estrella indiscutible.


                                               Jorge Cremades Sena

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