martes, 6 de diciembre de 2016

POLICRISIS EUROPEA



                        Que las cosas no andan bien por Europa y por la Unión Europea (el lugar del mundo donde mejor se vive) no es, a día de hoy, ningún secreto, al extremo de que una policrisis, con el populismo como telón de fondo, amenaza seriamente el futuro de los europeos y su desarrollo. Tras el penoso Brexit, países como Italia, Francia o Austria, por no hablar de la medio superada crisis en España, andan con demasiadas incertidumbres políticas, mientras los países del norte frenan el estímulo fiscal de la UE, pues el Eurogrupo, con Alemania a la cabeza, rechaza el plan de la Comisión Europea para aumentar el gasto. En efecto, Italia castiga la ambición de Renzi y rechaza en referéndum su apuesta de reforma de la Carta Magna (59´6% frente a 40´4%) obligándole a dimitir y abriendo otra vía para el populismo en Europa, un nuevo frente en la crisis de la UE con tan “incuestionable derrota”; en Francia, tras la renuncia de Hollande a su reelección a causa de su nefasta popularidad, el primer ministro, Manuel Valls, dimite y se lanza al rescate del socialismo francés para optar a la presidencia, mientras la extrema derecha huele el éxito de cerca; y en Austria, menos mal que los austriacos espantan de momento el fantasma de la ultraderecha y el ecologista Van der Bellen derrota al ultra Norber Hofer, incluso con más holgura de lo previsto, evitando así la llegada del primer presidente populista y un giro hacia el radicalismo gubernamental en Europa de incalculables consecuencias. ¿Dónde están los tradicionales partidos europeos moderados, tanto de derecha como izquierda, que con su tradicional alternancia política democrática han sido capaces de generar las mayores cotas de paz, desarrollo y bienestar social en la vieja Europa? ¿Qué han hecho tan mal como para que proliferen viejos fantasmas de radicalismos totalitarios que tanto horror generaron en el pasado no tan lejano? Son las preguntas que muchos se hacen ante esta policrisis europea in crescendo, mientras Europa teme que Italia reabra la crisis del euro, en tanto que el Presidente italiano pide a Renzi (otro aficionado, como Cameron en su día, a hacer experimentos que le explotan en las manos) que no renuncie hasta tener al menos aprobados los Presupuestos, en tanto que los mercados esperan decisiones del BCE y sólo la bolsa italiana sufre de momento. El temor en la Eurozona a que su país más endeudado salga de la moneda única es evidente. Y, entretanto, la OPEP dispara un 17% el petróleo y avanza subidas en los carburantes. Es obvio que los europeos (entre ellos los españoles y, por tanto, los catalanes) habremos de hilar bien fino si queremos evitar más sorpresas desagradables en el futuro inmediato.
            Ya en España, donde las cosas no andan mejor, que digamos, mientras el PSOE prepara una amplia batería de exigencias sociales (quiere implantar de inmediato el ingreso mínimo vital y la prórroga del subsidio de paro a mayores de 52 años), el Gobierno ofrece al PNV más concesiones económicas a cambio de que apoyen los Presupuestos (Rajoy plantea revisar el Cupo vasco), en tanto que los nacionalistas reclaman más inversiones y, por su parte, Ciudadanos se abstendrá ante el alza de impuestos. Además, en plena incertidumbre por la aprobación presupuestaria, Rajoy pide al PSOE que no aborde aún la reforma de la Constitución, que presumiblemente no abrirá el Congreso en el próximo curso ya que ni la izquierda, ni Ciudadanos lo han pedido aún en una subcomisión (sólo falta que, como en Italia o en Reino Unido, se decida someter el asunto a previo referéndum). Por su parte Pérez de los Cobos, Presidente del tribunal Constitucional, tiene claro que “el modelo de Estado ha resultado problemático” y “hay que reformarlo”, apostando así por cambios en la Constitución para definir competencias autonómicas, pero pide “prudencia” porque una impugnación general del texto, como pretenden algunos, sería mera “incultura constitucional” y, obviamente, cree que “el derecho a decidir” puede defenderse en el marco de la legalidad (es obvio que el problema que plantea el independentismo no está en el objetivo en sí mismo, aunque también, sino en que su proyecto totalitario es implantarlo al margen de la legalidad vigente).
            Y en cuanto a otros asuntos cabe citar que el fiscal ve “pillaje y rapiña” en el uso de las tarjetas black y, mientras rebaja la petición de condena para 18 de los acusados, no lo hace para Blesa y Rato; que el Gobierno vetará por ley los indultos a condenados por corrupción y eliminará aforados; que la Cámara de cuentas denuncia sobresueldos a directivos del Metro de Madrid; que Modric desvió a una firma de Luxemburgo los derechos de imagen y Hacienda le investiga por no declarar sus ingresos en 2013 y 2014; que Coentrao y Pepe ocultaron más de siete millones en sociedades de Panamá y las Islas Vírgenes; que la decisión de Carmena de prohibir la circulación en determinadas calles de Madrid provoca intensos atascos en el centro de la ciudad; que Pablo Iglesias planea un golpe de mano para laminar a los errejonistas; y que el temporal de lluvias torrenciales deja dos muertos en Andalucía, siendo las peores lluvias en los últimos 25 años. Es el elenco de principales noticias en este día en que celebramos nuestra vigente Constitución, con la que se ha logrado el más largo periodo histórico de mayores cotas de convivencia en paz, desarrollo, igualdad y libertad entre todos los españoles, aunque algunos, los de siempre, se muestren reticentes a celebrarlo… y menos aún con entusiasmo.
                                       Jorge Cremades Sena

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